(18) BEA
BEA
—¿Mayonesa o Blue cheese?
—Mmmm...
—Piensa bien tu respuesta.
Violet me observa como si se tratara de vida o muerte. Estamos en la cafetería de la universidad, a un lado tenemos los ventanales transparentes que dejan ver toda el área verde de la institución, y del otro, mesas en línea, una detrás de la otra hasta la puerta. En la mesa frente a mí hay una canasta de papas fritas, Violet está al otro lado, ofreciéndome ambas opciones de salsas: Mayonesa o Blue cheese.
—Si respondo mal, no podré ser parte del grupo, ¿no?
Violet asiente y entrecierra los ojos, haciéndose la seria. Amber, a su lado, voltea los ojos, sonríe y le da una mordida a su sándwich.
—Blue cheese.
Silencio hasta que Violet se ríe.
—Aprobada.
—Es una prueba de iniciación muy fácil —admito y tomo una papita para comer.
Violet se encoge de hombros.
—Me ha funcionado.
Yo sacudo la cabeza y sigo comiendo. Al observar a Violet con más detalle noto lo hinchado de sus ojos y las oscuras ojeras debajo de ellos, tiene cara de que no ha dormido nada y de que lo ha pasado mal últimamente. Sin embargo, no me atrevo a preguntar si todo está bien, no quiero parecer entrometida la primera vez que nos juntamos las tres. Yo mejor que nadie sé que la confianza toma su tiempo y que hay cosas que no se preguntan, que la persona te contará si se siente lista y cómoda para hacerlo.
—¿Cómo era el norte? ¿Tan helado como lo pintan?
Amber inicia la conversación, relajada.
—Ah, desearía vivir donde cayera más nieve, aquí apenas nieva como tres días al año —gime Violet.
Yo sacudo el dedo índice.
—No sabes lo que dices. Sí, la nieve es bonita mientras cae y el primer día, pero luego se convierte en un barro asqueroso que tarda días en derretirse si no suben las temperaturas. En mi opinión, está sobrevalorada.
—Pero es tan romántica en los dramas coreanos. —Violet suspira.
—¿Dramas coreanos? —Pregunto con curiosidad y la expresión de Violet se ilumina.
Amber suspira y murmura:
—Aquí vamos.
—¿No te has visto un drama coreano? —Sacudo la cabeza—. He sido creada para iluminar tu vida con mis conocimientos sobre esto.
Yo arrugo las cejas y Amber toma un sorbo de café frío y abre bien los ojos como queriendo decirme: Ah, no tienes ni idea de lo que te espera.
Y Violet se desboca.
Nunca he visto a alguien hablar de algo con tanta pasión, sin ninguna pausa, sin dudar. Me hace un montón de preguntas, alegando que necesita encontrar el drama perfecto para mí. Me pregunta sobre clichés favoritos, género, etc. Y yo solo puedo responder porque noto que por esos minutos que ella me habla de eso, todo rastro de preocupación o tristeza deja su expresión, su cara se ilumina literalmente y me quedo maravillada de como hablar de algo que le gusta tanto puede tener ese efecto tan especial en ella. Así que sonrío y me uno a la energía fangirl. No soy mucho de series, pero si esas series logran que esta chica frente a mí se olvide de lo que sea que la atormenta, definitivamente las veré.
Violet termina recomendándome tres de acuerdo con mis gustos: Goblin, It's okay not to be okay y W Two worlds.
—Me dijiste que no eres de llorar con series, así que espero que sea cierto porque estas tres son muy fuertes. —Me advierte.
—Estaré bien.
Es muy difícil que una serie me haga llorar, viéndolo desde la perspectiva del futuro quizás no debí subestimar los dramas coreanos, pero esa ya eso lo contaré más adelante. Amber suspira:
—Yo intenté verlos, pero no le agarré el ritmo a nada.
—Tienes que volver a intentarlo —dice Violet.
