03 | En las noticias

BLACK

 Ya casi es la tarde de un nuevo día, especificando: las once con veinte y me encuentro en el vigésimo piso —de treinta— del edificio B&K ubicado en Wedram, capital de Gualoriam.

Hace apenas unos minutos acabo de regresar de una cansada reunión acerca de los informes desarrollados en estas semanas sobre las ganancias obtenidas en nuestra empresa.

Me encuentro en mi oficina, sentada y tecleando en la computadora algunos mensajes que serán de suma importancia para nuestra próxima exportación hacia Latinoamérica, ya que me encargo personalmente de contactar con cada cliente y promocionar cada nuevo producto lanzado al mercado o de corroborar que todo vaya bien con lo que se ha hablado.

El despacho se ubica frente al del presidente de la compañía; así, tanto él, como la vicepresidenta —yo— tenemos una mejor comunicación.

Berne Byrlem —más conocido por personas cercanas a él como Doble B—, el presidente que, aparte de ser mi mejor amigo, desde pequeño es considerando como alguien de mi familia; se ha quedado hablando por más tiempo con algunos empleados.

Veo las noticias en la televisión que se encuentra dentro ya que me interesa lo que están diciendo del incidente de Frank. Por otro lado, espero con ansias a Doble B y, como las puertas son de un vidrio opacado, volteo cada que veo una silueta pasar.

Me aburro, así que decido dedicarme a mi trabajo ya que no proporcionan más información de la que no sepa. Hasta que después de unos minutos, la puerta es abierta.

 —Aquí estás —habla Doble B.

Levanto mi vista para verlo entrar, pero de inmediato la regreso al monitor continuando con los mensajes, ahora con un rostro más serio.

Berne es un hombre de treinta y tres años que siempre va vestido de una manera elegante y se ha acostumbrado a ejercitar su cuerpo. Combinando esos atributos con ser uno de los hombres más ricos de Gualoriam hacen que muchas mujeres estén detrás de él.

—Solo quería saber si lo de Breitkopf fue obra tuya. —Se acomoda en uno de los asientos frente al escritorio. Cruza sus piernas de forma masculina y sus manos entrelazadas las coloca sobre sus rodillas—. Ya sabes porqué lo pregunto, es raro que en un trabajo que realices te pongas los créditos voluntariamente.

Sin decir nada, me levanto y camino hacia la puerta ya que al entrar no la ha cerrado y no sería conveniente que alguien nos escuchara.

Me detengo en medio de la habitación, ya que me ha tapado el camino al levantarse y caminar hacia mí. Intento pasar a su lado, pero se arrastra por donde quiero pasar.

—¿Por qué te expusiste tanto? —pregunta, ya exaltado ante mi falta de respuesta.

—No pasó nada que no quería que pasara —respondo por fin, retándolo con la mirada—. Así que no es para tanto, todo salió conforme lo planeado, deja de formar tanto escándalo.

—Había demasiados guardias en el sitio, pudieron descubrirte o peor aun, a Alessandro. Sabes que él hace todo esto por ti, considero que no es justo para él que lo metas en esta mierda. Te estas aprovechando de que está enamorado.

Sé que tiene razón. Él hace todo esto porque me tiene aprecio y debería de detenerlo, pero también quiero tenerlo cerca el tiempo que pueda porque sé que en cualquier momento tengo que alejarme.

Sí, soy una egoísta, pero muchas veces los sentimientos pueden más que la razón.

 —Le prometí que era lo último —informo—. Así que tanto él, Erick o tú ya no tienen que preocuparse por mí.

—Si es cierto lo que dices —comenta—, puedo asegurarte que tendremos una mejor vida. Nos la merecemos Adria, en especial tú por todo lo que has tenido que pasar.

Sus palabras me hacen bajar la mirada, pero la levanto de inmediato para que no se dé cuenta que me afecta todavía lo que pasó hace casi diez años.

Me da un apretón en los hombros y camina hacia la salida, pero antes de irse, habla:

—Saldremos a comer con los demás para celebrar las grandes ganancias que obtuvimos estas semanas, ¿nos acompañas?

—Salgo en un minuto —respondo.

Asiente y sale del despacho mientras regreso al escritorio para recoger mis cosas.


Mientras los demás conversan en la mesa con algún compañero a la par, yo bebo una copa de vino en silencio.

