11
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6:30 am.
—Nos vemos en la tarde. —Se despidió el rubio, enganchado ambos brazos por el cuello del mayor, acercándose y chocando sus labios, besándolo castamente como despedida.
Cuando Taehyung trató de alejarse, Jungkook lo jaló hacia el de la cintura de nuevo, impidiéndole irse.
—¿A dónde crees que vas? Bésame bien o no te voy a dejar ir. —Ordenó. Ambos rostros muy cerca.
—Y luego dices que el mimado soy yo. —Se burló con con una sonrisita en los labios.
—Yo no me pongo a llorar si me dices que no, mimado. —Reprochó, recordando las veces en las que el menor se puso a llorar porque le había negado algo: como ir a Prada porque no tenía tiempo al estar lleno de trabajo.
—Pero si te molestas si te no te beso. —Se defendió.
Jungkook sonrió.
—Ya cállate y bésame de una buena vez, tengo que irme. —Acarició la cinturita con sus grandes manos.
—¿Y porque tengo que hacerlo yo? Bésame tú. —
El pelinegro rodó los ojos, para posteriormente hacer lo pedido por el más chico, besándolo.
El rubio cerró los ojos, disfrutando de la calidez de la boca contraria, y lo bien que se sentía tener los labios de su novio en los suyos.
Jungkook chupó su labio inferior, para después jalarlo con suavidad, sacándole una suspiro al menor. Volvió a unir sus labios a los de Taehyung, continuando con el movimiento lento, degustando tranquilamente el sabor dulce de los suaves y bonitos labios de su niño, quien se había puesto gloss sabor cereza en los labios.
Unos segundos después, se separaron.
El rubio miró unos segundos a su novio, y dejo un beso rápido en sus labios antes de alejar su rostro completamente de el de Jeon, más no sus cuerpos.
—Trata de no llegar tan tarde hoy, no me gusta cenar solo. —Pidió, con un puchero adornando sus labios.
Jungkook suspiró y asintió, aún que no muy seguro de poder cumplir lo pedido.
—No te prometo nada pero voy a tratar de no llegar tan tarde, ¿bien? —. Admitió con sinceridad. Todo dependía de que tan rápido resolviera todo lo que tenía pendiente.
–Entonces es un no. —el sabía que si Jeon no confirmaba algo, es porque no sería así, es decir; que no llegaría temprano.
Jungkook al ver como su novio tenía intenciones de alejarse, lo apretó más hacia el.
—No pongas esa carita, uh. —pidió, tomándolo del mentón, haciendo que lo mirase.
—Quiero llegar y que estés en casa. —Volvió a pedir.
—Bebé, hago lo que puedo para llegar más temprano a diario, pero todo el tiempo surge algún imprevisto, es por eso que no te puedo prometer nada —.
—Detesto esto. —Jeon no soporto ver la carita triste que puso su novio al terminar de escuchar lo que dijo.
Jungkook suspiró, pensado en algo que pudiera hacerlo sentir mejor.
Y luego recordó algo.
—A mi tampoco me gusta dejarte solo. Te voy a compensar todo, eso si te lo puedo prometer. —Trató de alegrarlo.
El rubio solo asintió, no dándole mucha importancia.
—Ya casi sales de vacaciones, ¿no dijiste que querías salir de viaje con tus amigos?, ¿Quieres que te compre algún hotel o mansión para que se queden ahí?, ¿O prefieres la colección de yates que me dijiste que querías? —.
El rubio hizo un puchero.
—No quiero nada de eso, solo quiero estar contigo. —Abrazo al mayor, pasando sus brazos por el cuello contrario, y pegando su cabeza en el pecho del pelinegro, cerrando los ojos y disfrutando de la calidez del otro.
Jungkook lo abrazó de vuelta, enredando sus brazos al rededor de la pequeña y delgada cintura del rubio.
Jeon no pudo evitar sentirse mal, el también odiaba dejarlo solo tanto tiempo, y lo que menos quería que llegase a pasar era exactamente esto, que taehyung se sintiera solo.
—Perdóname por eso amor, enserio buscare una solución para poder estar contigo más tiempo. —Beso suavemente el rubio cabello.
Taehyung asintio, le animaba un poco que le dijese eso.
—Quisiese estar así contigo todo el día. —Le dijo el menor, refiriéndose a la posición en la que estaban.
Amaba sentir el grande y fornido cuerpo de Jeon al rodearlo, abrazarlo y sentirlo cerca de él. Se sentía protegido y cómodo, siendo que Jeon era 16cm más alto que él. Pues Taehyung media 1,67, mientras que Jungkook 1,83, muy alto a comparación de Tae, mas no olvidemos que el menor tenía apenas 18 años, y Jeon 28.
—Si pudiera lo estaríamos sin duda. Pero ahora no, porque tienes que ir al colegio, que no se te olvide. —Recordó.