No estoy exagerando cuando digo que las puertas de la cafetería se abrieron de par en par. Black entra con los brazos estirados a los lados y una sonrisa inmensa en esa cara expresiva y estirada en alegría que siempre tiene.
—¡Llegó por quien lloraban! —Anuncia como de costumbre. Y yo me rio un poco. Amber voltea los ojos y Violet suspira.
Él se ve igual de atractivo que siempre con esos vaqueros desgastados y una franela negra. Sin embargo, me sorprende lo nerviosa que me pongo y como siento cosquillas en el estómago.
<<Eh, Bea, ¿qué pasa?>>
Mi mente viaja al recuerdo de él desnudo encima de mí, sus gruñidos, sus manos apretando mis caderas mientras se adentraba en mí con profundidad. Madre mía. Puedo sentir el calor arrastrándose por mi cuello hasta llegarme a las mejillas. Amber me observa y ladea la cabeza, yo me paso la mano por el cuello disimulando.
Black llega a nuestra mesa y me guiñe el ojo antes de sentarse al lado de Violet.
—Se reúnen sin mí, alta traición —comenta Black y esa mirada oscura conecta con la mía y trago con dificultad. Necesito dejar de pensar en él desnudo—. Estás toda roja, Blue.
Eso parece captar la atención de Violet.
—Oye sí, el día que te ayudé en el baño también estabas así. Creo que aún no te acostumbras al clima de aquí.
Black se lame los labios y disimula una sonrisa.
—Sí, es el calor —respondo. Black toma una papita frita de la cesta de Violet y la moja con Blue cheese antes de comerla y tomar otra.
—¡Oye! —Violet se queja y él se pone la papita entre sus dientes frontales, ofreciéndosela. Ella bufa y lo deja tranquilo. Black mastica, divertido.
—¿Por qué estás solo? —Amber cuestiona y es cierto, pocas veces lo he visto solo por aquí.
—No vine solo, los demás están... resolviendo algo. En un rato, vienen. —La duda con la que respondió me hace arrugar las cejas.
—¿Han pensado algo para el cumpleaños de Red? —Amber continua. Y yo me tenso ante la mención de Red.
Han pasado varios días desde esa noche, nuestra ultima conversación fue esa charla en línea que tuvimos a través del juego, en la que él me confirmó que estaba con otra persona. Y bueno, él y yo no somos nada y tampoco seré tan hipócrita al molestarme por eso cuando yo me acababa de follar a Black. Lo que sí me molestó fue su actitud al principio de esa llamada, fue confusa, como si estuviese celoso de Black, o quizás yo me lo estoy imaginando todo como la idiota que soy. Sin embargo, siento que Red de alguna forma me da señales confusas y eso no es justo.
Así que me he alejado, no lo he visitado, no le he enviado mensajes ni nada. Y ha sido difícil. Me la pasaba todos los días con él, hasta a veces dormía con él y todo. Cortar todo eso de golpe ha sido duro. Y una parte de mí esperaba que él me enviara, que me buscara, que se diera cuenta de algo al no tenerme ahí a su lado todos los días. Por supuesto que eso no pasó.
Yo siendo idiota el remix.
—En realidad, vine a llevarme a Violet un rato —comenta Black, aún comiendo—. Le debo un helado.
—Que no —refuta Violet—. No fue tu culpa que la maquina de helados estuviese dañada en el McDonald's ese día.
Black entrecierra sus ojos y le toca la frente con el dedo índice a Violet.
—Que sí.
Violet suspira, pero una sonrisa escapa sus labios.
—Te odio.
Black le guiñe el ojo.
—Ya quisieras.
Ellos continúan con su conversación juguetona, Amber interviene de vez en cuando y yo noto que hay algo muy profundo entre Black y Violet. Definitivamente tienen una confianza increíble. También saca a relucir una sensación extraña en mi estómago, verlo tontear con Violet, teniendo la misma actitud que a veces tiene conmigo me hace sentir que tal vez yo no soy tan especial para él como creí. Que él está acostumbrado a ser así juguetón y coqueto con todo el mundo.
