44.- Elusión ★⳻

⚠️ Contenido fuerte es mencionado: adicciones, violencia física y emocional, aborto, xenofobia. Se es pedida discreción.

Buscar descargar el enojo contenido con otra gente no era lo más ético para ser alguien bueno. Pero en esos momentos, no era algo que me importara del todo. Había comenzado a ser algo tosco con mis compañeros, y aquello me parecía peor que hablarlo con quien pensaba que me sumaba peso los últimos días.

—¡Oh!, Dan. —Mamá sonrió tras abrir la puerta, inspeccionándome de forma rápida—. Te ves más delgado, ¿has comido bien? Y tus ojeras, ¿cuánto tiempo duermes, hijo?...

—¿Está papá? —la interrumpí, sintiéndome extraño por la opresión en mi pecho al verla cuidarme.

—No, no, hijo. Salió a dejar a las niñas a la escuela, ¿por qué? ¿Pasa algo? —Entonces, pareció notar la falta a mi espalda—. ¿Y Seong-su?

—Tuvo que irse —aguanté con creces no rodar los ojos, molesto—. Está ocupado con algo, así que no lo esperes.

Ella se quedó en silencio, notablemente incómoda, pero de igual forma pasé a su lado, sin mirarla y yendo a sentarme en el sillón de la sala, menos preocupado de mis actos al saber que la presencia de mi padre y hermanas era inexistente.

Y aún así, frene en seco tras entender que no tenía idea alguna de lo que quería hacer exactamente.

No había habido descarrilación de emociones, ni gritos y chillidos desde un primer momento. Yo quería hacerlo, culparla y exigir respuestas, saber si su odio era lo suficientemente relevante para seguir odiándome a mí, o si podría quererla menos a ella y transmitir ese cariño hacia mí..., pero ahora que estaba ahí, mi cerebro se había congelado, repitiendo toda onda de obligaciones y educaciones que sólo gritaban: respeto.

—Entonces, ¿qué te trae aquí, hijo? —murmuró ella, tan claro y atrapado entre la lengua como solo ella podía hacerlo al tratarme de chico.

Eso fue suficiente para dejar de mirar a mis manos como hipnotizado y encararla, lo suficiente para no parecer retador ni mucho menos grosero, sin levantar el rostro, pero sin poder ocultar la ligera molestia que aquel tono había prendido a las cuerdas cuidadosamente alejadas del incienso...

Por supuesto, Kyle era mañoso, yo lo era peor si me dejaba convencer por él. Las cuerdas de la dinamita siendo echadas a la leña de forma descuidada, comenzando a hervir la piel sobre mis venas.

—Mamá —detesté lo débil de mi tono aún enfundado en enojo, era la misma sumisión que siempre me abordaba. La única emoción que se había deshecho ese día con Seong-su, y que aún seguía desatada, pero que ante ella, parecía inútil—. Mamá... —lo intenté otra vez, negando al pecho que me aceleró y a todo sentido de alerta que pedía a jirones que retrocediera en ese absurdo instinto de presa—. Mamá, ¿por qué m-me... me odias?

El silencio se incrementó peor que antes, pareciendo como si hubiera dejado caer la bomba al suelo y explotara con los dos en medio, dejándonos mudos y alejados, pero esta vez, conscientes de esa lejanía.

—¿Odiarte? —ella sonó incrédula, avanzando hasta arrodillarse a mi lado, tomando mis manos, y fue descompensante no notar enojo alguno en sus ojos—. Dannie, no te odio.

El enojo ardiente pareció deshacerse y acrecentar de forma rápida, como si el viento lo impulsase, y mis ojos se llenaron de agua como si el humo del incendio se presentara frente a los mismos—. Entonces... ¿por qué... siempre lo he sentido así?

Fue que, quizá, en ese momento, Jeon Maya comprendió lo que había estado haciendo desde hace años, como mujer, y como madre. Uno no nacía sabiendo ser padre, pero tampoco aprendía a notar sus propios errores tras cometerlos.

