Habían pasado un par de días desde la aparición de las notas de Izuku, y yo no había abandonado mi habitación en ningún momento. Sumida en mi tristeza, me encontraba sentada contra la puerta, para que cada vez que alguien intentaba destruir la pared que había creado para obstruir la puerta por el otro lado, yo pudiera reconstruirla fácilmente.

Estaba completamente en trance, mirando un punto fijo en el suelo, cuando oí unos golpes en la puerta de cristal de la terraza de mi habitación y alcé la mirada.

- ¿Hit-toshi...?

En los últimos meses Shinso y yo habíamos seguido entrenando juntos, y poco a poco conseguimos solucionar nuestros problemas.

- ¿Puedo pasar? - me preguntó.

Abrí la puerta de la terraza y Shinso entró con su arma de captura al cuello.

- ¿Q-qué haces aquí...? - pregunté.

- He oído que Midoriya se ha ido, y estaba preocupado por ti... Al igual que tus compañeros - explicó - Dicen que no saben nada de ti desde que se encontraron sus notas... Además, has bloqueado tu puerta con la pared.

Me miró de arriba a bajo.

- Quitando que obviamente no has comido, bebido, o dormido desde hace días... ¿Qué te ha pasado en el pelo y las manos? - recorrió con la mirada la habitación - Aunque, viendo el espejo, me hago una idea de lo de las manos...

- Creí que si rompía los espejos, d-dejaría de ver a Nemuri peinándome detrás de mi cuando me viera reflejada... Por eso hice ese desastre... - señalé el espejo - Pero no funcionó, así que... A la mierda mi pelo.

- ¿Y funcionó?

Negué con la cabeza y me senté sobre la cama.

- ¿Y tus manos? ¿Están bien? ¿Te heriste con el espejo?

- Demasiado bien... - me quité las vendas que llevaba - No tienen herida alguna, es solo que... No puedo verlas...

- Tus cicatrices...

- Eri, mi hermana, me rebobinó sin querer. A antes del secuestro... - expliqué.

- Y no tener pruebas físicas de lo sucedido te frustra... Porque el daño psicológico no es visible... Y puede hacer que parezca falso...

- ¿C-cómo lo sabes?

- Bueno, lo mío no es un secuestro, obviamente - respondió - Las palabras de mis antiguos compañeros durante años crearon una buena herida. Pero, como no había ninguna prueba física, la gente lo ignoraba como si nada pasara... Y, por un tiempo, hicieron que pensara que estaba exagerando...

Suspiré y bajé la mirada.

- Tienes que salir de aquí, Shayumi...

Negué con la cabeza.

- Y comer... Y dormir...

- N-no puedo... No tengo fuerzas... D-duele...

Lágrimas empezaron a aflorar de mis ojos.

- ¿Qué te duele? - me preguntó.

- T-todo... Absolutamente todo...

Rompí a llorar, y Shinso se sentó a mi lado en la cama y rodeó mis hombros con su brazo.

- Lo n-necesitaba a mi lado... - sollocé - T-todo está mal, y necesitaba a I-Izuku a mi lado... P-pero s-se ha ido... Y-y yo n-no pued-do más...

- Ojalá pudiera hacer algo por ti...

Una bombilla se encendió en mi mente, y lo miré con ojos llorosos.

- C-contrólame...

- ¿Qué? - preguntó, desconcertado.

- Ojiro y Aoyama d-dijeron que no rec-cordaban nada de cuando los controlaste... Q-quiero que me hagas eso...

- Shayumi, no sabes de lo que hablas....

- Por favor... - supliqué - Necesito no sent-tir nada, tener la mente en blanco...

- Puedo hacerlo, sí... - suspiró - Te sentirías anestesiada, no sentirías nada...

- P-por favor, hazlo...

- Esto va a sonar raro, pero necesito que te grabes diciendo que esto es idea tuya y que estás de acuerdo al 100%. No quiero problemas con 1A, la verdad.

- S-sí, lo haré - asentí con la cabeza.

Sacó su móvil del bolsillo, abrió la aplicación de la cámara y empezó a grabarme.

- Y-yo, Shayumi Aizawa, he accedido por volunt-tad propia a est-tar bajo el "Control mental" de Hitoshi Shinso... - dije - ¿Así b-bien...?

