48.- Que el examen dé comienzo

- ¡Casémonos! - exclamó al llegar.

- No, gracias - contestó mi padre.

Pude escuchar el grito fangirl de Ashido, la cual se encontraba a mi lado.

- Ashido, ¿Recuerdas, al menos por casualidad, que mi padre tiene pareja y es gay? - pregunté en un susurro.

- Ah, sí, claro.

- ¿¡"No, gracias"!? - se rió Ms. Joke - ¡Venga, hazlo!

- Tú y tu broma de siempre sois un eterno dolor de cabeza... - suspiró Shota.

- Si te casas conmigo, podríamos formar una familia feliz, donde las risas nunca parasen - trató de convencerle.

- No me resulta muy feliz - añadió Shota.

La heroína me vio, y se acercó a mí.

- Tú eres Shayumi Aizawa, ¿Verdad? Convence a tu padre de que nos casemos, seguro que a ti sí que te gustaría una familia así - insistió.

- No, me gusta mi familia tal y como está - respondí, cruzándome de brazos.

- ¿Ustedes son amigos, kero? - preguntó Tsuyu a ambos adultos.

- Por aquel entonces, nuestras agencias estaban muy cerca la una de la otra - respondió Ms. Joke - Le salvé varias veces, y él a mí. Nos enamoramos y, bueno, ya sabéis cómo va eso...

- No fue a ninguna parte - le interrumpió Shota - Así que, ¿tu academia también está aquí?

- Molestarte siempre me pone de buen humor, Eraser - dijo en un tono bromista, y se giró hacia un grupo de jóvenes que se encontraban a varios metros - ¡Y sí! ¡Venid todos aquí para conocer a los de la U.A.!

Los alumnos de la clase 2-2 de la academia Ketsubutsu se acercaron a nosotros. Uno en concreto, muy entusiasmado, empezó a saludar a Izuku de manera efusiva, al igual que a otros muchos de mis compañeros. Cuando intentó lo mismo con Bakugo, este solo le apartó la mano de un golpe. Los demás hablaban con mis compañeros, hasta llegaron a pedirnos algún autógrafo.

- ¡Ey! Poneos los trajes. La sesión de información va a empezar... - nos avisó mi padre - ¡Así que dejad de perder el tiempo!

- ¡Sí! - contestamos.

Íbamos a irnos, pero escuché a Ms. Joke preguntarle algo a Shota.

- ¿No se lo has contado, Eraser? - interrogó la heroína.

- ¿Contarnos qué? - pregunté yo.

- Nada importante, Shayu' - contestó - Vete con los demás, y buena suerte.

- Gracias - dije antes de marcharme.

Ya cambiados, se nos reunió a todos los aspirantes en una enorme sala. Al frente de esta, una pantalla gigante, un escenario y una mesa sobre este, en la cual se situaba un hombre enjuto.

- ¡Hay muchísima gente...! - observó Izuku.

- ¡Ya veo! - exclamó Uraraka.

- Creo que me estoy empezando a agobiar... - suspiré.

Aprovechando el gentío que nos rodeaba, Izuku entrelazó nuestras manos, acariciando el dorso de mi mano con su pulgar, a fin de que me relajase.
El examinador principal nos explicó las normas del examen, al igual que, de 1540 participantes, solo pasarían los 100 primeros a la siguiente prueba. Las paredes de la sala se abrieron, dando lugar a un enorme estadio, el cual parecía estar dividido en distintos sectores, rodeado por gradas. Nos repartieron los tres sensores y las seis pelotas correspondientes a cada uno. Coloqué mis sensores en mi cinturón, mi muslo y mi hombro.

- ¡Chicos, creo que deberíamos tratar de agruparnos y movernos en conjunto! - propuso Izuku.

- Ni de coña, esto no es un picnic escolar - dijo Bakugo antes de irse.

- ¡Vuelve aquí, idiota! - exclamó Kirishima mientras empezaba a perseguirle.

- Yo también me marcho. No puedo hacer buen uso de mi kosei si estamos todos juntos - añadió Todoroki.

- No seas así, no es bueno ir solo - fui con él.

La cuenta atrás empezó a sonar por la megafonía, mientras corríamos hacia un lugar algo más seguro que el centro del estadio.

- ¡4!

- ¡3!

- ¡2!

- ¡1!

- ¡Empezad!

Conseguimos llegar a lo que parecía una zona industrial, llena de fábricas, tuberías y chimeneas. Visto que la zona estaba desierta, ralentizamos el paso.

- ¿Por qué me has seguido? - preguntó Todoroki.

- ¿Por qué has decidido irte tú solo? - rebatí - No es seguro que ninguno de nosotros vaya solo, hay demasiada gente y muy pocas plazas.

Seguimos caminando por la zona, cuando la tierra se movió.

- Temblores... - advertí.

- ¿Un terremoto?

- Puede ser, será el kosei de alguien.

- Se ha notado poco, así que seguramente esté lejos.