Y el rubio se separó con rapidez, para luego tomar su teléfono que había dejado en la mesa, y ver la hora.
6:45 am.
¡Se le hacía tarde!
Su hora de entrada era a las 7:00 am, y se tardaban en llegar 10 minutos, más otros 10 minutos que necesitaba para llegar a su salón, que estaba en el tercer piso.
Abrió los ojos en grande.
—¡Es tardísimo! —.
—Vamos, te acompaño afuera. —Le dijo, tomando su mano y yéndose con él a la salida de la mansión, donde felix lo esperaba en el auto, como todas las mañanas, pues él era quien lo llevaba a la preparatoria.
Al llegar afuera, besó rápidamente los labios de su novio.
—Te amo. —Dijo Jungkook, viéndolo sonreír segundos después.
—Te amo también. —Se dio la vuelta, y corrió hasta el auto para poder entrar, donde uno de los hombres de jeon lo esperaba con la puerta abierta.
Jeon se acercó al auto negro donde llevarían a su novio, y caminó hasta quedar alado de la ventana donde estaba el conductor; felix.
—Maneja con cuidado, no importa que Taehyung llegue tarde, no se te ocurra pasar el límite de velocidad, porque si le sucede algo a mi chico voy a matarte y luego voy matar a toda tu familia. —Amenazo, mirándolo fijamente con esos ojos oscuros y penetrantes, logrando hacer que el peliazul asintiera bruscamente, asustado con las palabras de Jeon.
—N-no se preocupe Jefe, le juro que tendré cuidado. —Afirmó.
—Tienes que, es eso o que te mate. —
Felix tragó duramente.
—Me voy, cuando llegues dile a soobin que vaya a la casa donde esta toda la droga y revise que todo esté en orden, no puedo ir hoy, tengo otros asuntos que atender. —Felix asintió.
—Ah, y deposítale a Taehyung seiscientos mil dólares, seguramente le quedan menos de treinta mil, no le alcanzará para nada y estoy seguro que saldrá con sus amigos en la tarde. —Ordenó Jeon, pues Taehyung tenía la costumbre de salir en las tardes saliendo de clases, y sabía que no le quedaba mucho dinero porque había comprado una casa con playa privada en Seúl, gastado más de un millón de dólares, quedándose así sin dinero en su cuenta.
—De acuerdo. —
Jungkook lo miró una última vez, antes de darse la vuelta, yendo directo a la entrada de la mansión de nuevo.
**
—Por Dios Minseok, deja de babear que vas a inundar la escuela. —Se burló uno de sus amigos, haciendo reír a los demás integrantes del equipo de fútbol.
—Déjalo en paz minki, ¿no ves que está admirando a su futuro novio? —. Río.
—¿Quién, Taehyung? —. Preguntó Jeong, uniéndose a la conversación, pues acababa de llegar.
—Obvio, ¿ves a otro rubio sentado en las gradas? —
—Míralo, se le va a meter una mosca si no cierra la boca. —Se rió, observando a su amigo.
—Nisiquiera te está escuchando. —Aviso Jeong.
Y mientras sus amigos se burlaban, Minseok solo podía observar al rubio desde la cancha, incluso de lejos podía apreciar lo hermoso que era. Entre todas las personas, Taehyung resaltaba sin duda, era como la luz más brillante de todas.
Taehyung le gustaba, demasiado. Cuando lo veía, quedaba encantado en todos los aspectos con el, era simplemente perfecto. Sus amigos lo sabían, y siempre que el rubio estaba cerca, no podía evitar perderse en ese bonito chico de ojos azules, luciendo tan elegante, delicado y tierno.
¿Se hablaban? Un poco, habían cruzando algunas palabras antes, eran algo así como conocidos.
Pero en todas esas veces que hablo con Taehyung, quedo aún más fascinado de él. Incluso su voz era linda, era muy tierna si se lo preguntan. Recuerda haber hablado con él hace unos días, al parecer estaba de buen humor, pues su platica se alargó y estuvieran charlado animadamente, incluso pudo hacerlo reír, y oh dios, su risa era tan preciosa como el.
Definitivamente se enamoró de esos bonitos labios rosados, que al sonreír hacían la forma de un corazón. Todo en él era bonito, es por eso que no le sorprendía que fuera el más popular de la preparatoria, al que siempre veían cuando pasaba por los pasillos, o al que a diario rechazaba a muchos chicos cuando se le confesaban.
Taehyung era demasiado, y el enserio quería tenerlo a su lado.
Minseok pensaba que hacían una combinación perfecta. El siento el capitán del equipo de fútbol, muy popular entre las chicas, guapo, y con mucho dinero. Y Taehyung siendo el chico popular y bonito, parte del equipo de animadoras y la completa sensación de la preparatoria; eran la pareja perferta.
