37 | Nadie irá detrás de ti
BLACK
Ya han pasado varios días desde que secuestramos a Estuardo. He intentado sacarle información, pero el desgraciado es fuerte y no habla. Ahora, lo único que hago es dejarle comida y agua para que no muera.
Si fuera por mí, hace mucho que lo hubiera matado, pero hay algo más que me detiene a parte de la razón que ya le mencioné a Diecinueve.
—¿Por qué no solo me matas y ya? —pregunta un día de estos, apenas audible a causa de los golpes que ha recibido—. Sabes muy bien que no te diré nada.
Descubrí que lo mejor es no responder ya que la manipulación es su mejor manera para defenderse. Hace enojar con cada palabra y lo mejor es quedarse callado.
También descubrí que no es buena idea dejarlo a solas con Blazer, quien estuvo a punto. Con suerte, estábamos cerca, porque si no, hubiera terminado con una bala en la cabeza.
—¡Maldición, cálmate! —digo, arrebatando el arma de sus manos—. Lo hace para provocar, ¿no lo ves?
Estuardo está riendo como loco porque ha logrado su cometido.
—El muy bastardo merece morir —responde Blazer con rabia—, ¿no entiendes eso?
—Lo único que entiendo es que deberías de calmar tus ataques de ira. Aún no es el momento.
—Lo único que me da ira, es que me digas qué hacer cuando ni tú lo sabes. Lleva varios días aquí y no dice nada. No sabes qué hacer. Dijiste que actuaríamos, pero yo no veo ningún avance. Si seguimos a este ritmo, lo único que lograremos es que Madeline se salga con la suya; o peor aún, que nos maten.
Me saca de quicio y lo único que sé en ese momento que ya estamos en el suelo, peleando.
Sí, peleando.
Sé defenderme muy bien gracias al entrenamiento que Erick me enseñó, pero Blazer no lo hace nada mal. Hubiéramos continuado de no haber sido por los otros, quienes nos detienen. Ya estaba encima de Blazer para incestarle un golpe en la cara, cuando siento que alguien me levanta por la cintura y me mantiene quieta.
Es Alessandro. Diecinueve ayuda a Blazer a levantarse y S está inmóvil en un rincón.
Después de eso, he intentado no encontrarlo en los pasillos o alguna otra habitación, pero no ha sido difícil, ya que solo se ha mantenido encerrado. La única que le tiene paciencia es S, ya que ha intentado hablar con él y le lleva comida. También ha intentado hablar conmigo, para que intente hacer las paces, pero solo respondo:
—Cuando se le calme el mar humor que tiene, que salga de su habitación y le acepto sus disculpas.
Ella solo suspira.
Pero hoy, jueves 15 de septiembre, tengo un mayor problema.
—¿Cómo siguen tus moretones? —pregunta Estuardo por la pelea que tuve—. No creo que sea mayor cosa para ti, ese hombre no golpea tan fuerte. Además, ya estás acostumbrada.
—Silencio.
Intento darle de comer.
—Si quieres yo lo hago. Desata las cuerdas, puedo comer solo. Madeline no me tiene tan consentido.
Lo ignoro y continúo con mi trabajo.
—¿Qué te pasó? —pregunta después de un largo silencio.
—¿De qué?
—Me refiero, a qué te hicieron para que te convirtieras en esto.
Mi corazón empieza a palpitar a gran velocidad de pura rabia.
—Todos los que decidimos ser así —habla—, como tú y yo, tenemos un pasado trágico.
—¿No te callas? ¿Nunca dejas de decir estupideces?
Me levanto y salgo de la habitación, llevándome la silla. Cierro la puerta con llave y muevo la estantería a su lugar.
Estoy a gusto en la sala de reuniones, cuando varias voces interrumpen mi lectura.
—No puedes hacer eso —. Es la voz de S—, sería una locura. Casi un suicidio.
Levanto la vista y veo a Blazer, quien por fin ha salido de la habitación. Aparta su vista cuando cae en la mía, S está siguiéndolo; Alessandro y Diecinueve, tras ellos.
—Black —habla el chico.
—¿Qué pasa? —cuestiono, sin levantarme del sofá y dejando el libro sobre mi regazo.
—Blazer ha decido terminar con esto —responde Alessandro.
—¿A qué te refieres?
Me levanto del sofá, con libro en mano y camino hacia el estacionamiento, donde se han ido. Al llegar, S está bloqueando el paso a Blazer para que no suba al auto.
—Dame permiso —dice Blazer.
—¿Qué pretendes hacer? —pregunto.
—Lo que tú no te atreves —responde.
De mala gana, camina hacia otro auto, está a punto de entrar, pero se detiene en cuanto hablo.
—¿Lo que yo no me atrevo hacer? —Cruzo los brazos cobre mi pecho—. Según tú no me atrevo a atacar a Madeline, ¿por qué? ¿Por miedo? ¿Tengo duda de lo que podemos hacer?
—No lo sé, Black. Eso solo tú puedes saberlo.
—Arriesgarás tu vida solo por un berrinche.
Abre la puerta trasera del auto y mete armas y municiones.
—Te dije que aún no es el momento, llevo haciendo esto por años. Sé cuándo podemos atacar, no puedo darme el lujo de actuar sin pensarlo poniendo en peligro sus vidas.
—¿Cuándo lo será?
—No lo sé, pero ahora es el peor momento para atacarla. Está desesperada, su hijo está desaparecido.
—No puedo esperar más, si ella no esperó para matar a mi familia, yo no voy a esperar a que planee algo para matarme. Para matarnos a todos.
Entra al auto y lo arranca.
—¡Entonces vete! —hablo fuerte para que pueda escucharme—. ¡No pretendas que se irá detrás de ti, rogándote que regreses, no esperes eso de mí! Si decides irte es tu decisión, vete. No voy a detenerte. Ninguno de nosotros lo hará.
Terminando de decir esto, volteo a observar a mis compañeros para advertirles que no le digan nada. Por un momento pienso que se arrepentirá, pero empieza a salir de la guarida.
—Black, detenlo —pide S.
—Lo siento —. Soy sincera—, ya tiene suficiente edad para escoger lo que tiene que hacer. Y pueden hacer lo mismo si quieren.
Camino para ir a mi habitación, y nadie interrumpe mi recorrido, cosa que agradezco ya que no podría enfrentar a otro.
Potente...
¿Qué piensan que pueda ocurrir con Blazer ahora que se ha atrevido a pelar solo?
¿Fue la decisión correcta o solo empeorará todo?
¿Qué hará Black al respecto? ¿Se quedará como si nada hubiera pasado?
Hablamos en el siguiente capítulo. :)
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