7.- Colisión ⳻★
⚠️ Mención de contenido fuerte, tal como duelo, trauma y afrontamiento al mismo, así como comentarios con objetivo desmoralizante. Se es pedida discreción.
Lee Saem fue de los pocos amigos que tuve en mi infancia, además de, claro, Yue. Había llegado como nuevo alumno una mañana de primavera, con rostro regordete, ojos oscuros y piel lechosa como las mismas nubes en el cielo cuando recién cumplí seis años, cuando surgió aquel incremento de temor hacia mi tío Sadis.
Él era tierno y seguro de sí mismo, no importaba cuántas cosas le dijeran por su físico, porque siempre iba y callaba a todos con un tono de voz potente y que lo demostraba líder, y quizá sí, fue ahí cuando llamó mi atención.
Y aún si no todo era bueno...
"—¿De verdad... me quieres? —susurró él, yo no me atreví a mirarlo, oculto tras mi árbol, mi lugar en los descansos, buscando protegerme de todos, de él—. Seo...
—Sí —lo interrumpí, apretando la ropa ligera entre mis manos, sintiendo mis ojos acuosos, porque yo no era suficientemente 'nada'—, tú me gustas, perdón.
—¿Qué? ¿Por qué?
—No lo sé —chillé, sintiendo mis mejillas calientes, sin saber lo que él veía, y me sentí avergonzado por ser tan patético—, sólo sé que está mal-
—Yo te cuidaré. —Callé, esperando—. Eres una niña, débil y, yo... yo debo de cuidarte. Así que lo haré.
No dije nada, no había algo que decir. Él lo había dicho, ante sus ojos yo era una niña, no un niño..., y aún así, mi corazón no dejó de latir por él."
La caja registradora de la tienda en la que estaba me sacó de todo pensamiento del pasado, mirando a las manos ágiles del muchacho que me atendía, otorgándome el dinero y agradecí en silencio, tomando los sobres de carnes y la comida para perro que había comprado.
Seong-su dejó escapar el humo de sus labios, pero al verme hacer una mueca debido al olor lo dejó de lado, tirándolo y pisoteando el trozo de mota. Expulsé el aire en mis pulmones tras eso, acercándome a él sin medirle palabras, acuclillándome sobre la acera, ignorando la ceniza esparcida y humeante e hice el primer movimiento.
Mi mano se alzó con cuidado y lentitud, acercando el dorso hacia la criatura que desde el inicio había llamado mi atención. El cachorro de raza doberman olisqueo, aún con su cuerpo entumecido por el frío y arrinconado entre los carros estacionados, moviendo su pequeña colita cruelmente mutilada, dutativo en confiar en mí.
—Está bien, no te haré daño —hablé de forma dulce sin evitarlo, agachándome un poco para no asustarlo por mi tamaño y pude sentir los ojos fijos de Seong-su en la escena, desconcentrándome un poco—. Soy Dan, Jeon Dan Black, ¿curioso, verdad? ¿A cuántos humanos conoces con el nombre de un color?
Lo escuché reír, haciéndome temblar con ligereza, y escuché a Seong-su agacharse a mi altura cuando el cachorro dio un corto paso hasta tocar con su nariz café y húmeda mi palma, esperé unos segundos hasta poder extender mi caricia sobre él, el hocico peludo y suave sintiéndose en el tacto hasta que la aspereza de su lengua llegó sobre cada poro.
—Creí que sólo eras defensa —lo escuché susurrar, y no evité sentir mis comisuras elevarse en una media sonrisa.
—Y yo creí que sólo eras arrogancia —murmuré, escuchándolo toser, tomándolo desprevenido, y una duda me atrapó—: Eres distinto conmigo a cuando estás rodeado de otros, ¿por qué?
El silencio nos invadió, y a diferencia de lo que esperaba, no era incómodo como cuando hablaba de temas que no me correspondían. Esperé paciente mientras acariciaba al cachorro, que lenta, y paulatinamente, se acostó en mi regazo a la vez que yo tomaba asiento sobre el suelo, abriendo la comida siendo cuidadoso para no asustarle.
—No tengo razones. Sólo... —Algo extraño pasó en su voz, y no me animé a mirarlo tras sentir mi propio cuerpo erizarse—. ¿Planeas quedarte en la empresa?
El cambio de tema me descolocó, volteando a verlo, y desviando el rostro con rapidez al tener sus ojos sobre mí, ya observándome.
—No lo sé... T-todavía no lo he...
No era algo que me ocupara el día pensando, mucho menos cuidando de mis hermanas y huyendo de mi madre, así como tampoco si era mi único medio de salida, y sólo eso, un escape, no un trabajo.
—Deberías denegar.
Fue así, seca y directamente, trague saliva, sintiendo un hueco en el estómago a la par de que el cachorro, al cual había dejado comer en paz para no ser su amenaza, terminaba.
—¿Disculpa? —lo miré, sintiendo mi rostro endurecer, frunciendo las cejas, pero él no me miraba de vuelta, parecía sumido, extraño.
Perdido.
—Es lo mejor, dentro de estos medios te corrompen, y de no hacerlo, te vuelves una marioneta para los más grandes. Te invaden de cosas horrendas y la atención inoportuna de todos solo porque sí, tu vida no es tuya. Es por eso que lo digo, una mejor opción para ti.
