The Valderramas - Parte 1
[Varios meses antes de la llegada de JoJo]
—Oiga, señor.
—¿Yooo? —dijo en un tono muy torpe. Parecía ser de esos hombres que usan pañales a pesar de tener treinta años.
—Sí, vos. ¿Quiere un reloj de oro? —abrió su chamara y mostró todos los relojes de mano, entrelazados por sus cadenas que asemejaban telarañas—. ¿Qué dice? Las mujeres no se resistirán al encanto del oro.
—Ah... pues...
—Elija uno y le daré en un buen precio —levantó ambas cejas mientras sonreía.
—Vale, che —se puso a observar los relojes y eligió el más brillante, pero cuando estaba por indicar su elección, Illya comenzó a cambiar de lugar todos los relojes.
—¡Ah! Eligió este. Tome —se cerró la chamarra y sacó el reloj por la manga derecha, dándoselo al hombre—. Son 500 pesos.
—¡¿Quééé?!
—¿Qué creyó? Qué iba a ser barato. ¡Obvio que no! Está hecho de oro puro y fino.
—P-P-Pero... —el hombre retrocedió, pero se topó con un grandulón con vellos en los brazos que lo cubría del sol.
Illya sonrío maliciosamente mientras sacaba un cuchillo con el cual asustaba al pobre sujeto.
—Vaya sacando los billetes antes que les saque las tripas. ¡Ten en cuenta que tengo hambre desde hace dos días!
—¡Aahhhh!
Una figura misteriosa se paró a unos metros de ellos, interrumpiéndolos con una carraspera de garganta.
—Oigan, ustedes.
Illya y el grandulón estaban atónitos con la aparición del hombre misterioso, que aparecía como un salvador para la víctima.
—¿No les da vergüenza ensañarse con un pobre diablo como este?
A pesar de su ropa vieja, el lenguaje y el tono que manejaba se sentía elegante y alturado, pero manteniendo autoridad ante todo.
—¡Sálgase de aquí! —exclamó Illya, atacando con el cuchillo, pero el hombre lo esquivó, agarró el brazo de Illya y usando su propio impulsó, lo lanzó varios metros hasta estrellarlo contra una pared.
El grandulón no se quedó atrás y lanzó varios puñetes, pero el hombre los esquivó todos, para solo atacar con su dedo índice, hundiéndolo en medio de la garganta. Este golpe certero tumbó al gigante como si fuera el mismo Goliat, lo irónico es que así se llamaba.
—Tranquilo, buen hombre. Estos sujetos no volverán a fastidiarlo —rodeó al hombre asustado que se había tapado el rostro.
—¡Ahh, gracias!
Se puso a gimotear sobre el hombro de su salvador. Este solo le dio golpecitos en su espalda.
—Para que estos tipos no vuelvan a molestarlo, me llevaré este reloj. Si se lo queda, lo seguirán y no podré hacer nada, ¿de acuerdo?
—Claro, claro. ¡Quédeselo! Yo me voy.
Cogió el reloj de oro y vio como el hombre asustado se alejaba lo más rápido posible. Suspiró, tronando su columna con un estirón y simplemente guardó el reloj.
—¡Pffff! ¿Vieron la cara de ese tipo? Por poco y me tiraba al suelo a reírme.
Illya y Goliat se levantaron del suelo, riéndose junto a Groova Chaco, su jefe y quien había organizado ese acto digno de Broadway.
—¡Ja, ja, ja, ja! Sí que fue gracioso —respondió Illya.
—Y lo mejor de todo... —mostró los pesos que le había quitado al pobre sujeto—. Tal vez comamos bistec hoy.
—A mi me gusta termino medio —dijo Goliat.
—¡No se diga más! Hoy comemos bistec —exclamó Groova, alegrando a sus pupilos.
Desde que tenía memoria, Illya había sido criado por Groova Chaco, quien le enseñó a mentir y robar. Groova tenía un gran prestigio al ser uno de los criminales más peligrosos de Buenos Aires. Pese a la guerra en la que Argentina participaba, Groova Chaco no detenía sus fechorías y con ayuda de Illya pudo formar su reputación en el mundo del hampa. Cuando Illya tenía 15, Groova acogió a Goliat quien había huido de casa. Ambos lo recibieron como uno más de la familia y los robos se hicieron más elaborados. Desde bancos hasta joyeros, todos temían la presencia de Groova Chaco y sus acompañantes. Sin embargo, al otro lado de Buenos Aires, había otro líder criminal, quien era rival directo de Groova Chaco.
—Cooler O'Connor, ese pelotudo malnacido.
—Ñam, ñam. ¿No es ese sujeto que intentó robarle al Primer Ministro? —preguntó Illya con un trozo de carne entre sus dientes—. Sí que es un pelotudo.
Goliat también comía gustosamente. El cocinero estaba un poco nervioso pero eso no impidió que siga preparando más carne.
—En verdad, fui yo quien le robó al ministro Dhu —indicó Groova.
—¿En serio? No creo que haya sido tan fácil.
—Por poco me atrapan —aclaró Groova bebiendo un sorbo de mate—. Todo por culpa del asqueroso de Cooler, pero hay una manera de acabar con él.
Illya y Goliat prestaron mucha atención pues el tono que había usado era el mismo cuando se disponía a robar un banco.
—Pronto llegará un barco con un cargamento especial. Una tiara de la duquesa de Bohemia. Tan costosa y preciada que resolverá nuestras vidas para siempre.
—¿Y por qué la tiara viene hacia aquí? —preguntó Illya intrigado.
—Cosas de europeos, che. La verdad es que Cooler también sabe de esto así que intentará robarlo esta noche.
