57.- Primer día de trabajo: Superado
Eijiro estaba en el suelo, cubierto de leves cortes de cuchilla.
- ¡Black Alchemist! - exclamó - ¿¡Puedes hacer algo con sus cuchillas!?
- ¡Forman parte de su cuerpo, no puedo transformarlas! - negué.
Me giré a ver a los viandantes que había allí. Los cuatro estaban en el suelo, y uno seguía grabando.
- ¡Marchaos de aquí, esto es peligroso! - los advertí.
Estaban paralizados por el miedo, así que no se movieron ni un pelo. El villano hizo crecer sus cuchillas de nuevo y nos atacó, pero conseguí crear un muro frente a nosotros con el cemento del pavimento, lo bastante alto como para que las cuchillas no les hiriesen. En cambio, Kirishima volvió a salir despedido.
- ¡Estás jodido, niñato! - gritó el villano - ¡Actuando de forma tan altanera, predicando sobre justicia! ¡Tal como dijeron mis hermanos, la era de los héroes está por finalizar!
Atacaba una y otra vez a Kirishima, lanzándolo de nuevo.
- ¡Red Riot! - exclamé.
- ¡Protege a los ciudadanos, no podrás enfrentarte a sus cuchillas! - negó él.
Estaba en lo cierto, yo no tenía forma de salvaguardarme de las cuchillas que sobresalían de su cuerpo, ni podía atraparle en el suelo porque las usaría para impulsarse y evitarlo. De un momento a otro, el cuerpo de Eijiro se endureció por completo, siendo capaz así de soportar el nuevo golpe del villano.
- ¿Qué es ese sonido? - preguntó el malhechor - ¿Acaso tu cuerpo está crujiendo? ¿¡Está llegando el límite de esa forma!?
- ¡Mírame bien! - gritó Kirishima, lanzándose hacia él.
Su forma "Unbreakable" era realmente imponente, y el villano quedó intimidado ante él. Le lanzó una gran cantidad de cuchillas de lleno desde el torso, siendo estas rotas por los puños de Eijiro al momento. Cuando tuvo paso libre, le golpeó con su ataque "Red Gun Turret" en el estómago, lanzándole metros más atrás.
-¡Toma eso! - gritó, con su cuerpo vuelto a la normalidad.
El villano estaba de nuevo en el suelo, lloriqueando sin parar, suplicando clemencia a Kirishima y pidiendo que le dejara marchar, que él solo quería ser útil para ayudar a sus hermanos.
- No puedo hacer eso, has atacado a mi superior - respondió con calma - No obstante, comprendo cómo te sientes... Hace un tiempo, yo…
- ¡No me importa una mierda tu historia, imbécil! - gritó mientras seguía llorando.
De un momento a otro, salió despedido impulsado por sus cuchillas, las cuales había clavado en el suelo tras su espalda.
- Ni una puta mierda - mascullé.
Usé el arma de captura para agarrarme a un alféizar del edificio continuo al callejón, tiré de las cintas para subir y transformé la pared. Creé así un muro que cubrió la salida del callejón a la altura a la que se encontraba el villano, el cual se estrelló de lleno contra este. Cayó al suelo, inconsciente y con el kosei desactivado.
- El cabrón aún se creía que podría escapar después de lo que ha hecho... - suspiré mientras le ataba con el arma de captura - Buen trabajo, Red Riot.
- Gracias por la ayuda... - respondió mientras se me acercaba.
- ¡Gracias a ti, joven! - dijo uno de los viandantes implicados - Gran trabajo. ¡Eres increíble! ¡Ha sido como ver a un héroe veterano, o incluso mejor! ¡Muchos se habrían asustado ante un contrincante como tal! ¡Tienes mi mayor gratitud!
- ¡Vaya, muchísimas gracias! - exclamó.
Nos aseguramos de que ninguno de los implicados estuviese herido, me cargué el villano a la espalda y volvimos con las autoridades lo bastante rápido como para que no se despertase. Le entregamos a los agentes de policía y nos juntamos con FatGum y Amajiki.
