13.

No soy a mencionar la edad de Tae porque me da miedo que me eliminen el fic. (Lo estoy subiendo otra vez. )

🔺 Advertencia de contenido sensible.

**

años atrás.

Un Taehyung de apenas  ** años recién cumplidos, se encontraba sentado en una de las bancas que había en el patio de el orfanato donde vivía hace años; donde aproximadamente diez niños más jugaban con una pelota de fútbol.

Observaba todo en silencio, completamente solo.

Mientras que los demás niños jugaban a la pelota, otros con los pocos juguetes que tenían, y las niñas con sus muñecas; el estaba solo, como siempre.

Nadie nunca quería jugar con el, o dejar que él se les uniera. Siempre lo trataban como si fuera alguien raro, como si nisiquiera fuera una persona o un niño como ellos.

El único juguete que tenía era un carrito rojo, que aún que apreciaba mucho, no era lo suficientemente divertido. Tenía más hace un tiempo, pero los demás niños se los habían quitado, dejándole solo uno, el cual cuidaba mucho.

Aveces veía a los demás jugar con pistolas de juguete, disparándose, tirándose al suelo, y riendo. Mientras él solo se dedicaba a mirar todo desde una esquina, deseando poder ser parte de esa diversión.

Le gustaría tanto poder jugar con ellos, pero sabe que eso era casi imposible de que sucediera. Seguramente le dirían lo mismo que las veces anteriores en las que les pidió poder jugar solo unos minutos con ellos.

Lo rechazarían y se burlarían de él.

Pero no es como si no estuviera acostumbrado ya..

Aún qué tal vez si les dijera que hace unos días fue su cumpleaños, lo dejarían jugar con ellos solo por esta vez.

¿Debería animarse e ir a pedir que lo dejaran jugar con ellos solo por esta vez?.

El pequeño rubio apretó los labios, formando un pequeño puchero.

Después de un minuto pensándolo, seguía indeciso. Le ponía nervioso pensar en lo que le dirán los demás, tenía muy poca fe, ¿pero nada perdía en intentarlo, verdad?.

Taehyung, algo dudoso; se levantó lentamente de la banca donde anteriormente estaba sentado. Caminó con lentitud, observando hacía en lugar donde estaban todos mientras se dirigía hacia allí.

Estaba muy nervioso, si. Pero algo esperanzado también.

Unos segundos después al llegar, notó como algunos estaban sentados en el suelo, mientras los demás se encontraban parados, formado casi un círculo. Al parecer estaban tomándose un descanso, porque algunos también tomaban agua.

Con nerviosismo, se acercó un poco más, lo suficiente como para que cuando hablase, lo escucharan todos.

—Hola, ¿siguen jugando? —. Preguntó tímidamente una vez llegó.

La mayoría llevó su mirada al rubio al escuchar su voz.

—Estamos descansado, ¿no ves? —. Dijo Hajun con obviedad. El castaño, era un chico de catorce años, al igual que Taehyung, solo que mucho más alto que él rubio.

–Oh, si. Lo siento...—Bajó su mirada, golpeándose mentalmente por hacer esa pregunta tonta.

Junseo torció los ojos, y Taehyung lo vio, eso solo hizo que se pusiera más nervioso que antes incluso, pues Junseo era algo así como el jefe del grupo, así que si él decía que " no ", era un " no " definitivo. De hecho, las veces anteriores en las que les había pedido permiso para jugar con ellos, Junseo era él responsable de que esto no sucediera, pues hasta donde sabía Taehyung, el no le agradaba a Junseo.

—¿Que quieres? Deberías estar sentado en tu banca como siempre —.

—Me preguntaba si.. me pregunta si tal vez yo podría.. —Trató de explicar un rubio nervioso, pero fue interrumpido.

—¿Quieres ser parte de nuestro partido? —. Preguntó Hajun.

El rubio asintió rápidamente, con ojitos grandes.

—Si, si. ¿Puedo? —. Sonrió mínimamente.

—¿Que si puedes, dices? —. Preguntó Junseo con burla.

—Y-yo prometo que seré muy bueno, enserio. —Trató de convencerlo.

—¿Y por que debería de dejarte jugar? —Junseo sonrió, mirándolo atentamente.

El rubio lo pensó. ¿Por que debería de dejarlo jugar con ellos? Hmm. Un foquito se prendió en su cabeza.

—Bueno, humm, el viernes fue mi cumpleaños, ¿podrías dejarme jugar como regalo?...—. Lo miró con timidez.

—¿Y cuantos años cumpliste Taehyungie? ¿Ocho? —. Se burló, haciendo reír a los demás chicos.

Taehyung negó rápidamente.

—No, en realidad ya cumplo los mismos años que tú. —. Respondió con una sonrisa.

