Querido Alessandro:

No creo que esto sea una carta de amor, solo sé que sentí la necesidad de escribirte para expresar mis pensamientos, ya que no puedo hacerlo más. No después de todo lo que sucedió.

En estos momentos, tenerme enfrente es imposible para ti. Sé que no podría verte a los ojos de nuevo sin sentir ningún remordimiento y, aun así, no querer separarme de tu lado.

Desde el principio supimos que esta relación no podría tener un futuro sin que ambos sufriéramos. Ahora que veo mi oportunidad de terminar con todo esto de una vez por todas, no tengo idea qué pasará conmigo. Te digo adiós definitivamente, sin importar si regreso o no.

Aunque no lo creas, imaginaba una vida contigo, siendo felices y cumpliendo nuestros sueños.

Siempre estarás en mi mente y nunca voy a olvidar tu apoyo incondicional y el amor que me ofreciste en estos años. Nunca he querido a nadie como te quiero a ti y me resulta difícil imaginar que ya no volveré a estar a tu lado.

Te pido disculpas por involucrarte en mis sentimientos de venganza y en mis actos. Perdón por destruir tu vida por completo, no era mi intención. Continúa con tu vida, reconstrúyela alejado de todo esto y ayuda a tus padres a salir de este tormento, junto con tu hermano.

Principalmente, olvídate de mí.

Con cariño, Adria.