33.- Razones ☆⳻
⚠️ Mención leve de trauma sexual, desconfianza y negligencia laboral en el siguiente capítulo. Se es pedida discreción.
Llegó diciembre pasando por su primer semana, y no había indicios de nada, ni reacciones del chico abandonado por la CEO Min, y los reportes semanales habían cesado un poco, pero aquello dejaba intranquilo a Seong-su. Lo notaba por su espalda tensa y constantes estiramientos, como si la misma tensión le provocase dolor...
Y era ahí donde mi cabeza se sentía extraña, deseando complacerle en algo mínimo como ofrecerle calma.
—Tal vez Hee-jin quiere estar al tanto de algo... —murmuró, acariciando su barbilla y tronando su espalda con un ligero movimiento de hombros. Él no lo decía, pero ya le incomodaba—. Por lo que tengo entendido, puede estar cuidando de mejor forma cada cosa estando un poco más inmiscuida en el proyecto.
—Entonces, por eso el chico. ¿No es algo extraño? —susurré controlando la extraña necesidad en mis manos por tocarlo, sintiendo a mis propios dedos contraerse por no proponer relajarlo—. Ni siquiera parecen querer hablar conmigo para algún cambio, –teniendo en cuenta que soy el eslabón más débil– seria entendible. Los números ya estaban decididos, pero, ¿qué querría ADOR de todo esto?
Seong-su pareció tener la expresión ciertamente pellizcada, e intenté hacer como si no hubiese notado que había sido por mi propio desprecio nuevamente—. Quitar a HYBE del mapa, quizá. No haz pensado que, estando de esta forma pueden mantener más decisiones sobre ustedes, incluso derechos... —frunció las cejas ligeramente—, quizá a ello la lucha extraña al rededor de Jang. Un símbolo de libertad al que logren manipular...
—Así nos tendrían a todos. —Susurré, mirándolo de vuelta mientras él asentía, notablemente cansado—. ¿Podría ser eso? Pero... ¿Lo haz hablado con Doori?
—Lo hago, cada noche, de hecho. —No pude evitarlo esta vez, pidiéndole que se acercara a mi lugar en la cama.
Él había optado por mantenerse alejado, en la otra punta mientras yo leía cada papel entregado sobre los comentarios –aún no públicos– de HYBE hacia otras empresas. Era ilógico cómo seguía habiendo guerras de ese tipo aún con la unión extraña de todos los magnates. Si retirábamos de aquello a ADOR; desde el juicio hecho y aún abierto por New Jeans no hubo amenazas del estilo otra vez.
—¿Cada noche? —fruncí las cejas, tomando sus hombros al momento de tenerlo cerca. Él pareció entender, aún cuando me vio de forma confusa por unos segundos, dándome la espalda después—. Creí que lo hablaban más temprano o algo, no sé... ¿te preocupa algo?
—Mhm. —Ejercí poca presión en los omoplatos, delineando, aún si deseaba negarlo, los músculos bajo mis manos, y era extraño que incluso aquello mantuviera a mi mente despierta y enfocada en que él se estaba relajando—. Sonará extraño, pero me preocupa mirarla a los ojos cuando es de día. Es mucho más fácil no enfocarme en eso cuando es de noche. Ella se preocupa por su novia y yo de dejar el reporte.
—Umh, eso suena demasiado oficial para mi gusto —fruncí ligeramente la nariz, masajeando el cuello y bajando ligeramente por la columna con toques y presiones que me parecían apropiadas. Sus pequeños gruñidos me confirmaban que aquello lo hacía bien, y no podía evitar la sensación de suficiencia que se creaba en mi pecho cada vez—. Ya no estás en la milicia, y Doori, aún con el título de líder no es más que un chica, mi amiga. No hay que dar respetos exagerados...
Enmudecí un poco tras haber pensado de nuevo en sus palabras. ¿Había dicho que Miu era novia de Doori?
Bueno... yo no lo contradeciría, a menos que ellas lo hicieran.