Justo ahora estaba muy entretenido observando Taehyung desde lo lejos, quien estaba sentado en las gradas, hablando con sus amigos, los cuales recordaba que eran jimin y, ¿lisa?, no estaba seguro de la última. Él estaba en medio, mientras que los otros dos a cada lado de él, sentados también.
Suspiró, fascinado cuando lo vio reírse de algo que había dicho alguno de sus amigos.
Y hubiera seguido viéndolo por mas tiempo, pero un balón golpeó su rostro, haciendo que salga de su burbuja y voltee a ver hacia la dirección de donde había venido el balón, con el ceño fruncido.
—Se dará cuenta, deja de verlo. —Se burló minki, quien había sido el que le había arrojado la pelota.
—¿Y por eso tenías que golpearme, idiota? —. Se quejó.
—Ya, ya, no peleen. Mejor hay que entrenar, sería más productivo que ver a alguien por horas. —Minseok al escucharlo, rodo los ojos, sabiendo que se refería a él.
—Sabes, creo que deberías de tener cuidado. —Le dijo Jeong, uniéndose a la conversación.
El pelinegro ( Minseok ), lo miró con confusión, queriendo saber a qué se refería exactamente su amigo.
—¿De que hablas? —. Preguntó.
Los demás presentes lo miraron también, curiosos.
—Uh, no se si sea verdad, pero hay un rumor de que Taehyung tiene novio y te lo digo porque en caso de que sea verdad no quiero que salgas con la nariz rota. —Río.
—¿De donde salió tal estupidez? —Dijo el pelinegro, negándose a creer lo que Jeong había dicho.
—Una amiga mía que es parte del equipo de animadoras, escucho a Jimin preguntándole a Tae si había salido a cenar con su novio. —
Minseok frunció el ceño.
—Seguramente escuchó mal, no lo creo. —Se negó el pelinegro.
—Pues ella dijo que escuchó claramente, así que dudo que sea mentira, aparte de que si así fuera ¿Entonces porque siempre rechaza a todos? Eso es raro. —dijo extrañado.
—Tal vez porque no le gusta nadie de los que se le han declarado, o simplemente porque no quiere algo en estos momentos, no lo sé. —
—Lo dudo, es demasiado raro, estoy seguro de que tiene novio. —Aseguró Jeong.
—Deja de afirmar cosas que no sabes. —Le dijo con molestia, negándose rotundamente ante la idea de que el rubio tuviera pareja.
—Déjalo en paz Jeong, ¿no ves que está apunto de ponerse a llorar? —. Se burló minki, haciendo reír a los demás.
—Oh, tú cállate. —Minseok llevó su visita al rubio de nuevo, quien seguía hablando con sus amigos.
Suspiró inevitablemente. Solo esperaba que Jeong estuviera equivocado.
**
El rubio caminaba por los pasillos, estaba saliendo a su segundo receso apenas, y se dirigía hacia la cafetería, había quedado de esperar a jimin y a lisa ahí, puesto que ellos salían diez minutos después de el, ya que tenían trabajos que entregar en una clase que ambos compartían.
Al entrar al espacio, camino con la cabeza alta, elegantemente y seguro de si mismo, al sentir las miradas de la mayoría puestas en su persona, algunos esperanzados de que el rubio se sentase en su mesa, con ellos.
Claramente Taehyung no lo haría, el solo se sentaba con personas de su mismo nivel, y él consideraba que: nadie estaba a su nivel.
Bueno, solamente Jimin y lalisa.
Camino hasta la mesa que le pertenecía, porque si, era suya, nadie más aparte de él y sus amigos se sentaban ahí, porque todos sabían que allí se sentaban el rey de la preparatoria, nadie se atrevía a sentarse.
Es por eso que siempre estaba sola, lista y apartada especialmente para él y sus amigos.
Al llegar al lugar, se sentó con tranquilidad. Sacó su teléfono, iba a avisarle a jimin y lalisa que ya estaba ahí, donde habían acordado de verse.
Al terminar de escribir, salió del chat grupal que tenía con ellos y entro al de su novio, para dejarle un mensaje, lo extrañaba.
- " Te extrañooo ~ "
Fue el mensaje que le dejó.
Toda las clases había estando pensado que Jungkook, este mes habían pasado muy poco tiempo juntos, es por eso que no podía parar de pensar en lo mucho que le gustaría estar con su novio; ambos recostados en la cama que ambos compartían, viendo alguna película o serie, abrazados y tranquilos.
Quería tener a jungkook minandolo y tratándolo como un bebé, que lo besara y le preguntase qué es lo que quería hacer. Así como cada vez que estaban juntos.
Aún que también algo que le gustaría hacer es salir de compras con su novio, a jungkook no le gustaba acompañarlo, pero Taehyung amaba que lo hiciera. Le gustaba ir de tienda en tienda con jungkook a su lado, eligiendo trajes y camisas que el pensaba que le quedarían muy bien, para así poder comprarlas.
