60.- Fingir normalidad

El sonido de una alarma me despertó a la mañana siguiente. Por un momento, me asusté al notar que había alguien más en la cama, pero recordé dónde y con quién estaba.

- Venga, que llegaremos tarde - dijo Izuku mientras me zarandeaba.

- Sí, sí, ya voy - respondí mientras me levantaba, dándole la espalda - Tengo que ir a mi cuarto rápido, antes de que me encuentre con los demás.

Al no recibir respuesta alguna, me giré extrañada. Izuku mantenía la vista fija en algo que había sobre su mesa: Los informes del caso de Los 8 Preceptos de la Muerte. La nube de felicidad en la que me encontraba se desvaneció en apenas un segundo.

- Casi lo había olvidado... - susurré, mi voz temblando - ¿Cómo he podido...?

- Yo también…

Tragué saliva, tratando de reducir el nudo que tenía en la garganta.

- Me voy ya... Nos vemos luego…

- Sí, hasta luego…

Salí por la puerta con cuidado, tratando de ir lo más rápido posible para evitar a los compañeros cuyos dormitorios estaban en ese piso. Subí en el ascensor y llegué a mi habitación. Cogí el uniforme, una toalla y bajé a las duchas. Tras estar completamente lista, me dirigí a la cocina de la zona común, y me preparé un café.

- Buenos días, Aizawa - saludó Jiro, que acababa de llegar.

- Hola - contesté, con los ánimos todavía algo bajos.

- ¿Estás bien? Ayer tú, Midoriya, Uraraka, Kirishima y Tsuyu no estuvisteis en todo el día, llegamos a preocuparnos - preguntó.

- No es nada, teníamos jornada intensiva en las prácticas - mentí.

- Ah, bien - dijo - Es que te noto algo pálida…

- Tranquila, es solo el estrés de estos días... Ya sabes, cuesta compaginarlo todo.

- Oye, si necesitas algo... Sé que tienes a tu grupo y tal, pero... Puedes acudir a mí. Lo sabes, ¿No? Después de todo, tu habitación está junto a la mía.

- Gracias, Jiro... Muchas gracias - respondí.

Me tomé el café y me dirigí al salón, donde ya se encontraban los demás. Fuimos a la academia, y después a la USJ para clase de Entrenamiento Heróico Básico. Nos separaron en grupos y nos hicieron escalar un muro de piedra, solamente teniendo una simple cuerda atada a la cintura y haciendo uso de nuestros koseis.

Mientras mi equipo (compuesto por Tsuyu, Yaoyorozu, Denki, Eijiro y yo) subía, oímos a Jiro hablar desde abajo.

- Los de los Estudios de Trabajo van bastante adelantados…

Me fijé en mis compañeros, y vi como Kaminari y Yaoyorozu iban bastante por detrás de nosotros 3.

- ¡Estás escondiendo algún secreto que te contaron allí fuera! - gritó Bakugo - ¡Más te vale decirlo!

- ¡Lo siento, pero no! - respondió Kirishima.

Tras las clases de la mañana, mis compañeros se fueron a la cafetería de "Lunch Rush", pero decidí coger simplemente un sándwich y salir de allí. Me dirigí a una zona arbolada que había en un lateral de la academia, y me senté bajo la sombra de un árbol. Respiré profundamente, tratando de despejar mi cabeza. Mi mente estaba enfocada en la reunión del día anterior. Mi móvil me vibró en el bolsillo, así que lo saqué y revisé los mensajes.

No me gustaba tener que mentirle a Inasa, pero la situación lo requería.

- ¿Con quién hablas? - preguntó alguien a mis espaldas.

Di un respingo en el sitio.

- ¡Hitoshi! Ya te vale, me has asustado.

- Lo siento - respondió mientras se reía - No pensé que te asustase tanto.

- Tengo la cabeza en otras cosas últimamente, no me lo esperaba.

- ¿Quieres venir a entrenar después de clases? - me preguntó poniéndose una mano en la nuca - Tengo que hacer físico, y me aburro mucho haciéndolo solo.

- Claro, me vendrá bien.

Hablamos hasta que terminó el descanso, y volvimos a nuestras respectivas clases. Cuando por fin estas terminaron, nos dirigimos a las residencias. Me quité el uniforme, para ponerme unas mallas negras, unas convers negras, una sudadera corta gris y una camisa blanca alrededor de la cintura. Me dirigí al "Gimnasio Gamma", donde ya se encontraba Hitoshi.

- ¿Estás listo? - le pregunté, siendo respondida por un asentimiento de cabeza - Bien, ¿Por dónde empezamos?

Hicimos jumping jacks, burpees, flexiones, sentadillas y abdominales, y tuve que crear dos barras con el cemento del suelo para hacer dominadas. Después de estar un buen rato así, paramos a descansar un rato.

- ¿Cómo te va en el entrenamiento cuerpo a cuerpo? - pregunté.

- Bastante bien, Aizawa-sensei es un excelente entrenador en ese sentido - dijo mientras trataba de
recuperar el aliento - Pero sigo sin poder aguantar mucho contra él, y aún menos igualarlo.

- Normal, ni siquiera yo le igualo - reí por lo bajo - Podríamos probar nosotros, a ver cómo te las apañas contra mí.

- Ya te quito bastante tiempo con estos entrenamientos, no quiero ser una molestia.

