Nombre: Nidia

Fecha de nacimiento: 21 de febrero del 2005

Edad actual: 18 años

Tiempo en cautiverio: 1 año y medio

Rasgos: color de piel oscura, cabello rizado largo y esponjado, color de ojos negros, peso 55kg y una altura de 162cm.

Estatus actual:

Nidia fue secuestrada mientras salía junto a otras chicas a una excursión, todas estuvieron en cautiverio y eran pertenecientes a un orfanato de la ciudad, venían a un día de picnic cerca del pueblo cuando fueron secuestradas.

Estuvo a disposición del placer del pueblo en todo su cautiverio. Actualmente está viviendo en una casa de mujeres también va a terapia 1 frecuencia por semana y está inscrita a un curso de repostería.

El ciudadano Hugo quien en el pasado fue espía, fue pieza clave para filtrar información para el asedio del pueblo y liberar a las mujeres, es compañero destinado de Nidia. En varias ocasiones a intentado acercarse a ella, aunque siempre va en compañía de otras mujeres, dice que intentara lentamente acercarse y crear una relación con ella.

Relato de Nidia. –

Las amo inmensamente a cada una de ellas, todos los días me lo recuerdo y lo agradezco inmensamente el que mis hermanas aun a pesar de todo lo que pasamos estemos vivas, al inicio discutíamos mucho si el quedarnos o el irnos eran buenas opciones, que tantas probabilidades teníamos de sobrevivir afuera las cinco y con lo poco que tenemos de conocimiento sobre trabajar, administrar dinero, hacer de comer, hasta el trabajar alguna vez en algún lugar, en todas no somos nada buenas, solo en limpiar una casa, así que nuestras posibilidades eran pocas, al final decidimos quedarnos y aprender a ser independientes a continuar nuestro plan, vivir juntas pero independientes y si en el futuro llegáramos a tener parejas vivir cerca una de otras, prometimos nunca separarnos. Espero cumplir esa promesa.

deseo aprender a cocinar postres, comidas, conocer usar computadoras, estudiar administración básica inclusive aprender bordar, confeccionar ropa, enfermería básica, maquillar, peinar, etc., deseo aprender a realizar muchas actividades y mis hermanas opinan los mismo que yo, queremos aprender hacer de todo.

Cada una se dedicará hacer algo en este lugar, pero necesitamos aprender hacer de todo aquí, queremos ser de utilidad al pueblo, hemos notado que desde nuestra llegada aquí no hay muchas mujeres ni tampoco niños, es algo triste pensar en esto como un pueblo fantasma y nosotros llegamos a ponerle vida, es muy terrorífico también pensar que somos su esperanza de mi vida a futuro, no quiero llevar mis pensamientos más al fondo y obscuros y pensar en cosas que quizás no pasan. No es que desconfié de la gente, las circunstancias me llevaron a pensar así de todos, no quiero que eso afecte en un futuro en hacer relaciones de amistades con la gente de este pueblo.

Últimamente mi instinto de proteger a mis hermanas es muy fuerte, no quiero que nos vuelvan a separarnos ni que nos pase nada, me aterra la idea de un día despertar y ya no pueda verlas, crecimos juntas desde pequeñas que no veo mi vida sin ellas.

Cuando estábamos secuestradas nos visitaba un hombre, pero a diferencia de otros, cada que venía solo traía comida y me alimentaba, al salir me di cuenta de que también lo hacía con mis hermanas y otras mujeres, platicaba mucho con nosotras, él era un ciudadano de este pueblo y ayudo mucho a liberarnos. Aunque al principio no confiaba mucho en él con el tiempo fui confiando, nunca me toco sexualmente, si él lo hubiera pedido yo hubiera accedido a ello, son de las pocas personas que podría confiar en este lugar.

En ocasiones me lo encuentro cuando mis hermanas y yo salimos al pueblo, nos saluda amablemente y pregunta por nuestro bienestar, me cae bien, aunque casualmente casi todos los días nos lo encontramos en las tardes. Supongo que es normal en un lugar tan chico. Aunque me resulte extrañamente atractivo me supongo que fue el efecto de verlo como una especie de héroe o encontré una persona de paz dentro de tanto infierno en el que nos encontrábamos antes, aunque aún no descifro eso, así que seguiré saludándolo como también viéndolo con buenos ojos y confiare en que es una buena persona.

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