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La vida de Jimin no podía ser más afortunada, claro que no.

— En el capitulo quiero escribir una cita romántica de ellos dos — señaló a la pelicastaña de ojos miel y al pelinegro de ojos celestes— El gran problema es que nose como ponerlos. — con un tierno puchero mostró una cara de frustración.

— ¿Y si vamos a una cita tu y yo? —  el peligris lo miró emocionado — Vamos por tu comida favorita cariño.—  Jungkook sonrió con aquella hermosa sonrisa que lo volvía débil.

— Estare listo en una hora. — soltó antes de salir disparado al baño.

Jimin sonrió.

Ambos llevaban casados hace ya más de tres años, aún eran muy jóvenes en esto del matrimonio pero el se arriesgaba a jurar que no encontraría marido más perfecto que el tierno escritor loco que tenía al costado.

Lo amaba de sobremanera.

Pasada la hora el se apresuró a prender el auto y ha arreglar todo, hoy era un día nublado y hacía mucho frío, generalmente a la gente no le gustaba salir en un clima así, pero ellos dos lo amaban, las calles estaban casi vacías y encontrar un restaurante era más fácil.






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— ¿Recuerdas cuando nos conocimos? — bromeó el pelinegro.

—  ¿Te refieres a cuando me ofreciste ser mi sugar a cambio de venirme a vivir contigo? — contraatacó.

Ambos se sonrieron cómplices.

— Era tan inmaduro. — replicó suspirando.

— No lo creo Jimin — sonrió coqueto— Aún en ese entonces tu sabías que caería redondito a tus pies.

— Fue a lo contrario cariño, yo caí redondito a tus pies — mencionó antes de tomar su mano y depositar un beso en ella. — Sin duda, fue un placer.

El peligris le sonrió contento.

Ambos compartieron una cena estupenda con un montón de anécdotas, pequeñas risas y toques sutiles que demostraban el amor el uno por el otro, ya por la noche ambos regresaron a casa.

Un Jungkook más inspirado, apenas y regreso se puso a escribir de nuevo, no tenía tiempo que perder.

Jimin por su lado se encerró en su estudio para continuar con los planos que dejó.

Jimin era un arquitecto que trabajaba en una buena constructora, por su costado, Jungkook era un artista digital que se dediba al dibujo y escritura de mangas además de diferentes ilustraciones para todo tipo de promociones, el trabajaba en una editorial.

Por ahora ambos estaban muy ocupados, por su lado, Jimin había sido ascendido y estaba a cargo de varios proyectos y Jungkook pues estaba apunto de terminar uno de sus proyectos más queridos, "Wave" un amor infortuito entre un tritón y una humana.

Ambos trataban de pasar el mayor tiempo compartiendo muestras de afecto y pequeñas caricias a las que estaban acostumbrados, porque los dos parecían pequeños gatos que amaban los mimos.







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— ¿Porque tengo que hacerlo yo? — se quejo en voz alta— Que lo haga Hyori, ella es experta en ese estilo. — Señaló.

El jefe solo rodo los ojos para después bajarse los lentes y frotarlos.

— Ya te lo dije Jungkook, eres nuestro escritor estrella y venderle tu sello a tus fans con un nuevo género es lo mas sensato, eres bueno haciendo los bocetos de cuerpos femeninos pero te salen mejor los bocetos masculinos.

— Pero Jefe, Hyori es la diosa del BL. — volvió a interrumpir. — Ella haría un mejor trabajo que yo.

— Ella aún es una novata, tu ya llevas cinco años en el trabajo. Ya está dicho Jungkook, o aceptas el contrato o la editorial te dejará al costado, tu decides.

Jungkook no pudo decir más, estaba contra la espada y la pared.

No está por menos aclarar que a Jungkook no le desagradaba para nada el BL, de echo lo amaba, el problema erradicaba en los conceptos que tenian, la mayoria de historias que llegaban al exito eran las típicas tóxicas y locas que dominaban el mercado.

Pero como dicen por ahí, "de amor no se vive" suspiro profundo para despues firmar el contrato.

Ahora debía de crear la historia más omegaverse y mpreg que el mundo a visto, una obra de arte tóxica y sin sentido.

