i. El enemigo de mi amigo
CAPÍTULO 01
'Chica, dime ¿qué
haces en el otro lado?'
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1993, a la edad de trece años
en el Callejón Diagon.
La pared de ladrillos se abrió cuando Poppy golpeó el tercer ladrillo con la punta de su varita. El arco del Callejón Diagon estaba abierto y la chica le sonrió a Bash y Nora, quienes esperaban tan ansiosamente como ella.
Cruzaron para comenzar a caminar por las calles soleadas buscando tiendas que les interesaba explorar o a las que necesitaban ingresar por motivos académicos.
―Bueno, mi lista de libros está casi lista.―Poppy fue la primera en hablar. revisando la larga lista de materiales.―Pero todavía me falta "Aclarando del futuro" de Cassandra Vablatsk.
―A mi también.―Nora comparó la lista de los tres antes de fruncir el ceño.―Bash, ¿Dónde está tu libro de monstruos?
―Dios mío, ¿realmente necesitamos esa cosa?―Sebastián se quejó con un resoplido cuando vio a las chicas afirmar mientras lo arrastraban hacia la tienda.―Odio esas cosas.
Después de ver al pobre gerente luchar con los libros para conseguir una copia para Sebastián, el trío caminó con toda su elegancia mientras buscaban a Nate, quien prometió encontrarse con la joven Black a mitad de camino.
―¿Alguien quiere helado?―preguntó Poppy al ver la heladería de Florean Fortescue a unos pasos de distancia.
―¿Qué pregunta es esa?―Bash respondió sonriendo antes de entrelazar sus manos con las de Black, quien le dio una pequeña sonrisa tímida.
―Siempre que pagues...―bromeó Nora mientras seguía a sus dos amigos hasta la acera.
Poppy sonrió cuando vio a Hermione en la acera sentada junto a Ronald, soltó la mano de Sebastián y caminó hacia ellos.
―¡Poppy!―Hermione le sonrió antes de levantarse y abrazar con cuidado a la chica que sonreía, analizando a su amiga. Esta vez parecía más bronceada.―No respondiste a mis cartas.
―Lo siento.―dijo Poppy con una sonrisa culpable mientras se alejaba.―Viaje familiar...
―Hola, Granger.―Nora le sonrió a la chica, interrumpiendo la conversación.―¿Cuántos libros leíste durante tus vacaciones?
―Apuesto mucho más que tú.―respondió Hermione bruscamente y Nora resopló porque no podía responder de la misma manera.
Era una extraña competición sobre quién sabía más, quien leía más, quien ganaba más puntos, quien respondía más preguntas. Las dos tenían una extraña enemistad.
―Vamos, Poppy.―Bash entrelazó sus dedos con los de la chica nuevamente. Un gesto que no pasó desapercibido para la mirada de Granger.―Tenemos que encontrar a Nate.
Poppy se sorprendió al ver al chico sosteniendo tres helados, ni siquiera lo había visto entrar a la heladería.
―Nos vemos luego.―Poppy sonrió incómodamente y Hermione le hizo un gesto con la mano antes de volver a sentarse junto a Ron.―Te ves hermoso cuando estás en silencio, Ronald.
―¡No me molestes!―murmuró Ronald, poniendo los ojos en blanco mientras Poppy le alborotaba el pelo rojo al pasar junto a él.
Ella sonrió a sus amigos mientras tomaba el helado de las manos de Sebastián y sonrió con agradecimiento. Estaban a poca distancia de la pareja cuando oyeron sus voces frenéticas.
―¡Harry! ¡HARRY!―gritaron, agitando frenéticamente en dirección contraria al trío.
Poppy se dio la vuelta, al igual que Sebastián y Nora, quienes se sobresaltaron por los gritos de Ron y Hermione.
―Eso es genial.―murmuró Sebastián solo para que Nora pudiera escuchar. La rubia le puso los ojos en blanco a su amigo.
Poppy no les prestó atención. Ella miró en la misma dirección que Ron y Hermione, viendo al chico que caminaba sonriendo a sus amigos antes de sentarse con ellos.
