Días después de aquello, las clases continuaban su curso. Por fin, Izuku y yo pudimos reunirnos con All Might para que me contará todo lo relativo al "One For All" con todo detalle. Además, fuimos al entierro de Sir NightEye, donde Centipeder nos informó de que él iba a llevar su agencia a partir de ese momento. Nuestros Estudios de Trabajo Heróico fueron dejados al margen. Y ya, por útimo, la temperatura de Eri se estabilizó, por lo que recobró la consciencia, y pudieron averiguar que su kosei se activaba a través del cuerno de su frente, pero como no podia controlarlo bien, negaron cualquier tipo de visita.

Estábamos en plena clase de matemáticas, haciendo un ejercicio que nos mandó Ectoplasm.

- No es una ecuación elegante, pero ¿Quién puede resolver esta integral definida? - preguntó - Levantad la mano si lo sabéis.

Ami lado, Izuku escribía a toda prisa y muy concentrado, con el rostro casi pegado al papel y murmurando. Alzó la mano, aunque más bien, se puso de pie.

- ¡Midoriya! - le concedió la palabra Ectoplasm.

- ¡107/14! - exclamó como respuesta.

- ¡Incorrecto!

Levanté la mano tranquilamente, y Yaoyorozu se levantó de la silla al mismo tiempo.

- ¡Yaoyorozu! - avisó.

- ¡Es 107/28!

- ¡Correcto! - la felicitó el profesor - Ahora, pasemos a la siguiente página...

Miré mi libreta, con la respuesta correcta escrita, y suspiré profundamente.

- Que cerca... - dijo Mineta, inclinándose hacia Izuku - ¿Dónde la has cagado?

- Nngh... - masculló en voz baja, enseñándole el cuaderno.

- Déjame ver... - pedí, extendiendo mi mano hacia el cuaderno.

Me lo tendió, miré la operación y le expliqué el fallo.

- Si lo tenías bien, ¿Por qué no dijiste la respuesta? - me preguntó.

- Nah, creo que Ectoplasm no me vio - suspiré.

El timbre sonó, anunciando el descanso para comer.

- Eso ha sido feroz, Deku - dijo Uraraka, que se acababa de acercar a nosotros junto con Iida.

- ¡Desde luego, poner tanto esfuerzo en tus estudios es admirable! - exclamó Iida - Deberíamos recargar nuestras energías antes de las clases de la tarde con algo de la comida de Lunch Rush.

- Sí, por favor - dije.

- Me muero de hambre - añadió Izuku.

De un momento a otro, Aoyama estaba pegado a la cara de Izuku.

- Toma algo de queso - dijo, mientras se lo ponía en la boca.

Izuku le miró durante apenas un segundo, antes de alejarse de golpe por la impresión.

- ¿¡Qué-!? ¿¡Queso!? - exclamó.

- Es Pont-L'Êvéque - aclaró, mientras se llevaba un trozo a la boca - Suave, y bueno en el plato.

Masticó el trozo, sin expresión alguna en el rostro, y le tendió otro a Izuku.

- ¿¡Huh!? Espera... ¡Todavía estoy masticando! ¡Gracias, de todas formas...! - dijo mientras lo rechazaba, nervioso.

Aoyama asintió levemente, manteniendo su tipica cara de póker.

- Aoyama, ¿Te apetece venir con nosotros? - pregunté - Íbamos a la cafetería.

- ¡Es una gran idea! - secundó Iida - ¡He observado que comes solo la mayoría de las veces!

- ¡Non! - exclamó, extendiendo las manos contra nosotros - La comida de la cafetería no es apta a mi gusto.

Sin mediar palabra, se dirigió a su mesa, se sentó en la silla, extendió un mantel sobre la mesa y sacó de la nada su comida, bebida y cubiertos.

- Está bien... - respondí, algo extrañada.

- Cada uno a lo suyo... - dijo Iida, mientras nos marchábamos del aula - No vamos a presionarte. ¡Buen provecho!

...........................................................

Esa misma noche, me quedaba a dormir en la habitación de Izuku. Era ya entrada la noche, él estaba en su escritorio repasando matemáticas, y yo estaba sobre su cama mientras leía un libro.

- Ya es la 01:00... - comentó.

- ¿Ya? - pregunté, sorprendida - Creía que sería más pronto.

- ¡Será mejor que vayamos ya a dormir...!