—¿Tu amiga? —Él rio.
—Sí, ¿qué hay con eso?
Seong-su negó ligeramente, echándose un poco de espaldas, sobre mi pecho. Y sentí a mi boca hacerse agua sólo por aquel gesto, tragué nervioso al sólo poder mover mis manos por sus hombros y cuello, encontrando tentador acariciar su rostro.
—Nada, es sólo que... —Él se hundió de hombros, y mirándome algo fijo se relajó, cerrando los ojos—. Que encuentro cierto apego de su parte algo maternal hacia ustedes. En la chiquilla rosa igual.
—Así que dices que más que amiga es una mamá —Yo reí, sintiéndome más cómodo de acariciar su cara si no me estaba mirando.
Toqué su barbilla, titubeando al bajar de ahí mientras delineaba su cuello, y fue extraño. Todo lo que tuviera que ver con él era demasiado.
—No digo que una madre no pueda ser una amiga —él susurró, sin abrir los ojos ni dar indicios de sentirse incómodo por mi toque invasivo—. Quiero decir que la comodidad que hay entre ustedes es como si hubiesen vivido de años tras ellas, con ellas. Incluso su forma de admirarla, de respetar sus palabras y él espacio que ella mantiene con su chica, es... Es demasiado natural para plantearlos como amigos simples. Hay algo más... fraterno entre ustedes, familiar.
Me detuve un momento en mi propia burla, asimilando sus palabras. Era verdad que la confianza con Doori, como con Miu nos era influenciada de forma distinta. Inclusive, yo sentía extraño llamarlas amigas siendo que no mantenía el mismo lazo emocional con ellas que con Yue. Pero entonces, la idea incluso fue absurda, porque muy probablemente era mi falta de un vínculo maternal lo que encontraba sentido en las palabras del chico en mi pecho.
—Dejemos eso... —chasquee la lengua, sintiéndome algo confundido y comenzando a volver a trazar la línea de la manzana de Adán, las venas en el cuello hasta masajear con los dedos el filo de su mandíbula—. ¿Por qué parecieras ser tan... cerrado, con ellos?
Seong-su abrió los ojos, haciéndome parar tan pronto me miró, yo relamí mis labios, inquieto—. No es por ofenderlos, pero parecieran despreciarme a cada rato, cariño.
Él no había dejado de mirar mis labios, y por un momento me sentí ansioso, porque los sentía secos y agrietados, feos incluso para descordinar con el deseo que escapaba de los ojos ajenos.
—Ellos no te desprecian —murmuré, apartándome de su vista y mirando a otro lado, porque la idea de no verme bonito no afectaba tanto a su lado, y aún así quería hacerlo—. Sólo están algo confundidos por tu porte. Tú mismo lo haz dicho, expresas rigidez por la forma en que te entrenaron, y quizá es aquello lo que los tiene así. Sólo necesitan acostumbrarse...
—¿Tú te sentiste así? —Mi barbilla fue tomada, haciéndome girar el rostro de forma mansa para mirarlo, y pareció que todo circuito respiratorio se detuvo con lo dócil que de repente me había comportado—. Incómodo, me refiero, por mí.
—No —fui rápido y claro al responder, aquello pareció deshacer un poco la duda (¿temor?) en él—. Sonará extraño, pero sentí que podía confiar en ti... más bien, fue como si de pronto hubiese encontrado un lugar seguro al verte.
Seong-su sonrió, dando la vuelta con lentitud, irguiéndose un poco para rodearme con su cuerpo, casi como si me acorralase, y su ligera caricia en mi barbilla me hizo temblar un poco—. No vuelvas a hacer eso —pidió, y yo fruncí las cejas.
—¿Hacer qué?
—Sentirte avergonzado por cómo te veas —susurró, acusador, y sentí mis mejillas llenarse de sangre, acalorándome—. Eres lindo como sea, con labios partidos o no, y aunque podemos cuidarlos... Ahorita es tentador.
