14.
El capítulo 13 fue mandado a borradores por precaución.
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Era apenas medio día, y nuestro queridísimo Jeon Jungkook ya le había perforado el craneo con una bala a cinco personas.
Esto ocurría cada semana. Y aún que no era una novedad que Jeon matara a alguien, siempre había alguna razón por las cuales lo hacía. Cada una de ellas era completamente diferente.
Estas aplicaban para absolutamente todos, el jamas iba a dudar a la hora de apretar el gatillo para así quitarle la vida a esa persona.
Él había matado a tanta gente que incluso había perdido la cuenta. Entre todas esas personas también había gente de su misma organización, puesto que aveces, los hijos de puta se vendían con gente de otros carteles por un poco de billetes, sin saber que Jeon al final del día se enteraba de cualquier modo, lo que conllevaría a que estas personas sufran hasta agonizar en el suelo a unos minutos de morir.
¿Y todo por que? Por un poco de sucio dinero que no sirvió de nada, que solo los llevo a su mismo infierno.
Y hablando del dinero...
Todos sabemos que en esta vida, el dinero lo es todo. Hay personas que lo niegan, diciendo que el dinero no te da " felicidad" y solamente por eso, no le dan la importancia necesaria.
Completamente una mierda.
La mayoría de personas que más sufren son las personas con una economía asquerosamente baja. Gente que vive en la calle, gente que vive en una casa a casi caer, sin poder pagar ni un maldito taxi, o poder tener una buen platillo con una buena comida para la cena. Teniendo empleos de medio tiempo, donde ganaban exactamente lo justo para mantener apenas a su familia, donde a la hora de comprar tienen que mirar el precio asegurándose de que no pase el presupuesto.
Pero al final del día, las demás personas siempre pensaban un "pero al menos es feliz, tiene a su familia y eso lo es todo. "
Claro, claro. Te mueres de hambre, lleno de deudas, lloras de estrés, llegas agotado/a a casa a diario sin energía por todo lo que trabajaste durante el día, duermes pocas horas, tienes mas responsabilidades y aún así, no es suficiente para solucionar todos tus problemas.
Oh, pero eso no importa porque eres feliz gracias a tu familia. Recordemos que el dinero no es tan necesario alado de la familia.
En cambio, las personas con una cantidad de dinero ridículamente grande, pueden darse el lujo de hacer lo que se les plazca. No tienen que mover ni un dedo para obtener lo que quieren. Tienen incluso más oportunidades que una persona de una clase menor.
Compran, comen, viajan, piden y dicen lo que sea que ellos quieran. Pueden tener a quien sea a sirviéndoles, haciendo lo que ellos pidan.
En el proceso pueden conocer a alguna persona, de la cual se terminarán enamorando, hacen una vida juntos, y luego vuelven a gastar todo ese dinero en viajes de pareja o lo que sea que se les venga a la mente.
La excusa de muchas personas aveces es decir " pero su familia ya era adinerada desde antes " bueno, si. Hay personas que nacieron en cuna de oro y por eso lo han tenido todo desde siempre.
Pero también hay gente muy inteligente en este mundo, que aún que nacieron en un lugar de bajos recursos, justo ahora se están bañando en billetes.
Las personas son pobres porque quieren, en esta vida hay todo tipo de oportunidades, nada es imposible, solo tienes que ser lo suficientemente inteligente, analizar todo a tu alrededor, rodearte de personas que puedan beneficiarte de alguna forma, porque aveces hay que ser egoísta y aprovechar todo tipo de oportunidades, hasta que des en clavo, y al final termines en la cima.
Es necesario tener paciencia, porque no es fácil, conlleva esfuerzo y trabajo duro.
Pero hay personas que no tienen esa paciencia o esas ganas de esforzarse.
Gente que busca soluciones rápidas, gente que nisiquiera le interesa de donde venga el dinero o cometer actos ilegales con tal de tenerlo. Que no piensa en las consecuencias que puede traer esto, y todo por solo pensar en la gigantesca cantidad que tendrá en sus manos.
Por supuesto que todo en esta vida tiene un costo, nada es gratis y todos sabemos esto.
Las personas van a donde Jeon, pidiendo prestamos estúpidamente grandes a cambio de trabajos, como matar a alguien o secuestrar a quien sea que Jeon les pidiese.
Desesperados por un poco de billetes, se arrastraban rogando por algo, una cantidad que les fuera a servir para pagar sus deudas, o simplemente para gastar en lo que sea que quisieran. Hacían lo que sea por pedazos verdes de papel.
Y Jeon Jungkook tenía billones de estos. El dinero le sobraba en cantidades malditamente grandes, se ahogaba en dinero.
Incluso después de darle cada semana miles y miles de dólares a su pequeño niño para que gastara en lo que quisiera, no le afectaba en absolutamente nada.
Era como quitarle al mar agua con vaso.
Las personas lo sabían, sabían que Jeon tenía el dinero suficiente para ayudarlos. Y por supuesto Jungkook los ayudaba, les daba una cantidad de dinero grande, pero...