—¿En serio? Oh, es gracioso porque te vez más pequeño incluso. — A diferencia de los demás chicos, Taehyung media lo mismo que los niños de doce años, mientras que los de su edad, como Junseo; median mucho más que el.

Taehyung puchereo.

—Míralo, incluso hace gestos de niñito pequeño. —Se burló uno de los demás chicos, apuntando hacia el puchero de Taehyung.

Rápidamente Taehyung deshizo el puchero, y se mordió los labios, mirando unos segundos hacia abajo, avergonzado.

—Lo lamento.. —Se disculpó de nuevo el rubio.

—¿Seguro de que no estas mintiendo? Es decir, incluso dudo de que seas chico, ¿no eres mujer? —. Preguntó con malicia, haciendo reír a los demás.

El rubio se sonrojó, estaba muy avergonzado. Que se rieran de él lograba hacer que su corazón se apretara.

Aún que esas preguntas se las hacían todo el tiempo.

Junseo le decía casi siempre que él era una mujer, que no era normal que un chico fuera tan delgado y curvilíneo. Que su cabello rubio rizado, sus facciones delicadas, y sus ojos azules no eran de hombre, que era una niña.

Siempre lo molestaban con eso. Le decían que un hombre no sería como él, que no tendría la voz tan suave y que tendría que estar más alto, incluso.

Por esa razón nunca querían que estuviera cerca de ellos, porque le decían que parecía una niña, y que la niñas no jugaban con hombres.

Recuerda la vez en la que Hajun y Junseo le dejaron en su cama una muñeca rubia, junto con una nota que decía; " así serás tú de grande, una niña. "

Nunca se defendía, por más que esos comentarios hicieran que su amor propio se fuera, no podía defenderse. Tenía miedo. Se sentía solo ahí, seguramente si llegase a decirle algo a Hajun o a junseo, esas burlas y humillaciones podrían llegar a convertirse en algo peor.

Así como la vez en la que vió a Junseo y Hajun tirarle su desayuno encima a un chico que les había gritado días anteriores porque estaba harto de ellos. Desde entonces molestaban al chico, le hacían cosas feas, lo empujaban y lo intimidaban. Taehyung no quería que eso le sucediera a él.

—Yo y-ya les dije que soy un chico..—Les recordó.

—Lo siento, se me olvida con solo verte. —Río Hajun.

Tae sintió la mirada de Junseo en él, así que lo miró, notando que tenía una sonrisa en su rostro mientras lo miraba fijamente.

—¿Y que si para mí eres una niña? ¿Te molesta? —. Preguntó Junseo con una sonrisa.

—Siendo sincero, p-preferiría que me tomaran como chico..—Trató de que su voz sonara tranquila, no quería hacerlos molestar.

—A mi la verdad no me importa lo que prefieras o no, taehyungie. —

Hajun sonrió. Se acercó al rubio, y se paró Justo frente de él, agachándose hasta quedar a su altura.

—Junseo tiene razón, por más que asegures ser un chico, yo te veo más como una niñita rubia. —Se burló.

Hajun se enderezó de nuevo, y caminó hasta quedar alado de su amigo, Junseo.

—Pero no lo soy, Hajun. ¿pueden dejar de decirme niña? porfavor. —Pidió en voz baja.

No le gustaba que aseguraran que era una niña.

Se sentía mal, lo hacía sentirse como un bicho raro, no le gustaba nada.

—Shh.. —. Calló Junseo.

Tae bajó la mirada.

—Escucha bien, Taehyung. Tú no eres como nosotros, eres raro, pequeño, femenino, y delicado. Lo que te hace una niña es exactamente eso —. Dijo Junseo con una sonrisa burlona.

—Pero no lo soy, yo n-

—Lo eres. ¿Y sabes que? las niñas no juegas fútbol, es por eso que no puedes ni podrás unirte a nosotros. —Los demás observaban todo con una sonrisa, divertidos de ver como su amigo se burlaba de Taehyung.

—Yo puedo jugar, solo esta vez, porfavor. —Pidió el rubio con la vocesita aniñada que tenía.

—Me temo que eso no sucederá. ¿Pero sabes a qué si puedes jugar? —. Le preguntó.

El rubio negó lentamente.

—A las muñecas, claro. —Los demás rieron fuertemente.

Taehyung se hizo pequeño en su lugar, abrazándose a si mismo con sus bracitos.

—No me gusta ese juego. —Le dijo el rubio.

—Entonces juega a la comidita o yo que se. ¿Por que no vas con nayeon y le pides que te deje unirte a su juego? —. Sugirió con burla.

El rubio negó lentamente.

—Ya no tengo ganas de jugar, mejor me voy... —El rubio trató de sonreír, pero solo logró formar una mueca.

—Eso es, vete. Más tarde podrías ayudarle a la señora Jung lavar los platos sucios, o a limpiar incluso. —

Los demás rieron. Taehyung solo se dio la vuelta, caminando de regreso a la banca donde estaba sentando hace unos minutos atrás.

