31.- Empresas ☆⳻

⚠️ Contenido sensible será mostrado en el siguiente capítulo: incesto, negligencia y explotación laboral. Se es pedida discreción.

La siguiente historia está creada con el único propósito de entretener, cualquier cosa parecida a la realidad, no está usada para provocar.

La idea errónea de un vínculo de ese grado fue destruida por la boca de mis padres, y es que, a esa edad, yo no solía ocultarles cosas.

—Apá —me senté a su lado, después de haber pasado la noche con Chung-seop y que el mismo fuese recogido por su padre—. Tengo una duda.

—¿Sí, cariño? —murmuró él, centrado en contar el dinero ganado en su restaurante... aquel sueño que no creí que se vería perdido tras lo ocurrido los siguientes años.

—Bueno, Chun me dijo algo... y yo tengo curiosidad —tomé su brazo simplemente para recargarme aún si él seguía trabajando, y es que papá no era de comportarse agresivo o alejarme si hacía esas cosas, como mamá.

—¿Qué fue lo que te dijo? —dejó el dinero de lado, escrutando por un momento el mismo antes de sonreír con orgullo—. Todo va bien —susurró, antes de cargarme y ponerme en su regazo—. Cuéntame.

—Umh —miré al dinero en la mesa, y aplaudí sólo por la alegría en papá, pues realmente no conocía del todo el valor que aquellos papeles tenían—. Bueno... hablo sobre que él y yo no éramos hermanos, y que aunque fuéramos primos, nos amábamos. —Él frunció las cejas un momento, y yo junte mis manitos como había visto a mi primo hacer con nuestras manos anoche, entrelazándolas—. Como mamá y tú se aman, y como mi tío ama a mi tía.

Papá hizo una mueca, deshaciendo aquel gesto en mis manos y mirándome fijamente—. Peque, tu primo tiene una idea errónea. Más bien, tú y él se quieren como hermanos, como Sadis y yo, y es hasta ahí donde todo debe de ser —asintió, como si me preguntase si había captado y yo lo imité—. Ahorita tienes tres años, pero verás que cuando crezcas entenderás de lo que hablo, y entenderás el cariño que mamá y yo nos tenemos. Es muy distinto a lo que tú y tu primo hacen, tú mamá y yo nos amamos, para forjar una familia y cuidarnos de forma distinta a los demás. Cuando hay amantes, el cariño es exclusivo... querrías a muchos como hermanos, como parte de tu familia, pero siempre estará esa persona a la que tu corazón anhela de otra forma, como un compañero de vida.

Yo pensé en aquello, puchereando al notar que, realmente, no sentía aquello del todo. Quería a papá y a mamá para que viviesen eternamente conmigo, pero no creía que aquello fuese un "compañero"—. ¿Es como cuando los zorros tienen una pareja con la que tienen bebés? —Él asintió aun si quería reír y tocó mi nariz.

—Exacto, y ellos sólo tienen un compañero. Alguien que mantienen hasta perecer, con quien tienen hijos y es su familia aún si les gusta ser solitarios —él explicó, pensando un momento—. De hecho, creo que son el mejor ejemplo para ello. Los zorros pueden tener muchos compañeros en sus manadas, pueden crear lazos con humanos y otros animales, pero siempre estará ese compañero, ya sea a unos pasos, a unos metros, cuidando entre ellos y teniéndose al lado. Son amor. Y eso es lo que diferencia muchas cosas...

Y entonces entendí que yo no había amado aún. Al menos, no como un zorro. Así que, apretando los labios, desee algún día encontrar a una pareja así, con la que estar lejos y cuidarnos, con la que reír como papá y mamá lo hacían, con la que tener una familia...

Quería amar, amar como lo hacían los zorros. Amar eternamente.

☾⇠ 🪐🦊 ⇢☽

—Chun. —Ambos nos columpiábamos en el parque cercano a la casa de la abuela SeoYeon. Tras la plática con papá, yo quería aprovechar el último día del finde antes de volver a México, como era nuestra costumbre—. Estuve pensando en lo que hablamos el viernes...

Él detuvo su movimiento, frenando con los pies en la tierra y mirándome esperanzado. Yo mordí mi labio, porque ahora entendía que él me veía como lo hacían los amantes, pero yo no lo quería de esa forma, de hecho, ni siquiera había querido a nadie de ese modo, aún.