A cambio de un trabajo, claro.
La mayoría de personas aceptaban al estar en la completa quiebra. Y la verdad es que a Jeon nisiquiera le interesaba en lo que usarían el dinero, lo único que le importaba era que cumplieran con lo que se les fue pedido, y lo que fue el precio de todo ese dinero.
Y es que las personas se metían solas a su propia tumba al pedirle un préstamo Jeon.
Cuando recién tenían todos esos dólares, no le prestaban tantán importancia a lo demás, vivían ese tiempo contentos y despreocupados. Todo hasta que se acercaba la fecha límite para haber cumplido con lo que les fue pedido.
Había dos soluciones con las que podías evitar que Jeon te asesinara.
La primera era haber cumplido con lo que te pidió, y la segunda era pagarle cada centavo que te dio al principio.
Una de dos.
Y si no hacías alguna, entonces eso te llevaba a tu muerte.
Así como es el caso de este hombre llamado Shin Seomin.
¿Quien era él? Bueno, seomin era un hombre de cuarenta y siete años, que hacía todo tipo de trabajos, incluyendo asesinatos.
Este hombre estaba sin un centavo para poder sobrevivir, es por eso que fue con Jeon al enterarse que él daba bastante dinero a cambio de favores.
Y aún que sabía que meterse con el hombre más peligroso del bajo mundo era casi un suicidio, no le tomó tanta importancia en ese entonces.
Gracias a su estupidez, estaba metido en una muy grande con el mismo Jeon Jungkook.
—Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí...—Seomin agachaba la cabeza, evitando mirar a toda costa a Jeon, temblando en su lugar y pensado en un millón de excusas para librarse de esta.
Jungkook se encontraba sentando tras su escritorio, en un sillón grande e individual, vistiendo una camiseta negra arremangada de la magas y con los dos primeros botones desabrochados, fumando un cigarro que era sostenido con su mano derecha. Su espalda pegada el respaldo del sillón, y las piernas separadas para tener mayor comodidad.
Jeon soltó el humo por la boca, ladeando su cabeza y mirando fijamente al hombre que se encontraba frente a él, sentado.
—Jefe y-yo lo siento por desaparecer... —Se disculpó Seomin con dificultad.
Seomin no había podido cumplir con lo que Jeon le pidió a la hora de darle todo ese dinero, entonces Jeon le dio una fecha límite para poder pagarle todo lo que le dio.
Un mes, un maldito mes. ¡¿Como se supone que iba a conseguir ochocientos mil dólares en un mes?!
Su única solución fue huir de corea con lo poco que le quedaba.
Él fue muy estupido al pensar en que Jeon no lo sabría, o que no lo encontraría.
Por Dios, estamos hablado de Jeon Jungkook, es prácticamente imposible ocultarle algo, el tenia ojos en cualquier lado, incluso fuera de Corea.
En menos de una semana, los hombres de Jeon lo habían encontrado y lo trajeron de regreso.
Y ahora estamos aquí, no tenia ni diez minutos que había llegado y ya tenía enfrente el hombre que seguramente lo mataría.
—¿Lo lamentas? Seguro que lo haces.. —Los ojos obscuros y fríos de Jeon se posaron en él, sin apartarlos.
Seomin nisiquiera le podía sostener la mirada.
—Señor Jeon, yo de verdad no quería irme per-
—Sabes, una de las cosas que más odio que hagan es que traten de verme la cara de estupido. —Interrumpió.
—No, n-no pienso que lo sea, e-enserio —. Se apresuró a decir, completamente nervioso y asustado.
—¿Ah, no?, ¿Entonces porque huiste pensando que no haría nada al respecto después de no haber cumplido ni una de mis dos peticiones? —. Preguntó.
El tono de voz de Jeon era frío, no había más en el.
—E-estaba asustado, no pensé bien en m-mis acciones. —
—Es sorpréndete porque para tampoco pensaste al momento de tomar todo ese dinero que te di, solo lo tomaste. —Le recordó.
—Ahora estoy d-dispuesto a cumplirle Jefe, yo-
—¿Pues como ves que ya se te acabo tu tiempo? —. El mayor sintió su corazón acelerarse ante lo dicho por Jeon.
—¿No puede darme una o-oportunidad más? —.
—Tú enserio que eres un completo imbecil. —Jungkook le dio otra calada a su cigarrillo, reteniendo en humo por largos segundos, para después expulsarlo por su nariz.
—Se lo ruego, juro que le r-regresare todo. —rogó, con la voz sonando desesperada.
—No mataste al tipo que te ordene que mataras, y tampoco me regresaste mi dinero, e incluso quisiste huir, mereces que te meta una bala en el maldito craneo. —Soltó con molestia.
—¡S-si me da m-más tiempo y-yo juro que cumpliré, p-porfavor! —. Sentía el sudor empezar a hacer presencia en su cuerpo, todo debido al pánico que empezaba a aparecer en él.