Doble B termina de hablar con la chica que lo está felicitando por el logro y se recuesta en mi costado para hablarme discretamente más de cerca.

—Así que Alessandro y tú fueron los únicos detrás de esta gran jugada y ninguno de nosotros lo sabíamos —concluye ante mi explicación de los hechos de días anteriores refiriéndose a él y a Erick.

—Pensé que estabas entretenido con las conversaciones —ataco—, pero veo que tenías otra cosa en la cabeza.

—Después de lo sucedido es imposible no tener esa idea rondando por la cabeza —. Se detiene porque uno de nuestros colaboradores nos da unas palabras y luego continúa cuando el sujeto se sienta—, pero no te preocupes que mi cerebro está muy bien capacitado para tener dos cosas a la vez procesándose. Hasta más.

 —Bueno, cómo sea. —Termino por ceder—. Él insistió. No pude decirle no, dijo que no podía dejarme hacer esto sola.

Me observa con mala cara al no obtener una respuesta que lo satisfaga, así que pongo los ojos en blanco y sigo hablando para no alargar más el asunto.

—No quería continuar involucrando a ninguno en esta porquería, mucho menos a ustedes tres, pero logró convencerme.

Pienso que la conversación ha quedado hasta ahí porque voltea hacia el frente como si no le hubiera dicho nada, pero cuando noto una sonrisa en su rostro, sé que esto no ha terminado.

—Te trae loca ese hombre.

—¿Qué? ¡Claro que no!... no creo.

Bebo de mi copa para ocultar la rojez en el rostro.

—Sí —insiste—, pero como te he dicho: lo que sea que tienen es peligroso.

—Lo sé, es peligroso para él.

Después del almuerzo con Doble B y de terminar la jornada laboral, me dirigí directo a casa. Preparé algo para cenar y justo ahora estoy viendo uno de los tantos programas que pasan por televisión y que son lo único que me entretiene cuando estoy sola en casa.

El timbre suena, así que me levanto del sofá y voy para saber de quien se trata y si vale la pena abrir o no. Cuando veo por la cámara de seguridad en la puerta, abro.

—Supongo que no traes llaves. —Suelto, ya que no acostumbra a tocar.

 —Cuando salí de la oficina y estaba en medio camino, me di cuenta que no las traía. Venía rogando en todo el camino que no hicieran como si no hubiera nadie e ignoraras el timbre.

—Tuviste suerte hoy.

Alessandro se acerca para saludarme con un beso. Caminamos a la sala y llegando, noto que el programa ha terminado y ahora están pasando un corto aviso de última hora.

Como ya todos saben, hace unos días el asesinato del presidente Frank Breitkopf se ha dado a plena luz del día en una conferencia de prensa que él ejercía. Su muerte fue instantánea a causa de los disparos directos que recibió en el pecho y cuello. Hace tan solo unos días los médicos nos informaban que la vida de este gran ser ha dejado de existir.

La presentadora tiene una expresión triste.

Nos trasladamos con nuestro compañero Axel, quien se encuentra con uno de los inspectores a cargo de la investigación.

Muy buenas noches. En efecto, aquí nos encontramos con Denis, quien es el inspector encargado de este caso.

Ambos están frente la comisaría y Axel, el periodista, empieza a hacerle las mismas preguntas que otros noticiarios ya han hecho. Dejo de poner atención y volteo a ver hacia Alessandro, ya que habla:

—¿De verdad todos creen que era un buen tipo? Si tan solo vieran todas las pruebas que tenemos en su contra.

—Pero no pueden —interrumpo su momento—. Es mejor que sigan creyendo que fue un héroe a que se escandalicen al ver todas las pruebas de las asquerosidades que hizo.

—Eso es lo único que no entiendo de ti, Adria. Estás quedando como la mala de la película.

Volteo de nuevo a la televisión y veo que están otra vez en los estudios.

«¿Y entonces que soy, sino es eso?».

 —Tenemos imágenes a la hora del asesinato —informa la presentadora—. Son imágenes fuertes, así que tenga especial precaución.

Ahora sí pongo mucho cuidado ya que esto es algo nuevo.

En el vídeo aparece el presidente empezando su discurso, noto que está grabado desde una cámara de un noticiario ya que están en primera fila. El camarógrafo enfoca a las personas, tanto protestantes como quienes aún creen en la política de este país.