—Lo recordaste... —susurró, sin buscar hablarlo más de la cuenta y cerró los ojos pareciendo temerosa—. Fui una mala madre, lo sé, pero no pienses que por ello no te quise. Lo hice...

Sonreí sin mucha gana, pareciéndome algo torcida su forma de cariño, ella lo notó, levantándose para tomar asiento a su lado y mirarse las manos.

—No quiero juzgarte —susurré—, pero aún así mi corazón no puede... No puedo ser tan bueno, no yo. Me está cansando serlo siempre, me está agotando tener que ser benevolente, perdonarlos a todos y tragar cada culpa. No soy Jesús, no soy un santo, no soy... N-no soy perfecto, y me cansa aparentar serlo.

Mamá no dijo nada, al contrario, tomó de mis manos sin importar las gotas saladas que cayeron sobre la unión, e incluso pareció ser un grito nebuloso a una vieja inspiración. Un cuadro que lo relatase me pedía por ser tomado y trazar, pero en ese momento no había ninguno. Sólo momentos donde detestaba ser humano.

—¿Te he contado alguna vez la razón de estas marcas? —Ella me hizo notar las arrugas en su piel, yo negué tras vagar en cada recuerdo que aún era algo extraño de reconocer y apreté los labios entre sí por la idea de haber olvidado muchas cosas—. Tu abuela las hizo... Ella... ella y tu abuelo no eran las personas que conoces actualmente. Ellos dos peleaban, mucho, y tu abuelo disfrutaba de perderse en bares, ser recogido por algún taxi y en ocasiones perder dinero, mucho al ser estafado.

No negué que saber aquello removió un poco la idea de que mi familia parecía perfecta, pero afirmó la que decía que sólo les gustaba cubrir sus pecados con mantos devotos. Miré a mi madre, sintiendo entonces que no estaba tan perdido como mi cabeza aseguraba.

—Eso... —no supe decir más, volviendo a mirar las manchas blancas en supe piel—. ¿Cómo pasaron?

Ella frunció un poco las cejas—. Cuando era más joven, dos años más chica que tú, yo-... Me metí con algunas amigas y amigos, sustancias... de todo tipo, creo que era un modo de evadirlo todo —se hundió de hombros, por más que me costará un poco mirar en mi madre al tipo de chica que haría algo así—. Me embaracé en algún encuentro demasiado drogada. Tu abuela lo supo, y su forma de castigarme fue... Bueno, dejando mis manos contra el fuego, encima, sin permitirme alejarme... Después de eso, nunca me lo dijo, pero estoy segura de que provocó mi propio aborto. —Sonrió, casi sin gracia, algo dolida—. En ese entonces yo no sabía si quería ser madre, pero sin duda aquello me hizo sentir demasiado triste. Tu abuelo dejó de tomar después de que aborté y se necesito dinero para medicinas y esas cosas, para atenderme y rehabilitar mis propias adicciones... Creo- creo que se metió más en ello cuando después del bebé me drogué en casa y llegué hasta el punto de convulsionar bajo el estado. Quizá lo asuste lo suficiente. Después llegó tu padre, después de mucho tiempo...

Miré al suelo, sonriendo extraño y vacío el pecho, sabiendo que latía pero sin sentirlo del todo, porque era bastante raro conocer ese lado en la vida de una mujer que buscaba entender sin saber su pasado, y aún así, no pareció haber arreglo.

—Má... ¿por qué me cuentas eso?

Ella se hundió de hombros tras un momento—. Creo que la forma en que traté llenó de forma muy egoísta lo que pasó con mi madre... y lo entendí muy tarde.

Limpié las lágrimas en mis mejillas tras entender sus palabras. O a lo que se refería. Su momento de reacción llegó tras cuatro semanas de "tratamiento", bajo golpes en las muñecas de parte del hombre que asquerosamente parecía disfrutar de dañar. Ella actuó, alejándonos de ahí, pero sin pedir perdón, y mi mente sólo había buscado olvidarlo con el tiempo... Se convirtió entonces en una plática con Yue que sentía soñada, irreal y con paladar a mentira. Pero que se forzaba a ser verdad al ver las cicatrices blancas en las muñecas.