Adoraba tener a su novio a su alrededor, siendo tan tierno, lindo, observador y amoroso con él cuando estaban juntos. Pero también amaba lo masculino, guapo, posesivo, sexy, caliente y protector que era con él.
Oh por Dios, el enserio extrañaba a Jungkook.
Hizo un puchero sin darse cuenta, perdido completamente en sus pensamientos.
Prendió su celular, para después meterse a su galería, viendo las fotos que había ahí.
Había muchas selfies suyas, que se tomaba cuando se sentía más lindo de lo normal. Había otras con sus amigos; haciendo muecas graciosas, y otra donde jimin besaba su mejilla mientras lo abrazaba. Había bastantes de la pijamada que hizo con jimin hace un tiempo; ambos con mascarillas, sonriendo y posando en las fotos.
Recordó que tenía un álbum con únicamente fotos de él y su novio, así que decidió entrar.
La primera que sus ojos vieron, fue una que se tomaron en el espejo de su habitación, con taehyung dándole la espalda al espejo, abrazando a jeon por el cuello y escondiendo su rostro ahí, mientas que el pelinegro lo tomaba con una mano de la cadera, y con la otra tomaba la foto.
Movió hacia un lado su dedo sobre la pantalla, para así poder ver la siguiente. Esta era una donde ambos estaban en el auto, Taehyung había alejado el teléfono para que se pudiese alcanzar a ver cómo la mano de su novio apretaba su muslo, mientras que él estaba concentrado, con su vista al frente al estar manejando. Se veía guapísimo, con la mandíbula apretada y el ceño levemente fruncido.
Volvió a deslizar su dedo por la pantalla, cambiando a la siguiente foto; esta era más una selfie, donde taehyung hacía una mueca tierna, y jungkook besaba su mejilla, abrazándolo desde atrás.
Amaba esa foto, es por eso que cuando la vio, ese sentimiento de tristeza al extrañar a su novio volvió a aparecer.
Le encantaría salir del colegio para poder ir a donde sea que estuviese su novio y besarlo hasta que se quedaran ambos sin aire.
Puchereo infantilmente.
—¿Porque esa cara taehyungie? —Preguntó lalisa apareciendo de repente, sentándose a su lado.
Segundos después jimin hizo lo mismo, solo que él se sentó a otro lado de él, dejándolo en medio.
Tae negó lentamente, sonriendo.
—No es nada. —Dijo Taehyung.
—Si claro, es por eso que estabas en tu galería viendo fotos de jungkook y tú. —Jimin había alcanzado a ver la foto antes de que se pagara el celular.
—¿Pelearon? —. Pregunto lalisa, a lo que el rubio se apresuró a negar.
—Nada de eso. —
—¿Entonces? —. Volvió a preguntar.
Jimin suspiró, por supuesto que él sabía lo que sucedía, Taehyung le había contado.
—Es que..—Tae trató de explicarse.
—Extraña a su mafioso, ¿no lo ves? Es obvio. —Se burló jimin con una sonrisa, haciendo que taehyung lo mirase con el ceño fruncido.
—No le digas mafioso a mi novio. —Regaño.
—¿No lo es? —. Taehyung torció lo ojos.
—¿Eso importa? —. Preguntó el rubio.
—No lo sé, ¿importa? —
—Claro que no, al menos que para ti si importe. —Dijo tae.
—No lo sé, ¿me importa? —Lisa río, y tae lo miró con molestia.
—Dios... ¿no te callarás? —Preguntó.
—No lo sé, ¿lo haré? —
—¡¿Puedes dejar de decir "no lo sé" para todo?! —Se quejó el rubio con una mueca, mientras que lalisa veía todo divertida, sabiendo que jimin lo hacía para molestarlo.
—No lo sé, ¿puedo? —Volvió a repetir jimin, sonriendo.
—Ush, eres un soportable..—
—¿Lo soy? —Volvió a preguntar, riendo escandalosamente cuando sintió como taehyung daba golpecitos sin fuerza en su brazo varían veces, al mismo tiempo que le decía " cállate, cállate", ambos sonriendo.
—Yo que tú me callo porque si no mañana vas a amanecer en una bolsa de basura, jimin. —Se burlo su mejor amiga.
—Claro que no. Mi bebé Tae no se atrevería a hacerme algo así, ¿cierto? —. Jimin pasó su brazo por los hombros de Taehyung, acercándolo a sí mismo.
—No lo sé, sigue molestándome y lo voy a considerar. —Fue su turno de jugar.
Jimin abrió la boca, ofendido.
Mientras que lalisa solo soltó algunas risas.
—Bien, méteme en una bolsa si quieres, pero espero que sepas que regresaré como un demonio y te llevaré conmigo, así tú mafiso no te va a poder ayudar. —Le dijo jimin ofendido, pero sin dejar de sonreír.