Se tumbó ami lado y me acurruqué junto a él. Apagó la luz, dejándolo todo a oscuras, excepto por una franja de luz que se colaba entre las cortinas. Sin embargo, noté la mirada de alguien posada sobre nosotros, y abrí levemente un ojo. Aoyama estaba en la puerta de cristal que daba al balcón, observándonos. Puso sus manos sobre el cristal y las deslizó, como en un intento frustrado de abrir la puerta, ya que estaba cerrada desde dentro. El corazón me iba a mil por hora, pero me quedé quieta mientras veía sus movimientos. Se quedó estático durante unos segundos, para luego agacharse un rato y marcharse. Era capaz de escuchar el ritmo cardíaco de Izuku, dándome cuenta de que él también estaba despierto. Esperamos unos segundos, antes de abrir los ojos de golpe y reclinarnos.

- ¿Qué demonios hacía Aoyama en tu ventana? - pregunté, alterada.

- Ni idea. Si quería algo, podría haber llamado a la puerta normal, no saltar de un balcón a otro... - alegó con nerviosismo.

- Que mal rollo, de verdad... Mierda, ¿Y si me ha visto?

Nos levantamos y acercamos a la puerta del balcón, e Izuku corrió las cortinas. En el suelo del balcón había una especie de servilleta con trozos de queso encima, dispuestos de forma que formaban la frase "Lo sé".

- ¿Crees que...?

- ¿Pueda referirse al One For All? - terminó mi pregunta, y asentí - Eso estaba pensando...

- ¿Qué personas lo saben?

- Nosotros dos, All Might, Tsukauchi, Gran Torino, Kacchan y Recovery Girl - enumeró - Aoyama no debería tener conocimiento de ello.

- Será mejor que mañana hables con él...

- Tienes razón - afirmó - Por ahora, vamos a dormir.

...........................................................

Al a mañana siguiente nos "despertamos" tarde. Y digo "despertamos" porque apenas pudimos pegar ojo. Tuve que ir rápidamente a mi cuarto para cambiarme y fuimos corriendo a clase. Recorrimos el pasillo a toda pastilla, mientras Ochaco e Iida nos gritaban desde la puerta del aula.

- ¡No está permitido correr en los pasillos! - exclamó Iida - ¡Marchad lo más rápido que podáis!

- ¡Estás de coña, ¿verdad?! - reclamé, sin dejar de correr.

- ¡No, deja ya de correr!

Hicimos como mandó, y finamente llegamos al aula con Uraraka marcándonos la entrada.

- ¡Un minuto para que empiece la clase! ¡Justo a tiempo! - anunció Iida.

- Es demasiado pronto para que hagáis tanto ruido... - se quejó Sero.

- Los trasnochadores son diana de enfermedades - nos recriminó Iida - Vais a fastidiar vuestros nervios autónomos.

- Lo sentimos, señor presidente - se disculpó Izuku.

Izuku giró la cabeza hacia Aoyama, y yo miré disimuladamente para no levantar sus sospechas en el caso de que no me hubiera visto o reconocido.

- Surprise! (Sorpresa) - susurró el rubio, guiñándole un ojo.

...........................................................

La clase de MidNight fue bien, sin complicaciones ni nada fuera de lo común. Cuando terminó y Nemuri se marchó, Denki se acercó a Mineta.

- ¡Ey, Mineta! ¿¡Te has enterado de esto!?

- Nah, para todas las edades - respondió - ¡Mt. Lady y EdgeShot se han aliado con Kamui Woods!

- ¿Has dicho...? ¿Mt. Lady...? - dijo, con una expresión de pánico.

- Se hacen llamar "Los Acechadores" - comentó Kyoka - Ha habido rumores desde hace un tiempo.

No tardaron en incorporarse más personas a la conversación, mientras íbamos cogiendo cada uno nuestras respectivas maletas con nuestros trajes.

- Se están formando muchos equipos últimamente, ¿verdad?

- La carrera de Mt. Lady llegará muy alto gracias a esto.

- ¡Deberíamos formar equipos cuando seamos profesionales! - propuso Mina - ¡Uraraka! ¡Tú podrías hacerme volar, y hacer una lluvia de ácido!

- Algo demasiado brutal, ¿no? - apuntó Ochaco.

- ¡Y tú podrías controlarme con tu cinta, Sero! - continuó.

- ¿A dónde pretendes llegar con esto? - inquirió Hanta.

- Mientras, Koda, Shoji y Jiro se encargarían del reconocimiento - insistía - ¡Seremos el "Equipo del Día Lluvioso"

- Yuju... - contestó Kyoka, subiendo el puño.