—Estoy harto de las promesas vacías de las personas como tú, todos son una bola de imbeciles que olvidan a quién tienen enfrente —. No era la primera vez que alguien no cumplía, de hecho, lo mismo le dijeron las cinco personas anteriores que pasaron antes que el, la cuales fueron las que recibieron disparos en la cabeza por no cumplir con lo que les pidió Jeon.
—Jeon, porfavor, p-por esta vez —. Volvió a pedir.
La mirada de Seomin era una completamente desesperada y asustada. Sabía que Jeon no era una persona que se tentara el corazón a la hora de matar o torturar a alguien, es por eso que le aterraba lo que fuera que fueran a hacerle.
—Soobin —. Alzó la voz para que el mencionado lo escuchara, pues se había mantenido afuera de la habitación por órdenes de su Jefe.
Y este al escucharlo, no dudó en entrar rápidamente, listo para hacer lo que sea que Jeon le ordenara que hiciera.
—Llévenselo y mátenlo, solo que sea lejos, me duele la cabeza como para escuchar sus jodidos gritos. —ordenó.
Soobin asintió, para después llamar a otros dos hombres más; felix y bangchan.
Estos entraron también, y entre los tres, tomaron con brusquedad a Seomin, quien había comenzado a llorar y gritarle a Jeon que le diera más tiempo.
—¡No!, ¡P-porfavor, Jeon! —. Gritó.
Se removía con fuerza tratando que lo soltasen, gritaba y hacía una esfuerzo por liberarse, estaba aterrado.
—Les dije que no quería escuchar su malditos gritos. —Reclamó molesto, mirando a sus hombres fríamente.
Estos rápidamente se disculparon mientras aún trataban de hacer que Seomin se quedara quieto.
Así que soobin lo noqueó de un golpe, logrando así que cayera desmayado al suelo.
Los tres tres hombres de Jeon salieron de la habitación, arrastrando el cuerpo inconsciente de Seomin.
Jungkook suspiró.
Hoy estaba algo estresado, no tenía ganas de lidiar con nada ni nadie.
Y apenas estaba comenzando su día...
—Mierda..—Susurró.
**
7:30 pm.
Taehyung, Jimin y Lalisa entraron a la lujosa mansión del menor.
Después de las clases, habían salido los tres de compras como ya era costumbre. También, habían ido a un restaurante a comer algo, pues estuvieron horas y horas comprando ropa, zapatos, aretes, bolsos y todo lo que les pareciera bonito.
Taehyung había gastado cuarenta mil dólares, muy poco, a diferencia de otros días que gastaba más de noventa mil. Hoy no había tanta variedad o cosas lindas que pudiera comprar, es por eso que gastó muchísimo menos que de costumbre.
Jimin fue el segundo que más dinero gastó. Fueron en total cincuenta y cinco mil dólares los que gastó hoy. Regularmente el nunca compraba tanto, pero hoy había demasiada ropa bonita, incluso compró un anillo de diez mil dólares, uno muy lindo.
Y la que más había gastado hoy fue la Lisa. Gastó un total de seiscientos mil dólares. Había peleado con su padres, es por eso que compro un apartamento muy moderno, también compró muebles y todo lo que pudiera necesitar.
Habían estado de compras todo el día, así que Taehyung les propuso una idea de hacer una " pijamada " es su casa.
Ambos aceptaron sin pensarlo, porque estaban seguros de que les serviría para desestresarse y pasar un momento agradable.
—Siéntanse libres de pedir y usar lo que quieran. —Les dijo el rubio a ambos amigos, mientras se quitaban los zapatos.
—Estoy exhausta —. Se quejó la castaña, colocándose unas cómodas pantuflas blancas y nuevas que le había indicado taehyung que se pusiera.
—También yo, necesito algo que me relaje o es seguro perderé la cabeza —Jimin hizo un puchero, viendo al rubio, quién les había hecho una seña para que lo siguieran, los tres con las pantuflas puestas.
—Si quieren podemos pedir algún snack, bebidas y algo de música tranquila, mientras estamos en el jacuzzi —. Sugirió sin dejar de caminar.
Tanto Jimin como Lalisa aceptaron de inmediato.
Después de eso, siguieron caminando mientras el rubio los guiaba, ya que no conocían la mansión, porque siempre que visitaban al rubio, los llevaba a una diferente.
—Es muy bonita, creo que hasta ahora esta es mi favorita de las seis que nos has mostrado —. Dijo lalisa, mientras subían las elegantes escaleras hacia el piso de arriba.
—También la mía, es por eso que hemos estado aquí dos meses ya. —Taehyung sonrió.
—¿La elegiste tú? —. Le preguntó Jimin a Taehyung.
—Si, y no me arrepiento de nada. —
Los tres siguieron subiendo, hasta que llegaron y caminaron por los largos pasillos, directo a la habitación del rubio.
Taehyung abrió la puerta y los tres entraron al espacio.
Los dos amigos llevaron su vista a todos lados, admirando lo bonita y grande habitación del rubio.
Una habitación en su mayoría con colores blancos.
—Es muy bonita tu habitación, no esperaba menos. —Halagó Jimin.
Taehyung sonrió, sentándose en la cama matrimonial.