Maistras se alejaba, podía escuchar las risas de los demás. Sus labios temblaron, sintió sus ojos humedecerse, y su pecho apretarse.

Oh, no. Él estaba llorando.

Taehyung se sentó en la banca, y limpió con brusquedad las pocas lágrimas que habían caído de sus ojos.

—Yo no soy una niña.. —Susurró para sí mismo, con la voz quebrada, y sus ojos picando por querer soltar más lágrimas, que se negaba a soltar.

Un puchero se formó en sus labios.

No quería seguir llorando, porque si alguien de los chicos lo veía, seguramente se seguirían burlando de él. Lo seguirán llamando niña, incluso más ahora por estar llorando.

Pero le era inevitable no hacerlo, cuando la mayoría del tiempo que hablaba con ellos, herían sus sentimientos, hacían que su corazón doliera y que se sintiera triste. No podía evitarlo, y se culpaba por ser tal débil, por llorar por unas simples palabras.

Él rubio suspiró con la miraba abajo. Se sentía triste, se arrepentía de haberse acercado a ellos, no debió hacerlo.

Escucho unos pasos acercándose hacia su detección, así que levanto su cabeza, llevando su vista hacia el sonido.

Pudo observar a uno de los guardias acercándose hacia el, con los brazos escondidos de tras de su espalda.

Ese señor aveces le hacía compañía en las tardes cuando era hora de salir a jugar. Le gradaba, era la única persona que no se burlaba de él.

Sonrió.

—Hola Señor choi. —Saludó, viéndolo pararse frente a la banca donde estaba él sentado.

—Buenas tardes, Taehyung. — Choi sonrió.

—Es bueno verlo. —Le dijo el rubio. No lo había visto desde hace tres dias, pues esos días no era su turno de cuidar en el orfanato.

—Lo mismo digo. —El guardia sonrió.

Choi observó unos segundos a Taehyung atentamente, notando su fina nariz roja, al igual que sus mejillas y ojos.

—Veo que de nuevo te han molestado. —Tae se sonrojó, agachando la cabeza, avergonzado.

—¿C-como lo sabe? —. Preguntó sin mirarlo.

—Te vi llorando hace unos minutos, y cuando lloras siempre es porque los demás niños te molestaron. —Respondió.

—No es nada... —Le dijo con ambas mejillas rojas.

—Seguramente —. Dijo, no muy convencido de las palabras del pequeño rubio.

Taehyung desvió la mirada, apretando sus labios.

Choi entendió qué tal vez Taehyung no quería contarle, así que se dijo a si mismo que no le preguntaría más.

Recordó algo más, así que se apresuró a mostrárselo a él rubio.

—Oh, tengo algo para ti —. Tae lo miró con ojitos grandes.

—¿Algo para mi? ¿De verdad? —. Preguntó, entusiasmado de saber que era.

—Porsupuesto que es para ti ¿quieres saber que es? —. Taehyung asintió rápidamente con una sonrisita.

—De acuerdo. –Dijo choi, para después mostrarle lo que tenía escondido atrás en su espalda.

—¡Oh, es muy bonito! —Taehyung emocionado, tomó el pequeño peluche de conejo blanco.

—¿Te gusta? —Preguntó choi.

—¡Me encanta! —. Abrazó al peluche con fuerza, amando lo suave que era.

Apesar de que en él orfanato tenían muchos juguetes y peluches, todos estaban sucios y medio rotos por lo viejos que eran, igual nunca se los prestaban. Pero este conejito estaba muy limpio y bonito, era nuevo y suave, le encantaba.

—Fui al centro comercial ayer, lo miré y pensé qué tal vez sería bueno comprarlo para que te hiciera compañía —. Contó.

Taehyung sonrío en grande.

—Es muy bonito, lo adoro. ¡Muchas gracias! —. Besó varias veces seguidas la pequeña cabeza del conejo de peluche.

—¡Huele a fresas! —. Taehyung estaba muy feliz con su nuevo amiguito.

—Me alegra que te haya gustado. —Taehyung nisiquiera lo miró, estaba más concentrado observando al conejito en sus brazos.

No lo mal entiendan, no estaba siendo grosero, es solo que hace años que nadie le regalaba algo. Siempre que traían juguetes nuevos al orfanato, los demás chicos no lo dejaban usarlos, se los quitaban o arrebataban. Por eso le hacía muy feliz tener un peluche solamente para él.

—Lo llamaré... ¡Coco!, ¡no!, ¡mejor copito! —Tae sonrió en grande, pues le emocionaba poder llamarlo de alguna forma que a él le gustase.

—Llámalo como quieras, es todo tuyo.. —Choi se sentó a un lado del menor.

—Entonces se llamara, coco copito, si. —Dijo, con la sonrisa aún en su rostro.