El camarógrafo vuelve a enfocar al podio y después, dos disparos precisos. A los pocos segundos las personas empiezan a gritar y correr por todos lados, presas del pánico. El camarógrafo se encarga de hacer su trabajo y empieza a enfocar a todos lados, en especial a los edificios.

¡Ahí! —exclama de repente la presentadora—. ¡Justo ahí se ve la silueta de la causante de esta tragedia!

Ahora la pantalla se divide: del lado izquierdo se encuentra la presentadora y a la derecha, el vídeo en pausa.

Según fuentes de los investigadores encargados —continúa—, es muy probable que esta silueta se trate de nada más y nada menos de alguien que se ha encargado de influenciar la violencia, el vandalismo y asesinatos... sí, señoras y señores; hablo de Black, la famosa asesina que se ha encargado de traer a Wedram sufrimiento y muerte.

» ¿Quién más podría ser? No debemos emocionarnos a pesar de que es lo más lógico, pero las autoridades no pueden actuar sin tener pruebas suficientes. Tengamos fe en que pronto vendrá la justicia.

—¡Por favor! —chilla Alejandro, provocando sobresaltarme por su repentina reacción—. ¡Si supieran que realmente eres la salvadora!

—No quiero y no me interesa lo que ellos piensen de mí —aclaro, ya algo nerviosa ante sus gritos—. Hice todo esto con un único objetivo y ninguno de ellos lo entendería.

Pienso, después de terminar de aclarar mis pensamientos:

«¿Por qué hacerles ver que quienes ellos creen sus héroes realmente son los villanos? ¿Para qué? Mejor que todos sigan viviendo en su burbuja de falsa realidad».

Dejaremos un momento la imagen —informan en la televisión—, para que logren sacar sus propias conclusiones.

A pesar de que la imagen se distingue borrosa, se ve mi silueta detrás de las cortinas. Me dedico a observarlo en silencio por los segundos que lo dejan, sintiendo que es una eternidad.

El momento de última hora termina y vuelve a continuar el programa anterior. Apago la televisión y la sala queda en completo silencio, hasta que Alessandro es el primero en hablar.

—No te quería mencionar esto hasta no estar seguro...

—¿Qué cosa? —pregunto.

Me acomodo para verlo al rostro de una mejor manera.

Desde esta posición puedo distinguirlo mejor. Sus facciones varoniles se marcan en su rostro y un mechón de su rubio cabello cae a un lado de su frente.

Él también voltea a verme con esos ojos celestes que me hipnotizan.

—Llevo investigando por un tiempo a alguien, puede ser la mujer que buscas —responde.

—¿Hablas en serio?

Asiente.

—Pero antes quiero que recuerdes lo que me prometiste.

—Tengo muy en claro lo que te prometí —recuerdo—. Puedes confiar en mí, pero tampoco puedo permitirme estar en paz si no sé quién es la tipa que nos hizo esas asquerosidades.

En su mirada logro ver algún tipo de preocupación.

—Tengo al menos el derecho de saber de quién se trata, ¿verdad? —Suelto un suspiro porque noto que no cambia su semblante—. Viviré una vida normal, eso ya lo dije y no pienso romper mi promesa.

 —No sé si fue buena idea iniciar esta conversación, pero confío en ti, Adria —comunica, acercándose para abrazarme y darme un corto beso sobre los labios.

Se levanta del asiento y lo imito. Caminamos a la salida y antes de abrir la puerta, continúa hablando.

—Tengo que hacer una última cosa para poder informarte bien lo que tengo por decirte. —Estoy por protestar, pero me interrumpe—. Por favor, confía en mí. Solo necesito realizar una última investigación para estar más seguro.

Ahora sí, abre la puerta y sostiene de nuevo mi rostro para darme otro beso en la frente. Sale y no dejo de verlo hasta que se sube a su auto y avanza hasta la calle, desapareciendo de mi vista.

El jardín se encuentra vacío, oscuro y lo único que se escucha es el sonido del viento correr.

¿Vale la pena arriesgar lo que te ha costado construir por la persona que crees amar?

Hola, ¿qué tal van las cosas por aquí? Como se pudieron dar cuenta, el día de hoy hubo doble actualización y creo que así quedará predeterminado, solo que dejaré aproximadamente una hora de por medio para que no haya problema de que Wattpad intercale los capítulos.

Espero que todo les salga bien en esta semana, nos leemos el otro domingo.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top