73.- Concierto y actividades
Colocamos los instrumentos, las luces y todo lo necesario para el concierto en el escenario del gimnasio. Allá por las 09:25, aparecieron Shota, Eri y Togata.
- ¿Huh? ¿Dónde está Midoriya? - preguntó mi padre.
- Aún no ha vuelto de comprar la cuerda - explicó Iida.
- ¿¡Cómo tarda tanto en hacer una simple compra!? - se quejó Sero.
- ¡Esooo! - secundó Hagakure.
Shota se acercó a mí, con una mirada seria.
- Shayumi, ¿Tú sabes algo? - me preguntó en voz baja.
- No, papá, no tengo ni idea - respondí - Llevo llamándolo casi 1h, pero no contesta al teléfono.
- ¿Estás bien? Te noto nerviosa.
- ¿Qué? No, que va, estoy genial. Izuku a desaparecido y no da señales de vida, el concierto empieza en 35' y parte de la gente que venga estará solo para juzgarnos,...
- Sssh, relájate... - dijo, tomándome las manos - Midoriya estará bien, ha pasado por situaciones demasiado complicadas como para que no pueda enfrentarse a prácticamente todo. Y respecto al concierto, habéis ensayado mucho, no debes preocuparte.
- ¿Pasa algo? - preguntó Denki, que acababa de acercarse.
- Es por los nervios - puso Shota como excusa rápidamente - Pero ya se siente mejor, ¿No es así?
Asentí con la cabeza y me sequé las lágrimas que se acumulaban al borde de mis ojos.
- Sí, supongo que sí...
Mi padre me puso una mano en la cabeza, despeinándome levemente.
- Bien... - suspiró - Me voy con Eri y Togata, avisadme si Midoriya aparece.
Kaminari y yo asentimos, así que Shota volvió con ellos dos y se marcharon juntos del gimnasio.
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Quedaba poco tiempo para las 10:00 e Izuku no aparecía. Aoyama había sido mandado a la entrada de la academia con su vestuario por si le encontraba. Estaban todos en sus posiciones tras el telón, esperando el inicio. Iba a subir a mi puesto con el resto del equipo de los efectos, cuando vi a Aoyama ayudar a Izuku a ponerse bien la corbata en el backstage. Sin pensarlo un momento salí corriendo hacia él y lo abracé con fuerza, sobresaltándolo.
- ¡Shayumi! - exclamó, sorprendido.
- Me tenías preocupada... - susurré, enterrando mi rostro en su cuello - Estabas tardando mucho, y... ¿Qué te ha pasado?
- Estoy bien, tranquila - rodeó mi cintura con sus brazos y besó mi sien - Te lo contaré después del concierto, ¿Vale?
- Hablando de lo cual, tortolitos... - dijo Aoyama, que se había quedado a un lado - Le concert va commencer (El concierto va a empezar).
- S-sí, vamos - tartamudeé.
Finalmente, todos en sus puestos, el telón no tardó en abrirse. Sacudí la cabeza y las manos, respirando profundamente a fin de calmarme.
- ¡Hagámoslo, joder! - berreó Bakugo.
Golpeó la batería con las baquetas con fuerza, causando una gran explosión. La banda empezó a tocar de repente.
- ¡Qué inicio más explosivo! - exclamó Kirishima - ¡Vamos a tener que ser muy ostentosos para poder igualarlos!
La coreografía empezó, y Kyoka se acercó al micrófono.
- ¡GRACIAS POR VENIR! - gritó.
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El concierto fue fantástico, el público estuvo emocionado todo el tiempo. Definitivamente, todo salió a pedir de boca. Una vez todo el público se hubo marchado, recogimos las cosas, dispuestos a llevarlas a las residencias de nuevo. Cuando salimos del gimnasio, vimos a una muchedumbre salir de la obra de teatro de 1B, alabándola.
- Desearía haber visto la obra de la clase B... - se lamentó Kaminari.
- Así son las cosas... - respondió Sero - ¡Tenemos que arreglar todo el destrozo que hemos causado!
A un lado, All Might reprendía a Izuku por sus descuidos.
- ¡Alguien está en un lío! - exclamaron Denki y Hanta al unísono.
Después Hound Dog se unió a la riña, para luego lanzar a Izuku por los aires, cayendo junto al grupo.
- De ahora en adelante, serás conocido como el "Chico Errante" - bromeó Sero.
