Enero-Febrero: Amigos y algo más.
Cuando el bicolor menos lo imagino el año termino, lo único bueno que podría decir le ocurrió en todo ese tiempo sin duda era la amistad de Izuku, pues descubrió que ella era una amiga bastante buena y considerada.
Se avergonzaba de no haber notado su valía desde antes y solo relacionarse con ella para su propio beneficio, por eso es que como el buen hombre que era le pidió una disculpa, ella acepto con una sonrisa.
Luego de eso todo fue mejor, si bien no pasaron navidad o año nuevo juntos, sí que se regalaron pequeños presentes y se desearon lo mejor para ese nuevo año.
Todoroki estaba feliz con esa nueva amistad, tanto así que invito a la chica a celebrar su cumpleaños en la fiesta que le organizaban sus amigos año con año. Lamentablemente ella no pudo asistir, pues tenía tarea por montones, aunque eso sí, prometió compensárselo después.
Eso no dejo del todo satisfecho a Shoto, más aún así comprendió la situación, por eso es que se marchó solo a la casa de su mejor amigo Inasa. Ese año su cumpleaños cayo en viernes, para él eso era mejor ya que podía divertirse sin preocuparse, por esa razón es que tomo bastante y la reunión acabo hasta muy entrada la madrugada.
Como estaba bastante ebrio se quedó en casa de su amigo, al día siguiente hasta muy entrada la tarde regreso a su hogar, cuando llego noto que Izuku aún no llegaba a este, eso lo alegro porque no quería que viera su desastrosa apariencia.
Solo llegar a su cuarto se desnudó y se metió a bañar, el agua caliente ayudo a relajar su cansado cuerpo, cuando salió del baño se cambió con parsimonia y se encamino a la cocina, antes de llegar a ella se encontró con que Midoriya ya había llegado.
Aunque ella parecía absorta mirando su celular, con cuidado toco su hombro para llamar su atención, ante eso ella soltó un grito asustada.
—Lo siento, no era mi intensión asustarte —se disculpa.
—¡No pasa nada! lo siento, estaba algo entretenida, eh, ¿qué quieres de cenar? Puedo hacer lo que desees hoy para ti, como un pequeño presente de cumpleaños —susurra levantándose del sofá en que estaba sentada, aunque sin soltar el celular.
—¿Te parece bien soba?
—Por supuesto, dame un rato y estará listo, mientras siéntate y relájate —sugiere nerviosa y se adentra en la cocina.
A Shoto le parece muy extraña la actitud de Izuku, pero sobre todo lo más raro que nota en todo ese tiempo, es que incluso cuando comieron ella no deja de revisar el celular.
Izuku miraba por la ventana de aquel carro, de fondo resonaban las risas de una chica de extravagante cabello rosa y los regaños de una mujer de cabello corto.
Ellas se llamaban Mina Ashido y Kyoka Jiro, ambas eran amigas de Shoto, pero, ¿qué hacia Izuku con ellos?
Fácil, para compensar su falta a la fiesta de cumpleaños de Todoroki, él le pidió de que lo acompañara a un viaje con sus amigos, ya que según sus palabras, deseaba que conociera a un poco más de gente, en especial a sus amigos.
Al principio Izuku se negó, ya que no era muy buena socializando, aunque ante la insistencia del bicolor término cediendo, por eso es que ahora se encontraba en aquel auto sintiéndose sumamente fuera de lugar.
Quería hundirse totalmente en su mundo y escuchar música todo el resto del viaje, más sabia que eso sería muy descortés, por eso es que solo llevaba un audífono puesto y prestaba la atención necesaria a la conversación que los viejos amigos mantenían.
Gracias al cielo en todas las horas de viaje casi no se dirigieron a ella, por lo que la muchacha de cabello verde se sintió algo aliviada. Cuando llegaron a lo que parecían ser unas aguas termales se sintió emocionada, ya que si bien sus padres tenían un ryokan, ella nunca disfrutaba correctamente de él, ya que tenía que trabajar y atender a las personas.
Pensar en que esta vez ella sería la huésped de alguien más la emocionaba mucho, pues tenía rato queriendo relajarse. Al llegar a la recepción Izuku noto que alguien parecía esperar al bicolor.
— ¡Amigo tardaron mucho! Ya tenemos rato esperándolos —exclama el hombre.
—Lo siento Inasa, Mina retraso mucho nuestra salida.
—¡Oye!
—Guarda silencio, es la verdad —susurra la de cabello corto.
Ellas comienzan una leve discusión, la cual parece ser algo frecuente en su amistad, pues los hombres no hacían nada por detenerlas. Midoriya mira de un lado a otro con curiosidad, pronto escucha que se unen más voces a la conversación, por lo que de repente se siente increíblemente nerviosa.
Shoto no nota esto, por lo que llamando la atención de todos sus amigos les presenta a la chica.
—¡Oigan, traje a una amiga nueva conmigo! Espero que se lleven bien con ella —pronuncia con suavidad.
La chica se sonroja.
—Bu-buenos días, mi nombre es Izuku, espero llevarme bien con todos ustedes —balbucea con torpeza.
—Oww claro que nos llevaremos bien, ¿no es así chicos?
—¿Toga?
—Sorpresa Sho.
—¿Qué hace ella aquí? —cuestiona molesto.
—Creo que lo correcto es que ambos hablen, ella deseaba mucho verte para aclarar varias cosas —murmura un chico de cabello azul.
—Pudieron avisarme —masculla entre dientes.