- ¡120 examinados han sido eliminados! ¡Todos ellos por parte de una sola persona! - se escuchó por la megafonía - Nada como una sorpresa como esa para despertarte. Seguid esforzándoos, damas y caballeros.

- Vaya, eso ha sido rápido - comenté.

- Sigamos - dijo Todoroki.

Asentí con la cabeza y emprendimos la marcha.

- La gente debe haberse dividido en grupos de, más o menos, 10 personas.

- Podríamos atacar primero, pero sería molesto pelear si en el grupo hay gente contra los cuales nuestros koseis son débiles - dijo Todoroki.

- Lo ideal sería que los grupos se eliminasen entre ellos, y esperar a que sean un grupo más reducido antes de atacar - propuse.

- Eso pensaba, pero al parecer esto va más rápido de lo que creí en un principio.

Por megafonía se anunciaba ya que habían pasado ya 54 examinados, habiendo fallado a su vez 230 candidatos.

- Será mejor que no esperemos más - comenté.

Echamos a correr por la zona, en busca de algún contrincante al que enfrentarnos. Necesitábamos eliminar cada uno a 2 personas, así que debíamos darnos prisa.

- Espera - dijo, haciéndome frenar en seco - ¿Has oído eso?

- Creo que sí... - contesté en voz baja.

Miré en todas direcciones, buscando a cualquier persona que hubiese emitido el ruido que acabábamos de oír. De un momento a otro, una pelota se dirigía rápidamente hacia nosotros. Logré empomarla en el último momento, y la dejé caer al suelo.

- Eso ha estado bien - alzamos la vista al escuchar una voz desconocida - Como se esperaba de los segundo y tercer puesto del Festival Deportivo.

10 personas se encontraban frente a nosotros, subidas en depósitos y tuberías, vestidas con unos trajes de diferentes colores cada uno.

- Aizawa y Todoroki, ¿Me equivoco? - dijo el mismo de antes, el cual vestía de rojo y parecía ser el líder del grupo - De todas formas, es impresionante que vayáis los dos por vuestra cuenta. Debéis estar muy confiados.

- Pero aunque sean de la UA, - interrumpió el de verde - ir solos les puede causar algún problema, ¿No creéis?

- Sabes, somos 10 contra 2 - comentó la de azul.

- ¿Qué vais a hacer? - nos preguntó la de negro.

Me quedé callada, analizando la situación. 10 contrincantes con koseis desconocidos, y era muy probable que ellos conociesen los nuestros.

- Gracias por evitarnos el problema de no encontrar a gente - dijo Todoroki, tomando impulso con su brazo derecho.

El de verde y el de amarillo nos atacaron con las pelotas, pero me agaché y creé un muro con el material del suelo delante de nosotros para cubrirnos. Todoroki activó su kosei sobre el suelo, congelando así los pies de nuestros contrincantes.

- ¿Estáis seguros de que visteis el Festival Deportivo? - preguntó Todoroki, en un tono sorprendentemente sarcástico viniendo de él.

- Y tanto que lo vimos - contestó el de rojo.

Lanzó un objeto pequeño hacia nosotros, demasiado como para que pudiéramos verlo bien. De un momento a otro, el objeto aumentó abruptamente de tamaño, así que teníamos una tuerca gigante dirigiéndose hacia nosotros a gran velocidad. Todoroki creó un muro de hielo, evitando así que la tuerca nos alcanzase.

- Ya veo, un kosei que hace que las cosas aumenten en cuanto a tamaño - observé.

- ¡Y eso no es todo! - exclamó el contrincante.

Empezó a lanzar clavos y más tuercas, todas iban a parar al muro de hielo.

- Sabiendo que Todoroki tiene un kosei de fuego, ¿Por qué iban a lanzarle metal, si puede derretirlo con facilidad? - me cuestioné mentalmente.

Todoroki se mantenía en su lugar, firme y expectante, así que decidí analizar las tuercas y clavos con las gafas que me proporcionó Hatsume. En un atisbo de segundo, vi como el hielo se rompía en mil pedazos, y del brazo izquierdo de Todoroki asomaban unas pequeñas llamas. Lo más rápido que pude, manipulé el oxígeno de la zona para que las llamas se apagaran y empujé a Todoroki hacia el otro lado, evitando así que una tuerca le cayese encima.

- ¿Qué haces? La pude haber derretido - se quejó Todoroki.

- No podrías ni aunque quisieras - contesté - Son de tungsteno, un metal capaz de resistir temperaturas altísimas. Si hubieras usado tu kosei, ahora mismo estarías bajo la tuerca.

El de rojo lanzó clavos y tuercas sobre el hielo que les rodeaba los pies a él y a sus compañeros, liberándose de este modo.

- Veo que lo has captado muy rápido, enhorabuena - me felicitó con un tono sarcástico.

Todoroki y yo subimos a la tuerca para poder verlos mejor.

- ¿No os lo dijimos, Todoroki y Aizawa? - preguntó el rojo, de nuevo con sarcasmo - Aunque estudiéis en la UA, actuando solos demostráis que estáis demasiado confiados.

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¡Gracias por leer!

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