―Vamos.―trató de susurrar Poppy, pero su voz llamó la atención del chico de la cicatriz, que la miró.
La sonrisa de Harry se desvaneció y eso fue suficiente para que Poppy le diera la espalda al trío dorado y arrastrara a sus amigos para continuar caminando como si no hubiera conocido a nadie en el camino.
Nora y Sebastián intercambiaron miradas, comunicándose mentalmente para ver si debían hablar del tema. Al final decidieron que no era buena idea provocar la ira de Black.
Fueron a la tienda de suministros de calidad para Quidditch y luego encontraron una pequeña multitud de personas mirando fijamente una ventana, la curiosidad del trío era mayor que el miedo a arrugar su ropa y por eso se vieron obligados a abrirse paso entre la gente para encontrar lo que hacía brillar los ojos de Black.
Saeta de Fuego.
Fabricada con tecnología de vanguardia, la Saeta de Fuego presta un mango súper delgado y aerodinámico, un acabado resistente como un diamante y un número de registro tallado en la madera.
Las cerdas de la cola, hechas de virutas de abedul seleccionadas a mano, se han afilado hasta lograr una perfección aerodinámica, lo que le otorga a la Saeta de Fuego un equilibrio insuperable y una precisión absoluta.
La Saeta de Fuego alcanza los 240 km/h en diez segundos y tiene un freno encantado con acción imparable. Cotización a solicitud.
―¿La vas a comprar?―Bash le preguntó emocionado y Poppy consideró la idea.
―No.―dijo finalmente, alejándose y arreglándose el cabello que había sido alborotado por algunos niños que formaban parte de la reunión.―No vale la pena ahora.
―Es sorprendente cómo Gryffindor siempre encuentra una gran excusa para ganar.―Nora parecía alérgica a los Gryffindor, o simplemente era un odio profundo.
―No importa.―dijo Poppy encogiéndose de hombros y alejándose de la tienda.―Cuando deje Hogwarts y me convierta en una gran jugadora, no me importará la puntuación de mis días escolares.
―Jesús, ni siquiera necesitas una prueba de ADN.―la voz de Nate sonó detrás de ella y la chica se giró para ver a su padrino sonriéndole traviesamente. Su madre estaba a su lado y le dio al hombre una pequeña palmada en el brazo.―Ella es definitivamente su hija.
―¿Dónde estaban?―preguntó Poppy, abrazando a su padrino y a su madre antes de ver a Bash y Nora saltar sobre ellos cariñosamente.
―Hola mis amores.―Faith los abrazó a ambos a la vez, sonriéndoles a los dos que se sentían prácticamente como si fueran familia debido al modo en que eran tratados por la madre de su mejor amiga.
―Estábamos en el Caldero Chorreante.―respondió Nate y Poppy frunció el ceño.―Se quedarán ahí hasta mañana.
―¡Genial, yo también estaré allí!―comentó Nora y las dos chicas celebraron un poco.―Bueno, ¿a dónde más tenemos que ir?
―¿Qué les falta todavía?―preguntó Poppy a sus dos amigos que revisaban sus listas.―Ya tengo todo lo que... ¡AHÍ!
Poppy miró hacia sus pies y vio una rata gorda intentando trepar el tacón de sus botas.
―¿Qué demonios?―Bash pateó al ratón en un momento de desesperación mientras Poppy sacudía su pierna desesperadamente.
―¡Crookshanks!―gritó Ron, corriendo hacia el gato que ahora estaba escondido debajo del bote de basura. Poppy vio a Harry acercarse para ayudar a su amigo a atrapar al ratón.―¡Mira lo que le hiciste!
―No veo ninguna diferencia, esta rata ya lleva tiempo desmoronándose.―Bash se defendió, mirando a Weasley, cuyo rostro era del mismo tono que su cabello.
―¡Sebastián!―Faith lo regañó como siempre cuando el chico era grosero con alguien.―Pídele disculpas a Ron.