Yo quise refutar, preguntar a lo que se refería, pero toda palabra se descuidó en mi mente al tener su boca en la mía. La humedad de su lengua en las pequeñas grietas, llevando a mi rostro a expandir el calor en mi cuerpo, sintiéndome nervioso y acalorado. Extraño.
Él se apartó, aún cuando apenas se había comenzado a mordisquearme los labios, y quise gimotear como si de pronto su boca en la mía fuese una necesidad. Comportamiento vergonzoso de verme tan necesitado por algo así. Pero las palabras murieron cuando Yue llegó.
—Hora del medicamento —anunció, notándose cansada y desaliñada por las horas extras en el turno de noche antes de su primer puente de descanso—. Papá, sal de aquí.
Seong-su obedeció, sin reclamo alguno, tomando los papeles y sin mirarme por un segundo. Yo me sentí abochornado y refunfuñable cuando mi mejor amiga dejó entrecerrada la puerta antes bloqueada y se sentó a mi lado.
—Te detesto —murmuré, y era la primera vez que lo sentía con un poco de verdad en lugar de solo juego.
Yue me miró un momento algo confundida, hasta que pareció comprender la situación—. ¿Qué estaban haciendo?
Mi rostro hirvió en sangre por completo, y quizá eso fue suficiente para dar el mensaje equivocado en ella, y aunque al principio pareció dispuesta a gritar cualquier cosa, su rostro descompensó pronto la alegría. Pareciendo incluso pálida.
—¿Yu? —Incluso la vergüenza se fue de mi cuerpo cuando sus ojos se llenaron de lágrimas, derramándolas—. No, no. No lo quise decir en serio, bonita. Sólo fue un beso, sabes que me pongo todo necesitado y extraño alrededor de él.
La apretujé contra mí, haciéndola olvidar el medicamento en pomada y la vacuna que administraba cada noche por indicaciones de los médicos que me revisaban. Habían notado que ella era la única con la que no me tensaba, y sabiendo de su posición conocedora del campo, se le había permitido ser "mi enfermera".
—Me... me alivia saberlo. —Ella gimoteó, aferrándose a mi brazo, y yo acaricie su cabeza—. No... no es que sienta que Seong-su te hará algo, p-pero... Ay, Dannie... hay algo que no te he contado.
Yo fruncí un poco las cejas, soltando a mi mejor amiga, que limpió su rostro, notándose apenada.
—¿Qué ocurre, Yue? —Me sentí extraño, incluso incómodo al comprender la cierta confidencialidad de parte de mi amiga.
No era que entre nosotros no hubiera secretos, pero sí era extraño que hubiese esa nube de culpabilidad al ocultarnos algo.
—Yo... —ella suspiró, volviendo a tomar el medicamento—, primero lo primero. No te espantes, n-no es... No es algo malo. Ahora, recuerda, masajea la pomada con cuidado en la herida, yo voy a voltearme.
Aún sintiéndome extraño lo hice. No podía quitar cierta incomodidad de mi cabeza al saber que algo incomodaba a Yue, y que aquello tenía que ver conmigo. Tras acabar, se lo anuncié, sintiendo ligero frío por la pomada entre mis piernas.
—Bien... yo —Yue se sentó a mi lado, de nuevo, y yo desvié la mirada cuando preparo la inyección—. Hablé con el médico que te hizo los exámenes sobre... sobre la herida en tus partes. Y él dijo que se te haría otra revisión el lunes.
—No creo que por eso te hayas puesto a llorar hace tan poco —señalé cuando se enfocó en golpear ligeramente la jeringa buscando sacar el aire tras presionar un poco.