—Por allá está mi closet, pueden tomar lo que gusten para entrar al jacuzzi. —Apuntó a la puerta negra, donde era el lugar donde tenía sus montones de ropa.
Jimin y lalisa se miraron el uno a otro unos segundos, para después sonreír y correr al closet.
Taehyung río.
Abrieron la puerta y se encontraron con un closet bastante grande, iluminado y muy elegante.
Tanto jimin como lalisa sonrieron en grande y se apresuraron a ver todas las prendas de ropa de su mejor amigo.
Lalisa fue hacia el lugar donde estaban las blusas, y jimin hacia donde estaba la repisa con montones de zapatos.
—Estuve buscando esta blusa por mucho tiempo, la tela es sumamente fina. ¡¿Cuanto te costó?! —. Taehyung, quien seguía sentado en la cama, sonrío.
Apesar de estar algo lejos de ellos, podía escucharlos.
—No lo sé, yo nunca preguntó el precio, solo lo compro —. Dijo, tomando su teléfono.
—Aish, pero por lo menos dime una cantidad —. Pidió puchereando Lalisa.
Jimin se acercó a su mejor amiga para poder ver así la prenda de la que hablaba.
—Oh, yo había visto que costaba once mil dólares. —Recordó jimin.
—¿Ah, si? —Preguntó, sin dejar de ver la bonita blusa blanca.
—En realidad viene a juego con un bolso del mismo color, así que serían quince mil. —Comentó Taehyung, haciendo un puchero al ver que su novio no había estado conectado desde ayer en la noche.
El rubio seguía escuchando a sus amigos parlotear de lo bonitas que eras sus cosas, pero él no les prestaba atención, estaba más concentrado en el chat de Jungkook.
La última vez que lo vió, fue ayer antes de ir a dormír. Cuando se despertó para ir al colegio, el lado de la cama que le pertenecía a Jungkook estaba vacío.
Lo extraña, y aún que no había pasado tanto tiempo, se sentía como si hubieran pasado ya diez años.
¿Sería buena idea llamarle?
Lo pensó por largos segundos. No estaba seguro, puesto que no sabía que se encontraba haciendo su novio exactamente, no quería que por su llamada fuera a ser un problema si acaso se encontraba en algo muy importante.
Después de dos minutos, decidió que no lo haría. Solo le dejaría un mensaje.
" ¿A qué hora llegarás hoy? Avísame cuando puedas. Ya te extraño. :c "
El rubio suspiró y apagó su teléfono.
Tal vez y no haya respuesta hasta dentro de unas horas más, lo sabía. Y también sabía que llegaría muy tarde, a eso de las once o doce, no era novedad.
—¡Tae! —. El rubio salió de sus pensamientos cuando escuchó la voz de Jimin llamándolo.
Levantó su mirada rápidamente, viendo a sus dos amigos parados frente a él.
—¿Si? —. Preguntó el rubio.
—Te decía que nosotros ya terminamos. —Dijo Jimin.
—Oh, entonces vamos. — Se levantó se la cama, dispuesto a salir de la habitación.
—¿No vas a elegir tú lo que te pondrás? —. Pregunto lalisa, apuntando hacia la ropa que llevaba puesta, la cual había usado para el colegio.
Taehyung se detuvo, y se dió vuelta, asintiendo rápidamente.
—Ah, si. Ya vuelvo. —El rubio casi corrió hacia el closet.
—¿Que tanto piensa? —. Lalisa frunció el ceño.
—Ni idea. —
**
Una hora después, Taehyung, Jimin y Lalisa se encontraban relajados en el grande y espacioso jacuzzi. Con diferentes tipos de frutas a un lado, y bebidas frescas, con poco hielo porque ya era tarde.
Habían estado hablando de diferentes temas en todo ese tiempo. Justo ahora, Lalisa les estaba contando acerca de una aventura que tuvo hace unos días con un chico que conoció en una fiesta.
—Me invito a salir hace unos días, pero aún no sé si aceptar. —Contó, tomando una fresa para después llevarla a su boca y darle un pequeño mordisco.
—¿No dijiste que te gustaba? —. Preguntó Taehyung, confundido.
—Que me guste no significa que vaya a aceptar todo lo que me proponga. —Dijo con los trozos de fresa aún en la boca.
—Ah, pero cuando te propuso follar en el baño nisiquiera lo pensaste. — Se burló jimin.
Tae río y lalisa frunció el ceño.
—Un polvo no se le niega a nadie, todos saben eso ¡Hasta tu! —. Trató te justificarse.
—Como digas. —Dijo jimin, sonriendo.
La verdad es que Taehyung no podía opinar acerca del tema, ya que el solo había tenido sexo con una persona, a diferencia de sus dos amigos que lo habían hecho con diferentes tipos de chicos.
Por eso solo se limitaba guardar silencio, y a reír por las burlas que se hacían entre los dos.
—¡Oye tu! —. Llamo Jimin a una de las sirvientas qué pasó alado de ellos.
Esta se detuvo de inmediato, dando la vuelta y acercándose hacia los adolescentes.