—Solo asegúrate de cuidarlo bien, me preocupa un poco que los demás niños te lo vayan a quitar. —Tae lo miró.

—Lo cuidaré muy bien, lo prometo. —Prometió.

Choi río.

—Veo que esto te puso de buen humor, eh. —

—Si, copito hizo que me sintiera mejor. —Abrazó al peluche.

—Ya veo.. —Choi observó a los demás chicos, que jugaban con la pelota de fútbol a unos metros de ellos.

—Señor Choi —. Llamó el rubio al mayor. Este llevó su mirada al pequeño rubio que estaba sentado a su lado derecho.

—Dime —.

—De verdad le agradezco por este regalo, no tengo tantas cosas, ni ropa, ni zapatos, ni juguetes, mucho menos peluches. Es por eso que estoy muy agradecido con usted —. Contó, mirándolo con esos ojitos grandes y brillosos.

—Oh, no es nada Tae. —Le dijo.

—Si pudiera pagarle lo haría, pero la verdad es que no tengo nada, ni a nadie que me ayude, así que lo siento, pero buscaré alguna forma de mostrarle lo agradecido que estoy con usted —. Sonrió tiernamente.

Choi lo miró atentamente.

—Está bien, no te preocupes por eso. —Tae solo asintió, regresando su vista al peluche que seguían envuelto en sus brazos.

**

7:30 pm.

Taehyung se encontraba en el baño, lavándose los dientes como todos los días lo hacía a la misma hora, ya con su pijama puesta, listo para ir a dormir.

En el orfanato, tenían una hora de dormir específica. Era a las ocho, máximo a la ocho y media, y si estabas despierto pasando esa hora, te castigaban.

Es por es que la mayoría era muy obediente cuando era la hora de dormir.

El rubio escupió el agua después de enjugarse la boca, y se secó con una pequeña toalla.

Se miró al espejo unos segundos como cada noche, donde las palabras de los demás chicos llegaban a su mente. Odiaba sin duda su físico, ¿Por que no podía ser castaño de ojos marrones? ser rubio de ojos azules solo le empeoraba la vida, no quería seguir siéndolo, solo se burlaban de él, y lo llamaban niña.

Suspiró, sintiéndose triste de repente, pues recordar todos los apodos e insultos que le hacían lo agobiaba y preocupaba.

Aveces le gustaría tener por lo menos un amigo, con el cual pudiese hablar, reír, jugar, y contarse cosas el uno al otro. Pero la mayoría de los chicos no querían acercarse a él, y todo por ser como es, un rubio raro que parece niña.

De tanto que se lo repetían, ya comenzaba a creerlo, y eso le dolía.

Aveces, antes de dormir, imaginaba que el era millonario, con miles y miles de dólares. Dinero con el que se podría comprar todos los juguetes que quiera, las golosinas que se le antojarán, y montones ropa bonita.

Pero como dije " imaginaba " porque hasta ahora solo tenía dos pares de zapatos gastados, muy poca ropa, y nisiquiera podía elegir que comer.

Ahora que lo piensa mejor, lo único lindo que tenía era a copito.

Salió del baño para dirigirse a su habitación. Camino por el largo pasillo, pasando por las puertas de los cuartos de chicos, ya que los de las niñas estaban del otro lado del orfanato.

Veía a los demás pasar por su lado, al parecer también habían terminado de cepillar sus dientes.

Pero hubo algo que llamó su atención...

La puerta del cuarto de Jonsu y Hajun estaba medió abierta, y pudo observar como los demás chicos de las demás habitaciones entraban a esta, donde había diez chicos más dentro.

Al parecer harían una pijamada.

Decidió acercarse, estaba muy curioso por saber que harían.

Vió como Jonsu se paraba en el marco de puerta y miraba hacia los lados, asegurándose de que no hubiera nadie en los pasillos.

Jonsu lo miró.

—Hola, ¿harán una pijamada acaso? —. Preguntó tímidamente.

—Es " noche de chicos" no pijama. —Lo corrigió.

—Oh, ya veo. —sonrió levemente.

—Como sea, vete. —Le dijo secamente.

—Solo tenía curiosidad, lamento si te moleste, pero-

—Oh, no taehyungie, las niñas no entran. Adiós. — Casi le cerró la puerta en la cara, y segundos después, pudo escuchar las risas de los demás, tal vez burlándose de él de nuevo.

El rubio apretó sus labios, agachando su cabeza y caminando lentamente de regreso a su habitación.

Entró a la habitación y cerró la puerta detrás de él, pudo darse cuenta que las dos camas que le pertenecían a sus compañeros de habitación estaban vacías, seguramente ambos se encontraban con Jonsu y Hajun.

Bueno, al parecer dormiría solo.

Se quitó sus pantuflas, y se metió a la cama, claramente no se olvidó de llevarse consigo a copito.