El rubio le sacó la lengua infantilmente, jimin le copió la acción segundos después. Y lalisa solo reía, divertida con su pelea falsa y tonta.
—Cambiando de tema, ¿a quien le toca ir por nuestra comida? —. Preguntó lisa.
—Yo fui por nuestro desayuno en el primer receso. —Se apresuró a decir jimin.
Ambos voltearon a ver a Tae atentamente, haciendo al rubio pucherear.
—No quiero ir. —Lloriqueo falsamente.
—Lo siento bebé, pero es tu turno. —Le dijo jimin feliz por no ser él al que le toca ir.
—Los odio. —El rubio se levantó de mala gana de su asiento, cruzándose de brazos y caminando hasta el lugar donde servían la comida.
Lalisa y jimin solo sonreían divertidos, sabiendo que no lo decía enserio.
Taehyung al llegar, se formó en la fila, esperando a que avanzara para poder pedir y comprar.
—Puede darme tres ensaladas, tres jugos de manzana y tres paquetes de galletas de chocolate, porfavor. —Pidió a la mujer que atendía una vez llegó su turno.
Esta asintió, y se apresuró a traer lo pedido, pues había más estudiantes esperando para poder comprar también.
—Aquí tienes, serían setenta y ocho dólares. —Le dijo una vez trajo todo, dándole una charola donde estaban los platos con las ensaladas pedidas.
El rubio asintió, sacando efectivo de su cartera, el cual había guardado por precaución, no quería volver a quedarse sin dinero.
Le entregó el dinero a la mujer, luego puso las demás cosas en la charola, donde estaban las tres ensaladas que había pedido.
La cargo, pero al instante sus brazos temblaron. Estaba pesada, al menos para el, siendo que era muy delgado, y tenía poca fuerza, no como su novio, quien seguramente podría llevarla hasta con una mano sin problema alguno.
Puchereo, caminando con la charola que era sostenía con ambas manos, cargándola con dificultad debido a los pesada que era, rezando porque no se le cayera al suelo en cualquier momento, que es lo que imaginaba que sucedería si no la dejaba en algún lugar, sus brazos estaban cansados, y eso que la mensa estaba más alejada.
Sintió como ese peso se iba, pues alguien le había quitado la charola de las manos.
—Déjame ayudarte. —Le dijo un pelinegro, sonriéndole.
Taehyung al verlo, lo reconoció; era Minseok, el capitán del equipo de fútbol de la preparatoria.
—Oh, muchas gracias..—agradeció, apenado.
—No es nada. ¿si me recuerdas? —preguntó.
El rubio asintió.
—Por supuesto, eres muy popular, imposible no recordarte. —Le dijo sonriendo.
—Me alegra que si me recuerdes, la última vez que hablamos temí que me olvidaras. —Admitió, sonriendo; dos bonitos hoyuelos apareciendo en sus mejillas.
—Por supuesto que no. Aparte, hemos hablado más de una vez, y en todas me reí, es difícil que te olvide así de la nada. –Le dijo el rubio, viendo como Minseok sonreía mientras agachaba la cabeza.
—Oh, entonces es un honor que el chico más lindo y popular del colegio me recuerde. —Halagó.
—Pues también es difícil para mi olvidar a el chico más popular, y guapo de la preparatoria, estamos igual, Minseok. —Y el pelinegro no pudo evitar emocionarse por los halagos hechos por el más bajo.
Incluso al escuchar su nombre salir de esos bonitos labios rosados y brillantes, pensó que sonaba jodidamente hermoso.
—¿Más popular? Mmm, ahí si tengo que corregirte. Ambos sabemos que tú eres más popular. —Sonrió.
Tae río.
—Ambos lo somos. —Corrigió ahora el rubio.
—Ambos somos populares, pero a ti se te declaran como diez personas a diario, a mi solo tres, así que tú ganas. —Tae mordió su labio, divertido.
—Oh, bueno, si. Soy demasiado lindo, nadie se me resiste, así que no puedo negarlo. —Dijo con fingida arrogancia, haciendo reír al pelinegro.
—Por supuesto, nadie se te resiste. —Aseguró Minseok.
—Igual tú no te quedas atrás, se que le gustas a muchas personas. —Le dijo el rubio.
—Mmm, tal vez. Pero sigues ganado tu, eres demasiado lindo como para no gustarle a cualquier ser humano. —Minseok soltó, sonriendo levemente al ver como los mofletes del más bajito se ponían rojos ligeramente.
—Lindo. —Dijo Minseok segundos después ante el sonrojo.
Y Taehyung no pudo evitar golpearse mentalmente por sonrojarse. Sentía que estaba cometiendo un crimen al hacerlo, porque sólo debía de sonrojarse con los halagos y apodos bonitos que le ponía su novio, pero le fue inevitable no sonrojarse, pues Minseok era muy guapo, si, y que pensara que él era lindo lo apenaba.
