- Bienvenidos a la agencia de Best Jeanist, héroe #4 en el ranking nacional.

- ¿D-disculpe? - pregunté extrañada - ¿Cómo que "bienvenid-OS"?

- Así es, os solicité a los dos para que trabajéis en mi agencia - afirmó - Mi ayudante os mostrará donde os hospedaréis estos próximos días. Dejad vuestras pertenencias, poneos los trajes y venid a mi despacho.

- A sus órdenes - respondí.

- Lo que sea - masculló Bakugo.

El ayudante nos guió hacia nuestras habitaciones. El camino fue silencioso, aunque se palpaba la tensión causada por el mal humor de Bakugo.

- Bueno, aquí es. Best Jeanist os espera, tenéis 10 minutos para vestiros, dejar vuestras cosas y reuniros con él.

Asentí, y entré en mi habitación. No era muy grande, pero tampoco se hacía pequeña. Una ventana daba hacia las calles, por las que paseaban tranquilamente los ciudadanos. Dejé mi mochila sobre la cama y empecé a ponerme el traje, ya ordenaría las cosas después. Una vez con el traje puesto, con los cascos alrededor del cuello, salí de la habitación, encontrándome frente a frente con Bakugo. Empezamos a caminar hacia el despacho, y decidí romper el silencio.

- Se ve que vamos a estar juntos estos días.

- ¿A quién mierda le importa?

- Tan amable como siempre... Lo digo por que vamos a tener que empezar a soportamos más, sobretodo por tu parte.

- ¿¡Qué estás insinuando!?

- Simplemente, es que eres muy... ¿Sensible? ¿Malhumorado? ¿Agresivo? ¿Salvaje?

- ¿¡Y qué!?

- ¡Solo intento comprenderte! Cuando te conocí en el examen de acceso, te comportaste como un cerdo con Izuku. Luego en la USJ me salvaste de ser desintegrada por Shigaraki. Pero en el Festival Deportivo, por lo que tengo entendido, amenazaste con matarme solo por escupirte.

- ¡Primero, al imbécil de Deku le trato como a mí me venga en gana! ¡Y segundo, me da exactamente igual que seas hija del "Oruga-sensei", te partiré la cara de todas formas!

- ¿¡Quieres no gritar eso!? No quiero que me trates de forma distinta por quién soy, quiero saber el porqué. No me has respondido a lo de la USJ. Intento entender qué cojones te pasa en la cabeza, pero eres tan increíblemente obstinado que eres imposible de soportar.

- ¡Pues métete en tus jodidos asuntos!

- No sé ni porqué he intentado hablar contigo.
Llegamos al despacho de Best Jeanist, dónde nos esperaban él y sus subordinados.

- De nuevo, bienvenidos. Agradezco que ambos hayáis aceptado las solicitudes que os hice tras el Festival Deportivo. Ambos causasteis un gran revuelo en la final.

- Gracias a usted por solicitarnos, Best Jeanist. Es todo un honor trabajar con usted - respondí lo más educadamente que pude.

- Tu actuación fue sobresaliente durante todo el festival, señorita Akishiro - me felicitó.

- Black Alchemist, por favor.

- Black Alchemist, pues. Me impresionó tu persistencia en los combates y en la carrera. Pero me gustaría ver qué tal te desenvuelves en un ambiente diferente, en patrullas y situaciones reales.

- Gracias, creo que podré aprender mucho de esta experiencia con alguien tan importante como usted. Prometo no decepcionarle.

- Eso espero. En cuanto a ti... - se dirigió a Bakugo - No soy precisamente fan tuyo.

- ¿Huh? - gruñó.

- E imagino que solo escogiste la agencia por qué estoy entre los 5 héroes más populares, ¿cierto?

- Pero tú decidiste solicitarme... - dijo incrédulo.

- ¡Exacto! Porque todo lo que he tenido últimamente son bienhechores. Pero eres el primero en mucho tiempo que... es un poco más feroz. Y mi trabajo como héroe es reformar a gente como tú - explicó - Los héroes y los villanos son dos caras de la primera moneda... Puedo verlo en esa mirada tuya. Entonces, ¿Qué es lo que realmente hace a alguien un héroe?

Bakugo se notaba serio, pero apunto de explotar a la vez.

- Durante estos próximos 4 días aprenderéis a comportaros, a ser unos héroes serios y dedicados, a patrullar y, si hay "suerte", los procedimientos a la hora de detener y entregar a un villano. Os necesito al 100%, no va ser complicado pero tampoco sencillo. ¿Alguna duda?

- ¿Tenemos algún tipo de horario? - aventuré a preguntar - ¿Y hay sala de entrenamiento o algo parecido?

- Por supuesto - aseguró - Tenéis que estar en la recepción cada mañana a las 06:30 am con los trajes puestos. Haréis un descanso para comer a las 01:00 pm y otro para cenar a las 07:30 pm. Mientras cumpláis eso, podéis despertaros e iros a dormir cuando queráis. Además, tenéis un gimnasio no muy lejos de vuestros dormitorios, hay lo necesario para que no descuidéis vuestras rutinas de entrenamiento. ¿Todo claro?

- Sí - gruñó Bakugo.

- Afirmativo - asentí.

- Bien. Pues empecemos.

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El día no fue muy ajetreado. Estudiamos modelos de conducta, cómo reaccionar ante una situación de riesgo, como tratar a las víctimas,... Ya a las 20:12, habiendo cenado, me dirigí a la habitación. Me quité el traje, lo metí en un cajón y empecé a deshacer la maleta. Distribuí las cosas entre el armario y los cajones, excepto un par de prendas deportivas. Me cambié y salí hacia el gimnasio que, por suerte, estaba vacío. Empecé con el entrenamiento, debía mantener la forma o Shota me echaría la bronca cuando volviese. Quizás Hizashi intentaría frenarle, pero seguramente sería en vano.

Tras una hora y media, volví a la habitación. Me puse el pijama, me aseé un poco y me tiré en la cama. Empecé a revisar el móvil, leyendo los mensajes del grupo de clase.

Salí del grupo para leer los demás chats.

Con una sensación cálida en el pecho, apague el móvil, me acurruqué bajo las sábanas y me eché a dormir.

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¡Gracias por leer!