Lo arropó también, asegurándose de que su conejo de peluche no pasara frío en la madrugada.

—¿Estás cómodo? —. Le preguntó al conejo.

Taehyung sabía que no obtendría respuesta, pero le hacía sentir bien el poder tener a alguien a su lado, aún si era un peluche.

—Bien copito, es tu primer día aquí, pero te prometo que dejaré que uses toda la cama si quieres, yo puedo dormir pegado a la pared. —Le dijo al conejo, sonriendo.

El rubio se arropó hasta el cuello, apretando al peluche contra su pecho.

—Descansa, sueña lindo, recuerda que las pesadillas no son reales, ¿Okey? —. El rubio bostezo.

—Buenas noches. —Cerró sus ojitos, y se dedicó a tratar de dormir.

Y diez minutos después, cayó profúndame dormido.

Dormir era una salida de escape para el rubio, amaba dormir, porque ahí no podía pensar nada, no podía recordar nada ni tenía que lidiar con el mundo real, era un escape de la realidad. 

Y aún que aveces soñaba feo, también había noches en las que soñaba cosas bonitas. Como que viajaba por todo el mundo, o que tenía una casa linda y hacía galletas de chocolate, o que corría por la playa en un día soleado...

Una de las cosas que más quería hacer; era ir a la playa. Nunca había ido, jamás. Quería saber que se sentía tocar la arena, broncearse mientras bebía una bebida fresca, o simplemente sentarse viendo las olas del mar.

Las únicas veces en la que estaba cerca de eso, era cuando dormía, porque de otra manera, dudaba que eso suceda pronto.

Las horas pasaban, y el rubio dormía tranquilamente en su cama. Dentro de esa fría habitación, solo se escuchaba la respiración calmada de Taehyung.

Al llegar las 3:00 am, la puerta de la habitación se abrió lentamente.

El sonido que hizo al cerrase y los pasos de la persona que entró, logró hacer que el menor se despertara.

Algo dormido, abrió los ojos con pesar, y al ver la silueta de una persona parada frente a su puerta, se asustó y se sentó en la cama con rapidez.

—Tranquilo, soy yo..—Trató de calmarlo, y Taehyung reconoció esa voz al instante; era el señor Choi, el guardia.

—¿Señor Choi? ¿Que sucede? —. Preguntó, bostezando, algo somnoliento.

—Lamentó despertarte, quise venir a verte un rato. —Le dijo, acercándose a la cama, para posteriormente sentarse en ella.

—Ya veo.. no es que me moleste señor Choi, pero tengo sueño aún. —Puchereo, tratando de no sonar grosero.

—No te preocupes, no te quitaré mucho tiempo, no soy de durar mucho... —Choi lo miró, la única luz que tenían era la que entraba por la ventana, de los postes de luz.

—¿De que quiere hablar? —preguntó el menor, curioso.

—Dime, Taehyung. ¿Estás muy agradecido conmigo? —Taehyung lo miró y asintió rápidamente.

—Muy agradecido, si. —afirmó el rubio.

Choi sonrió.

—Y dijiste que me buscarías alguna forma de pagarme, ¿no? —. Tae asintió lentamente.

—¿Usted quiere que le pague ya?... señor choi, enserio quisiera hacerlo, pero no tengo nada con que pagarle, enserio lo lamento. Puedo regresarle a copito si gusta, lo siento de verdad, yo-

—No, no, no. Tranquilo Tae, ese conejo es tuyo, no es necesario que me lo de vuelvas. —Le dijo.

El rubio respiró. Se había preocupado pensado en que el señor Choi quisiera dinero en estos momentos, el no tenia ni un centavo para darle.

—¿Entonces? —. Preguntó confundido.

—Veras... tú me dijiste que yo te ayude, ¿verdad? —El rubio asintió de nuevo.

—Y yo lo hice porque necesitabas ayuda, lo hice para que te sintieras bien. —

—Y lo agradezco muchísimo. —repitió el rubio.

—Bueno, resulta que yo necesito de tu ayuda en estos momentos, para sentirme bien. —Tae prestó atención a sus palabras.

—¿Mi ayuda? —. Choi asintió.

—Te ayudo, me ayudas. Así es esto. —

—¿De que forma podría ayudarlo yo? No tengo nada para darle...—

—No te preguntes por eso.

—Pero...—

—Yo ya te ayude, es tu turno de devolverme el favor. —Le dijo.

—Está bien.. —No muy seguro, aceptó.

Claro que estaba agradecido con él. Es por eso que aún que tuviera un mal presentimiento, no podía negarse, pues el hombre había hecho mucho por él.

Choi sonrió.

—Destápate y recuéstate Taehyung. —Ordenó.

Taehyung lo miró, no entendiendo.

—¿Mande? —.

—Destápate y recuéstate. —Volvió a ordenarle.

