Erika,

Te amo, te quiero, lo fuiste todo para mi, si no salimos de esta, quiero que sepas, que siempre te he amado. Siempre.
Poco después de que nos interceptara aquel barco volador, nos encontraron una flotilla británica, comandada por un portaaviones, el HMS Ark Royal, y un crucero de batalla, el HMS Renown.

Nos han atacado escuadrones de docenas de aviones torpederos Fairey Swordfish, dos de estos torpedos han impactado sobre el Bismarck uno de ellos en popa dañando dos de nuestras hélices y destrozado uno de nuestros timones, haciendo que el Bismarck se bloquease rumbo a babor, sin poder virar. Estamos atrapados, solo espero que lleguen refuerzos pronto.

Tres buques de guerra han sido avistados a estribor, acechando a toda máquina y con rumbo de intercepción, el HMS Rodney y el HMS King George V, los cuales nos dispararon varios SALVOS. Nosotros contraatacamos, claramente con nuestras baterías de proa, pero sólo cayeron a escasos metros del Rodney.
Mientras escribo esto, han impactado de veinte a treinta veces sobre nosotros, el Bismarck resiste, y se mantiene a flote.
Hemos perdido todas las baterías, y los cañones de estribor y babor, no tenemos manera de contraatacar, ni de huir.

El Bismarck resiste.

Voy a morir, lo sé, el Kapitän ha muerto, Lütjens ha muerto, los británicos siguen disparando. He dado la orden como Kapitän en funciones tras la muerte de Lindemann, de llevar el barco a pique, y de abandonar el barco, intentaré salvar a todos los tripulantes que pueda y no les daré la satisfacción a los británicos de hundir el Bismarck.

El Bismarck se hunde, y yo junto a él.

Hoy es 27/03/1941, me llamo, Hans Oels, Fregattenkapitän de la Kriegsmarine, primer oficial y último Kapitän a bordo el K/MS Bismarck.
Nací el 28/03/1901, en un pequeño pueblo a la sombra del monte Piz Palü, tengo 40 años de edad y mañana sería mi Geburtstag, pero soy consciente de que no viviré para verme a los 41.
A quien encuentre esta botella con todas mis cartas, enviadlas a esta dirección: Allee Frauenstraße 17-7, 12 B, Múnich. A Frau Erika Oels, que sepa que morí luchando por Alemania, que morí por nuestro hijo Maximilian. Que morí por ella. Y decidle, que siempre la he amado, siempre.