Hundida en mis pensamientos, echo un vistazo a las ventanas veo venir a Red con los demás chicos, lleva una franelilla azul que deja expuesto sus brazos en todo su esplendor y el cabello hecho un desastre. Su expresión sería se rompe un poco ante algo que dicen los chicos y se ríe. Lo extraño tanto. Necesito irme. Sigo evitándolo como una cobarde. Amber, Violet y Black no los han visto así que no notaran que me voy por él.
—Tengo que ir a la biblioteca por unas cosas.
Black parece recordar mi presencia y me mira.
—Te acompañaría, pero—
—Tranquilo —corto fríamente y me muerdo la lengua porque no quiero sonar así.
Me doy la media vuelta y me dirijo a la otra puerta de la cafetería para no encontrarme con Red.
#
Creí que podría evitarlo por lo menos por una semana. Fui una ilusa. No solo tenemos el mismo grupo de amigos, sino que asistimos a la misma universidad, tarde o temprano, me tendría que enfrentar a Red.
Es el final del día, he salido de mi ultima clase y voy cruzando el camino pavimentado que pasa por el medio del jardín de la universidad. El atardecer tiñe el cielo de naranja y la verdad la vista con los arboles y todo el pasto es bastante bonita. Estoy disfrutando de todo hasta que Red aparece a lo lejos en el camino viniendo hacia mí.
El camino se alarga frente a mí y el tiempo se ralentiza. Red mantiene esa expresión indescifrable, sus manos a los lados de su cuerpo y sus hombros bien derechos. Esa aura de poder emana en olas a su alrededor. Y yo lucho por imitarlo, sin mostrar nada. Cuando estamos a punto de cruzarnos, bajo la mirada, pero me detengo de golpe al ver un par de botas negras frente a mí. Red se ha atravesado en mi camino en el último segundo. Tomando una respiración profunda, levanto el mentón con decisión y lo miro a la cara.
—¿Qué?
Esos ojos tan bonitos que he extrañado tanto solo me observan por unos segundos.
—¿Tienes alguna razón para atravesarte o solo quieres molestar?
—¿Por qué estás enojada conmigo? —Su voz profunda y ligeramente ronca aún me acelera el corazón y lo odio.
—No estoy enojada.
—No he sabido de ti en días.
—He estado ocupada.
—Bea.
—No sé que quieres que te diga.
—La verdad, ¿no ha sido la honestidad la base de nuestra amistad?
Bufo.
—¿Honestidad?
Él arruga las cejas y me observa.
—Crees que no he sido honesto contigo, ¿es eso?
—Ya no importa, Red, de verdad. —Me encojo de hombros.
—¿No importa? ¿Desechas amigos solo porque no les gustas de la forma que quieres?
Auch. Me muerdo el interior de mis mejillas.
—No se trata de eso. —Miento.
—¿Ah no? —Red da un paso y se inclina ligeramente sobre mí. No lo suficiente para invadir mi espacio, pero sí para que pueda volverme un desastre de nervios como siempre—. Entonces, ¿de qué se trata, Bea?
—¿Por qué me estás llamando por mi nombre? —Suena como una pregunta estúpida, pero él sabe a lo que me refiero.
—Porque en estos momentos quiero hablar directamente contigo, Bea, no con Blue.
—Somos la misma persona.
—Eso no es cierto.
—Tú siempre lo sabes todo, ¿no es así? ¿Qué se siente vivir en ese altar de superioridad por saberlo todo?
—Nunca he dicho que lo sé todo.
—Claro, sabías que era sumisa, sabías lo que sentía por ti, sabías lo que hice con Black. Para ser alguien que no te gusta, de verdad que sabes muchas cosas sobre mí.
—Porque eres mi amiga.
—¡Pura mierda!
El tono de mi voz lo sorprende y él se endereza, yo continuo:
—Aquí hay algo, Red, tú lo sabes, yo lo sé. Pero soy la única con los ovarios de decirlo en voz alta y sí, eso me hace ver como una tonta ilusa. Por lo menos, me permite cerrar pagina y seguir adelante.