- Para nada eres una molestia, estos entrenamientos me despejan la mente - respondí con una sonrisa - Podemos pelear ahora, o dejarlo para mañana.

- Mejor para mañana, estoy hecho polvo…

- Como quieras, pero igualmente tienes que repetir toda la rutina de ejercicio físico después de este descanso.

- ¿Qué hice para merecer esta tortura? - dijo de broma, desplomándose de espaldas contra el suelo.

- Esto te pasa por querer pasar al Departamento de Héroes - reí - ¿Te ha dicho Aizawa-sensei cuándo harás la prueba?

- No, todavía no tiene clara una fecha, y no voy a meterle prisa al asunto - respondió, con la vista fija en el techo - Prefiero tardar meses en hacer la prueba y pasarla, que hacerla mañana y arruinarlo todo. Quiero estar seguro de que podré hacerlo.

- Claro que podrás, confío en ti.

Hicimos la rutina física de nuevo y volvimos a las residencias corriendo, para dar por finalizado el entrenamiento. Al llegar a mi residencia, me duché, me puse un pantalón negro a la altura de las rodillas, una camiseta a rayas rojas de manga larga y otra de manga corta negra por encima y fui a la zona común con Uraraka, lida, Tsuyu, Todoroki e Izuku. Estuve un rato hablando con ellos, hasta que alguien habló.

- Oye, mierda-deforma-cosas - me llamó Bakugo desde la cocina - Ven aquí, ahora.

- Ya voy… - suspiré.

No tenía ningunas ganas de una discusión con Don Explosivo. Cuando llegué, Bakugo mostraba un semblante serio.

- ¿Qué quieres? - pregunté.

- Pelo-de-mierda está muy serio hoy. Tú vas a la misma agencia que él, ¿No es así?

- Pues sí…

- ¿Qué demonios le pasa? No quiere hablar, apenas sonríe,...

- Es un tema confidencial, no puedo decirte nada - contesté - Solo que es una situación bastante precaria, y ninguno de los implicados lo llevamos muy bien.

- ¿No me puedes contar algo más? - se notaba desesperado.

- Me temo que no. Se ve que estás muy preocupado por él. Algo que es bastante raro en ti…

Por un momento, habría jurado que su rostro se sonrojó.

- ¿No será que...?

- Ni se te ocurra, mierda-deforma-cosas - me amenazó.

- No me lo creo, ¿Te gusta Kirishima?

- ¡Cállate, inútil!

- No lo has negado, así que me tomo tu respuesta como una afirmación.

- Tsk, no vayas tan rápido.

- ¿Por? ¿Hace cuánto que sabes que te gusta?

- Primero, no hables tan alto, o el resto de idiotas te van a oír. Segundo, no sé nada ¿Vale? No estoy seguro.

- ¿Por qué no estás seguro?

- Joder, en este país hay gente que todavía cree que está mal salir con gente de tu mismo género.

- Sí, hace años - contesté, cruzándome de brazos - En los últimos años, Japón ha mejorado en cuanto a ello. Y realmente da igual.

- ¿Da igual? ¿Qué vas a saber tú?

- Mira, soy una bisexual con dos padres adoptivos homosexuales. ¡Por All Might, si toda la clase sabe lo de mis padres, y la mayoría sabe lo mío, y a ninguno le parece mal! Créeme cuando te digo que da igual lo que piensen los demás sobre eso, no puedes dejar que las opiniones de los demás te afecten así - contesté de golpe - Además, eres "el gran Katsuki Bakugo", ¿Desde cuándo te importan las opiniones de los demás?

- Ya soy prácticamente un villano para algunos, añadir más "tabús" a mi expediente me puede costar el puesto de héroe #1.

- Eso no es una excusa - respondí - En vez de ocultarlo, y convertirlo aún más en un "tabú", podemos demostrar que esto no está mal, y que seguiremos siendo unos héroes increíbles independientemente de a quién amemos. Así que, si vas a mantenerte en el armario, por favor, no pongas la excusa de ser un héroe. Cualquiera, la que sea, menos esa.

- Nunca has tratado con homófobos directamente, ¿Verdad?

Me sorprendió de sobremanera su semblante sombrío.

- No, la verdad es que no.

- Vale, pues yo sí. Y no es agradable que la gente que te rodea empiece a insultarte y a decirte "¿Qué pasa? ¿Eres uno de esos maricones de mierda?" cuando dices que x chica no te parece guapa. No has tenido que fingir frente al mundo, no has tenido que mantenerte como "el alfa" del grupo, sabiendo que odian como eres en realidad. No todo es fácil, no todo es maravilloso.

- Lo siento…

- No, no necesito tu pena. Necesito que te comas tus palabras.

- No voy a hacerlo, Bakugo. Has pasado por una mala situación, o puede que más. Pero, si dejas que ellos ganen... Si dejas que ellos te depriman... Habrás perdido una guerra sin tan siquiera lucharla. Y sé que tú no eres de los que se rinden fácilmente.

Su mirada se mostraba furiosa, pero le miré directamente a los ojos sin el menor ápice de miedo.

- Así que, - continué - cuando dejes de autocompadecerte, habla con Kirishima. Si lo que sientes por él es amor, no podrás ocultarlo mucho tiempo.

Pasé por su lado para salir de la cocina, golpeando mi hombro contra el suyo, y volví al salón con los demás.

-----------------------------------------------------------
¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top