―¿Por qué yo?―Bash negó, cruzándose de brazos mientras miraba a Poppy quien negó con la cabeza.
―Vámonos de aquí.―dijo Poppy mirando directamente a Potter que la miraba con la misma expresión cerrada de siempre, en realidad... no siempre.
―Si, vamos niños, tenemos mucho que hacer.―interrumpió Nate tirando de Sebastián y Nora con él, ayudándolos a ambos con las bolsas.
―Vamos, Poppy.―llamó Faith a la chica que seguía mirando a Potter como si fuera a iniciar un duelo allí mismo.
―Ponle un collar a esa vieja esponja.―le espetó Poppy a Ron tan pronto como Harry rompió el contacto visual.―Vamos.
―Qué idiotas.―se quejó Ron, sosteniendo la rata cerca de su pecho.―No puedo creer que ella fuera nuestra amiga.
―Sí...―Harry vio a Poppy desaparecer de una de las tiendas junto con varios otros magos. Suspiró profundamente pensando en cómo sucedió eso.―Yo tampoco, Ron.
☄︎. 9¾ . ☄︎
El expreso de Hogwarts, la locomotora de vapor escarlata, estaba advirtiendo que prono se deslizaría por las vías y comenzaría su viaje hacia una de las escuelas de brujería y hechicería más famosas de mundo mágico.
―Prométeme que me escribirás todos los días.―volvió a pedir Poppy como siempre hacia cuando estaba a punto de embarcar.
―Cariño, tengo la sensación de que soy yo la que tiene que decir esto.―se burló Faith pero asintió cuando vio que su hija estaba esperando una respuesta.―Lo prometo. Pero no te preocupes tanto por mí, Poppy, vive tu vida.
―¿Estás diciendo que me estoy entrometiendo en tu vida?―Poppy puso su mano sobre su pecho dramáticamente.―¿Escuchaste eso?
―Sí, y me sentí ofendido por ti.―Nate intentó echar leña al fuego y esto provocó que las dos mujeres que estaban frente a él se rieran.―Cuídate, Poppy.
―¡POPPY! ¡POPPY!―Nora corrió hacia ella dejando a su padre atrás y luego comenzó a hablar.―¡Descubrí quién será el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras!
―¿Y quién es el pobre?
―Remus Lupin.―respondió emocionada la chica pero pronto su expresión cambió a confusión.―Mi madre dijo que nunca había oído hablar de él, así que no sé quien es.
―Yo si.―Faith ahora sonreía ampliamente. Poppy pudo ver el brillo en sus ojos y trató de recordar dónde había escuchado ese nombre antes.―Es muy bueno, seguro te encantará.
Poppy sonrió y asintió antes de mirar alrededor una última vez antes de abordar. Habían algunos periódicos en manos de magos, todos ellos tenían la misma noticia en la portada.
Sirius Black y su escape de Azkaban.
―Poppy, ven aquí un segundo.―llamó Nate a la chica y ella se alejó confundida al igual que Faith quien tenía curiosidad pero no podía escuchar nada.―¿Sabes lo que hizo Sirius Black?
―Es una asesino.―respondió Poppy simplemente.―Es un primo lejano, ¿no?
―¿Qué? ¿Quién te dijo eso?―preguntó Nate, claramente confundido y dispuesto a decir la verdad, pero fue interrumpido por los anuncios de que el tren salía en ese momento.
―Tengo que irme.―Poppy intentó irse pero Nate la sujetó con cuidado una última vez.
―Prométeme que no buscarás a Sirius Black.―dijo Nate seriamente y Poppy frunció el ceño, completamente confundida por eso.
―¿Por qué buscaría a un asesino?―preguntó Poppy sin obtener respuesta. Nate continuó esperando.―Lo prometo.
Poppy corrió hacia el tren y fue a la compartimiento de Sebastián y Nora, los tres se despidieron desde la ventana a Faith y Nate hasta que ya no pudieron verlos.
―¿Qué te dijo Nate?―preguntó Nora mientras se recostaba en uno de los bancos de la cabina.
