17- The cage of lights

El héroe de dos colores había conseguido llevar a Nathalie al hospital, haciendo que se la llevasen de urgencia, mientras que el héroe por su lado simplemente se encerró en uno de los baños y en eso se destransformo.

El chico solo se sentó en el suelo, las lágrimas salían como cascadas en ese momento y en eso noto a dos gatos a su lado, uno de un hermoso gato blanco de ojos azules con una mancha pequeña en sus hombros como un punto de color negro y otro negro de ojos verdes con una mancha pequeña blanca en su cabeza, cerca del cuello.

— ¿Plagg? ¿Orr? — cuestiono aun en lágrimas el muchacho.

—Esta es como una forma camuflada... más mansa, pero sí, si somos nosotros— respondió el gato negro.

Adrien vio a los dos gatos un momento y simplemente aparto su mirada de la tristeza, pero el gato blanco le hablo con más calma.

—Oye... probablemente Ladybug haya ya capturado a Hawk Moth... puedes pedirle a tu asistenta que si te puedes ir de aquí... lejos para que no te pase nada— diría Orr.

En eso esto le hizo "click" en su cabeza, se dio cuenta de que Orr tenía razón.

—Si... creo que tienes razón Orr...— dijo Adrien.

Este se secó las lágrimas con sus manos para en eso ver a los dos gatos, que dieron una ligera sonrisa y en eso ambos volverse luces, una azul claro y otra verde, y yendo a su mano derecha donde se volvieron dos anillos como de plata.

Adrien se levantó de allí, se lavó la cara y en eso salió del baño, dio un vistazo afuera viendo allí que había un montón de periodistas, cosa que trajo sin cuidado a Adrien por lo que intento lo más disimuladamente no aparecer y preguntarle a un doctor.

— ¿Dónde está Nathalie Sancoeur? —

—Está consciente y bien, en la planta 2, habitación 4...— diría el doctor— ¿Por qué quiere verla, Adrien? —

—Porque es como mi segunda madre, me importa demasiado— dijo el rubio con seriedad.

El muchacho simplemente fue por el ascensor hacia la planta del hospital y fue a la habitación donde estaba Nathalie, el muchacho rubio en eso abrió la puerta y vio a Nathalie en la habitación, tumbada allí, se le veía... apenada, triste mientras que en la televisión con las noticias, habían descubierto que Hawk Moth era Gabriel Agreste.

Adrien se sentó en una silla que había y en eso este tumbo su cabeza suavemente en un hombro de esta y en eso verse que el chico empezó a llorar.

Nathalie se dio cuenta de esto y acaricio la mejilla del rubio para quitarle las lágrimas.

—Adrien... yo... perdón— dijo Nathalie con pena.

—Nathalie... ¿Puedes contactarte con la tita Amelie para irme a Londres? Quiero acabar el instituto por online y si tú te recuperas... ¿Podía quedarme a vivir conmigo?— diría Adrien.

Nathalie se sorprendió por lo que dijo el muchacho y en eso está dio una sonrisa.

—Pues... claro, puedo hacer unas llamadas y todo, sabes que yo soy de Nimes y mi antigua casa está allí, puedo volver a allí, vivir allí de nuevo y cuidarte— diría Nathalie mientras veía esto.

A Adrien le brillaron los ojos y en eso abrazar a la mujer adulta.

—Gracias Nathalie— diría el muchacho con una sonrisa.

Nathalie se sorprendió por esto y acaricio la espalda de Adrien para calmarlo.

Adrien y Nathalie estuvieron hablando, Adrien explicándole las cosas tranquilamente, hasta que el chico salió de allí, pero lo que no se esperaba que todos los periodistas estuvieran esperándolo allí.

Los periodistas empezaron a bombardearle con preguntas, empezaron a preguntarles cosas... Adrien solo escucho ruido, ruido que no deseaba y que le hizo recordar lo que paso hacia nada para en eso gritarles a los periodistas.

— ¡Callaos de una puta vez malditos perio-listos! — dijo Adrien, cosa que provoco que los periodistas se callasen.

Adrien por su lado se calmó mientras que se llevaba las manos a la cabeza y hablar.

—Solo voy a decir una y quiero que me escuchen bien y que esto, para mí, sea el final...— diría Adrien con seriedad—... Abandono el mundo de la moda—

Y seguido de esto este se metió en la habitación de Nathalie de nuevo.

Paso varios días, Adrien había llamado a su tía para lo que le paso y que le llevase a Londres, hablo con Nathalie de que en verano al terminar las clases y el verano en si se irían a vivir en el hogar de Nathalie, en Nimes... Y también le había contado a Nino todo lo que había acontecido, no quería preocuparlo y no quería ocultarlo a quien ya sabía su identidad secreta.

—Así que... te quieres ir, ¿No? — diría por el móvil Nino.

—Si... es una decisión dura, pero no te preocupes... si quieres visitarme eres libre de hacerlo, intentare contactarme contigo todo lo que pueda, eres la única persona en la que confió ahora aparte de Nathalie— dijo Adrien con cierta melancolía en su voz.

—Gracias... Por cierto, vi la tele y apareció lo que dijiste, has tenido un par de cojones increíbles— diría Nino, cosa que le saco una risa a Adrien.

—No, no... es que era lo que sentía en ese momento y era la verdad...— diría Adrien mientras daba una risita—... Oye, una cosa, si quieres a un futuro para un videoclip conmigo de prota, yo acepto pero con la única condición que no se me vea el rostro—

—De acuerdo... cumpliré eso— diría Nino.

—Tengo que colgarte, voy a recoger mis cosas, parto por la noche— dijo Adrien con cierta tristeza.

Los dos se despidieron y colgaron. Adrien por su lado fue a recoger sus cosas a su casa y ya caída la noche, se podía ver a Adrien en la estación, esperando el tren dirección a Londres.

Vio un momento los anillos que tenía en su mano derecha y se reflejó en sus ojos una mirada triste, para en eso este besar su mano derecha mientras pequeñas lágrimas de tristeza empezaron a caer por sus ojos color esmeralda.

—Adiós Paris... Siempre viví encerrado en esa perfecta jaula y gracias a tu verdadero ser, me volví en esto y volé como un ave al cielo gracias a mostrarme a la ramera que escondías siendo luminosa— fueron las palabras del rubio viendo al cielo nocturno de Paris, un tanto enigmáticas pero a la misma vez poéticas.

Dio un paso al tren y entro a allí con su maleta, suspiro y solo cerro sus ojos.

Ahora ya no había marcha atrás, ya nada volvería a ser normal después de los sucesos de ese día...

Se sentó en un asiento dejando la maleta a un lado mientras simplemente se perdió en sus pensamientos, en unos pensamientos que no paraban de darles vuelta, todo lo que vivió, todo lo que se dio cuenta... Todo.

Todo ahora se largaba a la velocidad de un tren supersónico rumbo a la ciudad donde su tía y primo vivían.

Siempre se sintió encerrado en una jaula de luz, una luz que cuando no vio la realidad de que eran, no pudo escapar de ella.

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