- Sí, servirá - suspiró.

- Cont-trólame, p-por favor... - supliqué.

- ¿Estás segura de que quieres eso...?

- S-sí - respondí, y todo se volvió negro.

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~ Narrador: Omnisciente ~

Shinso suspiró profundamente, viendo a Shayumi delante de él con la mirada perdida y el rostro inexpresivo. Se levantó de la cama y buscó por la desordenada habitación hasta encontrar unas tijeras, y volvió a acercarse a Shayumi. Con manos diestras, consiguió cortar el cabello de esta de manera que quedara algo decente, y dejó las tijeras sobre la mesilla de noche.

(No soy buena dibujando, así que he hecho esto en una web de avatares para que os hagáis una idea de cómo ha quedado el pelo de Shayumi. El instagram del artista es @/juguito.de.cereza, por si os interesa)

Tras coger también algunas prendas de ropa y una toalla, además de las medicinas, enganchó el arma de captura en la barandilla y bajó con la chica y las cosas hasta el suelo. Se dirigieron ambos hacia la puerta y entraron, llamando la atención de los 19 alumnos de 1A que se encontraban en el salón de la zona común.

- ¡Shayumi! - exclamaron varios al unísono al verla.

- No os va responder, está bajo la influencia de mi kosei - les explicó Shinso - Me lo pidió ella, necesitaba apagar su cerebro un rato...

Todos asintieron con la cabeza.

- Lleva unos días sin comer ni beber, y necesita una ducha... - continuó - ¿Puede alguien ayudarla con la ducha mientras otros le hacen la comida?

- ¡Yo le ayud-! - exclamó Mineta, siendo interrumpido rápidamente.

- Jiro y yo nos encargaremos de eso - afirmó Uraraka.

Ambas chicas se llevaron a Shayumi junto con la ropa hacia las duchas, mientras Bakugo hacía algo de comer para ella.

- ¿A ti te ha dejado entrar en su habitación? - preguntó Bakugo a Shinso - Llevo desde que se encerró intentando que salga.

- No sé porqué, pero sí, me ha dejado. Y, antes de que me acuses de nada, tengo a ella en video accediendo a que usara mi kosei en ella.

- No iba a acusarte de nada, solo preguntaba - gruñó como respuesta - ¿Está muy mal...?

- Bastante mal... - suspiró Shinso - Se está dejando completamente de lado a sí misma, hay que ayudarla.

- Claro que la vamos a ayudar, estúpido - masculló.

- Que agradable... - contestó el otro con sarcasmo.

Al poco rato llegaron Uraraka y Jiro, con Shayumi ya aseada y aún inconsciente, justo cuando la comida estuvo preparada.

- Shayumi, tómate la pastilla y después come - le dijo Shinso, extendiéndole la pastilla que debía tomarse en ayuno.

- Una cosa... - habló Jiro.

- Hemos visto un hematoma en la zona del costado, pero no sabemos cómo se lo ha podido hacer - continuó Uraraka.

- Dijo que su cuerpo había sido rebobinado por su hermana hasta la época entre el ataque a la USJ y el secuestro - explicó Shinso.

- Entonces se lo hice yo - habló Bakugo - Seguramente sea uno de los golpes de nuestra batalla en la agencia de Best Jeanist.

Cuando Shayumi hubo acabado de comer, Shinso hizo que se tomara el sobre de la medicina que era para dormir.

- ¿Puede quedarse en la habitación de alguien? - preguntó Shinso.

- En la mía hay espacio para las dos - respondió Yaoyorozu.

- Genial - dijo Shinso, y miró a Shayumi - Vas a ir a la habitación de Yaoyorozu, te tumbarás en la cama y dormirás hasta mañana por la tarde. Después, te liberarás de mi kosei pellizcándote en el brazo.

Momo llevó a Shayumi a su habitación, y volvió poco después.

- Ya está dormida - anunció.

- Está bien - suspiró Shinso - Si no os importa, yo vuelvo a mi residencia. Ya me diréis cómo le va a Shayumi o si hay algún problema con mi kosei.

Y, dicho eso, se marchó.

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¡Gracias por leer!

Siento muchísimo el retraso, pero se me ha hecho imposible publicar antes. Espero que no os moleste.

¿Cómo estáis?