17 | El amor lo puede todo, hasta destruir al más fuerte corazón
DOBLE B
Black siempre ha tenido miedo de que algo pueda pasar por los asuntos en los que está metida. No lo que le pase a ella, sino a las personas que son cercanas.
Ahora que he recibido su llamada y al escuchar su tono de voz, en lo primero que pienso es que su mayor miedo se ha hecho realidad.
Lastimosamente, estoy en lo cierto.
Me está diciendo que ella es la culpable y luego me cuenta todo tan rápido, que es difícil entenderle. Lo único que logro escuchar es algo sobre un hospital y Alessandro.
Como no quiero preocupar a Erick, le digo que Adria ha cambiado de planes y salgo de inmediato hacia el hospital, evitando sus preguntas.
No tardo mucho ya que es el más cercano, según Black.
Estaciono el auto y voy al piso que dijo que se encuentra. Me ha preocupado demasiado, ya que no la he escuchado de esa manera desde hace años.
Desde que se enteró que, prácticamente, era la única Kemper con vida.
En cuanto llego, veo que está sentada en uno de los asientos de la sala de espera. Se ve mal, pero al menos sé que no ha sido atacada.
Me acerco a paso sigiloso y me siento a su lado, pasándole uno de mis brazos sobre sus hombros para acercarla. Siento sus sollozos a través de mis brazos y eso me rompe.
Tuve la dicha de conocer a Adria antes de que se metiera en este mundo tan oscuro en el que estamos metidos. Éramos como hermanos. Alan, ella y yo. Bueno y Michael, que también fue una persona que le hizo mucho daño en el pasado, pero ya llevamos tiempo sin saber nada de él. Es cosa del pasado y otra historia.
Éramos los cuatro mejores amigos a pesar de la diferencia de edad que tengo con ellos.
La quiero como si fuera mi hermana pequeña, bueno, lo es porque fuimos creciendo juntos. Es la hermana que siempre quise tener, lo único que me queda ahora.
Los dos heredamos la empresa que, juntos, nuestros padres sacaron adelante. Ahora ambos la manejamos y nos va mejor que nunca.
Lo único malo es que Adria decidió llevar dos vidas para buscar su venganza, pero desde que apareció Alessandro todo en ella ha cambiado. Me di cuenta que se estaba volviendo la misma de antes. Adria, no Black.
Alessandro fue su equilibrio perfecto, estaba seguro que por él dejaría esta doble vida, pero ahora... conozco a Adria y sé que es muy vengativa, siempre lo ha sido y no dudo que tratará de buscar al responsable de esto.
Siempre ha sido fuerte y eso ella lo sabe. Sobrevivió a una larga tortura a sus apenas dieciséis años, supo valerse por sí misma tras la muerte de todos sus familiares y espero también sepa manejar esto.
Ha sido la mujer más fuerte —hablando en todos los sentidos— que he conocido.
Esperando aún en la sala, me percato que una enfermera sale de emergencias. Me levanto junto con Adria para caminar hacia ella, deteniéndola en su recorrido.
—Disculpe —hablo, ya que Adria en estos momentos no puede hacerlo—. ¿Sabe cuál es el estado del paciente Alessandro Alvez?
—El doctor está intentando todo lo que es posible. —Se limita a mencionar, pasando a toda prisa por el pasillo.
Escucho como Adria vuelve a soltar un sollozo y la sostengo entre mis brazos para demostrarle mi apoyo.
—Si le pasa algo más no lo podré resistir —expresa.
—No tienes la culpa de esto. —Intento tranquilizarla—. No sabías que lo iban a atacar.
—Fue ella —comenta—. Estoy segura que fue ella. Se tuvo que enterar de alguna forma que la estaba investigando.
Eso tiene lógica, pero Alessandro tenía muchos enemigos a causa de su empleo, así que pudo ser cualquiera.
No tengo idea cuánto tiempo llevamos sentados. Ya son casi las diez de la noche y hay frío. Así que decido ir a comprar un té.
—No te muevas —pido—. Iré a la cafetería, ¿se te antoja algo?
Niega, pero igual le traeré algo para calentar su cuerpo.
Dejo de abrazarla y veo como recuesta la cabeza entre sus manos. Camino rumbo a la cafetería y pido un café con crema para Adria y un té para mí. Pago, para luego avanzar con los dos vasos de cartón de regreso a la sala de espera.
—Gracias —agradece con un sonido apenas audible.
Le da un trago dejándolo de inmediato sobre la mesa de centro que tenemos enfrente. Dirijo mi vista hacia una familia que están sentados delante nuestro. Saludo con un asentamiento de cabeza al padre.
Nos quedamos esperando por un largo rato más. Ya es tarde, han pasado varios doctores, pero ninguno es el que ha atendido a Alessandro. Todo esto nos mantiene intrigados.
Veo la hora en mi reloj: las once de la noche. Adria no ha dejado la misma posición, continúa llorando, lo sé por los movimientos que hacen sus hombros. Llora en silencio.
Las puertas de emergencia se abren de repente. De estas sale un médico, quien pasa su mirada por la sala, preguntando:
—¿Los familiares de Alessandro Alvez?
Ambos nos ponemos de pie, caminamos hacia el hombre y Adria es la que habla.
—No somos sus familiares, pero somos sus amigos. ¿Cómo se encuentra?
—Lo siento, pero no puedo darles información si no son los familiares.
—Doctor —llamo—, ella es lo más cercano que tiene él ahora a un familiar. Los padres del chico ni siquiera saben que está aquí.
—Necesito que un familiar venga.
Da la vuelta para retirarse, pero al escuchar la voz de Adria, tan devastada, se detiene.
—Sus padres se encuentran el Latinoamérica, en estos momentos tardarían muchas horas para regresar y para informarles al menos tengo que saber cómo se encuentra su hijo.
El médico lo medita por un par de segundos y luego asiente.
—El paciente se encuentra en estos momentos inconsciente y la cirugía ha salido mejor de lo esperado, aunque corre un gran peligro aún a causa de la gran cantidad de sangre perdida y los golpes en la cabeza.
—¿Puedo verlo en estos momentos? —pregunta ella.
—Acaba de salir de la sala de operaciones, no es posible eso al menos que sea algún familiar.
—Por favor —suplica.
El doctor demuestra que se rinde soltando un pequeño suspiro.
—Supongo que usted es Adria. —Escuchar eso me desconcierta—. No puede entrar a la habitación, solo verlo a través del vidrio de protección.
Llama a una enfermera y le pide que aliste a Adria para llevarla a la habitación del paciente recién operado.
Me quedo solo en la sala de espera, analizando lo que acaba de ocurrir. ¿Cómo sabía que se llama Adria?
Antes de entrar, ella me da una mirada extraña que no logro descifrar.
Hola de nuevo, pues bueno la pregunta del día es: ¿Qué tal les pareció la perspectiva de Doble B?
Pudimos conocer un poco acerca del pasado de ambos y la razón del porqué Adria aprecia tanto a este personaje.
Bueno, ahora puedo respirar en paz al saber que Alessandro ha salido bien de la operación. ¿Qué creen que hará Adria al respecto? Espero sus teorías.
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