El menor, algo dudoso hizo lo pedido. Se destapó y recostó de nuevo, sin dejar de ver al señor Choi, pues no entendía nada de lo que estaba pasando.

Pero al momento de observar al mayor acercarse, subirse a su cama, y abrir sus piernas con fuerza para meterse en ellas, supo que esto no estaba bien, y la tranquilidad que sentía se esfumó.

Su corazón se aceleró.

Sintió el pesado cuerpo del hombre encima de él.

—¿Que h-hace? No me gusta, deténgase. —Dijo rápidamente al ver como comenzaba a desabrochar su propio pantalón, comenzando con el cinturón.

—Ese conejo me costó muy caro, Taehyung. ¿Tú crees que me gusto gastar mi dinero? No, pero aun así lo compré para ti, y tú debes hacer lo mismo por mi, incluso si no te gusta. —

El mayor término de quitar su cinturón, para después bajar el cierre. Pero sin bajar su pantalón aún.

Choi recorrió con la mirada el cuerpo del más pequeño, para después acercar sus manos a las caderas contrarias y bajar su pantalón, logrando así quitárselo, y dejando al rubio desnudó de abajo.

—¡N-no! ¡Basta, no q-quiero! —Se removió, tratando de cubrirse de nuevo con la cobija.

Choi al notarlo, tomo con una mano ambas muñecas del menor, y las colocó encima de su cabeza.

—Quieto. —lo sujetó con fuerza.

—Suélteme señor choi, p-porfavor. —pidió, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

Choi sonrió con falsedad.

—Oh mi pequeñito, no llores, será rápido. —Le dijo, acercando su cuerpo más al del menor hasta que sus rostros quedaran cerca.

Taehyung volteo su rostro a un lado, sus ojitos lagrimeando, y su corazón latiendo sin parar.

—Tener caderas grandes te hace muy lindo... —acercó su rostro al cuello del menor, comenzando a besar ahí.

Tae apretó los ojos. Tenía miedo, no quería seguir en esa situación, solo quería irse, odiaba esto.

—No h-haga eso, n-no..—Pidió con la voz quebrada.

Choi sonrió, para después seguir besando su cuello lentamente.

—Cuando seas mayor, seguramente tendrás muchos pretendientes, eres muy bonito, al igual que todo tu cuerpo. —Sintió la mano ajena tocar su entrepierna.

Tae se asustó, y cerro sus piernas rápidamente por inercia.

Pero en menos de un segundo, Choi las abrió bruscamente.

—Ábrelas, así deben de estar. —Lo miró.

Tae lloro más, con cada segundo que pasaba, su corazón palpitaba con más fuerza, y las lágrimas caían con más rapidez de sus ojos azules.

—Porfavor, s-suélteme...—Le pidió con los ojos llenos de lágrimas gruesas, con su pequeño cuerpo temblando, y la voz rota.

—Shhh, no llores pequeño, ya te dije que seré rápido. —dejó una lamida en la mejilla del menor.

Con su mano libre, bajó su pantalón y ropa interior, liberando su erección.

El mayor jadeo en voz baja.

Taehyung se sintió asqueado, sucio y usado.

Y cuando sintió algo caliente en su entrada, comenzó a removerse con fuerza, tratando de soltarse para poder huir.

Pataleo y uso toda la fuerza que tenía, enserio que lo hizo.

Pero una fuerte bofetada fue dada en su mejilla derecha, volteando su rostro a un lado incluso.

Los sollozos se hicieron más fuertes.

Y choi solo se dedicó a regresar a lo que anteriormente estaba haciendo una vez el rubio se quedó quieto.

Taehyung abrió los ojos en grande, y formó una mueca de dolor, sus piernas temblaron y un alto quejido desgarrador salió de lo más profundo de su garganta.

—¡Me d-duele, b-basta! —.

Dolió tanto, jamás lo olvidaría, ese dolor de ser desgarrado por dentro y con fuerza sin estar preparado de ninguna manera.

Y al momento de gritar por todo el ardor que sintió a la primer embestida, Choi le tapó la boca con ambas manos, sin dejar de lastimarlo allá abajo.

...

Jungkook se despertó a mitad de la madruga, pues los sollozos de una persona lo despertaron.

Se sentó en la cama y algo somnoliento prendió la lámpara que estaba en la mesita de noche a lado de su cama.

Volteo hacia la dirección en donde se supone que estaba durmiendo su novio, pero al ver como su pequeño niño se removía en la cama y sollozaba, se acercó a él.

—D-duele, d-déjame.. —sollozaba un rubio dormido.

El pelinegro frunció el ceño, comprendiendo al instante lo que sucedía, ese sueño que estaba teniendo, de nuevo.

Suspiró, recostándose para después atraer el cuerpecito asustado de su novio hacia él, haciendo que el menor pusiera su rostro en su pecho.