- Anda, deja que te ayude a levantarte - dije, acercándome a Izuku.
- ¡Ey, buen show! - nos felicitó Mirio, que acababa de aproximarse junto a Eri.
- ¡Al principio, el ruido fuerte daba miedo, pero entonces todo el mundo estaba bailando y saltando! - dijo Eri, emocionada y con una sonrisa en el rostro - ¡Luego hubo una luz brillante y desapareciste, Deku! ¡Y todo se volvió frío, como "whoosh"! - alzó los brazos, siendo imitada por Togata - ¡Y las luces daban vueltas por todas partes! ¡El canto de la chica era realmente intenso, y..! ¡Ha sido increíble!
Izuku tuvo que usar la manga de su chaqueta para secar las lágrimas que afloraban en sus ojos.
- Me alegro de que te haya gustado - contestó.
- ¿¡Sí!? ¡Bueno, pues yo no me alegraré si llegamos tarde! - exclamó Mineta - ¡Ayúdanos, gandul!
- ¡Lo siento! - se disculpó - ¡Ya ayudo, ya ayudo!
Sonreí levemente mientras Aoyama le indicaba qué llevar, y me agaché frente a Eri.
- Volveremos en un ratito, divertíos mientras - le dije con un tono amable.
La pequeña asintió, y me uní al grupo llevando los amplificadores. Por el camino muchos alumnos nos felicitaron por el espectáculo, incluso aquellos de 1C que nos criticaban semanas atrás. Por su parte, Mineta solo nos metía cada vez más y más prisa, ya que quería poder ver el concurso de belleza. Cuando todo el gimnasio estuvo despejado y los instrumentos y materiales recogidos, nos dirigimos al concurso de belleza. Kendo nos deleitó con su demostración de artes marciales, Kenranzaki asombró al público con una carroza de su rostro, realmente impresionante.
- ¿De qué iba este show? - preguntó Eri, genuinamente desconcertada.
Ella estaba en brazos de Izuku para poder ver la pasarela, ya que nos encontrábamos bastante lejos.
- ¡Le seguía el ritmo hasta hace un segundo, pero ahora me he perdido! - exclamó Togata.
- Supongo que si quiere mantenerse invicta, es normal que busque mostrar algo tan ostentoso como eso... - comenté yo.
Finalmente llegó el turno de Hado. Se situó al final de la pasarela, y poco a poco se alzó al vuelo. Flotaba como la danza de un hada, rodeada por haces de luz dorados, formando una figura parecida a una rosa. Era precioso, cautivó a todo el mundo.
Volvimos a juntarnos los de 1A una vez hubo terminado el concurso. Todos estaban emocionados por el Festival, hablando de dónde ir.
- Shayumi, ¿Qué te ha parecido la exhibición de Hado? - me preguntó Uraraka.
- Siendo sincera, me ha recordado porqué no soy hetero - contesté con una leve risa - Bah, pero fuera bromas, ha sido impresionante.
- ¿¡A que sí!? ¡Estaba preciosa!
Mientras hablábamos, entreoí a Kaminari y Ashido.
- ¿Vais a ir al laberinto encantado de 1C? - les pregunté.
- ¡Sí! ¿Te apuntas? - preguntó Mina.
- Por supuesto - respondí.
Me despedí de Izuku y Eri, para después marcharme con Ashido, Hagakure, Kaminari y Mineta al laberinto. El ambiente era bastante siniestro, a decir verdad. Las paredes agrietadas, las telarañas y la mala/nula iluminación le daban un aspecto abandonado. Íbamos caminando por los pasillos del laberinto, mis compañeros habiéndose llevado algún que otro susto, cuando el torso de una persona salió del techo justo frente a nosotros. Todos soltaron enormes gritos, pero yo no pude evitar soltar una leve risa al reconocer a Shinso, cubierto de sangre falsa. Mis compañeros salieron corriendo, pero yo me quedé frente a él.
- Vaya, no he podido asustarte - comentó, fingiendo molestia.
- Me temo que no - reí - ¿Vas a estar aquí todo el día?
- No, cerraremos esto en unas horas. ¿Por?
- Por si querías dar una vuelta por los puestos - propuse - ¿Me mandas un mensaje cuando acabes y quedamos?
- Claro - contestó con una sonrisa.
Me despedí y me marché en busca de los demás.