―Me hizo prometer que no buscaría a Sirius Black.―Poppy se rio como si eso fuera estúpido.
―Son familia, ¿no?―Sebastián preguntó con curiosidad y Poppy se sentó a su lado en el único banco que quedaba.
―Si, parece que era un primo lejano de mi padre o algo así.―Poppy se encogió de hombros y su sonrisa se redujo, era difícil incluso sacar el tema de "padre".
―No creerás lo que le hice a mi hermana ayer.―Sebastián cambió de tema cuando notó que Poppy ya no sonreía.
Poppy escuchó atentamente todas las palabras de Bash, y Nora casi se echó a reír al saber que Ellen, la desagradable hermana de Sebastián, estaba temporalmente calva debida a una de las travesuras del chico.
Mientras Bash y Nora mantenían una animada conversación sobre diversas cosas de sus vacaciones, Poppy estaba inmersa en sus propios pensamientos imaginando cómo sería su año en Hogwarts mientras la locomotora avanzaba a toda velocidad hacia el castillo.
―Creo que ahora quiero algo dulce.―Poppy se puso de pie, revisando sus bolsillos donde estaba algo de su dinero.―¿Alguien viene conmigo?
―Te dije que compraras algo antes.―murmuró Bash con la boca llena de pastel de calabaza, Nora señaló su libro, advirtiéndole que no interrumpiera la lectura.
Poppy les sacó la lengua a sus amigos antes de salir del compartimiento y cerrar la puerta detrás de ella. Caminó con cuidado por el pasillo hasta encontrar a la persona que menos deseaba.
Draco Malfoy con sus dos guardaespaldas, Vicent Crabbe y Gregory Goyle.
Draco le dio una de sus sonrisas petulante, estaba alto y ya no tenía el cabello gelificado como lo había tenido durante los últimos dos años, si estuviera de espaldas y sin los dos chicos ella no reconocería a Malfoy.
―Black.―Malfoy intercambió una mirada cómplice con sus dos amigos y luego Poppy se detuvo mientras bloqueaban el camino.―Qué sorpresa.
―¿Cómo puede ser una sorpresa si llevamos dos años estudiando juntos?―Poppy interrumpió al chico, quien frunció el ceño por unos segundos antes de volver a sonreír.
―Princesa enojada.―se burló Malfoy y Poppy respiró profundamente para evitar darle un puñetazo en la nariz respingada.―Pensé que éramos amigos ahora.
―En tus sueños.―se burló Poppy y Crabbe rio pero rápidamente la ocultó debido a la mirada mortal que Draco le dio.―¿De dónde sacaste esa idea?
―Escuché que tú y Potter ya no son amigos.―Draco analizó a la chica que apretó la mandíbula antes de cerrar las manos con fuerza.―Cualquier enemigo de cicatriz es mi amigo.
―No soy enemigo de nadie, Malfoy.―Poppy enderezó su postura mientras pensaba en lo que pasaría si pateaba a Draco entre las piernas.―No estamos en guerra.
―Habla por ti misma.―el chico respondió rápidamente esta vez. Draco miró hacia un lado y sonrió divertido.―Mira lo que tenemos aquí.
―¡Draco, no!―Poppy intentó detener al chico tan pronto como se dio cuenta de que estaban parados frente al compartimiento de Harry, pero era demasiado tarde.
―Bueno, miren quién está aquí.―Draco dijo arrastrando las palabras con una sonrisa divertida. Crabbe y Goyle se posicionaron entre Poppy y Draco, dando la impresión de que ella estaba con ellos.―Pottercito y la comadreja.
Crabbe y Goyle se rieron de la frase sin gracia.
Poppy se dio la vuelta intentando irse, pero los chicos bloquearon el camino. La chica de Slytherin realmente intentó ser amable con todos, pero en realidad quería maldecir a Draco hasta que aprendiera a actuar con otras personas.
―Escuché que tu padre finalmente tuvo oro en sus manos este año.―Malfoy se burló de Ron.―¿Tu madre no murió por el shock?