—¿En que puedo ayudarlos? —. Preguntó, haciendo una reverencia rápida hacia los tres.
—Se acabaron los arándanos, trae más. —ordenó jimin.
Esta asintió rápidamente.
—Y a mi tráeme algo dulce. —Pidió Lalisa.
—Oh, creo qué hay pay de limon. —Le dijo el rubio a su amiga.
Lalisa sonrió.
—Entonces tráeme eso. —Volvió a mirar a la joven de no más de veinticinco años.
Esta volvió a asentir, para después mirar a Taehyung.
—¿Usted necesita algo, Joven Kim? —. Le preguntó.
Tae la miró.
—¿Puedes tráeme mi celular? Lo deje en mi habitación, específicamente en la cama. —Pidió.
La joven hizo una reverencia antes de irse.
—Ah, y tráeme agua al tiempo, estoy sediento. —Le dijo jimin antes de que se fuera.
—No tardes. —Terminó de decir Lalisa.
Así que la chica se apresuró a traerles todo lo que le fue pedido.
Los tres sonrieron, pues amaban poder decirle a las personas que hacer.
Si ustedes pensaban que Taehyung era muy mimado, es porque no conocían a sus dos mejores amigos.
Jimin era igual que Taehyung. Su padre era un empresario bastante adinerado, y por eso complacía con miles y miles de dólares a su pequeño y único hijo. Le gustaba gastar dinero, amaba gastar dinero.
También, el padre de Jimin tenía negocios algo chuecos, haciendo tratos incluso con personas del bajo mundo, ganado así dinero sucio. Dinero que Jimin gastaba.
De los tres, se podría decir que Jimin era el más tranquilo, pues lo que gastaba no era nada a comparación de lo que sus mejores amigos gastaban cuando salían los tres de compras.
Lalisa, era un poco más rebelde. Su madre y padre eran dueños de varios hoteles, es por eso que tenía bastante dinero. Era una mimada, engreída y mandona. Mientras que Jimin y Taehyung le hacían caso a las personas que estaba a cargo de ellos, Lalisa hacía lo contrario.
Siempre estaba gritándole a sus padres, saliendo de fiesta, haciendo lo que se le dé la gana y gastando todo lo que le plazca.
Ella era muy sincera, si tu atuendo no le gustaba ella te decía lo horrible que era. Tampoco dudaba a la hora de ordenar las cosas, porque toda su vida estuvo acostumbrada a tenerlo todo en cuanto lo pedía. Y por mas rebelde que fuera, sus padres nunca le decían que no.
Taehyung era básicamente la cabeza del grupo. Un adolescente mimado, caprichoso, mandón, llorón, engreído, clasista, y poco amistoso con las personas de su alrededor. Y todo gracias a que Jeon lo consentía tanto como podía, llenándole las manos de billetes y obsequios estúpidamente caros.
Ellos tres era idénticos en muchas cosas, es por eso que se llevaban tan bien. Eran el trío perfecto, se entendían a la perfección.
Y si alguien en algún momento quisiera unirse, tendría que tener tantos millones como ellos. Aún que lo más difícil es agradarle a los tres, y eso no era nada fácil.
La joven sirvienta, trajo lo que le fue ordenado por los adolescentes cinco minutos después. Y le entregó a cada uno lo que habían pedido.
Un minutos después, se fue de ahí, dejándolos solos nuevamente.
—Oh, esto se ve riquísimo. —Dijo lalisa, llevando el tenedor con una porción de pay a su boca.
—¿Que tal? —. Le preguntó jimin, viendo a su mejor amiga degustar el postre aún.
—Delicioso. —Lalisa dijo segundos después, sonriendo.
—Dame un poco —. Pidió Jimin, haciendo un puchero.
Esta río y asintio.
Media hora después, los tres continuaron platicando de diferentes temas, opinando y compartiendo anécdotas. Para Taehyung esto era muy divertido y especial, pues en su niñez no tenía ni un solo amigo, no tenía nada. Y ahora estaba en un jacuzzi con sus dos mejores amigos, comiendo y bebiendo tranquilamente, dentro de una de sus tantas mansiones.
El solo pensar en eso, hacia que su corazón se apretara por lo lindo que era tener lo que alguna vez él deseó. Nunca se cansaría de esto, definitivamente.
—Bueno, pero a mi no me gusta que usen la saliva. —Dijo jimin.
Lalisa rodó los ojos.
—Cuando estas necesitado de sexo, creo que la saliva es lo menos que te debería de importar. —
—¿De que hablas? Prefiero que me la metan en seco, la saliva en mi intimidad hace que me dé náuseas. —Jimin hizo una mueca.
—¿En seco?, ¿Que dices? —. Lalisa lo miró.
—¿Y que tiene de malo? —. Preguntó Jimin, pues a él no le molestaba nada.
—Es horrible en seco. —Respondió Lalisa.
—No es tan malo, ¿verdad Taehyung? —. Ambos miraron a su amigo.
—Si soy sincero, prefiero la saliva antes que en seco. —Admitió el rubio.
