64.- Los encontramos
- En cuanto encontremos a Chisaki, borraré su kosei - nos avisó mi padre a Izuku y a mí - Analizad la situación y actuad concorde a ella, pero no os paséis.
Asentimos con la cabeza.
- Midoriya, no sabemos exactamente qué pasará allí - continuó hacia Izuku - Así que asegúrate de no romperte nada.
Corrimos por el pasillo, encontrando pronto a Sakaki, otro miembro de Los 8 Preceptos de la Muerte, tirado en el suelo e inconsciente. Sakaki presentaba diversas magulladuras, indicio de que había sido golpeada hasta alcanzar tal estado.
- Esto tiene que ser cosa de Togata - dije, y nos frenamos un poco - Es el único que iba por delante de nosotros. Deben estar al otro lado de la pared del fondo, tiene una estructura irregular respecto a las demás...
- También podría ser la Liga de Villanos - propuso Sir NightEye - Después de todo, ya los han traicionado.
- Sigo pensando que deberías haber vuelto fuera - insistió mi padre.
- Y yo te sigo diciendo que puedo con esto - me quejé - Mis problemas son Shigaraki, All For One y Toga. Mientras no aparezcan, no tendré ninguna complicación.
- Shayumi, por favor, dime que estás segura de esto - me susurró lzuku.
- Lo estoy - respondí.
- Pues vamos a por todas.
Volvimos a correr hacia el muro del fondo, e Izuku lo destrozó de una patada. Llegamos a una habitación enorme. Dos villanos, a los que reconocimos como Kurono y Nemoto, se encontraban en el suelo, inconscientes. Chisaki estaba tocando el suelo, creando grietas y estacas, que se dirigian hacia Togata. Izuku golpeó rápidamente a Chisaki en el brazo, rompiéndolo y lanzando al propio Chisaki hacia atrás.
- ¡NightEye! ¡Agarra a la niña! - exclamó mi padre mientras activaba su kosei.
- Detrás de mí... - jadeó Togata, magullado y cubierto de sangre.
Sir NightEye se lanzó hacia ellos y los abrazó contra sí.
- Increíble... Bien hecho, Mirio... - le dijo, sin soltar su agarre.
Shota, Izuku y yo nos dirigimos rápidamente hacia Chisaki, que intentaba, en vano, usar su kosei sobre el suelo.
- ¡Lemillion lo ha arrinconado! - exclamó Shota - ¡Es momento de hacerle pagar!
- ¡¡Despierta, Chrono!! - ordenó Chisaki.
- ¡Apartáos! - exclamó mi padre, empujándome hacia un lado y, por consecuencia, también a Izuku.
La manecilla grande del cabello de Kurono atravesó su capucha, haciéndole un corte en el brazo derecho a Shota.
- Aquellos a los que apuñale mi manecilla grande, tienen que ralentizarse - dijo Kurono - Intentaba cortaros a los 3 a la vez, pero... Bien hecho, héroe.
- ¡Chisaki! - exclamamos Izuku y yo al unísono, mientras corríamos hacia él.
- ¡Todo esto que hacéis es inútil! - gritó Chisaki, golpeando el suelo con las puntas de sus dedos, con tanta fuerza que le llegaron a sangrar.
Shota no pudo evitar pestañear, por lo que Chisaki pudo volver a usar su kosei, creando infinidad de estacas puntiagudas que salían del suelo. Izuku, Sir NightEye, Togata y Eri lograron evitarlas, pero una de las estacas se me clavó en el brazo. No era una un herida profunda, y pude quitarme la estaca.
- Mierda... - mascullé, mordiéndome el labio y tapando la herida.
- ¿Estás bien? - me preguntó lzuku.
- Sí, no es nada...
Chisaki se levantó lentamente, con la mano izquierda sobre su rostro.
- No voy a dejar que mi plan maestro se vea arruinado... ¡Por una panda de idiotas! - dijo, e hizo que el cuerpo de Nemoto volara por los aires hasta él - ¿¡Has escuchado eso, Nemoto!? ¡Seguramente te cabree que mi final llegué así! Lo has hecho bien, Nemoto, de verdad. ¡Y sé que estás deseando morir por mí, ¿Cierto?!
Agarró la cabeza de Nemoto con la mano derecha, y parecía que ambos hubieran volado por los aires. Una nube de polvo se levantó, tapándonos la visión.
- Lemillion, sin duda, eres más fuerte que yo - se oyó la voz de Chisaki, algo distorsionada - Pero ha sido todo para nada.
Chisaki había perdido la cordura. En cuanto la nube de polvo se disipó, dejando a la vista a Chisaki, que se había fusionado con Nemoto. Su máscara en forma de pico se había incrustado en su cara, y se abría como si fuera su nueva boca. Tenía 4 brazos enormes y con apariencia afilada en los dedos.
- ¡Voy a recuperar a Eri ahora! - gritó - Estoy de muy mal humor. Pero parece que las cosas me van mejorando.