―¡Draco!―Poppy lo regañó al mismo tiempo que Ronald se levantó a gran velocidad. Un ronquido sobresaltó a todos los que estaban allí.
―¿Quién es ese?―preguntó Draco, alejándose del compartimiento al igual que lo hicieron sus dos amigos.
―El nuevo profesor.―fue Harry quien respondió con aparente satisfacción al a Malfoy retirarse una vez más.―¿Qué ibas a decir, Draco?
―Vamos.―murmuró Draco después de aparentemente decidir no pelear frente a un profesor, que Poppy asumió que era Lupin.
Draco se giró y continuó su camino, al igual que los otros dos muchachos. Poppy se volvió hacia Ron y le dio una sonrisa incómoda antes de darse la vuelta también.
―¡Poppy!―la voz de Harry la dejó congelada en su lugar. Se giró nuevamente y vio al chuco parado en la puerta del compartimiento.―No deberías juntarte con él, ya sabes, Malfoy no es bueno.
―Ningún Slytherin es bueno.―respondió Poppy con su tono frío mientras miraba los ojos verdes.―¿No es así, Harry?
Potter no respondió, solo miró hacia otro lado y luego Poppy caminó por el pasillo de regreso a su compartimiento, donde se dejó caer de mal humor junto a Bash.
―¿Qué pasó?―Nora preguntó cuando vio a la chica resoplando.
―Malfoy.―respondió Poppy y sus amigos hicieron una mueca ante el apellido del chico.―Y Harry.
Afuera la lluvia se hacía cada vez más fuerte a medida que el camino parecía hacerse cada vez más largo. Poppy les contó a sus amigos las cosas más locas que sucedieron en los almuerzos con la familia Ebony mientras Sebastián lo comparó con las locuras que los Lovecraft decían todos los días y Nora contó sobre los viajes de su madre y su padre fuera de Londres.
Poppy recordó muy bien cuando conoció a Bash y Nora. Conoció a Nora por primera vez cuando Faith llegó a la estación para hablar con la madre de la niña, quien aparentemente era su compañera de casa.
Al señor Mckinnon no le agradaban los Black, pero dijo que Faith se salió con la suya porque en realidad era una Ebony con el apellido equivocado. Tenía sospechas sobre Faith pero no pudo evitarlo cuando desde la primera vez que se vieron, Poppy y Nora se volvieron inseparables.
Cuando conoció a Nora, ella estaba escondida detrás de una gran copia de "Hogwarts: una historia". Y ella tenía miedo de hablar con alguien allí, pero Poppy insistió mucho, haciendo reír a la niña que se sintió cómoda compartiendo compartimiento con ella.
Conoció a Sebastián más tarde cuando fue seleccionado para Slytherin y le sonrió ampliamente a Black cuando se sentó a su lado, Bash casi se convirtió en uno de los guardaespaldas de Draco, pero cuando vio a Poppy enfrentarse a Malfoy para defender a Harry, decidió ponerse del lado de la chica.
Y luego se formó el trío, estaban juntos en todas partes todo el tiempo. Haciendo travesuras, descubriendo pasadizos secretos, gastando bromas a estudiantes y a algunos miembros del personal del castillo, haciendo que los gemelos Weasley se sintieran orgullosos.
El rugido de los pistones desapareció de repente y el sonido de la lluvia mezclada con el viento hizo que Black saltara de sus pensamientos.
―¿Qué está sucediendo?―Nora preguntó con curiosidad.
Los tres se levantaron e intentaron llegar a la puerta, pero el sobresalto cuando el tren se detuvo por completo hizo que los tres cayeran nuevamente hacia atrás. Las maletas casi cayeron encima de ellos y, sorprendentemente, todas las luces se apagaron.
―¡Oh, dios mío!―Bash prácticamente gritó cuando notó que una última maleta caía hacia él.
Las dos chicas se pusieron de pie de un salto y alejaron al chico justo a tiempo para que la pesada maleta no le golpeara la cabeza.