Recuerda la última vez que jungkook la metió en seco, sin duda fue horrible.
—¿Que?, ¡pero si no duele! —.
—Seguramente te metes con puros que tienen el pene diminuto, pero cuando encuentres a uno con el pene grande hasta miedo te va a dar. —Se burló lalisa.
—Estoy de acuerdo. —Apoyó Taehyung a su amiga.
Ambos rieron.
—Son un asco. —Se quejó Jimin.
—Tú un masoquista. —Le dijo Taehyung.
Ante ese comentario, Jimin le sacó la lengua infantilmente.
—Definitivamente no saben lo que es bueno a la hora del sexo. —
—¿Y tú si? Dinos jimin, ¿cuantas veces tienes sexo a la semana? —Preguntó lalisa.
—Unas dos o tres veces yo creo, no lo sé. ¿Tú si?—Lalisa lo pensó.
—Yo creo que una o dos veces.. —admitió.
—¡Oh, yo te gane! —. Aplaudió felizmente.
—¡Tú no has ganado! Apuesto a que Taehyung nos gana por mucho. —Ambos llevaron su vista hacia el rubio.
Taehyung se aclaró la garganta.
—En realidad no. —Admitió.
—¿Como que no? —. Preguntó Lalisa, confundida.
—No estoy diciendo que no tenga sexo con Jungkook, bueno, o más bien si. —Trató de explicar.
—No te estoy entiendo. —Le dijo jimin.
—Sucede que Jungkook este mes ha estado lleno de trabajo, y es por eso que no tenemos sexo a diario como antes. —Contó.
—¿Enserio? —. Preguntó Lalisa.
Taehyung asintio.
—¿Aproximadamente cuántas veces lo hacen a la semana? —.
Taehyung pensó durante segundos la pregunta de su mejor amiga.
—Antes lo hacíamos casi ocho veces a la semana incluso, ahora solo una o dos como mucho. —Ambos amigos abrieron la boca en grande, asombrados.
—Por Dios, eso es muy poco. —Dijo jimin.
—¿Y cuando fue la última vez que tuvieron sexo esta semana? —. Pregunto Lalisa.
—Hace tres dias, estábamos en la habitación los dos, yo viendo bolsos y él respondiendo mensajes del trabajo. No se como lo convencí pero al final lo hicimos. —Contó.
—Que horror. —Soltó jimin segundos después.
—Aun así, el me prometió que solo sería este mes y ya. Incluso me juró que cuando todo esté resuelto, nisiquiera íbamos a salir de la habitación por estar follando. —Taehyung le creía, sabia que su novio no mentiría, pues él estaba igual de desesperado que el menor.
—Aún así faltan casi dos semanas para que este mes acabe, es demasiado. —Dijo lalisa, a lo que jimin asintió, de acuerdo con su amiga.
—Lo sé, pero no me queda otra cosa más que esperar. —Puchereo el rubio.
—Claro que puedes hacer algo. —Taehyung la miró, confundido.
—¿Que? —.
—Tengo una idea. —Sonrió.
**
Hace dos horas que habían salido del jacuzzi. Se habían puesto mascarillas mientras veían una película. Taehyung sabía que no faltaba tanto para que Jungkook llegara, pues le había respondido el mensaje hace una rato, y le dijo la hora en la que aproximadamente llegaría.
Así que los tres se apresuraron a comenzar con la idea de lalisa. Básicamente era que Taehyung entrara a la habitación usando lencería, para seducirlo y que al final la pareja follara toda la noche.
Estuvieron indecisos durante casi media hora, no sabían cuál elegir. Y al final decidieron que solo usarían la pequeña braga, con una blusa de tirantes de ceda del mismo color de esta; rojo vino.
Para cubrir su cuerpo; se había puesto una bata negra de ceda, amarrada a los lados de su pequeña cintura.
Cuando una de las sirvientas le había avisado que Jungkook ya había llegado, los tres chicos se miraron unos a los otros.
Taehyung estaba nervioso, le preocupaba que su novio se negara, porque sabía qué tal vez llegase muy cansado.
Le prometió a Jimin y Lalisa que haría su mayor esfuerzo y que sería lo más sensual posible para que funcionara.
Así que cuando iba caminando por el pasillo, con el objetivo de llegar hacia su habitación, sentía los nervios hacerse más presentes.
Tomó la manija de la puerta, jalando de ella y abriendo así la puerta.
Entró a la habitación con lentitud, cerrando la puerta tras el, y viendo al instante a su novio que parecía estar saliendo apenas del baño.
Sonrió en grande, y se apresuró a caminar hacia el.
Jungkook escuchó sus pasos, así que llevó su mirada hacia enfrente, sonriendo cuando miró a su pequeño rubio acercarse a él con una sonrisita.
—Mi amor...—Abrazo de la cintura al más pequeño en cuanto lo tuvo cerca de él.
Taehyung enredo sus brazos al rededor del cuello de su novio, y besó sus labios castamente, para luego alejar su rostro unos centímetros y mirarlo.
