STOP! Doble actualización así que wattpad lo trajo a este capítulo primero, vaya y lea el anterior y vuelva a este, si ya leyó, siga adelante paaarfaaavaaar.

BLUE

Este pueblo se toma estos eventos muy en serio.

El estadio de fútbol y su floreciente pasto verde sirven de escenario para el evento. Hay muchas carpas que lucen como mini tiendas, con ventas de todo tipo objetos hechos a mano, luces decorativas que le dan una iluminación amarillenta y nostálgica a todo. El atardecer está en su etapa final, donde ya el cielo es oscuro y se mezcla con pequeñas líneas de claridad. Uno puede caminar entre las tiendas y al final de todo está una tarima con música en vivo. Hay grupos de personas charlando y compartiendo comida y bebidas por donde paso. Me doy cuenta de que nadie está solo, veo unos cuantos estudiantes que solo conozco de vista de la universidad comunitaria, también en grupos.

No debí venir, ni siquiera sé que estoy haciendo aquí.

—¿Blue? —la voz de Violet me sorprende a mi lado, y la busco, ella está del otro lado de una mesa en una tienda, —¡Hola! —me saluda con la mano y yo me acerco a ella.

—Hola.

Amber está a su lado, acomodando algunas cosas sobre la mesa. Al percatarse de mi presencia, levanta la mirada y me sonríe.

—Me alegra que hayas decidido venir. —Amber me dice, y me le quedo viendo un segundo, si que es bonita, todas sus facciones lucen delicadas y bien cuidadas. Tuve mucha predisposición ante ella al principio, la famosa ex de Red. Pero ella solo ha sido amable conmigo y por lo que he visto, no parece mala persona. Sin embargo, eso no cambia el hecho de que no tengo interés en hacer amigas.

¡Huye, vete! ¡Es todo lo que sabes hacer! ¿Qué se podía esperar de alguien vacío como tú? Las palabras de una amiga que tuve aún resuenan en mi cabeza. Creo que simplemente no tengo madera para tener amigas, siempre me he llevado mejor con los chicos, menos complicaciones, menos drama. No puedo negar que a veces veo amistades como la de Violet y Amber que parecen tan cercanas y deseo por un simple segundo tener algo así, pero me conozco, y sé que yo terminaría jodiéndolo todo o yéndome de nuevo como siempre pasa. Así que, ¿para qué pierdo mi tiempo y el de ellas?

—Felicidades, todo quedó muy bonito, —les digo honestamente, —Red me dijo que ustedes ayudaron a organizar esto.

—Si, —Violet exclama con entusiasmo, —hay mucho talento en las manualidades y las artes en nuestro pueblo, queríamos crear una oportunidad para que la gente pudiera mostrar su arte y también vender un poco. Además, todo lo que hagamos con las comidas y bebidas irá a la fundación infantil de refugiados.

—Que bien, —asiento, —son pocas las personas que a nuestra edad se preocupan por hacer algo como esto.

Amber me observa sin decir nada y yo le doy una sonrisa de boca cerrada.

—Las dejaré seguir con su trabajo. —Me despido con la mano.

—¿Blue? —Violet me llama y me giro ligeramente hacia ellas, —Cuando termine todo, vamos a tomarnos algo mientras recogemos todo, ¿te unes?

Violet tiene un brillo, un aura tan amigable a su alrededor que es difícil decir que no.

—Si aún estoy por ahí, seguro.

Les doy una última sonrisa antes de meterme entre la gente, sin tener destino alguno. No sé que hago aquí o tal vez si lo sé, pero como siempre, mi mecanismo de evitar las cosas aún en mi propia mente haciendo de las suyas. Paso por varias mesas, y le doy cumplidos a muchos vendedores, de verdad, crean cosas hermosas. Mi teléfono repica en el bolsillo de mis vaqueros, lo saco y veo la pantalla:

Llamada entrante

Número privado.

