A la mañana siguiente desperté en la cama de Izuku de su antiguo cuarto, abrazándolo a él por la espalda. Me moví con cuidado para no despertarle y me levanté de la cama. Salí de la habitación y caminé por la casa hasta llegar a la cocina, dónde me encontré a Inko.

- Buenos días, Shayumi - me saludó.

- Buenos días - respondí con una sonrisa.

- ¿Has dormido bien? ¿La cama no era muy pequeña para los dos?

- Tranquila, nos las hemos apañado - reí levemente.

- ¿Izuku sigue dormido? - preguntó.

- Ya no... - bostezó Izuku, llegando a la cocina.

- Oh no, ¿Te he despertado por accidente? - pregunté.

- No, tranquila - respondió, besándome la frente.

Oímos el ruido de una foto hacerse, y miramos a su madre, que nos apuntaba con su móvil.

- ¡Mamá! - se quejó Izuku.

- Perdón, es que estabais muy lindos - rió.

Ambos estábamos sonrojados, pero tratamos de ocultarlo un poco.

- ¿Quieres que te prepare un café? - me preguntó Izuku.

- Sí, por favor - respondí - Voy a por la medicina, ¿Vale?

- Espera, que te la he traído - dijo, sacando el bote de pastillas del bolsillo de su pijama - Estaban en la mochila.

- Gracias - contesté con una sonrisa.

Me tomé una pastilla y guardé el bote en mi bolsillo.

- Si no es indiscreción, ¿Para qué son las pastillas? - preguntó Inko.

- Para lidiar con las consecuencias psicológicas del secuestro - respondí, llevándome una mano a la nuca.

- ¡Claro, la Liga de Villanos os secuestró a ti y a Katsuki! - se dio cuenta - Perdón, no debí sacar el tema.

- No pasa nada - le quité peso al asunto.

Izuku me tendió el café mientras tomaba un sorbo de su desayuno.

- Debemos darnos un poco de prisa, Cementoss llegará pronto y tenemos que pasar la UA antes de ir a las prácticas para pillar los trajes - comentó Izuku.

- Ya lo sé, tranquilo.

- ¿A qué agencias iréis? - preguntó Inko.

- Yo a la de Endeavor, con Kacchan y Todoroki - respondió Izuku.

- Yo a la de FatGum, con Kirishima - añadí.

Acabamos de desayunar y fuimos al cuarto de Izuku. Salimos después de un rato, y una vez ya listos, Inko nos acompañó a la parada de autobús donde nos esperaba Cementoss.

- ¿Llevas tu pañuelo? - preguntó Inko a Izuku.

- ¡Sip!

- Ten cuidado, no vayas a pillar un resfriado - continuó.

- Vale.

- ¡Y no te olvides de mandarme un mensaje!

- Que sí, tranquila.

- ¡Que os vayan bien las prácticas! - nos deseó.

- Muchas gracias - dije con una sonrisa.

- ¡Hasta pronto, mamá! - se despidió Izuku.

Subimos al bus junto a Cementoss, camino hacia la UA.

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Ya en el tren de camino a la agencia de FatGum, Kirishima y yo íbamos hablando de chorradas cuando alguien nos interrumpió.

- ¡Sabía que os había oído!

Tetsutetsu apareció, armando escándalo.

- ¡Tío! - exclamó Kirishima - ¿¡Qué haces aquí!?

- ¡Lo mismo que vosotros, supongo!

- ¿También haces las prácticas con FatGum? - pregunté.

- ¡Así es! - respondió.

- ¡Va a ser genial! - exclamó Kirishima.

- Compadezco a Amajiki por tener que "soportar" la energía de ambos - reí.

- ¡Buah! ¡Les vas a caer genial a Amajiki y a FatGum! - dijo Kirishima.

- ¡Eso espero! - respondió Tetsutetsu.

La gente del tren les miraba raro, y yo no pude evitar reír, pero mi móvil empezó a sonar.

- Creo que te llaman, Aizawa - comentó el pelirrojo.

- Ya, ahora contesto.

Saqué el móvil de la mochila, acepté la llamada y me llevé el móvil a la oreja.

- ¡Hola, Nem'! - saludé.

¡Hola, cariño! -

- ¿Necesitas algo?

Necesitar, pues nada, pero quería comentarte algo... -

- Dime, pues.

¿Has aprovechado que estabas en casa de Midoriya para hacer el amor con él? -

Casi me atraganté con mi propia saliva.

- ¿Estás bien? - me preguntó Kirishima - Estás más roja que mi pelo.

- S-sí, no es nada - le respondí.

Shayu', no me ignoreeeees... -

- ¿Mis padres te han mandado preguntar eso?

¿¡Por quién me tomas!? No, cariño, es cosa mía -

- Ya...

Entonces, ¿sí o no? -

- No voy a contestar a eso... - susurré.

¡Madre mía! ¡Mi niña se hace mayor y ya no me cuenta sus secretos! - se lamentó de broma -

- Anda, Nem', no me vengas con eso - reí.

Me aparté un poco de los chicos para que no me oyeran.

¡Es que parece que era ayer cuando te hacía trencitas en el pelo cuando te quedabas en mi casa! -

- No es para tanto...

¡Claro que es para tanto! A veces lo hecho de menos -

- Yo también...

Buah, y pensar que de aquí a unos años tendrás una criaturita dando vueltas por todos lados y sacándote tanto de quicio como tú me sacabas a mí -

- Sí, y te llamará "Abuelita Nemuri" - reí.

¡Eso nunca! ¡A mí nadie me llama "abuela"! -

- Por supuesto - volví a reír.

Mierda, el trabajo me reclama... -

- Pues no les hagas esperar. Ya hablaremos, ¿vale?

Adiós, Shayu' -

- Bye (Adiós)

Colgué la llamada y volví con los chicos. Cuando finalmente llegamos a la agencia de FatGum, este nos recibió con los brazos abiertos.

- ¡Red Riot! ¡Black Alchemist! ¡Estoy encantado de teneros aquí de nuevo! - exclamó al vernos - ¡Y también me alegro de tenerte aquí, Real Steel!

- ¡Es todo un honor, señor! - respondió Tetsutetsu.

- ¿Ya han llegado? - preguntó Amajiki, apareciendo por detrás de FatGum - Hola a todos.

- ¡Hola, Amajiki! - saludó Kirishima - ¡Mira, te presento a Tetsutetsu!

Cuando ya tuvimos que ponernos los trajes, Kirishima acompañó a Tetsutetsu a los vestuarios, y me quedé sola con Amajiki un momento.

- Esos dos son igual de enérgicos - comenté - Pero lo son aún más cuando están juntos.

- ¿En qué me he metido...? - se lamentó Amajiki.

Reí levemente y fui a cambiarme. Una vez listos, nos encontramos con FatGum en la entrada de la agencia.

- ¿Listos? - preguntó, y asentimos con la cabeza - ¡Pues allá vamos! ¡A patrullar!

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