—¿Hace cuento llegaste? —. Preguntó el rubio, aún que ya sabía la respuesta, pero claramente no se lo iba a decir.
—Hace diez minutos yo creo. — Respondió.
—¿Por que no me hablaste? —. Se quejó el rubio, formando un puchero con sus labios.
Jungkook sonrió por lo bonito que se veía con ese gesto.
—Pregunté donde estabas y me dijeron que estabas viendo una película con tus amigos, no quise molestar. —Apretó ligeramente la cintura de Taehyung.
—¿Molestar? Por supuesto que no es así. Lo que más eh querido hoy es verte. —Admitió.
—¿Es así? —. Taehyung asintió.
—Hace rato quería llamarte pero no sabía en si era buena idea. —Contó.
—Me hubiera gustado que lo hubieras hecho, escuchar tu voz me hubiera aliviado un poco del estrés. —Le dijo, mirando los bonitos ojos azules del menor.
Taehyung sonrió.
—Te extrañe. —Lo miró con ojitos grandes.
—Y yo a ti —.
El rubio sonrió, e iba a acercarse más para besarlo, pero la puerta de la habitación fue tocada, interrumpiendo.
—Yo abro. —Dijo Taehyung, alejándose por completo del cuerpo de su novio y caminado hacia la puerta.
Al abrirla, vió del otro lado a una de las sirvientas parada.
—¿Si? —. Preguntó de mala gana, mirándola.
—Venía a preguntar sobre las habitaciones en las que sus amigos se quedarán, para saber cuál preparar. —
Los invitados solían quedarse en las habitaciones que estaban al otro lado de la mansión, las mismas en las que Minje y Namjoon se quedaron.
Pero Taehyung no dejaría que sus amigos durmieran tan lejos de ellos, pues aún que no sucedieran cosas, era mejor tenerlos cerca por si alguna persona que tiene algo contra Jeon llegase a atacarla.
Sin dudas los quería cerca.
—¿Eres tonta? ¿Por que me preguntas lo obvio? —Le preguntó molesto.
—Es que-
—¿Quienes crees que son mis amigos como para pensar en que dormirán en las demás habitaciones, ah? —. La chica negó rápidamente.
—Lo l-lamento. —
—No solo los ofendes, si no que también rompes una maldita regla tan simple. —
Una de las reglas que tenían las que trabajaban en la mansión, era que no podían interrumpir a la pareja en la noche. Porque cuando Jungkook llegaba, estaba sumamente prohibido tocar la puerta por algo así, en todo caso tendría que ser una emergencia realmente grande.
—Lo olvide, enserio no sucederá de nuevo. —Se disculpó.
—Hazme el favor de largarte de mi casa, no te quiero aquí ya. — Se cruzó de brazos molesto.
—P-pero yo no-
—¿Eres sorda? Dije que te vayas. Anda, fuera. —
—Joven Kim, p-porfavor. —Volvió a pedir. Ella necesitaba el trabajo.
—Estoy perdiendo mi paciencia, ¿acaso quieres que me vea obligado a pedirle a mi novio que te meta una bala en la cabeza, ah? — Preguntó.
La chica comenzó a negar frenéticamente.
—¡No, no! —.
—Entonces vete. — La chica no dijo más y corrió hacia el piso de abajo, asustada.
Taehyung suspiró, y cerró la puerta.
—¿Quien se cree? — se quejó en voz baja.
El rubio llevo su mirada a su novio, quien estaba sentando en la esquina de la cama, mirando su teléfono, al parecer.
Taehyung rodó los ojos, harto.
—Jungkook. —Llamó al mayor.
El pelinegro lo miró al instante, apagando su teléfono y dejándolo sobre la cama.
—¿Por que siempre tienes que estar en el teléfono cuando llegas? —se paró frente a él, con los brazos cruzados.
—Era soobin, me estaba avisando que la droga ya esta en el lugar donde pedí. —dijo, mirándolo desde abajo.
—Claro. —Soltó con molestia, desviando la mirada.
—¿Acabo llegar y ya estás molesto conmigo, bebé? —. Preguntó, parándose de la cama, y acercándose al menor.
Lo atrajo hacia el de la cintura, acercándolo a su cuerpo.
—Es tu culpa. —reprochó.
—Lo siento. — se disculpó, besando su mejilla derecha.
—Nunca tienes tiempo para mi, pero para el trabajo si. —Se quejó.
—Eso es mentira. —Taehyung lo miró con el ceño fruncido.
—No lo es. —
—Si lo es. —Contradijo Jeon.
—¿Mentira? Jungkook, los únicos momentos cuando estoy contigo son antes de dormir, y lo primero qué haces es tomar el estupido teléfono. —Trató de alejarse del cuerpo de su novio.
Jungkook rápidamente lo tomó de las caderas con fuerza, evitando así que se alejara de él.
—¿Por que estas tan malhumorado hoy? —preguntó Jungkook con el ceño fruncido, aparentando sus caderas.
Taehyung se sintió molesto al escucharlo.
—¿Es enserio lo que estás preguntando? —.