- Veo que lo habéis conseguido - observó FatGum - Buen trabajo a ambos.
- ¡Gracias! - contestó Eijiro, con una enorme sonrisa.
- En realidad, Red Riot hizo todo el trabajo duro - respondí, dándole un golpe en el hombro a Kirishima - Él se merece los halagos. SunEater, ¿Estás bien?
- Me siento inútil... Fui incapaz de ayudaros…
- ¡No es culpa tuya! - corrigió Eijiro - Aquella bala desactivó tu kosei, no tenías forma de evitarlo. Es justo lo contrario que lo de aquel tipo... - susurró al final.
- ¿A qué te refieres? - preguntó FatGum.
- Ese villano se inyectó lo que parecía una droga de "Aceleración de kosei" - expliqué - Tras ello, cambió de actitud completamente y le salieron enormes cuchillas del cuerpo.
- Ya veo…
- ¡Fat! - exclamó un agente mientras se acercaba a nosotros - ¡En cuanto a la pistola del pandillero! El kosei del chico destruyó el proyectil en pedazos, pero sabemos que no era una bala ni ningún otro objeto convencional. Te tendremos al tanto de lo que descubran los técnicos.
- ¡Espere! - le interrumpí antes de que se marchase - Podría intentar reconstruirlo.
- Adelante, pues - respondió mientras me tendía la bolsa de pruebas.
La abrí y cogí los pequeños fragmentos del proyectil y los observé por un momento. Los junté y activé mi kosei, los trozos tomando la forma de una especie de jeringuilla o dardo. Los restos del contenido, no obstante, quedaron intactos.
- ¿No puedes transformarlo? - preguntó Kirishima.
- Será porque no conozco los componentes - suspiré - Espera un momento.
Usé las gafas para analizar aquel líquido, y lo que vi me dejó paralizada.
- ¿Y bien? - inquirió Kirishima de nuevo - Oye, estás pálida…
- No podría transformarlo ni aunque quisiera... - susurré, con la voz algo entrecortada y un nudo en la garganta - Contiene células y sangre humanas…
- ¿¡Qué!? - exclamaron FatGum y Kirishima.
- ¿Estás segura? - me preguntó el policía.
- S-sí - asentí rápidamente - De todas formas, debería llevarlo al laboratorio para que lo vuelvan a analizar y corroborarlo.
- Eso haremos - aseguró el agente.
Se marchó hacia el resto de sus compañeros con las pruebas, dejándonos a los cuatro allí presentes con un mal sabor de boca. Cuando volvimos a las residencias, nuestros compañeros ya estaban dormidos. Me despedí de Eijiro y fui a mi habitación. Fue una noche algo complicada, pero conseguí conciliar el sueño.
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A la mañana siguiente, nuestros compañeros nos abordaron a mí y a Eijiro.
- ¡Chavales, vuestros alias están en las noticias! - exclamó Denki, enseñándonos la pantalla de su móvil.
Por otro lado, Mina les enseñaba la suya a Tsuyu y Uraraka, las cuales también salían en las noticias como las nuevas ayudantes de Ryukyu.
- Aizawa, ¿No te molesta que la noticia se centre en Kirishima? - me preguntó Jiro, ya que estábamos
un poco más apartadas del resto de alumnos - Tú también estuviste ahí y ayudaste, pero apenas se te menciona.
No habíamos hablado del beso que le di jugando a verdad o reto, y tampoco parecía que ninguna de nosotras fuese a sacar el tema.
- Para nada - negué - Tendrías que haberlo visto, Kirishima estuvo magnífico. Es su momento de gloria, no pienso eclipsarlo por un berrinche.
- Shayumi... Felicidades por la detención de ayer - dijo Izuku, que se acababa de acercar.
- Gracias... - contesté, algo sorprendida.
Nos miramos a los ojos por unos segundos, sin mediar palabra, hasta que Izuku se marchó. Noté como la sangre me subía a las mejillas, pero sacudí la cabeza para evitar pensar en ello. Lo echaba de menos…
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¡Gracias por leer!
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