La operación del rescate de Eri terminó sobre las 09:15. Todo ello, las batallas, las vueltas por el complejo, duraron 45 minutos.

Desperté en una habitación de hospital. La luz cegadora del techo me impedía ver, pero intenté levantarme. Y digo "intenté", porque sentía cada célula de mi cuerpo sumida en dolor.

- Oh, god! (Oh, Dios) - escuché a mi lado - Don't even try to move (Ni siquiera intentes moverte).

Logré enfocar la vista, viendo así a Hizashi, de pie al lado de la camilla. Me quitó la mascarilla de oxígeno y la dejó apartada.

- Menos mal que has despertado... - suspiró - Me estoy hartando de tener que verte en hospitales...

- ¿Qué ha pasado...? - traté de hablar - Estaba en la base de los Preceptos, Izuku... ¿Dónde está? ¿Y papá? ¿Y Eri, NightEye, Togata, Amajiki y Rock Lock? ¿Están bien?

- Hey, hey, keep calm (Ey, ey, relájate) - respondió - Midoriya está perfectamente, no tiene ni un rasguño. A tu padre le han dado 10 puntos en el hombro, pero nada más, el efecto del kosei de Kurono ya se ha pasado. Amajiki está descansando, tiene algunas heridas pero se recuperará, aunque no sé todavía nada de Togata. Rock Lock está bien, su mujer y su hijo han venido a visitarlo, no tiene nada grave. Eri tiene fiebre, no ha cesado en todo el tiempo que lleváis aquí, así que la han aislado.

- ¿Todo el tiempo que llevamos aquí? ¿A qué te refieres? - pregunté.

- Por lo que tengo entendido, te desmayaste en cuanto Shou' borró los koseis de Eri y Midoriya. Te subieron a una ambulancia y te trajeron a este hospital, directa a quirófano - explicó - Cuando llegué, me dijeron que te estaban operando para cerrar la parte dañada de tu abdomen, al igual que las otras heridas, y quitarte los restos de estaca que se te hubieran podido quedar en la espalda. La operación duró poco menos de dos horas, y llevas una durmiendo con anestesia.

- La herida del abdomen... - pensé por un segundo - Espera... No me has dicho cómo está NightEye.

- Él, bueno... - desviaba la mirada, se encontraba incómodo - Han llamado a All Might y a Shuzenji para que vengan a... Despedirse. Los médicos dicen que es posible que no llegue a mañana, más bien que es un milagro que siga respirando...

- T-tienes que estar de broma...

- Ojalá fuera así... Shota y Midoriya están también allí, Sir NightEye quería hablar con Midoriya.

Me quedé en silencio. Togata había perdido su kosei y Sir NightEye se debatía entre la vida y la muerte. ¿Habíamos cumplido la misión, o habíamos fracasado?

- ¿Cómo has sabido dónde estábamos? - pregunté.

- Me llamaron a la UA en cuarnto te ingresaron, y estaba justo en clase con tus compañeros, así que puedes esperar que os bombardeen a preguntas en cuanto lleguéis.

- Siento haberte preocupado... Ya es la cuarta vez que me despierto en una camilla en menos de un año... Soy una inútil, no sirvo para esto... - dije al borde de las lágrimas.

- No, darling, please, don't cry (No, cariño, por favor, no llores) - trató de animarme - Serás una heroína magnífica, pero por ahora, estás aprendiendo. Así que, pase lo que pase, no vuelvas a dudar de ti misma.

Acercó su mano a mi rostro para secar mis mejillas y me besó la coronilla.

- Los médicos dicen que el daño de la espalda no es grave, la estaca no llegó a tocar la columna, así que no requerirás rehabilitación - explicó - Intenta descansar, todavía estás débil por culpa de la operación.

- Está bien... - cerré los ojos lentamente.

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Cuando volví a despertarme, Shota y Hizashi estaban sentados en el sillón. Shota estaba apoyado en el hombro de Hizashi, y él apoyaba su cabeza en la del otro, ambos dormidos. La luz de la tarde se adentraba por la ventana, y las luces del techo estaban apagadas, proporcionando una luminosidad agradable.

Noté una presencia a mi derecha, y giré mi cabeza levemente para ver qué era. Izuku estaba sentado en una silla, con la cabeza sobre sus brazos, apoyados sobre la camilla a mi lado, descansando apaciblemente. No pude evitar sonreír enternecida, y moví mi mano levemente hasta que llegó a sus cabellos, que empecé a acariciar. Izuku se removió un poco, y abrió los ojos.

- Buenas tardes, dormilón... - susurré, sonriendo.

- Mira quién habla... - respondió, aún medio dormido y entre bostezos - Llevas durnmiendo todo el...

Se irguió de golpe, con los ojos muy abiertos.

- ¡Has despertado! - exclamó.