Seguramente si Jungkook llegase a enterarse que alguien lo hizo sonrojarse, lo mataría, sin dudas.
—Bueno, mmm, mi mesa está por allá...—Trato de cambiar el tema, queriendo irse cuanto antes.
—Se cual es, mis ojos están en ti la mayoría el tiempo, conozco donde te sientas. —Le dijo sonriendo, para después comenzar a caminar a esa dirección.
Taehyung no dijo nada, solo lo siguió desde atrás, aún un poco apenado.
Cuando llegaron, ambos amigos, quienes hablaban alegremente anteriormente, se callaron abruptamente al ver a su mejor amigo acercarse con el capitán del equipo de fútbol.
Jimin volteo a ver rápidamente a lalisa, hablándose con los ojos, algo que solo ellos entendían.
Minseok dejó la charola en la mesa, sonriéndole a los dos presentes como saludo, el cual fue devuelto de la misma forma.
Se volteo, pues tae estaba parado atrás de él.
—Bueno, fue lindo hablar contigo apesar de que solo fueron unos minutos. —Taehyung sonrió levemente, asintiendo.
—Si fue agradable. Y gracias por ayudarme, enserio. —Agradeció.
—No hay de que. Ah, y espero que hablemos pronto, me agradas bastante, taehyung. —Le dijo con sinceridad.
—Oh, si... me agradas también, espero hablar contigo pronto. —Sonrió.
—Ahora que se que te agrado, créeme que no dudaré en acercarme. —Minseok lo miró, encantado con esa sonrisita apenada en los labios del rubio.
—De acuerdo. —Aceptó, correspondiéndole.
—Bueno, tengo que irme, si necesitas ayuda en algo solo llámame o mándame algún mensaje. —Le dijo sonriente.
—¿Un mensaje? No tengo tu numero. —Taehyung dijo, con inocencia.
Mientras que Minseok sonrió enormemente en sus adentros, pues había logrado su cometido.
—Oh es cierto, entonces te lo daré. —Sacó rápidamente su teléfono, dándoselo a el rubio segundos después, con el objetivo de que este le diera su número.
Tae dudo en si hacerlo, pues no sabía cuán correcto era dárselo.
Un unos momentos después, decidió aceptar, pues Minseok le agradaba, y pensaba que podían ser buenos amigos. Claro, solo eso.
Tomó el teléfono de las manos contrarias y se añadió a contactos.
—Mm ya esta..—Le devolvió el aparato.
—¿Por que no te agendaste? —. Preguntó.
—Oh, es solo que no sabía como, prefiero que tú lo elijas. —Admitió el rubio.
—Bien, ¿Te parece "Rubio lindo" ? —Preguntó.
Jimin y lalisa observaban todo con una sonrisa, divertidos al ver a su mejor amigo avergonzado.
—Claro. —Dijo sin más, pues la verdad no le importaba mucho.
—De acuerdo, ya esta, entonces..—Guardó su teléfono nuevamente en su bolsillo.
—Te veo después, bonito. —Se despidió, dando la vuelta para salir del espacio.
Taehyung se quedó parado, algo confundió con lo que acababa de suceder, mirando hacia la dirección en donde iba, alejándose poco a poco.
—¡Le gustas! —. Casi grito su mejor amiga segundos después.
***
Taehyung bajó de la costosa camioneta, para después caminar hacia la entrada de la mansión. Estaba cansado, había tenido tres horas de matemáticas, se había estresado demasiado, quería llorar a mitad de la clase por no poder comprender con exactitud los problemas que había puesto el profesor.
Más las demás clases que tuvo hoy, eran una maldita tortura, lo único que lo animaban de vuelta, era ver a sus amigos en los dos recesos que tenía.
Suspiró, caminado con lentitud, llegando a la puerta y abriéndola lentamente.
Cerró la puerta detrás de él, quitándose los zapatos, poniéndose las pantuflas que estaba ahí, las cuales le pertenecían.
Desanimadamente camino hasta su habitación, subiendo las escaleras lentamente, odiando el silencio que había en la casa, pues solo estaban las sirvientas, los hombres de Jeon, y el. Todos tenían la regla de no hacer ruido, para no molestar al rubio, por supuesto.
Camino por los pasillos, hasta llegar a la puerta en donde era su habitación, que por cierto, era la más grande de toda la mansión.
Y al entrar, se quedó parado en el marco de la puerta, una sonrisa apareciendo en sus labios al ver a su novio sentando en la cama, mirándolo también.
—¿No vas a saludarme, ah? —. Preguntó el mayor, viendo segundos después a su niñito correr hacia el.
Al llegar, el rubio se sentó en el regazo contrario, pasando sus brazos por él cuello del mayor, y uniendo sus labios por largos segundos, besándolo profundamente, mostrándole lo feliz que le hacía verlo.