Acarició los cabellos rubios con suavidad, y con su otro brazo envolvió la pequeña cintura de Taehyung.

Seguía escuchando los sollozos de su novio. Podía sentir como las lágrimas mojaban su pecho desnudo al no tener camiseta.

—Shhh, tranquilo bebé, aquí estoy... —Beso el rubio cabello de su niño, apretándolo más contra su cuerpo.

Le dolía, claro que le dolía a él también. No era la primera vez que se despertaba por el llanto del menor, pasaba por lo menos una vez cada dos meses, y era doloroso de ver.

Sabía que había sucedido, Taehyung le había contado unos pocos meses después de hacerse novios.

Jamás en su vida iba a odiar tanto a una persona como a ese hijo de puta que se atrevió a dañar de esa manera a su niño.

Le generaba impotencia el hecho de que él no pudo hacer nada en ese momento, pues aún no conocía al menor. Pero aún así, le jodia pensar en qué tal vez esa noche él estaba tranquilo en algún lugar, mientras que su novio estaba sufriendo de una manera tan traumática.

Y es que si Jeon tuviera enfrente a ese cabron, seguramente mandaría a que le hicieran lo mismo que él le hizo a su pequeño novio, sin duda. Lo haría sufrir el triple, por días, sin descansar, lo torturaría día y noche hasta que su cuerpo no lo soporte más y muera.

Recuerda que al principio, cuando recién comenzaban con su relación, Taehyung le había contado lo que había sucedido esa madrugada, y Jungkook terminó furioso, con los ojos cristalizados debido a las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, pues escuchar algo así, viniendo de la persona de la cual estas enamorando no es fácil.

Y debido a esto, tardaron demasiado en tener relaciones sexuales, ya que ni Taehyung ni Jeon estaban seguros.

Al principio, solo se besaban y se toqueteaban, pero no pasaba a mayores, debido a que Jungkook siempre se detenía antes de que se saliera de control.

Y aún que Taehyung le dijera que estaba listo, Jungkook simplemente no podía tocarlo más allá, le aterraba.

Tuvieron una pelea por esto, donde al final, después de horas hablándolo, finalmente ambos estuvieron de acuerdo en ya no se detendrían.

No fue hasta que Taehyung cumplió sus Diecisiete años que empezó su vida sexual. Una donde Jungkook lo hizo sentir como si ese momento tan feo no hubiera pasado nunca.

Él fue muy cuidadoso, en parte porque también tenía miedo de asustarlo. Lo hizo sentir en el mismo cielo, llorar por lo bien que se sentía, y rogar porque siguiera. Nunca pensó que el sexo pudiera ser así de bueno.

Después de terminar, lo mimó y lo abrazo, haciendo que se sintiera apreciado y amado por primera vez. No pudo evitar romperse a llorar cuando Jungkook comenzó a besar sus mejillas y a decirle que lo había hecho muy bien. Es solo que jamás pensó que una persona fuera a ser así con el, y ver a su novio siendo tan atentó con él, y repitiéndole lo mucho que lo amaba, lo hizo romperse.

Y cuando Jungkook lo vió llorar así, su corazón se rompió al ver lo mucho que habían dañado a Taehyung, lo que hizo que una lágrima resbalara por su mejilla. Le pidió perdón por no haber podido ayudarlo, le pidió disculpas por no haber llegado a su vida mucho antes.

Taehyung lo abrazó, y sólo pudo agradecerle por haber llegado a su vida. Jungkook lo amaba, y sin importar que, seguirá amándolo.

Desde ese día, Jungkook se dijo a si mismo que jamás iban a volver a tocar a su novio de alguna forma. Nadie iba a poder lastimarlo de esa manera de nuevo, no lo permitiría, y cualquiera que quisiera terminaría muerto.

Jungkook supo todo lo que sufrió, todo las veces en las qué pasó hambre y humillaciones por los demás. Es por eso ahora no permitía que nadie le hablara a su novio de mala manera, nisiquiera permitía que le dieran una mala mirada. También es una de las razones por las que no le negaba absolutamente nada a Taehyung.

Su novio ya había sufrido demasiado, ahora era su turno de tener todo a su alcance. Si antes Taehyung no tenía ropa, ahora tiene un closet lleno de ella, si Taehyung no tenía zapatos, ahora tiene más de cuarenta pares, y así sería de ahora en adelante, porque él no permitía que a su niño le faltara otra cosa, por mas mínima que fuera.

¿Que por que lo consentía de esa forma? Porque su novio se merecía absolutamente todo lo que le daba, porque le está dando todo lo que no tuvo cuando era un niño, porque si él quería, iba a llenarle a su novio la cartera con miles y miles de dólares para que comprara tanto como quisiera, pues eso era lo que merecía.

