Ya se fue el pájaro herido
que en tus manos tuviste.
No sabes lo que perdiste,
el tiempo te lo dirá.
Otro pájaro vendrá
y se posará en tu nido,
pero nunca te amará
como aquel pájaro herido.

Aunque yo sufra al verte
y me trates como amiga,
yo sólo sé que mi vida
destinada está a quererte.
Y aunque no tenga la suerte
de ser tu amante querida,
yo me conformo con verte,
adorarte y ser tu amiga.

Cuando en el mar se escriban
y en el papel naden los peces,
cuando los años sean meses
y la muerte sea vida,
cuando el sol, hablando, diga
que el mar se muere de sed,
cuando todo esto suceda
yo me olvidaré de usted.