Se separó, para después besar continuamente su boca, dejando pequeños besos castos en sus labios.
—Mmm, mi amor..—Murmuró sobre los labios de Taehyung, sonriendo por lo bonito que se veía así de feliz.
—Te extrañe. —Le dijo el rubio, sonriendo también, volviendo a besar sus labios castamente, para después a volver a mirarlo.
—Y yo a ti. —Acarició la cintura del menor, metiendo sus manos por debajo de la blusita blanca que tenía puesta, tocando la suave piel.
—¿Que haces aquí? Pensé que llegarías a eso de las doce. —Preguntó curioso.
—Pasa que no me gusto ver tu carita triste en la mañana, es por eso que mande a soobin a hacer todo lo que tenía que hacer yo, para poder estar aquí contigo como querías. —Contó, viendo como la sonrisa de su novio se agrandaba.
Eso fue suficiente para hacer que el corazón de Jeon palpitara en demasía, cada día estaba más enamorado del bonito rubio que tenía encima, es por eso que siempre haría algo para hacerlo feliz si estaba a su alcance.
Y ni hablar del corazón de Taehyung, el cual palpito rápidamente, encantado con el gesto de su novio, feliz de que lo haya escuchado.
—¡Dios mío, te amo, te amo, te amo! —. Besó su mejilla repetidamente.
Jungkook sonrió, nada le hacía más feliz que tener a su novio contento.
—Me encanta verte feliz. —Le dijo Jeon, apresando a Taehyung con más fuerza entre sus brazos.
—Y a mi me hace feliz estar contigo. —Besó castamente de nuevo los labios de Jungkook.
Jeon suspiró, tranquilo y feliz con su rubiecito.
Taehyung se volvió a abrazar a Jeon, y ambos se quedaron así por unos minutos, en silencio. El rubio en definitiva amaba estar así con el, amaba estar cerca de él, tenerlo a su lado, sin duda esto era lo mejor de todo su día; estar con Jungkook.
Amaba sentirse amado, y eso solo sucedía cuando estaba cerca de él, no con nadie mas, solo con él; con Jungkook
Y justo en estos momentos, así era como se sentía, pues una calidez habiataba su corazón. Pensar en que Jungkook hizo algo para tenerlo feliz con respecto a algo que lo estaba afectando, lo hacia sumamente bonito para el.
No esperaba menos de su novio, siempre hace lo sea para tenerlo feliz, y esta vez no fue la excepción.
Jungkook acarició su cintura con tranquilidad, alejándose un poco para ver el bonito rostro de él rubio.
—Bebé, ¿Por que no vas a ponerte algo cómodo? —Sugirió.
Taehyung asintio, obedeciendo al instante.
Así que se levanto lentamente de las piernas de su novio.
—¿Quieres que pida algo para merendar? —. Preguntó, mirándolo.
—Mm, ¿podemos comer sushi? —. Pidió con ojitos grandes.
Jungkook sonrió ante la carita de su niño.
—Por supuesto amor. —
Tae sonrió, feliz. Camino derecho a su closet, con el objetivo de buscar algún pijama para ponerse.
**
Ambos habían estado viendo una película, ya había terminado de comer hace media hora, y ahora estaban recargados al respaldar de la cama, los dos muy concentrados en la pantalla grande, viendo lo que se reproducía.
Hace tiempo que el teléfono de taehyung había comenzado a sonar, avisándole que le había llegado un mansaje.
Primero fue uno, cinco minutos después le llegó otro, luego otro, y otro. Hasta el punto en el que comenzó a molestar a Jeon. ¿Quien tenía tanta urgencia como para mandarle mil mensajes a su novio?.
A Taehyung también le estaba irritando un poco, pues el sonido interrumpía y no dejaba escuchar con claridad lo que decían los protagonistas de la película.
Decidió silenciarlo.
Pero aún así, la vibración molestaba.
—Bebé, ¿Quien es y porque no para de mandarte mensajes? —. Preguntó, algo molesto por la interrupción que hacía el teléfono cada cinco minutos.
—No lo sé, no quiero prestarle atención, estoy viendo una película contigo, no puedo simplemente tomar mi celular y ponerme a chatear. —Puchereo.
—Hazlo, si es necesario para que deje de molestar. —Le dijo.
Tae negó.
—No, sea quien sea la persona que está mandándome mensajes puede esperar, ahora estoy con mi novio. —Dijo sonriendo, acercándose a Jungkook para dejar un suave beso en sus labios.
Después de esto, ambos siguieron viendo la película puesta, olvidando el tema de los mensajes.
Aún así, jungkook sentía curiosidad, quería saber quien era la persona que insistía tanto, si la tuviera enfrente, le cortaría los dedos para que nisiquiera pueda volver a mándale un dm a su chico.