—¿Sí?

El sol comenzaba a ocultarse, y la abuela SeoYeon seguramente nos esperaría con ttaekbokki preparado en la mesa antes de que nuestros padres llegaran y nos despidiéramos, y quizá era lo mejor, porque yo no quería sentir que le iría a hacer daño con mi decisión. Al menos, no quería verlo.

—Yo... no puedo —susurré, aún si él no me escuchaba y mordí mi lengua, antes de decidirme y mirarlo—. No me gustas de esa forma, no eres mi compañero. Eres mi primo, alguien a quien quiero como un hermano, como mi papá quiere al tuyo. No como mi pareja. Lo siento, pero... pero no me gustas.

Fue entonces que su rostro cambió, creí que estaba triste, así que frene en la tierra y baje del columpio, aun si era muy alto, raspando mis piernas, porque era Chunseop quien me ayudaba a bajar siempre. Y aún con el ligero dolor, me acerqué a él—. ¿Chun?

—No puedes... —murmuró él, viendo al suelo, como si aún estuviese procesándolo y me quedé de pie, mirándolo, esperando—. Papá dijo que esas cosas siempre funcionaban, que... que si tú me gustabas, te quedarías conmigo. ¿Por qué no me da mejores ideas? ¿Debo de pegarte como él le pega a mi tía? —Sudé frío ante la idea, observando al sol desvanecerse y a la oscuridad llegar al cielo—. Él nunca pasa tiempo con nosotros y me da mensajes de mierda como esos...

—Chun... Chun, se hace tarde, tal vez debamos regresar y d-después...

—¡No! —él bajó del columpio, haciéndome retroceder, tropezando un poco, era la primera vez que sentía miedo. Miedo de él—. Papá siempre murmura cosas sobre ti cuando está borracho, se... se toca, y yo creí que queriendo algo que él quiere me haría caso. No funcionó, pero no mentí, me gustaste, me gustas. Eres tan lindo...

—Chun, me estás asustando —susurré, llegando a la acerca, temblando, porque quien ahora parecía molesto, murmurando cosas de ese estilo, él no era mi primo...

—¿Por qué no puedes aceptarme? Yo te cuidaría, porque sé que papá te haría daño... no... No te gustaría lo que él te haría de enloquecer como lo hace en mi casa, yo lo sé, Seonnie.

—No... Estás mintiendo, mi tío no haría eso. Él no... —miré a la casa de la abuela, decidiendo no hablar más con él, pensando que sólo tenía las emociones en brote, y dejando de hablar.

Lo que decía me aterraba, porque era entonces que sentía que no estaba loco, que lo que veía y sentía al rededor de mi tío era cierto. Que...

—¡SeoYeon! —él tomó de mi brazo, en medio de la calle, nos quedamos mirando—. Reaccioné mal, perdóname... en serio perdón, pero no digo nada que no sea cierto... yo- tú... de verdad, me gustas.

Pensar que las lágrimas cayeron de forma rápida cuando su boca estuvo en mis labios. Fue una sensación desagradable, y sentí millones de emociones, como si mis poros se retorcieran, gritando, detestándolo... y aún así, su brazo forzándome a estar cerca, intenté empujarlo. Alejarlo. No quería.

Yo no quería, cerré los ojos. No por rendición, quería creer que aquello no estaba pasando, que lo ocurrido los últimos tres días había sido un mal sueño...

—Te dije que no me gustabas —dije, al fin separándonos, no por mi empujón, no por nada que yo hiciese, tan sólo porque él decidió detenerse. Y eso me hizo sentir mal, porque entonces mis decisiones no importaban—. No te quiero cerca... no- No vuelvas a hacer eso. ¡No te quiero!

Él enmudeció, mientras yo buscaba deshacerme del agua en mi cara, sintiendo a mis mejillas doler entre más frotaba, así como a mis labios, haciendo que dolieran por el tallar de mi ropa contra los mismos. Se sentía sucio, y necesitaba limpiarlo, limpiarme.

Sucio, sucio, sucio.

—SeoYeon, per-...

