—Todoroki ¿Por qué solo bebes sangre de chicas? —preguntó Yaoyorozu.

—Porque mis hermanos siempre me dijeron que era mejor. —respondió con un tono más bien inocente.

—¿Y has probado la sangre de algún chico además de Shinso-san?

—Eh... No. —contestó mientras parpadeaba sin entender el punto de la conversación.

—De acuerdo. ¿Estarías dispuesto a probar la sangre de algún otro chico que no sea Shinso?

—¿Y eso para qué?

—¡Para probar una hipótesis! —respondió Momo, sumamente emocionada. Su amigo podría ayudarla perfectamente para entender algo que llevaba dándole vueltas en la cabeza desde hace días y de esta forma, también podría ayudarlo a él con sus problemas.

—Explícate. —Shoto no se veía muy convencido al respecto con el ceño levemente fruncido y sin entender el propósito de todo esto.

—Hace algún tiempo, en una de las reuniones del clan...

—¿Las aburridas reuniones a dónde van los viejos que ya parecen más polvo que vampiro? —preguntó él con un deje de burla en su voz.

—Sí, en una de esas. —respondió ella, reprimiendo las ganas de rodar los ojos. —Dijeron que, el sabor no depende si la sangre es de mujer o de hombre, depende de que tan interesado está el vampiro en su fuente. ¿Entiendes?

—Sí... No, no entendí. —respondió siendo totalmente honesto, el hambre ya le estaba causando dolor de cabeza hasta para pensar. Justo ahora podrían preguntarle cuando era cuatro más dos y Shoto, probablemente respondería "sangre", porque honestamente su cerebro no podía pensar más allá de eso.

—Significa qué, lo que importa es el vampiro que tomará la sangre, no el humano que la trae. —Momo trató de darse a explicar, pero los ojos de Shoto se veían brillosos y perdidos. —Que si tomas la sangre de una persona que te gusta física o sentimentalmente. ¡Entonces sabrá muchísimo mejor!

—¿Estás diciendo que probablemente me gusta Shinso? —Ese pensamiento logró sacar al heterocromático de su pequeño estupor, enfocando su vista en la morena frente a él.

—Eso o que te gustan los chicos y por esa razón la sangre de las chicas te resulta tan asquerosa. —comentó Momo, mirando al techo mientras pensaba. —¿Nunca pensaste en tu sexualidad a profundidad?

—Nunca fue algo que me importe realmente, estaba muy ocupado lamentándome por el asqueroso sabor de la sangre y pensando en cómo complacer a las chicas para que supieran al menos un poco mejor.

—¡Debes probar otro chico que no sea Shinso!

—¿Para qué?

—¡¿Cómo que "para qué"?! —chilló ella, escandalizada por su falta de interés. Yaoyorozu quería mucho al bicolor, ya que eran amigos desde mucho tiempo atrás y se acompañaban siendo vampiros en un mundo repleto de humanos, pero aún así, a veces era complicado lidiar con él. —¡Para poder confirmar si es solo Shinso o son los chicos en general!

—¿Y dónde conseguiremos un chico que esté dispuestos a dejarse morder? Sé que tú eres muy popular entre los humanos hombres, pero yo no lo soy tanto. —comentó él, volviendo a recostar la cabeza en su mano, mientras cerraba los ojos para disipar el mareo.

—No te preocupes, conozco a alguien que nos ayudará. —respondió la morena con decisión. —Aguanta aquí, Shoto. Si la hipótesis de que son los chicos en general es correcta, podrás alimentarte de él sin problemas.

—¿Y qué si no?

—Entonces, debes empezar a pensar en una manera de pedirle a Shinso-san un poco de su sangre porque si no, yo misma iré a suplicarle su ayuda, o lo traeré hasta aquí a rastras pero no voy a permitir que mueras de inanición por ser tan terco. —contestó con total seguridad en sus palabras, antes de empezar a caminar a paso apresurado fuera del salón.

Shoto dejó caer su cabeza contra la mesa del pupitre, cerrando los ojos y concentrándose en la fría temperatura de la madera.

«¿Me gusta Shinso?»

Sorprendentemente no se sentía escandalizado, ni molesto por eso. No tenía ningún sentimiento negativo respecto a la idea de sentirse atraído por un chico, o tal vez se debía a que se trataba de él.

Shinso era el primer humano de su edad que se acercaba a él como amigo y como nada más. Sin intenciones de aprovecharse de la popularidad que ser un vampiro le confería, ni tampoco a pedirle cosas o que hablara bien de él con el resto. El pelimorado solo era él, le saludaba cuando se encontraban de frente, lo escuchaba cuando se quejaba, le hacía bromas y le ayudaba con la tarea en algunas ocasiones aunque fuera de una clase distinta.

Tenía una sonrisa bonita, eso era algo que siempre había sabido, era una sonrisa bonita pero difícil de ver debido a su seriedad, aunque eso era parte de su enigmática forma de ser.

Pensándolo a profundidad, se sentía cómodo con él, a gusto y en calma con su voz, su cercanía, y la calidez que tenía su cuerpo a comparación de la piel fría y muerta de las vampiros.

Se sentía bien.

Se sentía a salvo.

«Probablemente sí me guste, Shinso»

—Aquí está. Ayúdalo, por favor. —Escuchó la voz de Yaoyorozu pero estaba muy ocupado en sus pensamientos como para prestarle atención.

—¿Todoroki necesita de mi sangre? —Esa era la voz de un chico, con un esfuerzo sobrehumano, Shoto levantó la vista encontrándose al pelinegro de la otra clase que había visto con Yaoyorozu en los últimos días.

—Eres Awase ¿No? —preguntó intentando demostrar interés, aunque su mente estaba muy distante en este momento. —¿Y estás de acuerdo con esto? Creí que a los chicos no les gustaba compartir sangre con alguien que no sea una vampira.

—No voy a acostarme contigo, así que tendrás que probar mi sabor tal como es, sin ningún tipo de mejora. —respondió Yosetsu, con la misma actitud altiva y sarcástica que usó el vampiro. —No es la primera vez que un vampiro hombre toma de mi sangre, así que da igual. Te ayudaré porque Yaoyorozu me lo pidió, además de que, aunque no seamos cercanos de cualquier forma no quiero que mueras. No me cuesta nada ayudarte, así que lo haré.

—Pero...

—¡Ya basta, Shoto! Deja de poner excusas, hacemos esto por tu bien. —Momo lo regañó, sujetando sus manos para llamarle la atención. —Debes alimentarte, te guste o no.

Y Shoto lo entendió.