Mi pecho se oprime y trago con dificultad. Mis extremidades se enfrían, y de pronto ya no estoy ahí en esa feria, estoy en un lugar de miedo puro y necesito salir de aquí, ya no me siento a salvo. Echo un vistazo a mi alrededor y no encuentro a nadie conocido, no hay nadie, estoy sola. Me apresuro entre la gente para dirigirme al estacionamiento, cruzo un espacio vacío en dirección a mi moto cuando el ruido de motores a mi lado capta mi atención. Esa camioneta negra que conozco bien me pasa por el frente para estacionarme más allá y luego esa moto negra con detalles rojos que vi por primera vez en ese semáforo en la autopista, el conductor lleva puesto su casco, pero se gira para verme cuando me pasa por el frente: Black.

No sé porque no me muevo, solo me quedo ahí y Black comienza a dar vueltas a mi alrededor con su moto, creando nubes de polvo a mis lados. Él se detiene frente a mi, bajas sus pies al suelo y se quita el casco, desordenando su cabello. Él tiene esa sonrisa estúpida que le queda bien todo el tiempo.

—¿Te vas? —Su tono suena casi decepcionado.

—Si.

—¿Tan temprano? —Él sacude su cabeza, —no lo creo, no puedes perderte lo mejor.

—¿Lo mejor?

—Cuando todos se van, y solo quedamos los de siempre.

Recordé la invitación de Violet, así que eso es lo que hacen. Angelicales mientras todo el evento pasa y luego a pasarla bien entre amigos. Tiene sentido. Black me observa por un segundo.

—¿Estás bien? Estás un poco pálida. 

Y es como si me hubiera traído de vuelta a la realidad: la llamada, mi desesperación por salir de aquí. Y recuerdo las palabras de mi padre: No dejes que esta situación condicione tu vida, Bea, eres muchas más que miedo. Así que me esfuerzo por relajar mis hombros y retomar mi actitud normal.

—Estoy bien, —respondo, —tal vez me quede un rato.

—¡Black! —La voz de Red desvía mi atención a él, quien se acaba de bajar de la camioneta y comienza a caminar hacia el evento con su grupo, pero en ningún momento se dirige a nosotros, —te veré adentro.

Yo levanto mi mano para saludarlo, pero Red aparta la mirada con indiferencia como si no me hubiera visto, ¿ah?

—Ah, eso fue frío, —Black sisea como si se hubiera quemado, —quizás le molesta verte conmigo.

—Cállate, Black, solo cállate.

No sé porque siento tan confianza con Black cuando apenas lo he visto un par de veces. De alguna forma, es muy fácil dejarse llevar con él y hablarle con confianza. Black se encoge de hombros.

—Solo digo, ¿por qué perder el tiempo persiguiendo imposibles cuando me tienes aquí? —Él me guiñe el ojo, —justo frente a ti, dispuesto, disponible.

—¿Eres así de coqueto y fácil con todas?

—No, solo tengo debilidad por chicas que me besan, me echan a un lado y no me dejan besarlas de nuevo. —Él hace un puchero y mi atención va a sus labios. El recuerdo de ese beso es uno que no podré olvidar en mucho tiempo. Ni siquiera sé que decirle así que solo le doy la espalda para devolverme al evento.

Desgraciadamente, Black estaciona su moto y aparece a mi lado unos segundos después. Por alguna razón, me alivia tener a alguien a mi lado en este evento tan grande, no me siento tan incómoda al ver todas esas caras desconocidas. Muchas personas saludan a Black y le comentan que se alegran de verlo de nuevo porque por supuesto, él es muy popular aquí, con su personalidad, era de esperarse. Es ese tipo de chico que todos quieren sus fiestas para que anime con sus historias y sus locuras. Una de las señoras de una tienda le regala dos bebidas frías de frutas, y Black me pasa una antes de agradecerle.