Me fui corriendo a casa de la abuela, sin querer mirarlo, encerrándome en el cuarto arreglado para las visitas, ante de que mi abuelita notara que ya estaba dentro pues cuidaba de sus plantas. Y tuve que mentir cuando preguntó por mi presencia, diciendo que no tenía hambre, aun si seguía limpiando mi rostro, llorando y sintiendo a mi estómago pedir por comida.

Pero no me lo permitiría, porque era mi culpa. Mía.

Y sólo pedía que Cung-seop mintiera con respecto a mi tío. Esperaba que todo fuese una cruel broma, y si era así, como odiaba a las mentiras.

Porque aquello había comenzado a hacerme ver ciertas fracturas...

Jugué con el agua entre mis manos, la misma que cubría mi piel casi amarilla, como oro destilando el agua en la bañera, hundiéndome de a poco. Pensar que no estaba bajo mi control y que en cualquier momento podría repudiarme, hasta ahogarme, me aterraba.

Había aprendido a temerle aún si la amaba, recordando que en muchas ocasiones mis miedos se forjaron con ella. Froté mis brazos, pidiendo porque la piel de gallina no llegase ahora que estaba más tranquilo, y era curioso lo unido que me sentía al elemento líquido y mi mente no dejaba de derramar la sangre de cada recuerdo en la misma.

Recargué la cabeza, enjuagando mis brazos aún si el jabón había caído hace tiempo. Toqué mi cuello, cerrando los ojos, sintiéndome agotado aún si lo que hacía últimamente era recurrir a los sueños.

Los chicos no me exigían mucho, dejando alimento y llevándome con ellos a prácticas a las que pudiese integrarme, y aún así me sentía inútil, como un estorbo, haciendo a la idea del chico aquel ser como una de mis mejores opciones. Como si el pedirle que me reemplazase hiciese el mejor bien de todos.

Y sobre aquello, las cosas se notaban tensas en la empresa, la CEO Min parecía cada vez más estresada, molesta incluso, como si callase guerras con Si-hyuk que él entendía aún en los silencios de la habitación.

Los recordaba al momento de firmar mi propio contrato hace unos meses, pareciendo acuchillarse y murmurarse cosas que sólo entre ellos entenderían, junto a los demás CEOs, como si fuesen luchas de poder a espaldas de su propia unión, teniéndonos de utilidad... El mismo CEO de Doori lo indicaba día con día, viéndose apagado y forzado a escucharlos, pareciendo incluso más afectado cada que nos veía.

Doori había explicado las cosas después de un tiempo, pareciendo que había suficiente confianza entre ella y su CEO, hablándonos de la unión extraña de paz que mantenían las empresas, mayormente Si-hyuk y Hee-jin, junto a aquel chico "viejo" y sus rondadas por la empresa. Sólo lo había visto una vez, pero siempre de espaldas, de cabellos azules y altura casi por llegar a la de mi guardaespaldas; nunca había visto su rostro, pero parecía triste las pocas veces que lo notaba pidiendo estar cerca de su responsable, su energía lo decía siempre. Y era extraño, porque algo en mí decía que obtendría lo que quería.

Pero no sabía cómo ni el cuándo, sólo que lo haría.

En ocasiones iba a su perfil a merodearlo, al menos, esos días me habían impulsado a curiosearlo, era alegre y extrovertido, incluso parecía ser aquella vibra extraña entre la templanza y la locura. Yo mismo me había encontrado riendo en alguna ocasión leyendo lo que escribía.

—Sí, déjalo en la cama —La voz de Yue llamó mi atención, irguiéndome entre el agua y viéndola entrar con toalla y ropas en mano—. Llegué, Seong-su trajo reportes de la empresa, para que continúes leyendo —dijo, casi en una sonrisa, y es que ni ella, ni yo mismo creía que había podido convencer al chico de ser un infiltrado a nuestro favor, aunque parecía disponible a todo lo que pidiese—. No puedo creer que en verdad están haciendo esto, es como si comenzasen a liberarse de todo esto.

Ella burló, sentándose a mi lado y luciendo el uniforme de enfermera haciéndome proveerle una ligera mueca. Y es que Yue estudiaba en dos escuelas, matutina y vespertina, al mismo tiempo que cubría turnos en el hospital de sus padres como pasante en las noches, todo para complacerlos y poder estar a mismo lado. Era notorio su cansancio, y me hería verla de esa forma, incluso esforzándose mucho más al quedarse para cuidarme.

