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Nota: Los hechos que se relatan en este capítulo tienen lugar al principio de la detención de Jimin y su interrogatorio en comisaría, siendo esta la primera vez que podrán leer y saber las preguntas de los policías.
***
Jimin estiró su mano encadenada para tomar un vaso de plástico que habían puesto junto a él, y bebió un sorbo de agua. Se relamió los labios antes de hablar.
—No entiendo nada de lo que me están contando.
—Señor Park, creo que hemos sido muy claros, díganos todo lo que sabe sobre el hombre al que ayudó.
Jimin suspiró y se acomodó sobre la silla, intentando que no saliese a relucir lo nervioso que estaba en realidad.
—Ya se lo he dicho, no conozco de nada al hombre que me puso un puto revólver en la sien y me dio dos opciones: ayudarle o morir.
—Que no le conozca lo sabemos, señor Park, pero eso no significa que durante estos últimos cinco días no hayan conversado, no es posible que no hayan cruzado palabra, tiene que haberle contado por qué huía, cómo escapó...
Jimin soltó una carcajada seca.
—Oh claro, gran idea, contarle al único testigo vivo todo tu plan, para que si le detienen en algún momento como ya ha sucedido, pueda contarlo todo e incriminarle, ¿es eso? Porque no suena muy inteligente por su parte...
Uno de los oficiales se crujió los nudillos, y por algún motivo a Jimin se le bajaron los humos.
—Oigan...yo solo...yo solo hacía lo que me pedía. Para sobrevivir.
—¿Incluido intimar con él?
Un nudo pesado apareció de súbito en la garganta del moreno.
—¿Disculpe?
El investigador emitió un leve resoplo y se masajeó el entrecejo.
—Señor Park, seré directo, hemos registrado las cámaras de seguridad que había en el exterior del último motel al que acudieron. Hemos visto lo sucedido en el coche.
Jimin tragó aquel nudo insoportable. Quería hablar, pero no le salía la voz.
El hombre trajeado parecía cansado. Volvió a masajear brevemente su sien y acto seguido se retiró las gafas, manteniéndolas por sólo una de las patillas con dos dedos.
—Señor Park, creo que es el momento de pedirle un abogado, todo lo que diga a partir de ahora podrá ser usado en su contra.
Volvió a ponerse las gafas y se levantó de su asiento, llevándose su carpeta con él, y desapareció por la puerta, quedando en la sala tan solo dos guardias de seguridad y Jimin.
Jimin escondió su cabeza bajo sus brazos cruzados sobre la mesa, pero uno de los guardias carraspeó forzosamente, llamando su atención, y haciendo que levantase la vista.
Fue sólo un instante, como un destello, pero lo vio.
Un guardia le había mostrado la palma de su mano, dónde había escrito "No confíes"
Jimin apartó su mirada antes de que el otro guardia se percatase de que algo raro acababa de suceder.
¿Dónde demonios se había metido? ¿Y quién era Nieve?
El investigador regresó junto a otro hombre que no había estado en la sala hasta ahora, y traían documentos en una carpeta.
El hombre se sentó de nuevo frente a Jimin sin pronunciar palabra mientras abría la carpeta y buscaba algo entre las numerosas páginas. Finalmente encontró lo que buscaba. Con un movimiento rápido, lamió la yema de su dedo y agarró la hoja, dándole la vuelta para que Jimin pudiese ver su contenido al derecho. Era un retrato robot.
—Dígame, señor Park, ¿se le parece?
Jimin vaciló por un momento, no sabía si mentir o no.
—Sí, se le parece. Es un buen retrato robot.
—¿Le dijo en algún momento a dónde quería ir? ¿dónde pensaba escapar?
—No, no me lo dijo.
—De acuerdo..¿Algo más que añadir a su descripción que pueda sernos de utilidad? Ya sabe, algún tipo de cicatriz, marca, tatuaje...
Jimin sintió una especie de calor en su interior.
—Tenía una especie de mariposa negra tatuada en el pecho. Es...el único dato que puedo aportar a la descripción.
El agente se levantó y Jimin se tensó. Se dirigió a la puerta y la entreabrió lo justo y necesario para que una mano al otro lado le diese algo pequeño que atrapó en su mano.
Regresó a su asiento y abrió el puño para que Jimin viese el contenido que reposaba en su palma. Jimin palideció.
—Es...es su pulsera...¿Lo han encontrado?
Los hombres se miraron entre sí y Jimin notó un nudo en su garganta.
—¿Dónde está?
A Jimin le pareció ver por un segundo como la comisura del labio del hombre que tenía en frente se curvaba hacia arriba, una pequeña mueca, un leve gesto, la sombra de una sonrisa.
Los guardias de seguridad abrieron la puerta y los dos hombres se marcharon de nuevo sin decir palabra.
Cuando ya habían desaparecido, una mujer menuda y con gruesos cristales en sus gafas apareció, casi golpeándose con el marco de la puerta por mirar unos papeles mientras caminaba.
—¿Park...Park Jimin?—preguntó mientras se subía con un dedo sus pesadas gafas. Jimin asintió confuso.—Bien, acompáñeme por favor.
El mismo guardia que anteriormente le había dado aquel mensaje oculto fue el que acudió a quitarle las esposas que le encadenaban a la mesa.
Cuando lo tomó por la espalda, empujándolo hacia la salida, Jimin pudo notar como introducía algo en el bolsillo trasero de su pantalón. Le miró de reojo, pero el guardia tenía su vista fijada al frente, con mirada fría y vacía.
Lo acompañó por los pasillos de donde quiera que se encontrasen, hasta que llegaron a una pequeña habitación con una cama.
—De momento estás detenido, el interrogatorio seguirá mañana, podrás irte cuando los investigadores consideren que eres totalmente inocente de los cargos de los que se te acusa.
Ni siquiera le dio tiempo a quejarse o de preguntar que de qué se le acusaba, el guardia ya se estaba yendo.
Jimin suspiró y se sentó sobre el borde de la cama. Tras unos minutos con su vista clavada en la pared, recordó su bolsillo y buscó con su mano. Era un papelito doblado.
Se aseguró de que no hubiese nadie alrededor observándole antes de desdoblarlo.
Eran unas coordenadas, y debajo tan sólo ponía "memorízalo".
No había que ser muy listo para darse cuenta de que debía hacerlo cuanto antes y destruir aquel papel por si le volvían a registrar.
Miró por la habitación, no había ninguna papelera. No había nada.
Jimin cerró los ojos y volvió a suspirar antes de meterse el papelillo en la boca y tragárselo.
Si algún día volvía a ver a Nieve, sería él quien cometiese un asesinato.
Por las molestias.
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Regresé súper inspirada, a ver cuanto me dura eeeeejejjejeje
Espero que les haya gustado el capítulo, cada vez queda menos ♥
Déjenme sus pensamientos, me encanta leerlos!
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