No puedo evitar buscar a Red y a su grupo con la mirada entre la gente. Y lo encuentro por el rojizo de su cabello, está de espalda a nosotros frente a la tienda de Amber y Violet. Mi pecho se aprieta un poco cuando veo como Amber se ríe ante algo que él dice y le golpea el pecho. Saboreo mi bebida y aparto la mirada. No soy idiota, sé que Red aún siente algo por ella, es obvio, a donde sea que vamos, él siempre va a ella como un metal a un imán. Y duele, mierda, duele bastante. Porque mientras a mí ni me saludó, a ella fue la primera que buscó al entrar aquí. Yo y mi masoquismo, yo y mi obsesión con lo imposible.

Black y yo salimos del camino principal entre tiendas, cruzamos la cerca del estadio y nos sentamos en las tribunas donde usualmente se sientan los espectadores a ver los juegos. Desde aquí estamos aislados y solos escondidos detrás de una de las grandes carpas. Y me golpeo a mi misma mentalmente porque he olvidado que estar a solas con Black es un peligro. Black juega con un pedazo de hielo en su boca mientras me mira y olvidé la intensidad de esa mirada. Miro hacia el frente y paso mis manos por la parte frontal de mis vaqueros. Black toma mi mano y la entrelaza con la suya antes de llevarla a sus labios. Dejo de respirar, cuando presiona sus labios fríos por el hielo contra mis dedos.

—Black...

Él me da una mirada inocente y baja mi mano, pero la mantiene con la suya.

—¿Qué? Un beso frío e inocente. —Sus ojos indagan los míos, —todo lo opuesto a nuestro primer beso. —Black se desliza acercándose más y más hasta que su pierna roza la mía, y puedo ver su rostro cerca del mío, y soy capaz de detallar esa cicatriz en el puente de su nariz de nuevo, —¿lo recuerdas, Blue?

—¿Cómo olvidarlo si me lo recuerdas a cada rato? —Bromeo, intentando apaciguar la tensión entre los dos. No obstante, no funciona para nada. Mis labios se abren ligeramente y ojeo cada facción de su rostro descaradamente, ¿qué me detiene?

Buena suerte, Blue. Las palabras de Red hacen eco en mi mente, y recuerdo su actitud, y todo lo que ha pasado, ¿en qué momento he olvidado que hago lo que me da la gana con mi vida? ¿qué Red no es nadie para afectar mis decisiones? Lamo mis labios y me pongo de pie frente a Black quien me observa con curiosidad, sentado. Me siento a horcajadas sobre su regazo, y me agarro de su cuello, acariciándolo la parte de atrás de su cabello con lentitud.

—¿Sabes guardar un secreto? —Le susurro, y sus labios se extienden en una sonrisa llena de picardía y malicia, sus manos agarran mis caderas con firmeza.

—¿Alguien se ha enterado de lo de la gasolinera? —No, es discreto. Sus labios encuentran mi cuello y deja besos hacia arriba, pasa mi mentón y llega a mi boca para chupar mi labio inferior y una ola de calor me recorre. Y es todo lo que necesito para estampar mis labios contra los suyos y besarlo con todas las ganas. Black gruñe y aprieta su agarre en mis caderas para presionarme contra él.

Dios, Black besa de una forma maravillosa. El recuerdo de la gasolinera no le hace justicia, esto es demasiado. Él sabe exactamente cuando chupar, cuando bajar el ritmo, cuando subirlo y cuando usar su lengua para volver todo más intenso. Nos besamos como unos desesperados, sus manos suben de mis caderas dentro de mi camisa a los lados de mi cintura, acariciando. Y me encanta esto porque no tengo que pensar, todo lo que hay en mi mente son sensaciones, es un escape. Black desliza sus manos hacia arriba dentro de mi camisa y sus dedos rozan mis pechos, el jadeo que me escapa es inevitable.

—Sin bra, ¿eh? —murmura contra mis labios, —sexy. 

Él vuelve a besarme, sus dedos moviéndose sobre mis pechos, llevándome a la locura. Nuestras respiraciones son un desastre y ya he comenzado a moverme sobre él, hacia adelante y hacia atrás rozándolo con toda intención. Black gime por lo bajo ante mis movimientos.