―¿Se averió el tren?―Nora preguntó confundida y Poppy comenzó a caminar hacia la puerta.
La abrió y asomó la cabeza, viendo otras cabezas confundidas y perdidas afuera.
―Hay algo ahí afuera.―advirtió Sebastián limpiando el vidrio empañado y luego Poppy volvió a entrar.
Pero la puerta se abrió nuevamente y Poppy se giró para cerrarla nuevamente, pensando que había sido abierta por el viento que venía del pasillo, pero se escuchó un ruido y Poppy cayó encima de una de las maletas.
―¿Quién es?―la voz de Poppy se mezcló con la de otra persona y Black pronto reconoció al dueño.―Malfoy.
―Sé que es inútil preguntarte pero...―el chico hizo una pausa cuando se escuchó un ruido desde el pasillo.―¿Qué fue eso?
―Entra aquí ahora mismo.―Poppy jaló a Draco y colocó al chico en el lugar que ella pensó era un banco.
―¡Hola, estoy aquí!―gritó Sebastián y Draco saltó del regazo de Bash provocando que Nora se riera brevemente.
―¡Silencio!―ordenó Poppy al escuchar otro ruido. La chica cerró la puerta con cuidado y sentó a Draco en otro banco antes de sentarse a su lado.―¿Qué carajo es esto?
―Poppy.―gimió Draco, alejando a Poppy de la puerta que se abrió, revelando en la tenue luz una figura encapuchada que cubría el tamaño justo de la puerta.
―No te muevas.―susurró Poppy, sintiendo un escalofrío recorrer su columna, estaba temblando como todos los demás en el compartimiento, escuchando con atención estaba casi segura de que Draco estaba llorando.
Una mano salió de la capa, brillaba con un tono gris oscuro y parecía muerta. Poppy apretó el brazo de Draco para evitar que chillara como un niño pequeño, pero la verdad era que Poppy también quería llorar.
Un frío intento penetró profundamente en la piel de cada uno de los cuatro muchachos y se encogieron de miedo. Poppy miró directamente a los ojos inexistentes de la cosa, se dio cuenta de que no era una buena idea cuando la figura pareció acercarse y Poppy comenzó a sentirse más pequeña.
Una luz brillante apareció en el pasillo y entonces la figura le dio la espalda a la chica y salió de compartimiento, desapareciendo y llevándose el frío consigo. Nora rápidamente sacó algo de su maleta y encendió la punta de su varita, apuntándola hacia sus amigos.
―¿Están bien chicos?―preguntó Nora preocupada, tocando el pálido rostro de Bash, quien asintió repetidamente mientras miraba a los dos frente a él.―¿Poppy?
―S―sí... creo que sí.―Poppy se sentó derecha en su asiento y soltó el brazo de Malfoy, quien rápidamente pasó su mano por su pálido rostro.―¿Estás bien?
―¡Por supuesto, Black!―Draco se levantó bruscamente y caminó hacia la puerta del compartimiento.
―¿Quieres un pañuelo, Draco?―Sebastián se burló al ver al chico fruncir el ceño pero sin saber qué responder.―Ten cuidado de no encontrarte con un dementor en el camino.
Por un segundo, el terror adornó el rostro de Draco, pero rápidamente se recompuso y cerró la puerta, saliendo del pasillo con pasos pesados como un niño enfurruñado.
―¿Qué fue eso?―Nora preguntó después de comprobar si los dos amigos estaban bien.
―Dementores.―respondió Sebastián y sintieron que el tren volvía a moverse.―Papá dijo que estaban buscando a Sirius Black.
―¿Entraron así a todos los compartimientos?―preguntó Nora, mirando por la ventana como si estuviera tratando de encontrar un dementor afuera.
Poppy no escuchó la respuesta de Sebastián, aún sentía un frío profundo a pesar de que estaban lejos de los dementores. La chica se acurrucó en la esquina del banco junto a la ventana, por un momento sintió lo mismo que sintió el día que asesinaron a su padre.
Una tristeza abrumadora que sacó todos sus miedos del cajón.
+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)
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