Querida Erika,

Hemos levado anclas el 19 de este mes de Mayo y nos dirigimos al estrecho Danés donde nos reuniremos con el Crucero de batalla Prinz Eugen y nuestra escolta de tres destructores, surcando los cielos tendremos la protección de la Luftwaffe, hasta que el convoy esté fuera de los perímetros y las aguas del Reich.

Como dije en la carta de esta mañana la cual espero que llegue pronto a Múnich, nuestra misión es alto secreto, tanto que el Kapitän Lindemann nos ha ordenado guardarlo de la tripulación.
Al saber que esta carta se mantendrá a bordo, y nadie podrá leerla,te diré, Erika, que la llamamos operación Rheinübung, nuestro objetivo es el de cruzar las defensas inglesas, y llegar hasta mar adentro en el Atlántico, donde el Bismarck dará caza a los convoyes de suministros de los Aliados y desmantelar los esfuerzos de Gran Bretaña en la guerra.

No soy Nazi, como sabrás, no comparto sus creencias, ni sus visiones para el Reich, pero esto es la única idea que han tenido los Nazis de la que soy partidario. No siendo Nazi, no significa de que abandone mi puesto en la Kriegsmarine ni que deje de ser Alemán, creeme, no tengo razones para ganar la guerra a favor de los Aliados, pero tampoco tengo muy claro ganarla y ver lo que el führer hace con el mundo.

Te diré que mi lealtad reside en Alemania, y no en Hitler ni en sus Nacionalsocialistas.
Entiendo que si la Gestapo encuentra mis cartas seré ejecutado por traición al Reich. Así que en cuanto termine mi campaña, o mejor aún la guerra, huiremos lo más lejos posible del Reich, probablemente a Argentina, no lo tengo claro. espero que dentro de poco se me aclaren las ideas.

Siempre tuyo,
Hans Oels