10 | Pronto estaré en problemas

BLACK

Después de terminar de ver la nota donde Alessandro presentó su entrevista, le escribo un mensaje.

Al. ;)

Últ. vez hoy a las 19:38

Me encantó lo que hiciste, te deseo suerte para los próximos días.

Tengo que irme ahora, regreso en unos días.

Cuídate.

Desde lo que ocurrió en la casa de Erick, no he vuelto a hablar con él. Mucho menos he ido a buscarlo, porque sé que cuando estamos solos, pueden pasar muchas cosas y no quiero que piense mal y lastimarlo aún más.

Solo he decidido avisarle que me iré porque no quiero empeorar las cosas.

Ayer por la noche Erick llamó, comentando que ya el vuelo con Antonio estaba programado, al igual que ya tenía una reservación en el hotel más cercano en uno de los casinos de la familia Bonnedetti.

Quiero estar ahí desde temprano para planear bien lo próximo que haré. A Erick le pareció buena idea llegar de madrugada, así tengo tiempo para acomodarme y analizar el área.

Estando en mi habitación, saco una maleta y coloco en ella lo necesario para unos pocos días. Cuando ya está lista, bajo a la sala para colocarla en la entrada. Saco el celular de mi bolsillo para ver la hora y me doy cuenta que falta poco para que empiece a salir y llegar a tiempo al lugar determinado.

Observo el lugar por completo porque sé que a partir de que empiece a investigar a Madeline por mi cuenta, dejaré de pasar tiempo en casa. Algo me dice que tardaré mucho tiempo en volver a dormir en mi habitación, comer en la mesa y ver televisión en la sala que tanto tiempo me ha acompañado.

Observo cada objeto y me detengo con uno en especial que se encuentra colgado en la pared que da a la salida. Se trata de una de las fotografías que ha tomado Alessandro, en ella se ve un lindo atardecer en un lago y en él se hacen hondas por la gota que cae.

Es hermosa.

Le sonrío por alguna razón antes de salir. Al llegar al auto, guardo la maleta en la parte de atrás.

El viaje se me hace eterno y estoy constantemente viendo el celular para saber si Alessandro ha contestado, pero solo se conectó y ni siquiera vio el mensaje.

Tal vez, si me hubiera dicho por última vez que me quedara, que no hiciera más locuras, estuviera dudando en estos momentos en ir y tomar otro camino, hacia su casa. Pero veo que no le importa.

Llegando al campo, bajo mi equipaje y reviso por última vez el móvil, pero nada. Así que enojada, apago el aparato.

Camino hacia donde veo de espaldas a un hombre de estatura baja.

—Siempre impuntual —habla, cuando voltea a ver quién se acerca.

—Antonio —saludo y nos damos un fuerte abrazo como los buenos amigos que somos.

Antonio, quien todos estos años nos ha apoyado con transporte tanto en la empresa como de manera personal, se ha vuelto parte de mis amigos. Sé que puedo confiar en él.

—Supe todo lo que está pasando.

Se refiere a todo lo que ha pasado después del asesinato del presidente. Las personas constantemente han salido a protestar para proteger mi nombre (como Black).

—Lo sé, pero no es conveniente hablar de eso ahora.

—Bien y ahora veo que tienes otra nueva misión. —Cambia de tema, cosa que agradezco.

—Lo de siempre. ¿Erick no anda por aquí?

—Dijo que iría por algo al auto.

Asiento.

—¿Estaremos en Loriam antes del amanecer? —pregunto.

—Si partimos pronto, sí; llegaremos antes. No te preocupes, yo me encargo.

Antonio es un hombre de madre asiática que viajó hasta aquí con su familia cuando era niña. Es por eso que sus fracciones no son como los originarios de Gualoriam.

Dirijo mi vista hacia la derecha, ya que Erick viene acercándose.

—Ya era hora —habla, cuando me ve.

Le doy una sonrisa inocente. Se acerca para abrazarme y hago lo mismo. Antonio nos dice que irá a encender la máquina.

—Te encargo que tengas mucho cuidado, Adria, por favor —pide Erick.

—Tenga por seguro que así será y volveré a molestarlo en un par de días.

Ríe ante mi comentario.

—Toma —extiende la mano con un boleto—. Doble B nos hizo el favor de conseguir un boleto para un evento importante que habrá mañana en el casino. Será de mucha ayuda.

Tomo el boleto y le agradezco.

—¿Has hablado con el chico? —pregunta, refiriéndose a Alessandro.

Niego, entiende que no quiero hablar de él y lo comprende.

—No seas tan dura con él. Se nota que te tiene mucho aprecio y al igual que todos se preocupa.

—Lo sé, pero tampoco voy a tirar todo a la borda solo porque él no me comprende.

—Cuando regreses deberías hablar con él.

—Lo haré, no se preocupe.

Nos despedimos y ahora ya me encuentro junto con Antonio, de copiloto en el helicóptero.

El vuelo dura aproximadamente una hora. Llegamos a Loriam, en un campo alejado de la población y nos subimos a un coche para ir al hotel.

Cuando llegamos, me ayuda a llevar las maletas hasta el dormitorio y me despido de él.

Me acuesto en la cama y pienso un momento en qué haré. Saco el boleto de mi cartera y veo que la entrada es para una persona, y la hora está programada para las cinco de la tarde. En ella, aclara que es un evento de gala.

Tendré que hacer compras, pero ya es tarde y prefiero descansar.

Despierto de un sobresalto y distingo por una de las ventanas la tenue luz del sol. Se me hace raro que sea anaranjada, así que agarro el móvil —que ayer en la madrugada lo encendí— para ver la hora y son casi las tres de la tarde.

Me levanto y agarro el teléfono que se encuentra en la mesa de noche. Alguien contesta y pido algo de comer.

Sostengo la toalla y voy al baño para darme una ducha y así salir de compras para ponerme algo decente para el evento.

Después de salir del baño, camino hacia la ventana y abro ligeramente la cortina para ver hacia afuera. Ya hay personas empezando a asomarse para entrar al casino.

Llaman a la puerta y asumo que vienen a dejar la comida.

Abro y recibo lo pedido, dejo la bandeja sobre la cama y saco mi ropa de la maleta. Decido dejarla dentro del closet y cuando abro las puertas, me sorprendo a causa de lo que veo.

Hay un vestido negro, sin mangas con un corte a un lado. Debajo de este, hay unos tacones del mismo color.

Los saco del armario y decido comer antes de alistarme.

Me maquillo y agarro el vestido viendo la nota que hay en él:

¡Suerte!

Es la letra de Doble B y tenía la leve sospecha que él se había encargado de esto, pero ahora lo corroboro. Siembre ha tenido buenos gustos.

A la hora de colocarlo, voy directo al espejo y veo que me queda muy bien. Se ajusta a mi figura, haciendo que, por el corte, se note unas de mis piernas y los tacones ayudan a resaltar mi altura.

Agarro mi cartera y salgo. Veo como parejas salen de sus habitaciones, igual de elegantes, haciendo que mi mente se dirija al recuerdo de Alessandro y lo bien que se veía en la entrevista.

Saliendo del hotel, me doy cuenta que hay varios hombres de traje alrededor de las calles y del casino. Guardias.

Este es el momento perfecto para averiguar más cosas y este importante evento me dará ventaja.

O al menos eso espero.

Hola, ¿cómo van? Me paso por aquí para contarles que en el próximo capítulo tendremos un poco de acción y... una sorpresita con un personaje nuevo que sé que lo amarán, jeje.

Espero que estén disfrutando de la lectura, que ya vamos avanzando y adentrándonos más a ella. 

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