Jamás en su maldita vida iba a dejar que Taehyung sufriera de esa forma de nuevo, que pasara frío, hambre, o humillaciones. Todo lo contrario, le iba a dar el mundo entero, e iba a hacer que todos se arrodillaran ante él en busca de perdón.

La diferencia en todo esto, es que ahora lo tiene a él, y mientras él rubio lo tenga a su lado, absolutamente nadie se va a atrever a tratarlo como cuando estaba en el orfanato.

Claro que gracias a todo esto, de haberle dado a taehyung absolutamente todo lo que pedia, con el pasar del tiempo la personalidad del menor cambio, siendo ahora mucho más mimado, caprichoso, y engreído. Pero eso no le afectaba, pues su novio seguía siendo igual con el, lo único diferente es que el menor ya no era amable o tímido con las personas.

¿Pero por qué? Bueno, cuando Taehyung escapó del orfanato, se dijo a si mismo que jamás dejaría que alguien volvería a tratarlo como si fuera nada.

El soporto muchas humillaciones, maltrato, burlas, comentarios malos, incluso un maldito abuso de la única persona en quien había llegado a confiar. Es pro eso que ya no confiaba en nadie. Después de tanto desprecio que fue dado a su persona, el tomó ese desprecio contra las demás personas, sea quien sea, jamás volvería a ser amable con nadie, porque cuando él lo fue, se ganó traumas y maltrato.

Ahora era él quien tenía el poder, era él quien se bañaba en dinero, era él quien estaba por arriba, era él con quien todos quería hablar y unirse a él en los recesos, era él quien con solo decir una palabra podía arruinarle la vida a quien sea, era quien ahora tenía cientos de cosas bonitas que nadie mas le podía quitar como cuando era mas pequeño.

Y si alguna vez lo habían humillado y despreciado, lo habían tratado como un trapo viejo, como si lo que sintiera no importara, ahora era su turno.

Nisiquiera le interesaba como podían sentirse las personas después de humillarlas, decirles lo estupidas que eran por cometer un error, hacerles saber que no están ni estarán a su nivel, jamás. Ahora para el todos eran poca cosa. Y si se sentían mal, pues que lastima, el no podía hacer nada. Le daba completamente igual, él ya no estaba para ser amable y preocuparse por los sentimientos de los demás, cuando a él ya lo habían destruido de la misma forma.

Conocer a Jungkook fue lo mejor que le sucedió en la vida, porque gracias a eso conoció lo que es sentirse amado, y amar. Saber lo que es enamorarse profundamente hasta el punto de no poder vivir sin él, como si fuera el mismo aire.

Pero también lo agradecía porque gracias a él, tiene todo lo que alguna vez anheló. Y todas esas noches después de llorar, las veces en las que los demás se burlaban de él por ser rubio, las veces en las que lo trataban como si fuera menos que ellos, todos esas veces, ahora eran más que sólo dolorosos recuerdos, porque ahora cada persona que se cruza con el, va a pasar el mismo desprecio que el paso cuando era apenas un niño.

Le quitaron todo, lo dañaron de muchas formas, le arrebataron su inocencia y la poca tranquilidad que tenía, todo se fue, y nadie jamás dio señales de querer ayudarlo.

¿Por que él debía ser bueno con las demás personas de este asqueroso mundo? No debía, su odio era más grande que sus ganas de ser el mismo niño bueno y amable que pedía por un poco de diversión, pero que al final terminaba pisoteado y llorando en una banca solo, sin merecerlo.

El no merecería nada de lo que le paso, absolutamente nada.

Y ahora, era su turno. Y todo aquel que vuelva a tratar de contradecirlo incluso, se iba arrepentir el resto de su patética vida, porque él ya no era un niño de catorce años, el ahora tenía el poder suficiente para desaparecer a quien sea que se le cruce.

¿Y les parece que está mal? Pues jodanse, solamente no se metan en sus decisiones, porque jamás volverá a ser lo que era, nunca.

Porque al final, el que se están ahogando en riqueza y poder es él.



***

Holaa, voten porque no saben lo difícil que fue escribir la parte fea. 😞

No creo que la mayoría lo recordara, pero en el capítulo uno yo había mencionado sobre el abuso sexual que sufrió Taehyung.

Esta semana llegaron demasiados nuevos lectores de black blood, déjenme decirles que me hace feliz tenerlos aquí. ♡

Oh, y vi que varios habían puesto en el cap que un párrafo les recordaba a caesar, lo cual no me molesta, pero me da cosa que piensen que yo copié o algo, así que déjeme decirles que el primer cap lo escribir a inicios de 2023, yo ni había leído el manwha. 😞

Ahora si me voy. Voy a tratar de no tardar de nuevo, pónganle que unos cinco días, máximo seis, así que espérenme porque recuerden que también soy humana y tengo responsabilidades como ustedessss. 

Nos vemos. ♡ ♡

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