—¿Esta noche?
—Sí, el barco llegará a medianoche, para no levantar sospechas. Estará llegando en un barco que trae composta hecha en Europa así que es un camuflaje bastante inteligente, digo yo, ja, ja, ja, ja.
Rieron y siguieron comiendo. La idea de robar algo tan valioso les llenaba de mucha emoción, además que podrían tener una gran fortuna.
—Entonces, hagámoslo —sentenció Illya con mucha emoción.
Luego de comer, se alistaron para el atraco. Llegada la medianoche, estaban en el muelle, esperando la llegada del barco. Aunque había una neblina un poco espesa, Groova usaba un catalejo para ver los barcos que llegaban, apoyándose en la luz de la luna.
—No veo a nadie cerca. Deben estar escondidos como nosotros —indicó.
—Y con armas —añadió Illya.
—Sí, es posible.
De pronto, un objeto cruzó la neblina del muelle. El sonido de la madera sobre el mar indicaban la llegada del barco y su anclaje. Groova, Illya y Goliat prepararon sus armas para hacer el atraco.
—Ustedes dos irán por el flanco derecho. Eviten hacer ruido, yo iré por el otro lado.
Illya y Goliat asintieron. Se separaron a la orden de Groova, yendo por las direcciones respectivas. La neblina se volvió más espesa de repente, hasta el punto de no ver lo que había a dos metros alrededor.
—Che, Goliat. ¿Ves algo? —preguntó Illya pero Goliat no contestó. Es más, no estaba cerca—. ¿Goliat?
Illya llamó a su amigo con el tono de voz más bajo posible. Siguió caminando con la idea de que Goliat se adelantó, pero teniendo un extraño presentimiento.
Unos metros más allá se topó con algo enorme en el suelo.
—¿Q-Qué? No es posible.
Goliat estaba en el suelo. Una especie de ramas con hojas verdes sobresalían de su boca y de sus fosas nasales. Illya se acercó y trató de sacar dichas ramas pero la presencia de un hombre lo detuvo.
—Ahhh... ¡Tú debes ser Groova Chaco!
Lanzó un rápido golpe a Illya que impactó en sus costillas. El impacto hizo que cayera de espaldas al suelo, pero se repuso y devolvió el ataque. Sin embargo...
—¡¿Cómo es esto posible?!
Illya estaba asombrado al ver que su brazo había traspasado el pecho de su oponente, pero no le hizo daño alguno pues este parecía ser una especie de espejismo. Sacó su brazo pero el hombre atacó, lanzándole varias patadas que le hizo dar vueltas en el aire.
Illya se arrastró, pero una pesada bota sobre su cabeza hizo que se detenga.
—Dame la corona, Groova y tal vez salgas vivo de esta.
—¿T-Tú mataste a Goliat, verdad?
—¿Quién?
De pronto, los pasos apresurados de la Guardia Civil remecieron el suelo de madera. La neblina se despejó, dejando ver a los Guardias rodeando a Illya y a Kuryaki.
—¡Alto o dispararemos!
—«¿La Guardia Civil? ¿Cómo se enteraron?» —Illya trató de zafarse de la bota de Kuryaki hasta que lo consiguió pues este fue hacia uno de los guardias de manera amenazante.
—¡Te dije que no te muevas! ¡Disparen!
Los guardias dispararon pero sus balas siguieron su trayecto sin afectar a Kuryaki.
—¡Coolo! ¡Soy intocable con Coolo!
Cerró su puño con fuerza y su stand desprotegió sus manos para que los golpes tengan efecto en los Guardias.
—¡Es brujería! —gritó uno de los guardias y huyó. El resto siguió disparando pero eran derrotados por Kuryaki.
Illya fue hasta su amigo Goliat y pudo comprobar que estaba muerto.
—Goliat... —sus lágrimas cayeron, pero se limpió rápidamente, cerrando los ojos de su difunto amigo—. Prometo matar al que te hizo esto. ¡Lo juro!
Los guardias que los habían rodeado ahora estaban inconscientes por los golpes de Kuryaki hasta que empezó a acuchillarlos en el corazón a cada uno. Lamiendo la sangre que quedaba en el filo de su arma. Illya se paró detrás de él, apuntándole con su revólver.
—Tienes habilidades raras. ¡¿Fuiste vos, verdad?!
—Déjame en paz. Ya viste que ni cien balas pudieron perforarme —respondió Kuryaki—. Además ya sé que tienes la diadema. Terminaré con esto y luego te despellejaré para llevarme la diadema.
—¿Eres Cooler O'Connor? Groova tenía razón. ¡Eres un enfermo!
—El único enfermo es tu amigo, Illya —dijo una voz detrás de Illya. Al girar vio a un hombre con frondosa barba, papada enorme y un hedor pestilente. Sostenía un pequeño cañón con el cual apuntaba a Illya, acompañado de unos tipos super delgados que sostenían cuchillos igual de delgados que ellos.
—¿Cooler O'Connor? —pronunció Illya.
—En persona —asintió Cooler con vehemencia, sin dejar de apuntarlo—. Groova Chaco se habrá llevado mi diadema, pero yo me llevaré su trofeo.
1. Illya y Kuryaki: los nombres de ambos personajes hacen referencia al nombre del dúo musical argentino Illya Kuryaki and The Valderramas.
2. Groova Chaco y Cooler O'Connor: ambos son referencias a los personajes de la historia del videoclip de la canción "Abarajáme" de IKV.
3. Coolo: el nombre del stand hace referencia a la canción del mismo nombre de IKV.
https://youtu.be/XWlddgsP1Ck
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