—¿Para mí? —La molestia fue cosa a parte, invadió la curiosidad, y es que, Seong-su era un ser que parecía abierto y cerrado al mismo tiempo, como si lo único que usase fuesen máscaras, y era... Familiar.
—Gente débil no debería de rodearse de esos...
Eso me llevó al límite—. ¿Sabes algo? No quiero discutir, y comprendo mis límites, y tú estás rozando con uno de ellos. —No permitiría que marcasen a mi persona como si me conocieran, iba a alzarme, pero Seong-su tomó de mi brazo, obligándome a estar en mi sitio de nuevo.
Y ahí estaba de nuevo, ese derrochamiento de emociones en sus ojos que no sabía si detestaba, porque eran colores, él expresaba colores, y no me gustaba cómo aquello me embelesaba. Como si viese el mismo paraíso, y era absurdo en alguien que conocía hace tan poco.
—Tienes razón, roce el límite, perdona, Dan. —Mi corazón se sintió revivir dentro de mi pecho, y no era aquel retumbe de la taquicardia desagradable, era algo más—. Sólo... quiero cuidarte, a- cuidarlos, a todos los que lleguen como tú, es-
Calló, como si él mismo se encontrase en conflicto y suspiré, relajándome.
—Agradezco tu... consideración, pero puedo cuidarme solo —aseguré, pidiendo que me soltase, y lo hizo sin ningún tipo de reclamo, guardando una distancia que no pedí, y él mantenía—. Y de preocuparte tanto, estarás conmigo, ¿no?
Él sonrió, entendiendo mis palabras y asintió, susurrando—. Sabía que no sólo platicabas.
—Umh, lo hacía, o lo hice, después de escucharte con Sihyuk.
Seong-su rio por lo bajo, levantándose y llenándome de preguntas antes de extenderme su mano, para tomarla—. Hemos terminado aquí.
—¿Qué? ¿Y las fotos?
—Ya las he hecho, cariño —guiñó el ojos, y se alejó con lentitud, dándome la espalda—. ¿Quieres un helado?, yo invito.
Entonces comprendí su acercamiento silencioso, y mis mejillas se calentaron, asegurándome estar rojo. Me había fotografiado sin decir nada.
Tragué saliva. Por supuesto que lo haría, había estado discutiéndole por la vergüenza que me daba una cámara, pero eso lo hacía ver incluso peor. Tenía que trabajar aquel lado. Porque planeaba quedarme. Yo no era débil.
Y lo mostraría.
El aire fresco del mes de octubre era mi favorito, respirando con los ojos cerrados y alzando los brazos al cielo como el chico de "The odd life of Timothy Green" hacía para aceptar la fotosíntesis en su cuerpo siendo "una planta"... Sí, mi amor a la naturaleza era extraño en ocasiones.
—Ha pasado un tiempo, lamento no haber venido —me arrodille sobre la tierra, limpiando la lápida de mármol con flores secas, y recogí la vela ya culminada para colocar una nueva, sabiendo que el señor Lee la encendería después—. Pero tengo suficientes razones para eso, me atraparon en una empresa de Idols, de hecho, es justo la de esos chicos que tú no entendías.
Sonreí, riendo un poco y sintiéndome tonto, porque el cementerio estaba solo, porque hablaba con los muertos, y aún así, era cómodo.
Dejé las flores a la izquierda, suplantando a las anteriores que buscaría esparcir por el lugar para alimento de los gusanos, una completa natural y más rápida que los cadáveres bajo tierra.
—Me gustaría quedarme, es... agradable, los he conocido, y no son nada a lo que mis temores creyeron, y... —mi lengua se sintió enrollarse, como si el decirlo fuese malo, y tragué con fuerza, cerrando los ojos, sintiéndome extraño y ajeno, pero era liberador hablarlo, o eso decían—. También conocí a alguien, él es... raro, demasiado cerrado, no como tú, yo... —reí tontamente, solo, comenzando a sentir las lágrimas arder en mis ojos—. Estoy seguro de que no te agradaría en nada, Saem, t-te desesperaría mucho...
Cubrí mi boca al sentir el llanto ahogar mis propios pulmones, haciéndome temblar y abrazarme a mí mismo. Sintiéndome culpable, porque comprendí lo que ocurría.
—Perdón.
Mi corazón estaba latiendo por alguien más.
—Perdón.
Y tenía miedo de volver a confiar en él.
—No quise hacerlo, perdón. Perdóname...
Porque por él había perdido a quienes más quería. Mi corazón era una mierda.
Yo lo era...
★⳺ Ɖ₳₦ ɃⱠ₳€Ԟ ⳻★
"𝟎𝟕: 불일치"
(Never Fall in Love Again - Lady Gaga)
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
Justo dije que habría muchas escenas que antes no, que creo que ya lo notaron, y esta es parte de ellas, espero se comprenda un poco porque esto no quería ponerlo antes. Digo, se me hacía que era demasiada tortura a la confianza de Dan, pero... creo que de no ponerlo, le quite mucho de su crecimiento como personaje, así que, aquí tienen:
Personaje ultra-traumado, jaja
⭐️
Resulta y resalta que hoy no me hicieron los exámenes de sangre, por fin que era el día. Así que mi tortura se extenderá hasta dos días más a partir de aquí. Sí puedo... T^T
Sin más, estaré aprovechando el tiempo para seguirles actualizando, ¡les quiero, mucho!
💜🦊
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