El implante del microchip


Cuando llegó el día y la hora prevista para el implante llamó a un amigo cuyo hermano mayor tiene auto y carnet de conducir para que la lleve hasta la clínica del padre, hecho que sería enmascarado con una salida con amigos que justificaría pegar el faltazo en la pasantía en donde tenía asistencia perfecta y una conducta ejemplar aduciendo que le mostraba a ese amigo donde y como trabajaba su padre. 

En eso estaba cuando le golpearon la puerta de la habitación. Era Prometeo quien le dijo "Si me permite la llevaré" ante la cara de asombro de la joven agregó: "no, no se preocupe comparto la filosofía de lo que hace. Alargar la vida gozando de salud es algo que se conseguirá con biotecnología y a pesar de ser un simple guardaespaldas, pues me gusta la actividad física y la adrenalina que conlleva ello no significa que sea un burro desinformado. Al contrario, me gusta mucho leer y ojalá tengamos algún tiempo para que pueda contarle una historia increíble y subyugante jamás escrita. ¿Ha leído Ud. "Frankenstein. O el moderno Prometeo" de Mary Shelley? la respuesta fue un "por supuesto" y la conversación continuó sobre ese tema.

"Esa novela es una aproximación a la verdad. En ella falta la actuación determinante de Zeus a través de Pandora para frustrar lo que Ud. busca generar con sus investigaciones, una larga vida con salud. Antes de la Titanomaquia (1) dioses y humanos creados a la imagen y semejanza de estos, eran inmortales y desconocían los padecimientos de las enfermedades al igual que la infelicidad. Celosos Zeus y su corte de esta situación destruyó esa primera versión de los humanos y luego a la segunda creada por Prometeo se la hizo totalmente infeliz".

Eunice no pareció asombrada por lo que le decía, en definitiva podía tratarse de otra versión de la novela cuya fama consideraba mayor que su valor artístico y por supuesto como de su guardaespaldas solo beneficios recibía, no dudó en decirle "cuando quiera, organizamos una salida con mis hermanos y mientras ellos juegan Ud. me cuenta la historia. Estaré encantada"

Llegaron a la clínica y Agustín ya los estaba esperando como también los estaba esperando la instrumentista que sería la encargada de hacer el implante.

Estaba decidido que el implante se haría en la parte interna del brazo derecho, es una zona de gran concentración nerviosa y el chip en su actuación dependía del software porque en definitiva tenía las funciones de un controlador y tal era su arquitectura así que aquél llevaría a buscar las terminales que se querían controlar. 


Era tan pequeño el microchip y su condición de flexible lo adaptaba a cualquier movimiento, que la incisión fue mínima y ni siquiera hubo necesidad de hacer puntos. En cuanto al elemento cargador este era superficial y se adhería a la piel, así que no presentaba ningún problema.



Una vez que todo estuvo listo, Agustín sacó su iPad y por bluetooth se conectó con el chip incorporado en el brazo de Eunice. Le preguntó si le dolía el corte y como la respuesta fue negativa le pidió que sacara la consola de juego, utilizarían algún juego elemental para comenzar a instruir al microcontrolador sobre que matices de grises debía trabajar para realzarlos o hacerlos aparecer con delay. Mas adelante se trabajaría en los colores.

Estuvieron trabajando unas cinco o seis horas, y el resultado los dejó absolutamente satisfecho, el objetivo estaba logrado y Eunice se podía mover con mayor rapidez hacia lo que tenía identificado con mayor claridad. El resto era cuestión de práctica y de ajustar detalles.

La joven le dijo a la madre que se tomaría unos días de descanso en la pasantía y a esta le pareció bien. Vio su aplicación y esfuerzo y ello la hacía merecedora de un buen descanso. Así que volvió a su rutina con los videos games. Todo funcionaba como lo habían probado en el implante y si bien en cada movimiento del juego ella visualizaba décimas de segundo antes la ubicación de sus propios integrantes del juego viendo desde una semi penumbra el movimiento de los contrarios le costaba coordinar los movimientos pues en tiempo real todo se movía a la misma velocidad. Esa décima de segundos era un tiempo mas que largo si se compara con los micro segundos o los nano segundos en que se arman y desarman las diferentes estructuras de un video game

La única ventaja era tener la clara noción de su ubicación dentro del diagrama del juego para prever los movimientos contrarios y evitar o paralizar la jugada de su oponente. "En algún momento tendré que prever una mejora en mi sentido de ubicación, ser como una brújula" se dijo.

Estuvo dos días con diez horas de práctica cada día, al tercero se animo a jugar online un juego de estrategia, se tomó el tiempo y no había sido diferente al que obtenía antes de implantarse el microchip. Tiempo mas que suficiente para ganar el juego pero que aún no superaba los mejores tiempos con que se ganaban los World Cyber Games. Jugó un cuarto día y allí vio que su tiempo mejoraba sensiblemente y a partir de ese momento no paró de mejorar hasta colocarse a la altura y en algunos superar a los tiempos de los mejores jugadores; aquellos que ya ganaron alguna o varias veces las olimpíadas de los video games.

Contenta con esos resultados, salió a correr, por supuesto con la compañía del guardaespaldas. Corrieron unos diez kilómetros y luego hicieron un poco de gimnasia. Agregaron sobrecarga en especial para fortalecer la espalda por la cantidad de horas que la actividad gamer demanda estar sentada y terminaron con yoga. Eunice estaba maravillada de todo lo que sabía hacer Prometeo "es un divino" se dijo sin saber cuan cerca estaba de decir la verdad. 

Pareciera que le leyó el pensamiento pues cruzaron sus miradas y en su rostro vio complacencia y amabilidad. Se miraban cuando el le dijo "Creo que debemos cumplir con el picnic prometido y ya es tiempo que Ud. escuche mi versión de Frankenstein o el moderno Prometeo verá que tiene mucho que ver con lo que en definitiva Ud. pretende lograr con la biotecnología. Salud y una larga vida" se sintió compelida, nada menos que ella que era casi siempre todo cerebro, a decirle "Si organizarlo cuanto antes".

Notas

(1) En la mitología griega, la Titanomaquia fue la serie de batallas libradas durante diez años entre las dos razas de deidades: los Titanes, luchando desde el monte Otris, y los Olímpicos, que llegarían a reinar en el monte Olimpo.

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