Taehyung solo rezaba porque fuera jimin o lalisa, y no Minseok. El rubio jamás había mencionado a Minseok, es por eso que era alguien completamente nuevo para Jungkook, y al serlo, su novio se podría a la defensiva con él seguramente.
Y cuando su teléfono comenzó a sonar, indicándole que lo estaban llamando; jungkook apretó la mandíbula.
—Mi amor, ¿Quien putas te está llamando tanto? —. Pregunto con molestia, harto de esa persona que no dejaba de molestar.
—Uh, no lo sé. —Admitió, algo preocupado por la reacción de Jungkook.
—Dame tú teléfono. —Ordenó.
—¿Es necesario? —Puchereo.
—Muy necesario. —Tae suspiró, para luego acercarle su celular, el cual fue tomado en menos de un segundo.
Jungkook miró hacia la pantalla, para posteriormente prenderla. Su ceño se frunció mucho más a leer los mensajes que se mostraban en la pantalla de inicio, viendo también como le marcaba que tenía una llamada perdida de la misma persona.
—¿Quien es Minseok y porque mierda te dice "lindo" ? —. La lengua de Jeon empujó su mejilla interna, mirando a su novio fijamente, esperando una respuesta rápida.
—Solo es un chico del colegio. —Le dijo el rubio, mirándolo con ojitos grandes, no queriendo que se molestara con el.
—Eso no explica porque te envío quince mensajes pidiéndote salir con el, y hablar mañana en los recesos. ¿estuviste con el, ah? —La molestia en su voz era muy notable.
Tae bajó la mirada.
Y jungkook suspiró fuertemente, entendiendo que eso era un si.
—¿De que hablaron y porque tiene tanto interés en ti?. —Preguntó, con el mismo tono de voz.
—Solo fueron unos minutos. No podía cargar la charola con nuestro almuerzo y vió cuando se me iba a caer, así que me ayudo a llevarlo hasta la mesa, es todo. —Jungkook lo miró fijamente, creyendo que algo más faltaba.
—Claro, ¿y por ser tan amable le diste tu número? —. Los celos comenzaban a invadir el cuerpo de Jeon.
Tae negó rápidamente.
—Sucede que nosotros ya habíamos hablado antes, cruzábamos palabras aveces, y hoy al ayudarme, él dijo que era agradable hablarme, así que me pidió mi número...—Contó, viendo en todo momento el rostro de su novio.
—Taehyung, sus intenciones son muy obvias, ¿no ves? —.
—El solo quiere ser mi amigo. —Afirmó Taehyung, aún qué nisiquiera él estaba muy seguro de sus palabras.
—Si, quiere ser tanto tú amigo que te pide tu numero, te manda mil mensajes y en la mayoría usa apodos como " lindo ", " bonito". —Apretó la mandíbula.
—¿Te molesta? —. Preguntó, aún que era más que obvia la respuesta.
—Lo odio. —Dijo.
Tae hizo un puchero, y se acercó rápidamente a besar los labios contrarios.
—Te quiero lejos de él. —El rubio al escucharlo, no pudo hacer otra cosa más que asentir, porque si fuera al revés, está seguro que sería igual o peor.
—De acuerdo. —
—Mi amor, sabes que yo no tengo problema con que tengas amigos, pero este idiota no parece querer ser solo tu amigo, y no voy a dejar que esté atrás de ti pensando que no habrá consecuencias. —
El rubio asintio lentamente.
—Bloquéalo si quieres, no me importa. Solo quiero seguir abrazado a ti lo que resta del día. —Le dijo el rubio un minuto después, mostrándole que a él no le importaba.
Y así era, se sentía un poco mal por Minseok, pues le caía muy bien, pero no lo suficiente como para detener a su novio en caso de que quisiera hacerle algo. Y aún que el otro era bastante lindo, amable y buena persona con el; su novio siempre estaría primero.
Jungkook sonrió, y con su mano tomó la pequeña mano de su niño, acercándola a sus labios y dejando un beso en los nudillos.
El teléfono de taehyung volvió a vibrar en llamada, algo que hizo a Jeon gruñir de molestia, para después a tomar el teléfono con una de sus manos, respondiendo y llevándola a su oído.
—¿Taehyung? Lamento molestarte pero quería saber si pod-
—Mira, jinseok, junseok o como te llames, deja de llamar a mi novio o voy a quemar tu maldita casa contigo dentro, ¿entendiste? —Interrumpió a Minseok.
—¿Que? No se q-
—Te lo advierto, aléjate de él antes de que tome cartas en el asunto. —Y colgó.
Tae suspiró, seguramente mañana le espera un largo día...
**
Feliz año nuevoooooo. ❤️
Quería subirlo desde más temprano pero yo también estaba de fiesta con mi familia, así que no pude.
Mañana cuando despierte subiré el otro que les tengo como regalo.
Y ya m voy q tengo un ojo cerrado del sueño q tengo. 😭
Nos vemos, no se les olvide votar. :)
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