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El Festival Escolar estaba siendo increíble. Estuve visitando puestos de comida con mis compañeros, exposiciones de inventos, pruebas deportivas,... Incluso vimos como coronaban a Nejire ganadora del concurso de belleza. Me había alejado un poco del grupo, cuando vi a Izuku.
- Ey, ¿Dónde estabas? - pregunté al acercarme.
- Tuve que ir a las residencias a hacer una cosa, pero ya he terminado - dijo, enseñándome una bolsa que llevaba en la mano.
- ¡Genial! Creo que Eri y Togata están cerca de los puestos de fotos con mi padre, tal vez deberíamos ir con ellos.
- Me parece bien, pero antes... ¿Puedes seguirme a un sitio?
- Claro, ¿A dónde?
- Tú solo sígueme - respondió - Pero te recomiendo ir un par de metros por detrás de mí.
Empezó a caminar hacia uno de los edificios que había cerca, y giró tras la esquina de este. Lo seguí hasta allí, pero cuando torcí la esquina noté unas manos tomando mi cintura. Izuku me atrajo hacia sí, pegó mi espalda a la pared y unió nuestros labios. Pese a ser tan repentino, no tardé ni un segundo en corresponder, colocando mis manos en sus mejillas.
- ¿Para esto nos hemos "escondido"? - pregunté con una sonrisa cuando nos separamos.
- Te he echado de menos todo el día... - suspiró, creando un camino de besos desde mi mejilla hasta mi cuello - Quería besarte, pero no podía hacerlo en mitad del festival.
No pude evitar soltar un leve gemido al sentir los labios de Izuku sobre una zona sensible de mi cuello, y cerré los ojos. Sus manos se afirmaron más en mi cintura, y sus labios volvieron a los míos. Rodeé su cuello con mis brazos, profundizando un poco el beso, cuando escuché un golpe y corté el contacto de nuestras bocas.
- ¿Has oído eso? - pregunté.
- ¿El qué?
- Un golpe, como de algo golpeando una pared.
- Yo no he oído nada - negó.
- Tal vez deberíamos parar, alguien podría vernos...
- No hay nadie, no te preocupes.
Llevó una de sus manos a mi rostro, acariciando mi mejilla con el pulgar, mientras que el resto de su mano estaba en el lateral de mi cuello.
"Yo que tú no me movería mucho, pequeña Okamoto"
Quité mis brazos de sus hombros de golpe y lo empujé para alejarlo de mí.
- Eh, ¿Qué pasa? - me preguntó - ¿Estás bien?
- Ehm, s-sí, solo es que creo que he oído a alguien - no era del todo mentira - Vámonos, Eri, Togata y mi padre deben estar a punto de irse, y supongo que querrás despedirte de ella.
- Tienes razón, vamos.
Nos dirigimos a los puestos de fotos, y después de un rato, les acompañamos a la salida de la UA.
- ¡Gracias por venir hoy! - dijo Izuku a Eri - Te lo has pasado bien, ¿Verdad?
- Sí... - respondió la niña, aunque se mostraba algo decaída.
- Eri, mira esto... - dijo, agachándose a su altura, y sacando algo que tenía tras la espalda - ¡Sorpresa!
- ¡Una manzana de caramelo! - exclamó Mirio - ¿¡Había alguien vendiendo!? ¡Las he buscado por todas partes!
- No parecía que hubiera, basándonos en el programa, así que pillé los ingredientes cuando fui a comprar - explicó - La tienda no tenía colorante alimenticio rojo, pero Sato me dejó un poco.
Eri tomó el dulce, mirándolo con curiosidad.
- Podrás volver a verles pronto, espero - le dijo Shota a Eri.
- Sí, estaría bien - afirmé - A ver si para la próxima estamos más tranquilos.
Eri se llevó la manzana a la boca y le dio un bocado.
- ¡Es muy dulce! - dijo con una adorable sonrisa.
- Siempre puedo hacer más, así que espéralas con ansias.
Nos despedimos de ellos y se marcharon, Izuku todavía sacudiendo la mano lo bastante alto como para que la vieran, hasta que desaparecieron en la lejanía. Bajó el brazo, y se crujió los dedos mirando la mano. La tomé y besé sus nudillos, para luego entrelazar nuestros dedos y caminar de vuelta a las residencias de 1A.
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¡Gracias por leer!
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