—Mierda, eres... —sus ojos buscan los míos, —jodidamente adictiva.

Su voz está llena de deseo y puedo sentir lo duro que está contra mi entrepierna. Me doy cuenta de que esto se puede salir de control muy rápido y no sé si pueda detenerme. Y hay un montón de gente al otro lado de la carpa que nos esconde. Sin embargo, esa no parece ser una preocupación que Black tenga, sin dejar de besarme, su mano baja y desabotona mis vaqueros.

—Black...—su nombre deja mis labios en un tono entre regaño y deseo, —estamos... —trago, —no podemos.

Black deja mis labios para lamer mi cuello y hablar, su cálido aliento contra mi piel.

—Solo siente, Blue. —Me dice y desliza su mano dentro de mis vaqueros, dentro de mi ropa interior. Jadeo al contacto y me agarro de sus hombros. Black vuelve a besarme, aún más excitado al sentir lo mojada que estoy, sus dedos deslizándose con facilidad contra mi intimidad. Y culpo a la falta de sexo porque estoy sintiendo todo con una intensidad arrolladora.

—Ah, —un quejido abandona mis labios, Black sabe lo que hace con sus dedos. Los mueve hacia adelante y hacia atrás y luego en círculos en un patrón cambiante que me hace retorcer mis pies en placer. Lo beso con aún más desesperación para silenciar mis gemidos y me muevo contra su mano. Justo así, un poco más, un poco más.

—Blue... —La voz de Black se ha vuelto profunda y sexual, —ojalá estuvieras desnuda y te estuvieras moviendo así encima de mí, —él mordisquea mis labios, —conmigo dentro de ti.

Black acelera los movimientos de sus dedos y arqueo mi espalda porque lo siento venir, el calor en mi intimidad se expande por la parte baja de mi abdomen y continua su camino por todo mi cuerpo. Aprieto mis labios y entierro mi cara en el cuello de Black para ahogar mis ruidosos gemidos, el orgasmo explotando cada terminación nerviosa en mí, ola tras ola de placer me hace estremecer y moverme torpemente encima de él. Al terminar, mi pecho sube y baja con cada respiración pesada, me estremezco cuando Black saca su mano. Saco mi rostro de su cuello y lo enfrento, sus labios están hinchados y rojos, sus ojos llenos de deseo.

—Eso fue... —no sé que decir, pero crédito cuando crédito es merecido, —increíble.

Black me mira con picardía y lame sus labios.

—Y eso no es nada comparado con lo que puedo hacerte sentir, Blue.

—No lo arruines con arrogancia.

—No es arrogancia, es confianza en mis habilidades. —Sacude sus dedos en el aire, —si puedo hacerte explotar así con mis dedos, imagina lo que puedo hacer con mi lengua, o con mi...— baja la mirada hacia sus vaqueros. Y es muy evidente lo duro que está.

Soy una persona justa, él me ha hecho sentir bien, yo puedo hacer lo mismo por él. Bajo mi mano, pero él agarra mi muñeca en el aire y me detiene.

—No hay apuro, —Me dice, —además, me agrada la idea de que me debas una. Quizás así dejas de huir de mí todo el tiempo.

—Seguiré huyendo de ti, Black.

Él se ríe, divertido y me da un beso corto. 

—Y yo seguiré persiguiéndote, Blue. 

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Nota de la autora: ¡Qué calor! ¡Qué calor! Yo actualizando a medianoche para que nadie nos descubra leyendo estas escenas calurosas, jajajaja, a dormir pensando en Black, ps. Bueno tengo muchos sentimientos encontrados y apenas es el capítulo 7. Black es un zorrito y me encanta y Red... ¡qué no te entiendo, Red! ¡Me confundes! ¿cómo están ustedes con sus corazoncitos? 

GRACIAS por el apoyo a Black & Blue, estoy disfrutando mucho escribirla. 

Muakatela,