- Tsss, baja la voz, o vas a despertar a mis padres - dije en voz baja, cubriéndole los labios con el dedo índice.

- S-sí, es verd-dad, perdón - contestó, sonrojándose un poco - Me he emocionado demasiado.

- Me alegro de que estés bien, Izuku - dije - Mi padre me contó lo de NightEye...

- Falleció esta mañana... - suspiró lzuku - All Might y yo nos echamos a llorar, pero Mirio... Estaba destrozado...

- Ha perdido demasiado en muy poco tiempo... Su kosei, su mentor,... - suspiré - Ojalá pudiéramos hacer algo por él...

Izuku pareció pensar un segundo.

- ¿Crees que pueden oírnos ahora mismo? - preguntó, refiriéndose a mis padres.

- A menos que grites, seguramente no; Shota tiene el sueño muy profundo, y Hizashi está bastante sordo y no lleva los audífonos, así que... ¿Por?

- Yo sí que puedo hacer algo por Mirio - dijo - Voy a darle mi kosei.

- ¿Cómo? ¿De qué hablas?

- En cuanto salgamos del hospital y volvamos a la UA, hablaré con All Might para que te lo cuente bien. Pero básicamente, el kosei que me pasó se puede traspasar a través de la obtención del ADN del portador actual por parte del nuevo - explicó - Como portador actual, puedo pasárselo a Mirio. Después de todo, él iba a ser el nuevo, no yo...

- Pero, entonces, tu kosei se debilitaría, ¿No? Como le ha pasado a All Might estos meses de curso.

- Podría seguir usándolo, aunque no a la misma potencia. Seguramente podría seguir siendo un héroe, y Mirio obtendría lo que le pertenece por derecho.

- Izuku... - tomé su mano - Si All Might te lo dio a ti, te pertenece por derecho... Igualmente, es muy noble por tu parte. ¿Pero qué pasaría si no saliera bien? ¿Y si perdieras tu kosei?

- Saldrá bien, no habrá problemas.

Iba a replicarle, pero estaba tan determinado que ningún argumento parecía que le fuera a hacer cambiar de idea. Empezaba a anochecer, el cielo anaranjado era visible a través de las ventanas.

- ¿Quieres sentarte aquí? - pregunté - Esa silla no parece muy cómoda.

- No, no quiero molestarte...

- Eso nunca. Anda, sube aquí.

- Está bien, como tú digas.

Subió a la camilla y se sentó detrás de mí. Me coloqué entre sus piernas, en posición lateral para no presionar mi espalda, y coloqué sus manos alrededor de mi cintura.

- ¿Sabes cómo están los demás? Ya sabes, Uraraka, Tsuyu y Kirishima.

- Uraraka y Tsuyu están bien, pero Kirishima está vendado por todas partes debido al gran número de laceraciones sufridas - respondió - De todas formas, eso no le ha impedido bromear diciendo que es una momia.

Reprimí una leve risa.

- Me alegro... - suspiré - No me puedo creer que nuestra primera misión real haya acabado así...

- Hoy se ha perdido demasiado... Pero lo hemos conseguido...

- ¿A qué precio? Una muerte, que alguien pierda su kosei,... Y no será más sencillo en el futuro.

- Ya, pero vamos a seguir adelante.

Dudé por un segundo.

- ¿Crees que he hecho mal...?

- ¿A qué te refieres?

- A escoger este camino... Tal vez debí pensar un poco mejor antes de decidir ser heroína. Debí haber escogido otra especialidad, no haberme lanzado de lleno a un sueño para el que no sirvo...

- Shayumi... Lo de hoy ha sido una mala experiencia. Y has tenido otras de este tipo en los últimos meses. Pero también has hecho cosas increíbles, que demuestran tu valor. Entraste a la UA con la mejor nota, quedaste segunda en el Festival Deportivo, y has conseguido tu licencia provisional. Si hubieras hecho mal, no habrías logrado tanto.

Suspiré con pesadez.

- ¿Tú crees...? - pregunté en voz baja.

- Solo sé que debemos sonreír. Mirar al frente con usa sonrisa, listos para demostrarle al mundo lo que valemos - respondió con una sonrisa.

Me estiré un poco hacia su rostro, y dejé un suave beso sobre sus labios. Cuando me aparté, él estaba completamente sonrojado.

- Espera, ¿Esto significa que-?

- Sí - interrumpí, mirándole a los ojos - Volvemos a estar juntos.

Sonrió levemente y me dio un beso casto. Entre una cosa y la otra, ya era noche cerrada, e Izuku empezaba a bostezar.

- ¿Tienes sueño?

- Un poco - contestó - ¿Te importa si me duermo?

- No pasa nada, también necesito descansar un poco...

Me acurruqué un poco más contra él, colocándome de lado, y el aferró su agarre.

- Buenas noches, Izuku...

- Buenas noches, Shayumi...

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