—Amor, lo preguntó porque acabas de despedir
a alguien, luego vienes y me reclamas porque tomé mi teléfono un minuto, y todo en un mismo rato. —Dijo.
—¿Sabes que? Sigue usando tu teléfono, yo me voy con mis amigos. —
El rubio puso sus manos sobre las de su novio, tratando así de quitarlas de sus caderas para poder liberarse.
Jungkook no tardó mucho en apretar el agarre con mucha más fuerza que antes, haciendo así que los intentos de Taehyung no sirvieran de nada.
—Suéltame. —Pidió el rubio con molestia.
—¿No es muy pronto para pelear mi amor? —. Se acercó al rostro del menor.
Taehyung giró su rostro hacia otro lado, negandole así el beso que Jungkookn quería darle.
Jeon ante eso, apretó la mandíbula.
—¿Te vas a comportar como un mocoso grosero? —.
—Lo mereces. —volvió a tratar de alejarse del cuerpo de el mayor.
Y este al sentirlo alejarse unos centímetros, rápidamente le dio vuelta y lo aventó a la cama.
El pequeño cuerpo de Taehyung quedó recostado boca arriba, y antes de que pudiera levantarse de nuevo, el cuerpo fornido de Jungkook se subió en cima de el.
Jungkook rapidamente tomó ambas manos con una sola mano. Las puso encima de su cabeza, evitando así que pudiese usarlas.
—¡Jungkook! — se quejó, tratando de liberarse, pero no logrando nada porque su novio tenía muchísima más fuerza que él.
—¿Adonde crees que vas, muñeco? —. Acerco su rostro al cuello de su niño, para posteriormente besar lentamente esa zona, logrando que los ojos de Taehyung se cerraran unos segundos.
La mano derecha bajó hacia la pierna del menor, acariciando todo lo que podía, y subiendo poco a poco.
—¿Quien te crees para tratarme a mi así? —siguió besando su cuello, para después ir bajando lentamente hasta llegar a sus clavículas.
—Yo no soy cualquier persona a la que le puedes hablar así, mocoso llorón. —Dejó una mordida una de sus clavículas.
El rubio soltó un jadeo bajo.
Cuando la mano de Jeon subió hasta su ropa interior, y sintió la suave tela entre sus dedos; se alejó lo suficiente para ver mejor lo que tenía puesto.
Alcanzó a ver unas pequeñas bragas rojas, muy pequeñas. Así que sin pensarlo demasiado, con la mano que anteriormente acariciaba la pierna de su novio, comenzó a deshacer el nudo para así poder abrir la bata.
—¡No! —. Negó al percatarse de lo que quería hacer.
Jungkook sostuvo sus manos con más fuerza.
Y poco a poco abrió la bata, revelando así la bonita lencería roja vino que tenía puesta el menor.
—Pero mira que tenemos aquí...—Sonrió, mordiendo su labio inferior.
Miró todo lo que sus ojos le permitieron, apreciando lo bonito que se veía el cuerpo de su novio con eso puesto.
Taehyung sintió la penetrante mirada de su novio en él, así que apretó las piernas, evitando que mirara más allá.
—¿Que crees qué haces? —. Con su mano libre abrió con fuerza sus piernas nuevamente, para después meterse entre ellas antes de que las volviera a cerrar.
—Ya no quiero. —Era mentira, por supuesto que quería aún, pero quería que sintiera lo mismo que él sentía cuando le negaba el sexo.
—¿Por eso estabas tan molesto porque tomé mi teléfono? —Preguntó, agachándose y pegando ambos pechos, acercando también su pelvis hacia la parte baja de su novio.
—Yo no...—
—¿Acaso querías mi atención en ti para tratar de seducirme con esta ropita? —. Mordió su mejilla derecha.
—No es así. —Se estaba tragando sus jadeos, no quería darle el gusto al pelinegro.
—¿No lo es? —Preguntó en voz baja, a lo que Taehyung negó lentamente.
—¿Entonces porque te pusiste esta bonita lencería? ¿Para que te follara? —No obtuvo respuesta, apesar de que era tan obvia.
Los brazos de Taehyung rodearon su cuello, acercando ambos rostros.
—¿Todo eso tuviste que hacer para convencerme de que te cogiera? —. Sintió las pequeñas manos de su novio jalar de su cabello ligeramente.
—Mi bebé está muy necesitado...—y cuando embistió en falso, un agudo y alto gemido salió de la boca del menor.
***
Lamento mucho la tardanza, esta semana me pasaron muchas cosas y pues me hicieron olvidarme por completo que tenía un fic incluso, por eso no vuelvan con su ex. 🥰 JAJSKAJAJ
Bueno ya se la saben, Vótenle.
Lo más seguro es que el siguiente sea de como se conocieron y eso. Ahí si me van a perdonar pq me voy a tardar mas en actualizar ya que mi cumpleaños es el 26 de enero, y como voy a hacer una fiesta en grande pues ando bien ocupada en eso. 😭😭
Les juro que les voy a recompensar el coito cortado JAJSJAJAJ
Bueno ya, nos vemos. :) 🤍
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