Al día siguiente, Izuku y yo nos despertamos en mi cama con el sonido del despertador.

- 'Yumi... - susurró él, aún medio dormido.

- Buenos días, precioso... - respondí, enternecida.

- ¿Ya tenemos que levantarnos...? - preguntó.

- Eso me temo... - suspiré - Ojalá pudiéramos pasar un día entero en la cama...

Izuku se sonrojó, y no pude evitar reír levemente.

- No me refiero a eso, Amor - respondí - Me refiero a estar así, tranquilos y sin preocupaciones, dedicarnos todo el día a nosotros...

- Suena increíblemente bien... - susurró - Tal vez, después de la misión de hoy, podamos pasar un día así.

- Prométeme que no harás ninguna estupidez... Y que estarás bien...

- Sabes que ninguno de los dos puede prometer eso...

- Pero en esta ocasión... ¿Podemos mentirnos...?

Tenía miedo de que algo pasara en la misión de ese día.

- Volveré, ¿vale?

- Yo también volveré - respondí - Sana y salva, como espero que vuelvas tú.

- Por supuesto.

Empecé a darle pequeños besos en el cuello, haciéndole cosquillas y arrancándole una risa. Estaba demasiado enamorada de él...

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Una vez todos con los trajes de héroes puestos y reunidos con los jefes de nuestras respectivas agencias, íbamos a separarnos en dos grupos: los que asediarían la base del Ejército de Liberación de Koseis y la Liga de Villanos, y los que evacuarían toda la zona cercana.

Kirishima, Amajiki y yo nos encontrábamos junto a FatGum, dispuestos a marchar hacia nuestro destino, pero fuimos detenidos por una voz.

- FatGum, ¿Podemos hablar un momento? - preguntó Shota.

Él y Hizashi se habían acercado a nosotros.

- Claro. ¿Pasa algo? - preguntó.

- No creemos que sea una buena idea que Shayumi esté en tu equipo durante esta misión - explicó Hizashi.

- ¿De qué hablas? - pregunté - La agencia con la que hago las prácticas es la de FatGum, tengo que ir con él.

- Black Alchemist tiene razón, se viene con mi agencia - dijo FatGum.

- Tiene estrés postraumático por culpa del secuestro, y os han asignado a la base de la organización - insistió Hizashi - No le hará ningún bien ir allí.

- Ah, pero a otros sí, ¿No? - inquirí.

- Shayu', sabes que no nos referimos a eso - suspiró Shota.

- Yo ya estaba al tanto del estado mental de Black Alchemist, pues ella misma consideró que era buena idea contármelo por si pasaba algo durante una misión - explicó FatGum - En cuanto supe a dónde nos asignaban, contacté con su psicóloga en la UA, con el número que ella me dio, y le pregunté si consideraba que Black Alchemist podía participar en esta misión. La Dra. Ishikawa dijo que no debería haber un gran problema, y que vistos sus avances con los tratamientos de psicoterapia, está capacitada para la misión.

- Pero- - fue a hablar Shota, pero fue interrumpido.

- Además, la estrategia de la misión ya está pensada - continuó - Si hubierais dicho esto con un poco más de tiempo para organizarlo, quizás no habría problemas ahora. Y por último, aunque no por ello menos importante, no habéis venido aquí como sus profesores, sino como sus padres. No sois objetivos respecto a la situación, por lo que me temo que no voy a acceder a vuestra petición.

Íbamos a avanzar de nuevo hacia nuestro destino, pero sentí una mano sobre mi hombro.

- Juro que como volváis a insis- - mascullé mientras me giraba.

Esperaba encontrar a mis padres, pero para mi sorpresa, fue Bakugo.

- ¿Pasa algo? - le pregunté.

- ¿Podrías...? Agh, ¿podrías asegurarte de que Eiji' esté bien? ¿Y de que no haga nada estúpido? Por favor... - me pidió.

- Por supuesto - contesté con una leve sonrisa, enternecida - Siempre y cuando tú hagas lo mismo con Izuku.

- Tu idiota no necesita protección.

- El tuyo tampoco - respondí.

Bakugo río levemente, y tendí mi puño hacia él.

- Hoy acabaremos con ellos - susurré.

- Claro que sí, imbécil - contestó, chocando mi puño con el suyo.

- Ten cuidado, ¿Vale?

- ¿Acaso crees que podrían herirme? - inquirió con una sonrisa de superioridad.

- Claro que no, Bakugo, eres intocable - reí.

Nos separamos y volví con mi equipo.

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Ya en posición, solo unos pocos alumnos de la UA nos encontrábamos en la primera línea, y esos éramos Kaminari, Tokoyami, Amajiki, Honenuki, Komori y yo. El resto de los allí presentes eran héroes profesionales, y los demás alumnos de la UA se encontraban bastante más atrás.

Suspiré profundamente, y alguien me abrazó por los hombros.

- Tus padres me han pedido que te proteja, ¿Sabes? - comentó Nemuri.

- Me lo suponía, la verdad - suspiré.

- Sé perfectamente que no necesitas que te protejan, ni yo ni nadie - continuó - Pero, por favor y por lo que más quieras, ten cuidado.

- Tú también, por favor.

Me apretó con fuerza, acción a la que correspondí, y después me soltó.

- ¿¡Por qué estoy en primera línea!? - chilló Kaminari, asustado - ¡Echo de menos a todos! ¡Echo de menos a mi clase!

Las manos empezaban a temblarme, mientras daba pequeños saltos para entrar en calor.

- ¿Recuerdas el plan? - me preguntó Cementoss.

- Por supuesto - respondí, sin dejar de moverme.

Pronto nos llegó la noticia, la misión empezaba. Empezamos a correr hacia la base, y no tardaron en escucharse más gritos por parte de Kaminari.

- ¡Quiero estar con los otros! - exclamó.

- Accediste a esto de antemano, ¿recuerdas? Necesitamos tu kosei - le dijo Midnight al rubio - Debes pensar que somos patéticos por pedirles ayuda a unos niños...

- ¡Imposible! ¡No pienso que los adultos seáis patéticos, para nada!

- Kaminari... Hay algo de lo que me di cuenta cuando tocábamos la guitarra juntos... - comentó Tokoyami - Es que eres un gran compañero.

- ¿¡Cómo se supone que deba ayudarme que halagues mis habilidades como guitarrista!? - berreó Kaminari.

- Eso no es...

- ¡Black Alchemist! - me gritó Cementoss - ¡Nos toca!

Ya habíamos llegado frente al edificio que les servía a los enemigos de base. Asentí con la cabeza, a la vez que ajusté los comandos de mi bota izquierda. Ambos activamos nuestros koseis sobre el cemento del suelo, consiguiendo que el que formaba las paredes del edificio ante nosotros se separara de la estructura, deshaciéndonos así de las paredes que nos separaban.

Empezaba la batalla.

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