—Y tienes razón —susurró ella, yo suspiré, dándome la vuelta y cerrando los ojos cuando Yue aplico el alcohol—. Me informo que al parecer esa herida ya había sido de hace tiempo, y no hace falta que nos rompamos mucho la cabeza para que sepamos a causa de quién —escupió con odio antes de suspirar y dirigirse a tomar mi mano con su izquierda. Yo cerré los ojos tras sentir el ligero piquete, la aguja hundirse y expulsar el pequeño sedante que ayudaría a los músculos aún traumados y a mis constantes pesadillas—. Resulta que lo que hizo el mugroso de tu chofer no hizo más que abrir lo poco que la herida había comenzado a sanarse hace unos meses. Tal parece que tu mente había olvidado tanto ese hecho, siendo que no tenías actividad sexual de ningún tipo, que la dejo a medias desde tu infancia.
Yo me acomodé, haciendo una ligera mueca cuando Yue me aconsejó mejor quedarme acostado de lado, pasándome un algodón con alcohol cerca de la nariz, y acariciando mi cabello, lo que fuera por distraer a mi mente.
—Entonces, ¿quieres decir que In-su lo llevó a abrirse más, o a abrirse como antes con Sadis? —No evité sonreír ligeramente al ver la mueca en el rostro de mi mejor amiga por los mencionados. Pero qué hacerle, yo no negaría sus nombres aún si me daban náuseas las propias sílabas.
—Es... un poco más grande. Tu doctor de infancia me permitió checar los resultados aún guardados. Tal parece que ni él confío en tus padres notando su contante negación —Ella suspiró, quizá un tanto harta de los mayores y sus decisiones, y yo la comprendí, apoyándola en silencio—. La cosa es, que según lo que se ha visto, los doctores dicen que, de animarte a tener algo sexual otra vez... —sus ojos volvieron a ser blandos, anunciando que lloraría y tome la mano que paseaba el aroma etílico en mi nariz—. Te dolerá, mucho. Dijeron que podría ser un dolor muy agudo, y será tonto de mi parte, pero me preocupaba que hicieran algo así tú y Seong-su y al final... no sé, que te sintieras mal, que el dolor, que...
Yo me levanté, sin importar el dolor de la inyección colocada, la abracé. Incluso sintiéndome mareado ante lo que decía.
—No eres tonta por preocuparte —susurré, sintiendo a mi propia voz fallar, porque la sensación de sentirme diminuto volvía—. Está bien, te agradezco por decirme, y es entendible. Nos preocupamos por el otro, ¿n-no?
—Sí... —ella se acostó en mi pecho, y decidí acostarme con ella. Estar los dos acurrucados sobre la cama mientras la abrazaba por la espalda y ambos, como dos niños, llorábamos—. Prométeme que de querer algo así con Seong-su le dirás, no importa cuánta vergüenza te dé o si te sientes mal contigo. No... no soportaría que te lastime, y estoy segura de que él tampoco querría eso, Dan-Dan.
Yo asentí, con los labios apretados y sintiendo mi estómago retorcerse, porque era extraño de pronto sentirme tan débil, otra vez.
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"𝟑𝟑: 눈물"
(The Marías- No one noticed)
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
( "Abrázame, consuélame, y me retiraré sin dejar rastro."~♪ )
Resulta que me apresuré, y aún quedan dos capítulos más para el siguiente arco. :D
Este capítulo fue sacado de un experiencia personal, y es que, desde hace tres años (desde que me han llevado a revisiones con ginecólogos) se ha comenzado a rumorear sobre una herida –como la de Dan y con las mismas consecuencias– en mí. Pero es algo que no podrá comprobarse, muy probablemente hasta que sea "mi primera vez" porque digamos que en mi casa no está tan, tan buena la atención a las cosas médicas aun si son de vida o muerte. -.-
Así que vivo con miedo, gente bsjdjd
Nah, igual son cosas que me animaría a platicar de tener una pareja en un futuro y me iría a revisar por mi cuenta ya teniendo mi propio dinero.
⭐️✨
Y con el capítulo 18 de la sexta temporada de Inuyasha, es que me despido mi gente.
Ya hubo más kisses SeonDan. 💃💃💃
Les quiero, se me cuidan, y recuerden, de tener dudas sobre su persona (salud mental o física) acudan a profesionales. No se arriesguen ni atormenten. <'3
Hasta la próxima!
💜🦊
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