06 | La búsqueda de la verdad

TED

Saber que Alessandro formó parte en la vida de Adria de una forma muy cercana, me pone mal. No en forma de celos, sino en el concepto de que me conmueve el estar con alguien tan íntimo para ella. Aunque a estas alturas todo eso ha cambiado.

El tiempo vale oro en estos momentos y solo lo he perdido al venir hasta acá. Al oír las expresiones de Alessandro al hablar de Adria, me hizo entender que no colaborará de nuevo con nosotros. En el fondo, yo también lo sabía, sabía que se trataba de Adria, pero... ¿por qué lo hace? ¿Realmente es ella o aún hay una pequeña posibilidad de que sea alguien que se parezca y este aprovechando esa coincidencia para ganar fama?

No quiero creerle a Alessandro porque eso significa que Adria se ha alejado de nosotros, ha empezado a actuar de manera extraña y no sabemos sus motivos. Pero, si se trata de ella, quiere decir que está con vida.

—¡Aggh! —exclamo—. Todo esto me está dando dolor de cabeza.

—¿Quiere que pasemos a una farmacia? —cuestiona el chófer, ya que estamos entrando a una zona donde hay comercios.

—No, no era algo tan literal —respondo, para que no se tome la molestia.

Veo hacia la ventana y, de un momento a otro, siento mi rostro arder al recordar las palabras de Alessandro. ¿De verdad no disimulaba lo atractiva que me parecía Adria? Bueno, no es que esté enamorado de ella, es solo que la admiro y estoy agradecido por lo que hizo por mí. Eso nada más.

No sabía lo cansado que estaba, hasta que me despierto cuando siento que por fin nos detenemos. Antes de bajar, sostengo la mochila donde llevo todas mis recopilaciones. Ya afuera, volteo a ver hacia arriba, donde queda la ventana que da al apartamento.

Triana y Carlos viven a las afueras de Wedram. No es la primera vez que vengo, pero ahora lo hago de una manera más seria y sin avisarles. La zona en que se localiza es un sitio tranquilo y agradable donde lo único escandaloso que pasa, es un gato defendiéndose de un perro callejero.

Al entrar al edificio, tomo el ascensor. Después de unos segundos, la puerta se abre. Camino por el pasillo y al estar frente al apartamento, suelto un suspiro para, a continuación, tocar el timbre.

Escucho la risa de Triana asomarse y, cuando abre, me llega el delicioso aroma de carne siendo frita. Sin poder controlarlo, mis tripas empiezan a rugir.

—¡Ted, qué sorpresa! Pasa —saluda, dándome un rápido abrazo en cuanto me tiene en frente.

Con una sonrisa tímida, entro y de inmediato siento el reconfortante calor de un hogar.

—Hola, Triana —saludo—. Disculpa por no avisar antes, pero es urgente.

No puedo evitar bajar la mirada cuando me doy cuenta que lleva puesto un delantal morado de osos con gorros de cocinero.

—¿Quién es? —cuestiona Carlos, desde la cocina.

—¡Die... Ted ha venido! —Después, habla más calmada—: ¿Algo urgente? ¿De qué se trata? ¿Pasó algo con Doble B?

Estoy a punto de hablar, cuando Carlos aparece en la entrada de la cocina y... no puedo evitar soltar una pequeña risa al ver que lleva el mismo delantal. Si me hubieran dicho en el pasado que Carlos Argueta —Alias Blazer— llevaría un delantal morado de ositos, no me lo creería.

—¿Ted? —Vuelve a hablar Triana.

—Disculpa —digo—. No pasó nada con él, pero... ¿podríamos hablar?

Ambos voltean a verse y regresan su vista a mí, ahora preocupados.

—La cena está lista, ¿tienes hambre? —Hace saber Carlos.

Me gustaría decir que no, pero sería mentirles y es algo que no quiero hacer. Así que asiento. 

Durante la cena, no me he animado a tocar el tema para no arruinarles la comida, así que he tratado de sacar temas al azar, como noticias sin importancia o algún chisme. Hasta que, cuando ya todo está limpio de nuevo, Carlos se da cuenta que estoy tratando de evitar el tema.

—Entonces, ¿qué ocurre? —pregunta él, con su característica paciencia—. No nos molesta que vengas, pero es raro que no avises.

Eso es cierto. Me cuesta empezar hablar, porque no sé cómo serán sus reacciones o qué dirán, tampoco si me creerán o si me apoyarán en tan descabellada petición.

—Es sobre Adria. —Por fin lo digo, con una nota de voz que puede que fuera más un susurro.

Tardan en procesarlo, ya que definitivamente no se lo esperaban.

—¿Hay noticias? —pregunta Triana, con una nota de esperanza.

—Quizá siempre estuvo más cerca de nosotros de lo que imaginamos —respondo.

—Explícate —pide Carlos.

Saco el celular de mi bolsillo y busco el video en galería. Al encontrarlo, lo coloco sobre la mesa para que puedan verlo. De nuevo, la presentadora empieza a hablar.

—He hablado con Alessandro —comunico, mientras el vídeo continúa.

—¿Qué hiciste qué? —reclama Triana, después de un momento de meditar, concluye—: ¿Doble B?

Asiento.

Carlos coloca en pausa el vídeo, donde se ve el cuerpo completo de la persona.

—¿Qué dijo al respecto? —pregunta.

—No dijo mucho. —Trato de evitar decir lo que hemos hablado—. Pero piensa que se trata de ella.

Carlos le pasa el celular a su novia y esta lo observa por unos segundos.

—También vimos las noticias, lo pensamos, pero decidimos que no podría ser ella. Solo mira cómo está actuando, Adria no haría eso.

—No me llevé muy bien con Adria —habla Carlos—, pero estoy de acuerdo con Tri. Esa no podría ser la Black que nosotros conocimos. ¿Hay otra posibilidad?

Recuerdo las palabras de Alessandro: «No te acerques a eso», y me estremezco ante la intensidad con que lo dijo.

—Alessandro está muy convencido —reitero—. Es como si tuviera miedo. Lo pude ver en su mirada.

Y yo también lo tengo.

—¿Qué haremos entonces? —cuestiona Triana.

Levanto la vista para verlos a ambos y, quien nunca me lo hubiera imaginado, es quien habla.

—Averigüemos si realmente se trata de Black —responde Carlos—. Vayamos a ver a Doble B, necesitaremos los trajes de nuevo.

Hola... :) Capítulo corto.

Después de decir que iba a pasármela editando y subiendo capítulos en todas las vacaciones, vengo a confesar de que he fallado. Ay. Ya estamos en 20 y yo lo único que actualicé fue mis estados emocionales de feliz a triste, de triste a enojada y de enojada a depresiva.

Bueno, la cosa es que mis ánimos han regresado y espero que estos días que faltan de vacaciones, poder hacerlo.

En este capítulo no hay adelanto, ya que no hay algo sumamente interesante en el próximo capítulo que los enganche, peeeeero, en el capítulo 8 se viene algo tremendo.

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