Estaba condenado a la desdicha.







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Habían pasado meses desde que Jungkook empezó su nuevo proyecto y la situación a cada día se ponía aún más interesante para Jimin.

Lo primero que había notado fue que Jungkook le sugirió tener relaciones íntimas siguiendo las pautas del kamasutra, para poder saber cuál de ellas es la más eficaz para la creación de un bebé. Muy loco de su parte.

Otra de las locuras de su pequeño escritor, fue hacer una especie de volcán con su ropa, que según el era un nido de Omega, el no entendía nada.

Aunque en este momento estaba presenciando otra locura más.

— Muerdeme.

— ¡¿Que?! — pronunció sorprendido.

— Que mientras lo hacemos y terminamos debes de morderme.

— Creo que esto ya está fuera de ti cariño — Tomo las manos del peligris y las llevo a su rostro— Reacciona Jungkooki— fingio dar unos toquecitos en la frente el menor. — ¿Cerebro, estás ahí? — dijo con voz animada.

Jungkook solo soltó una carcajada.

— Vamos Jiminnie, será solo está vez siiii. — uso una de sus armas mortales, los ojitos de bambi.

Jimin trato de resistirse, lo intento de verdad, pero simplemente no pudo lograrlo, era mucha ternura para su corazón.

— Está bien. —Soltó resignado dándole un besito al mentón del menor que lo abrazo con fuerza. — Pero no te quejes si es rudo.

Los dos soltaron una pequeña risa.

Los minutos pasaron y ambos se enfrascaron en una hermosa pasión por el cuerpo ajeno, explotaron su zonas y juntos calentaron sus corazones al son del deceo, de la lujuria.

Ya habían practicado unas poses extrañamente deliciosas, pero está ves Jungkook fue muy específico con los detalles, el quería experimentar el bello dolor de ser dominado, de ser acorralado así como lo eran los omegas de su historia.

El vaivén de la cadera de Jungkook era lento a comparación de las duras embestidas que arremetian contra su delicado ser, aquel delicioso ardor ahora si podia ser escrito de la manera correcta, la manera en que Jimin lo tenia estampado contra la ducha tambien seria descrita de la manera correcta en su historia.

Cómo decían sus colegas, uno no puede escribir sin haberlo vivido en carne propia.

Al momento de aquel conocido cosquilleo en su vientre pudo sentir la descontrolada respiración de Jimin contra su oreja susurrando en voz baja e imponente, te mordere cariño.

El dolor y el placer eran dos sensaciones que de manera extraña se complementaban, los ojitos del peligris soltaron pequeñas lágrimas antes de terminar completamente extasiado por la gran sensacion, era dificil de escribir pero sin duda, trataría de hacerlo lo mejor posible.

Ambos totalmente satisfechos terminaron sentados en el suelo de la ducha, Jimin tenía abrasado a Jungkook delante de el, lo rodeaba con uno de sus brazos alrededor de su torso y el otro acariciaba suavemente el cabello gris del menor.

— Oh Jiminnie... Quiero ser un Omega. — soltó sin más.

Jimin soltó una pequeña risa.

— Tu ya eres mi pequeño Omega loquito Kookie.

— No estoy Loco. — se quejo.

— Si precioso, aún estás cuerdo.

Su amor era peculiar, pero jamás faltaban aquellas muestras de confianza y amor entre ellos. Pequeños abrazos, besitos en la barbilla, pequeños picos en los labios y caricias en las manos. Porque esa era la manera en la que ellos demostraban su amor.

Jimin nunca dejaría de ayudar a Jungkook con sus proyectos y si era necesario que fuera un conejillo de indias lo sería, porque Jungkook era su más preciado tesoro.








Fin....

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Me alegra que lo lean ♡⁠˖⁠꒰⁠ᵕ⁠༚⁠ᵕ⁠⑅⁠꒱

🩷Categoría: Phisical Contact

🩵Género: Soft, Smutt (Mención al Omegaverse)

🩷Pareja: Jikook (Bts) Jimin - Jungkook

🩵Extención total: 1285

🩷 Etiqueta: monsters_generation

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