Recuperé la consciencia lentamente, debido a constantes gritos a mi alrededor.

- ¡Le dijimos que no se sobreesforzara! Oh, my princess (mi princesa), ¿por qué lo hiciste? - entreoí hablar a Hizashi.

- Primero, deja de gritar - ordenó Shota - Y segundo, no conseguirás que te diga nada estando inconsciente.

Abrí los ojos con dificultad. A primera vista, estaba en una sala de paredes blancas. Las luces del techo me cegaban, y pasaron unos segundos hasta que pude diferenciar las siluetas de mis padres, ambos de pié, uno a mi lado y otro a los pies de la camilla en la que me encontraba.

- Hmmm... - murmuré con pocas fuerzas.

- ¡Shayu'! Menos mal que has despertado. ¿Estás bien? - preguntó Hizashi, notablemente contrariado.

- Eso creo... ¿Qué ha pasado? - dije, subiendo mi mano para sobarme la cabeza.

Noté algo dificultando el movimiento de mi brazo, así que dirigí mi mirada a él. ¿Una vía? Miré a mi alrededor, y acabé reconociendo el lugar: la enfermería de la UA.

- Usaste demasiado tu kosei en la prueba de acceso - explicó Shota - Conseguiste deshabilitar al robot, pero te desmayaste justo antes de acabar el examen.

- Mierda... - suspiré cerrando los ojos - Lo siento mucho, no tenía que haberme excedido tanto...

Hizashi, que estaba a mi lado, se abalanzó sobre mí para abrazarme.

- No, no es tu culpa, you did your best (diste lo mejor de ti)! - exclamó.

- No la exculpes, ya sabía que no debía hacerlo - replicó Aizawa.

Su tono de voz sonaba seco, pero por sus ojos sabía que estaba preocupado. Ya había llegado a mi límite muchas veces, pero nunca hasta el punto de desmayarme.

- No he podido usar mi quirk contigo - explicó Recovery Girl desde su mesa - No sería buena opción quitarle energía a alguien que la necesita.

- Entiendo, Chiyo-san, muchas gracias - contesté, dedicándole una débil sonrisa.

- En cuanto termine de administrarte esa bolsa de suero, podrás volver a casa. Mientras, sacaré de aquí a tus padres para que puedas descansar - anunció la enfermera.

- ¡No! You can't do this to us (No puedes hacernos esto)! ¡Quiero estar con mi pequeña! - se quejó el rubio.

- Hizashi, no montes una escena. Si Shuzenji dice que es lo mejor para ella, habrá que hacerle caso - reprendió el moreno - Anda, vámonos. Volveremos en un rato, Shayu'.

Salieron por la puerta, dejándonos a mí y a Recovery Girl solas.

- Duerme un rato. Vi la prueba de acceso y lo mucho que te esforzaste. Estábamos todos preocupados por ti.

- De verdad, lo siento mucho...

- Y no has sido la peor ha acabado... - suspiró, y empezó a hablar consigo misma - Ese chico peliverde...

- ¡Espera! ¿Has dicho "peliverde"? ¿Sabes cómo se llamaba? ¿Qué le ha pasado?

- No puedo darte esa información, secreto médico-paciente - negó - Por ahora descansa, ya hablaremos después.

- Claro...

Cerré los ojos, mientras caía lentamente en los brazos de Morfeo.

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Un leve zarandeo me sacó de mi sueño.

- Shayumi, despierta - oí hablar a Aizawa - Ya es hora de irnos.

Me desperecé un poco y bajé de la camilla. Chiyo me quitó la vía y me tendió la chaqueta, que proseguí a ponerme.

- Te puedes ir, pero vigila tu límite de ahora en adelante - me recordó la anciana.

- Lo haré. Gracias por todo, Chiyo-san.

- Es mi deber, no tienes que agradecer nada.

- Adiós.

Me despedí de ella agitando la mano suavemente y salí de la enfermería con Shota, Hizashi nos esperaba en el coche. Una vez delante del vehículo, entramos en él. Aizawa condujo hasta casa, el camino era silencioso. Apoyé mi cabeza en la ventanilla, observando el cielo anaranjado. Había pasado todo el día en la enfermería...

Saqué mi móvil del bolsillo para buscar el contacto de Izuku y mandarle un mensaje, pero al desbloquearlo, encontré la pantalla de grabación de contacto con uno a la mitad. Al quitarle el móvil de las manos tan rápido, no pudo apuntarlo todo. Maldije mi impaciencia para mis adentros, y apagué el móvil.

Llegamos a nuestro hogar, aparcamos el coche y entramos al edificio.

- No voy a cenar, me iré directamente a mi cuarto...