—No debería de estarte haciendo esto —murmuré luego de que mi sonrisa se alejase—, debería ya de arreglármelas por mi cuenta y forzarme a dejar de lado estas cosas. Así sólo te ocuparías de verme los fines de semana para que platiquemos...

—Nada de eso —interrumpió, echando sobre mi cabeza la toalla más pequeña para permitirme secarme el cabello, mientras ella destapaba la coladera y me pedía levantarme, con cuidado—. Soy tu amiga, y más que eso, eres mi hermano, quiero cuidarte como haces tú conmigo. No me afecta en nada, además, adoro estar al tanto de lo que pasa en la empresa. Ustedes son como un drama diario.

Yo reí por su ocurrencia, sintiendo la toalla rodear mi cintura antes de levantarme por completo. Yue respetaba bastante mi intimidad, sin siquiera atreverse a mirar ciertas zonas, recordándome que con ella había la confianza suficiente para no sentirme fastidiado.

—Aún así, debes de dormir más, dijimos que no seríamos la ocupación del otro. —Ella puchereó, secando mi cabello y reí cuando me otorgó la crema para aplicármela—. Esto es casi como serlo, ¿qué pasa con tu vida?

—¿Con mi vida? Nada, créeme que esto le agregó el dinamismo que esperaba. Además, no es que seas mi ocupación día y noche, sólo te estoy apoyando... ¿o qué, prefieres a Seong-su en mi lugar aquí en el baño? —subió y bajó las cejas de forma sugerente, haciéndome chillar antes de golpearle el hombro con ligereza y hacerla carcajear. Ella me ayudó a llegar al baño para sentarme y pasarme la ropa, dándose la vuelta cuando iba a cambiarme—. De hecho, si te preocupa que yo no esté viviendo, Aestoria es linda...

Alcé una ceja tras colocarme la ropa interior y el pantalón, mirando la espalda de mi mejor amiga, que había comenzado a jugar con su cabello.

—¿Lo dices en serio? —No evité sonreír al notar el enrojecimiento en sus orejas—. ¿Qué pasa con Eunji?

—Uhm... ¿ella? —pareció suspirar desanimándose un poco, y entonces quise retractar mi pregunta—. Lo que tú y yo sabemos, lo de siempre, ella y su novio intenso —se hundió de hombros, relajándose cuando me coloque la camisa y se lo avisé por el espejo—. No veo porque seguir fijándome en ella más que lo que siempre he sido, su amiga. Además de que estar doliéndome el pecho a cada rato ya me está cansando.

Estuve de acuerdo con ella. Tomo de mi cintura mientras yo me apoyaba, ayudándome a levantarme—. Tienes razón, y estás haciendo muy bien en dejar de lastimarte, pero... no quiero que veas a Aestoria como una salida, ni siquiera sabes si está interesada y- No conozco mucho a la chica para poder decírtelo.

Yue suspiró con levedad, teniendo las mejillas rojas, dándome a entender que sí que había pensado en esa posibilidad.

—Tienes razón, tal vez... Tal vez debería de dejar de fijarme en enamorarme por un tiempo y, conocerla —me sentó en la cama, observando los papeles sobre la misma y mirando mi cuarto a medio hacer—. Pero de igual forma no deja de ilusionarme, ¿qué tal si ahora sí que es ella?

—Yu... —me acosté, sintiéndola hacer lo mismo hasta que se dio la vuelta y se abrazó a mi pecho—. Gracias por ser la mejor amiga... —besé su cabeza, comenzando a acariciar cada hebra—, y no te juzgo, de hecho, si quieres fijarte en mi compañera, está bien, no tengo porque prohibirte nada, pero... Recuerda que de igual forma, no pasará nada si no te corresponde, o si algo más no pasa, yo...

—Te tengo a ti —murmuró, interrumpiéndome y volteándome a ver con una sonrisa ligera—. Eso lo sé, y ahora tengo a "papá" también —jugó, haciéndome sonrojar antes de que comenzara a reírse lo suficientemente orgullosa—. Tienes razón, no es el fin del mundo si no ocurre nada, además de que la chica me cae bien, y si no ocurre nada, puede ser mi amiga.