- Deku, ¿Ves a Kurono o Eraser? - le pregunté en voz baja.
- Negativo... - respondió susurrando - ¿Crees que Eraser esté bien?
- No lo sé...
- Soy un maniático de la limpieza - volvió a hablar Chisaki - Cuando alguien me toca, pierdo el control. Nunca me había visto tan arrinconado hasta ahora... Me siento mal por ti, Lemillion. Si no te hubieses entrometido entre Eri y yo, no habrías perdido tu kosei de forma permanente. Podrías haber seguido adelante, impulsado por tus ridículos sueños sin sentido.
De repente, que Togata tuviera sangre en el costado cobró sentido. Habían logrado dispararle con las balas que contenían la sangre de Eri. Por eso se hirió peleando. Chisaki usó uno de sus brazos extra para coger una pequeña caja, que contenía las balas.
- Pero sigues oponiéndote, aún sin él... Bueno, pues esta es tu recompensa por todo este esfuerzo - continuó, y se lanzó hacia Togata, Sir NightEye y Eri - ¡Tus amigos van a morir, y todo gracias a ti!
Chasqueé los dedos y creé una bola de fuego, que interpuse en el camino de Chisaki y convertí en un muro. Izuku saltó y le lanzó una de las estacas de piedra, pero Chisaki la tocó y la hizo pedazos. Agarró una estaca más y se dispuso a lanzarla, pero se repitió lo anterior. Luego, Chisaki utilizó los fragmentos para crear estacas justo debajo de Izuku, pero él logró evitarlas gracias a las suelas de acero de sus botas. Traté de rodearlo con el fuego, pero usó sus manazas para disiparlo y apagarlo en apenas unos segundos.
- ¿Eso es todo lo que tenéis? - preguntó Chisaki - ¿Fuerza, velocidad y un poco de fuego?
Entonces, Sir NightEye le lanzó el sello, que le dio con tanta fuerza en el brazo como para crearle un boquete.
- ¡Yo me encargo de él! - exclamó mientras le lanzaba más sellos - ¡Proteged a Lemillion y a Eri!
- ¡Entendido! - respondí.
Para llegar hasta ellos, Izuku fue saltando, impulsándose en las estacas. Yo, sin embargo, utilicé mi kosei para impulsarme con el aire y aterrizar junto a ellos.
- ¡Eri, Mirio! ¿¡Podéis caminar!? - exclamó Izuku.
- Sí... No hay... Problema... - contestó Mirio, entrecortado y sin levantar la vista del suelo - Pero... Después de todo esto... Yo... La he decepcionado...
- Togata, tú no tienes la culpa de nada, has hecho un trabajo increíble - traté de "tranquilizarlo" - Salgamos de aquí...
- Agarra a Eri, yo llevaré a Mirio - me dijo Izuku, y asentí con la cabeza.
Agarré a Eri y me la puse a la espalda, mientras Izuku levantaba a Mirio en brazos.
- Al otro lado de esta pared se encuentra la ruta por la que vinimos - avisé.
- Tenemos que alejarnos de Chisaki - dijo Izuku, y abrió un boquete en la pared de una patada - Cualquier lugar es más seguro que este.
- No... Ya habéis hecho bastante... - la voz de Eri sonó tras de mí, lágrimas caían de sus ojos - Lo siento mucho...
La agarré y me la puse delante, apoyando su cabeza en mi hombro.
- Ya está... Esto terminará pronto, te lo prometo - dije, acariciándole el pelo - Vamos a salir de aquí, y podrás vivir feliz y tranquila, sin más malos como este. Pero tienes que ser fuerte y aguantar un poquito más, ¿Vale?
La pequeña asintió levemente, y cruzamos al otro lado del agujero. Íbamos a empezar a correr, pero Mirio gritó.
- ¡Sir!
Izuku y yo nos giramos, presenciando una horrible escena. Sir NightEye, empalado por una estaca en torso, que le atravesaba de lado a lado, y otra estaca le había arrancado el brazo de cuajo. Chisaki se dirigía de nuevo hacia nosotros, a una velocidad abrumadora.
- ¡Togata, llévate a Eri! - exclamé, mientras los dejábamos en el suelo.
Chisaki creó unas estacas en dirección a nosotros, pero logré crear un muro para bloquearlas justo antes.
- Es más poderoso que antes... - advertí.
- ¿Antes se estaba conteniendo, no peleaba en serio? - se preguntó Izuku - No... Está claro que ha perdido la cordura, ya no tiene el control completo de su kosei.
Os dais cuenta de que las cosas sólo están empeorando para vosotros, ¿No? - preguntó Chisaki - Rendíos, antes de que muráis y probéis que tengo razón.
- ¡No vamos a permitir que eso ocurra! - aseguré mientras me levantaba.
- ¡Aunque esté grabado en la roca...! - dijo Izuku, preparándose para pelear - ¡Pasaremos ese futuro a golpes!
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¡Gracias por leer!
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