Les di un beso en la mejilla a modo de despedida a ambos y subí al piso de arriba. Entré en la habitación y me tiré sobre la cama, no tenía fuerzas ni para ponerme el pijama. Me arropé con la manta hasta el cuello y me encogí, quedando en posición fetal. No tenía sueño, me había pasado demasiado tiempo durmiendo como para tan siquiera poder.

Pasaron varios minutos, estaba apunto de caer rendida cuando oí la puerta abrirse. Al cabo de unos instantes, uno de los lados de mi cama se hundió, dándome a entender que alguien se había sentado en ella.

- Shayu'... Me tenías muy preocupado - escuché la voz cansada de Shota - Estuve todo el rato en la sala de monitores, viendo lo que hacías a través de la pantalla. Me asusté cuando vi que te lanzaban hacia el robot. Quise levantarme, correr hacia allí y parar el examen. Me sentí tan impotente, no podía hacer nada para ayudarte... - empezó a hablar entrecortadamente - Cuando te desmayaste, casi se me para el corazón. Verte inconsciente en el suelo, como te cargaban los robots hasta la enfermería... Estabas tan indefensa... Y yo no podía ayudarte esta vez...

- Papá... Perdón. No debí excederme, todo es culpa mía.

Mi padre se giró a mirarme, y me apartó un mechón de cabello del rostro. Yo me incorporé y le abracé fuertemente.

- Te prometo que no volveré a preocuparte - susurré.

- No digas cosas que no podrás cumplir, siempre vas a preocuparme...

- Buenas noches, papá.

- Buenas noches, pequeñaja.

Besó mi frente con suavidad, se levantó de la cama y salió de la habitación, dejándome sola. Encendí mi móvil de nuevo, me puse los cascos y empecé a escuchar música, con la mirada perdida en la pared.

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Ya había pasado una semana desde el examen de admisión. Mis padres no sabían mi nota ya que, por obvios motivos, no se les permitió estar presentes en mi calificación. Y pese a las súplicas de Hizashi, ningún profesor quería (ni podía) decírsela.

Me encontraba desayunando tranquilamente con mis padres, cuando el timbre sonó, anunciando la llegada del cartero. Yamada se levantó para recoger las cartas, y Aizawa habló.

- Tápate las orejas, - me advirtió - desde aquí no puedo verle.

Hice lo que me pidió, y al momento se escuchó un fuerte grito que me hizo pitar los oídos. Yamada volvió corriendo hacia nosotros, con una carta en la mano.

- ¡Es de la UA!

Me levanté de un salto, le arrebaté la carta de las manos y subí a mi habitación. Una vez dentro abrí el sobre, el cual dejó caer una especie de proyector. Lo encendí, y el vídeo se proyectó en la pared. En este aparecía Nemuri, la heroína +18 Midnight, mejor amiga de mis padres.

- ¡Shayu'! Qué alegría que me tocara a mí hacer esto, me hace mucha ilusión decirle las notas a mi pequeña! - dijo con la misma energía de siempre, haciéndome soltar una pequeña risa - Tienes un 97/100 en el examen escrito, nada menos. En cuanto al examen práctico, tienes 41 puntos por deshabilitar robots. Pero eso no es lo único: había puntos de rescate por salvar a gente. Cuando saltaste hacia ese robot, se nos heló la sangre a todos. ¡Tendrías que haber visto a Shota, por poco tengo que dormirlo para que no saliera corriendo! - dijo entre risas, y yo solo pude bajar la mirada - Teniendo en cuenta tu rescate, se te sumaron 36 puntos. ¡Shayumi Aizawa, tu puntuación final es de 77, empatada en el primer lugar! ¡BIENVENIDA A LA UA!

El vídeo terminó, y yo mostré una sonrisa enorme en mi rostro. ¡En primer lugar, ni más ni menos!

- ¡Shayu', queremos saber la nota! - gritó Yamada desde fuera.

Abrí la puerta de mi cuarto, encontrándome con mis padres justo delante.

- ¡He pasado! ¡En primer lugar!

- YES! Congratulations! (¡SÍ! ¡Felicidades!)

- Bien hecho, enana - me felicitó Shota.

Le saqué la lengua y ellos me abrazaron.

- ¿Cuándo empiezan las clases? ¿Quién será mi profesor? ¿Cuáles son los koseis de mi compañeros? - pregunté emocionada.

- Empezarás en abril, y lo demás lo sabrás una vez allí - contestó Shota.

- Jo... ¿No me podéis adelantar nada?

- Eso no importa ahora - insistió Hizashi - ¡Nuestra pequeña irá a la UA!

No pude evitar sonreír. Ese fue un día digno de recordar.

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¡Gracias por leer!