—Bien, intenté ser sutil pero ya veo que eso no funciona contigo. —Él se acerca de nuevo—. Somos muy buenos amigos, la pasamos genial, pero el hecho de que cortes una amistad así de golpe solo porque no me gustas, denota inmadurez y capricho de tu parte.
Me quedo con la boca abierta.
—¿Inmadurez? ¿Capricho?
—Sin mencionar, egoísmo.
Agárrenme que le doy con la silla.
Suelto una risa indignada.
—Eso no es verdad.
—No has podido darme una razón convincente para que te alejes de mí así de pronto. Si no es lo que acabo de decir, entonces, ¿qué es?
Dudo unos segundos.
—Quizás ya no quiero pasar tiempo contigo.
La expresión de Red se endurece.
—¿Sin razón alguna?
—Sin razón alguna.
Silencio. Red asiente.
—De acuerdo. No volveré a molestarte.
No sé que decir, no sé como hemos llegado a esto. Sé que estoy dejándome llevar por mi frustración, por el dolor de un corazón roto. Red se da la vuelta y comienza a alejarse y en ese momento me consume una mezcla de pánico y tristeza. Me quedo viendo su espalda, recordando nuestras risas y juegos en su cuarto, la veces que me escuchó cuando le conté parte de lo que pasó con Soren, como estuvo ahí para mí, lo buen amigo que ha sido. Tal vez me ha dado señales confusas, pero ¿nuestra amistad se merece este final?
Me apresuro hacia él y cuando me acerco, lo abrazo desde atrás descansando mi mejilla en su espalda. Ese olor dulce que lo caracteriza me traquiliza y me hace sentir segura.
—Tienes razón —admito, enterrando el rostro en su espalda—. Me estoy alejando de ti porque me rechazaste, pero no porque sea inmadura o egoísta, sino porque no creo que pueda superar lo que siento por ti estando a tu lado, Red, ya quisiera tener esa fortaleza. Lo siento.
Red se relaja y suspira.
—¿Te costaba tanto decir eso?
Sonrío entre la tristeza.
—Aparentemente sí.
Red se gira en mis brazos y me enfrenta, su mano me acuna la mejilla de forma gentil y cariñosa.
—De acuerdo, haz lo que tengas que hacer para sentirte mejor —Él me besa la frente y se separa—. Estaré aquí cuando estés lista.
—Gracias.
—Solo espero que podamos pasar el rato de vez en cuando, eso de cortarme de golpe ha sido cruel de tu parte.
—¡Por favor! Ni me has extrañado.
Red se pone serio.
—¿Cómo puedes afirmar eso? Cuando se trata de ti —Su pulgar me roza la mejilla.
Le sonrío.
—Subí tres niveles en el juego.
—Eso vi.
—Te superé en fuerza y numero de batallas ganadas.
—También lo vi.
—¿Qué se siente, loser?
—No lo sé, tú dime, tienes más experiencia en eso, estuviste debajo de mí por meses.
Suelto un jadeo exagerado y le golpeo el hombro.
—Idiota.
Red da un paso atrás.
—Debo irme, tengo niveles que subir, no puedo dejarte alardear por mucho tiempo.
—Por supuesto.
—¿Nos vemos pronto?
Asiento.
—Nos vemos pronto, Red.
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Nota de la autora: La verdad yo vivo con sentimientos encontrados en esta historia. No sé que le pasa a la autora de verdad, a veces siento que este tiene la razón que aquella la tiene, que todos la tienen que quiero que todos estén felices, pero si unos están felices otros no. ¡AY NO! como lectora, estoy armando huelga contra la escritora. #ArianaYA
Estoy enfermita así que nota corta.
Aquí, ¿Black en este capítulo? -inserte cara de sospechoso-
¿Red?
¿Blue?
#SeLesquiso.
Muakatela,
Ariana G.
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