- ¿¡Y qué hay de nosotros!? - exclamaron Mineta y Kaminari al unísono.

- ¡No, gracias! - respondió Mina, con una sonrisa.

Los rostros de Denki y Mineta se ensombrecieron y se pusieron a jugar con sus dedos, decidiendo dejarlo estar.

- Las personalidades molestas influyen tanto como la afinidad de los koseis en lo que atañe a compañerismo y alianzas - apuntó Yaoyorozu.

- Vaya, no me esperaba que echases más sal a la herida - reí por lo bajo.

- ¡Todos, preparados para salir! - exclamó Iida - ¡Es hora de cambiarse!

- La tarea de hoy será seguir trabajando en vuestros ataques especiales - explicó Cementoss cuando llegamos al "Gimnasio Gamma" - Vuestro objetivo anterior era crear dos movimientos "definitivos". Aquellos que aún no lo hayan logrado, seguirán entrenando... Los que lo consiguieron en su momento, se encargarán de mejorarlos.

Me aparté del grupo y empecé a practicar con el "Igneous Snap". Tenía bastantes ideas para el otro ataque, pero no me convencían del todo. A la lejanía, pude ver cómo Izuku se acercaba a Aoyama, que acababa de hacer un gran esfuerzo con su láser y le causó mal de estómago.

- ¡Cementoss-sensei! - exclamó Izuku - Aoyama no se encuentra bien. ¿Puede tomar un descanso?

- Por supuesto - respondió el profesor.

Se alejaron y parecía que entablasen una conversación. Con un poco de suerte, eso nos arrojaría algo de luz sobre todo el tema de la noche anterior. Sacudí la cabeza y volví a centrarme en mi entrenamiento.

...........................................................

Ya en las residencias, subí a mi cuarto y me puse a hacer los deberes. Al cabo de un rato, escuché algunos golpes en la puerta.

- Soy yo, ¿puedo pasar? - preguntó Izuku al otro lado.

- Claro, está abierto.

Pasó a mi cuarto y se sentó sobre la cama, suspirando.

- Aoyama no sabe nada del One For All - anunció.

- Menos mal... Entonces, ¿a qué se refería con el mensaje del queso?

- Cuando hablé antes con él, me explicó que se refería a que sabía por lo que pasaba al usar mi kosei. Afirma que ni su cuerpo ni el mío están "hechos" para soportar la carga de nuestros respectivos koseis - explicó, con una media sonrisa - A su manera, ha intentado animarme. Dijo, y cito literalmente sus palabras, "A menos que podamos hacer frente a aquello que nos hace sufrir, no podremos brillar de verdad". Creo que esta pequeña charla nos ha acercado.

- Me alegro por vosotros - respondí, mientras me sentaba a su lado.

- Aproveché para preguntarle lo de, bueno, si te vio.

- ¿Y qué dijo?

- Que sí, que te vio en la cama y que te reconoció por tu "cabello increíblemente despeinado" - contestó, y no pude evitar soltar una risa - Pero le pedí que no dijera nada, y me aseguró que se mantendría callado respecto al tema.

- Mejor así, ¿verdad? Espero que no te moleste que estemos manteniendo todo esto en secreto...

- Para nada - negó con la cabeza - Quiero que te sientas cómoda, y si no quieres que todos lo sepan, lo entiendo.

- Gracias... - suspiré.

Incliné mi cuerpo hacia él, acercando nuestros rostros, cerrando los ojos y uniendo nuestros labios en un beso. Era normal, nada diferente a nuestros besos habituales. Entonces, sentí la lengua de Izuku sobre mi labio inferior, y abrí la boca, dándole acceso. Colocó su mano izquierda en mi cintura y la derecha en mi mejilla, inclinando después su cabeza hacia un lado para tener mejor acceso. Su lengua recorría mi boca, y después se entrelazó con la mía, profundizando el beso. Era apasionado y húmedo, torpe pero agradable a su manera. Tomé el control del beso, me situé sobre su regazo y coloqué mis manos en sus mejillas, mientras que él desplazaba ambas de sus manos a mis caderas.

- ¿Debería preocuparme porque me des un beso francés poco después de hablar con Aoyama? - pregunté riendo levemente cuando nos separamos para tomar aire.

- No digas chorradas, 'Yumi - rió, y volvió a besarme.

-----------------------------------------------------------
¡Gracias por leer!