Y caló un poco saber lo que mamá buscaba realmente—. ¿Quieres que te perdone? —apreté los labios, sintiéndome inseguro y un poco menos tranquilo ante su agarre sobre mis manos.

Jeon Maya, de nuevo, dio la razón con su silencio, y no evité sentir mi garganta obstruirse, soltar un gimoteo tan herido como cansado y apartarme. Soltarme de su agarre y cubrirme el rostro, frotar mi frente, negándome ante lo que parecía ser su búsqueda de calma.

—¿Qué parte de que estoy cansado no se entendió? —solté, sintiendo a mi voz endurecer al no querer mostrar el dolor que realmente sentía.

—Dan... —Ella sollozo. Eso me agotó—. Perdón.

—No.

Tan corta como dura, era la primera vez que negaba algo, la primera que no observaba al corazón y empatizaba a costa de mi propia vivencia. Y me sentí egoísta, extraño.

—¡Hijo!

Me aparté, sabiendo que buscaría tomarme el rostro, retenerme de algún modo, tomé entre mis manos la sudadera que me cubría, apretando los bordes, sintiéndome ansioso, casi culpable al haberme negado—. No... n-no quiero perdonarte. Yo no- no... Adiós, mamá, nos veremos luego... Yo no te perdono, p-pero te quiero.

Reverencié torpemente, alejándome cuando gritó mi nombre, saliendo por la puerta y corriendo a la camioneta donde Im Seo-Yeong esperaba paciente. No importó que estuviera, terminé llorando y buscando tragar aire cuando tomé asiento en la parte trasera del coche, acostado sobre los asientos y aferrándome al collar de luna en mi cuello.

Patético.

Eso era.

★⳺ Ɖ₳₦ ɃⱠ₳€Ԟ ⳻★
"𝟒𝟒: 최소화된"
(Daughter - To belong)

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

❤️

Para que entiendan un poco porque Dan no encuentra paz tan pronto, he aquí uno de los mensajes que más me dió a entender mi infancia, incluso después de alejarme de mi madre por sus golpes y chantajes: "Hijita, no puedes seguir siendo egoísta y odiando a tu mamá. Ella te quiere mucho, y Dios no nos hizo seres malvados. Encuentra el perdón en tu corazón y ve a tu mami, mi vida. No te consumas por el pecado."

🧍

Bueno, aclaración del millón, Dan no dio el perdón a su madre, pero eso no quiere decir que él no se haya perdonado un poquito a sí mismo. Porque entendió que las acciones de su madre no son su culpa, inconscientemente, pero ahí va. Así que no, no lo veo mal por no perdonar en voz alta. Es más, lo necesitaba.

Pero esa es sólo mi opinión. :) opinión que podría cambiar.

(Sí, gente, todos somos capaces de cambiar y evolucionar en pensamiento. Así que, como dijo el Nam, jodan cada entrevista y opinión del pasado, que eso ya no me representará en un futuro.) Gracias.

-se emputa con el mundo-

⭐️✨

Aló! Este... la nota anterior fue escrita esos días de recaída. :^

Y como aún hay estragos no la borraré porque... porque valido al Dam del pasado y le agradezco su opinión "valevergatodo". Tons, sí... eso. Por más molesta que sea la opinión, no la borro porque quiero validar mi pensamiento por más estragoso que sea, y... em, sí. Estoy tomando ese camino de quererme y respetarme, sin buscar dañar, pero sabiendo que no debo callarme por siempre empatizar. Así que...

Asi como yo, Dan se irá queriendo un poquito más cada día, y esperemos ese cariño gane a su odio. So... yeah, a long road awaits us.

[gráficamente esas son mis emociones publicando esto y deseando eliminarlo todo hasta esfumarme de la faz de la tierra. Digo- ]

Les quiero! :3

💜🦊

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top