La vi hundirse de hombros, más tranquila antes de levantarse y sonreír como toda una pilla.

—Papá —chilló, alzando los brazos y meciéndose como si en serio fuese una niña—, ¿qué tienes? ¿No es molesto que nos queramos así mi mejor amigo y yo, cierto? Porque déjame decirte que será así todos los días, somos el amor de la vida del otro.

Yo no tuve siquiera fuerza de levantarme y reñirla un poco por sus jugarretas. La presencia de Seong-su era bastante fuerte, mucho más en los últimos días, y es que ahora sí que lo veía diariamente, rondando por el departamento, alejándose muy poco al verificar con sus compañeros otras cosas, estando siempre al acompañarnos a todo el grupo y a mí al salir. Haciéndome compañía siempre, y era increíble, porque mi fijación en él no había reducido ni un milímetro a un con el tiempo gastado.

—¿Por que me molestaría, "hija"? —lo escuché reír, coloreando mis mejillas en rojo mientras mi mejor amiga reía por su aceptación burlona y se alejaba.

—Bueno, yo tengo que ir a trabajar, te quiero, mi niño hermoso —canturreó, su voz alejándose en dirección a la puerta antes de detenerse—. Cuida de él, con tu vida si es necesario.

—No es necesario ni que lo pidas.

Y no evité sonreír con levedad, totalmente nervioso cuando lo escuché cerrar la puerta y acostarse a mi lado.

—Hola... —susurré, sintiendo que el corazón se me saldría en cualquier momento de lo rápido que latía y él no dejó de lado su sonrisa.

—Hola —acarició mi mejilla, haciéndome estremecer con levedad—, ¿cómo te haz sentido?

—¿Yo? Bien... gracias por los reportes, sé que es demasiado problema y...

—No es problema alguno —enmudecí con ligereza, notando la expresión en sus ojos, esa que siempre era fuerza—. De todas formas, Si-hyuck ni ninguno de ellos puede correrme. ¿Recuerdas que soy parte del gobierno?

Mi sonrisa se borró un poco, pues ahora entendía muchas cosas, levantándome y colocando mis manos sobre su pecho, ansioso, y él pareció entenderlo, quedando dócil y tranquilo bajo mi tacto.

—Seongsu... —lo miré a los ojos, comprendiendo incluso mi propia emoción—, ¿sabes más cosas sobre ellos?

Él sonrió, como si hubiera esperado a que mi realización llegara, y acariciando mi rostro, junto nuestros labios, la corriente eléctrica asaltando mi columna y cada músculo en mi cuerpo cuando se alejó y me miró totalmente divertido.

—Sólo pide y obedezco —susurró, totalmente encantado—. De querer hundir aquel lugar estoy con ustedes.

Y entonces lo entendí, que todo puesto de poder tenia debilidad, y había encontrado la más grande. Un cachorro que decidió amarme y cuidarme...

La ruina total de todos esos magnates.

★⳺ Ɖ₳₦ ɃⱠ₳€Ԟ ⳻★
"𝟑𝟏: 조각"
(AViVA- Poisonous)

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

(Fan de AViVA aquí :D)

Okay, pero como que a Seong-su ni le batallo decidir estar del lado de los B! por Dan, jaja A esto también se referían los cambios que quería hacer, y es que, si lo pensamos, por su familia y el dinero, Seong-su es de las piezas más importantes en todo esto, mucho más por la forma en que se accedió a que entrase a la empresa.

Todos los CEOs tienen una pieza de poder en Seong-su, pero quizá ninguno contó con que se enamoraría ni que al nene le encanta jugar a lo que encuentra a su favor cuando quiere proteger.
Debieron de ser más cuidadosos antes de permitir que alguien hiriera a Dan. Ahora el lobo se quiere vengar, jaja

⭐️✨

Con este capítulo batallé, y es que quería introducir más cosas de la empresa, pero me muevo poco en esas vibras, así que agradezco al grupo (creadores de los B!) por ayudarme con la información empleada. 😭

Espero les haya gustado el capítulo, y que se cuiden mucho. Muack. 💕

Sa yo na ra ~

💜🦊

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