—Lo siento, yo les pedí que me ayudaran, enserio quiero que recuperemos nuestra amistad, ¡y que mejor idea que hacerlo en estos días! —exclama con falso ánimo.
—Ya veo, es una lástima que no hayamos hecho una reservación para ti, como sabes en este lugar debes de hacer todo con anticipación.
—Ella podría dormir en el cuarto de tu nueva amiga Shoto, ¿pediste un cuarto solo para ella, no? —pregunta Mina.
—Para nada, eso no sucederá.
—Deberías de ser considerado, Todoroki, Himiko viene en son de paz —señala Jiro.
—Eso noto, igual no voy a dejar que se quede con Izuku, la puede incomodar —aclara.
—¿A ti te incomoda esta situación, Midoriya? —cuestiona un chico de cabello rojo.
—¡Eh, no! para nada, por mí no hay problema Todoroki, ella puede quedarse conmigo —declara con rapidez la chica.
Aquello parece alegra a la rubia, el bicolor lo nota, por lo que rápidamente toma una decisión muy irracional.
—No, Toga quiere verme a mí, ella se quedara conmigo.
—¡Espera! ¿Entonces con quien me quedare yo? —cuestiona el más alto.
—Con Izuku.
—¡Oye viejo eso no es correcto! —exclama avergonzado.
—Tómenlo o déjenlo.
—Estas siendo muy obstinado Shoto, no es correcto que una chica duerma en la misma habitación que un hombre —comenta el de cabellos azules.
—No me importa, ¿a ti no te molesta, cierto Izuku?
—No, no hay problema —susurra.
—¿Ves? ahora déjame pasar Tenya, tengo que registrarme para que nos den las habitaciones.
El hombre se hace a un lado y suspira derrotado, cuando alguna idea se mete a la cabeza de Todoroki es imposible hacer que cambie de parecer, ambos chicos le dan apoyo al de cabello negro, quien parece incomodo ante la situación.
Midoriya no está mucho mejor que él, siente que aquel viaje se tornó increíblemente raro y poco satisfactorio para todas las personas ahí presentes.
Aun cuando la situación no es la mejor Izuku trata de animarse. Si bien es raro para ella dormir en compañía de alguien que apenas conoce trata de ser amable con el chico, aunque para su mala suerte falla miserablemente, pues él parece demasiado incomodo o la encuentra desagradable para trabar amistad.
Eso hace sentir mal a la de cabello verde, quien ante eso termina saliendo de la habitación con dirección a las aguas termales, cuando las encuentra nota con agrado que están divididas en sección femenina y masculina, además de que la parte de las mujeres está completamente sola.
Eso logra elevar su ánimo, pronto se sumerge en el agua y se dispone a disfrutar de tan relajante ambiente, por espacio de una hora disfruta de aquella increíble paz. Se plantea ir más seguido a aquel lugar pues es bastante hermoso y tranquilo, sus pensamientos son interrumpidos por una voz algo conocida para ella.
—Es muy bonito, ¿no?
—¡Eh! ¿Que usted no debería de estar hablando con Todoroki?
—Si.
—¿Entonces?
—Él está un poquito molesto, no quiere hablarme, por eso es que vine aquí en busca de paz.
—Entiendo, bueno yo debería de irme, ya estuve mucho tiempo aquí —susurra.
—Espera, te ves un poco tensa, déjame ayudarte.
—No es necesario, además yo no me siento tensa ni nada así.
—¡Oh vamos! Sé que Todoroki debió de decirte cosas horribles de mí, pero yo enserio quiero recuperar mi amistad, además también me gustaría ser tu amiga Izuku.
—¿Por qué?
—Me agradas, pareces una buena chica.
—No creo ser una buena chica, pero sí que soy una chica que es fiel a sus amigos, ¿eso responde a tu pregunta?
—Eres cruel.
—Tú lo fuiste con Todoroki.
—Sí y lo siento mucho, ¿sabes por qué terminamos?
—No necesito saberlo, lo único que sé es que tú lo dañaste.
—Mi intención no era esa, yo solo quise ser honesta, que él no lo tomara bien no es mi culpa.
—Esta conversación se terminó, si me permites me retiro.
—Es porque tú me gustabas.
—¡Qué!
—Tú me gustas, me atrajiste solo con conocerte unos minutos. Yo no lo pude evitar, creme que lo intente, pero no lo logre. Todo en ti me pareció fascinante y maravilloso —pronuncia con sinceridad.
—Tu no me conoces, además yo... Yo no tengo ese tipo de gustos, lo siento, me tengo que ir —murmura en voz baja la de orbes verdes.
Antes de que pueda salir del agua la contraria la detiene y la besa, Izuku trata de alejarse de la rubia, más esta es bastante insistente, al final termina correspondiendo al contacto. El inocente roce pasa a convertirse en algo un poco más desesperado de parte de Toga, aun con eso Midoriya corresponde, ella esta desconectada de su entorno. Su mente le dice que aquello está mal, más su cuerpo parece querer más de aquel contacto.
La de orbes ámbar parece saber lo que desea, pues con sus manos comienzan a recorrer la espalda de la contraria, un suspiro de satisfacción escapa de los labios de la pecosa. Poco a poco las manos de la rubia van bajando más, está a nada de tocar su intimida, aunque su acción es interrumpida por unas risas conocidas.
—Mierda.
Aquello parece hacer reaccionar a Izuku, quien empuja a la rubia y la mira con vergüenza.
—Esto, esto fue un error, déjeme en paz por favor —pide en un susurro la chica.
Acto seguido toma sus cosas y se marcha de aquel lugar, Himiko no hace más que ver por donde ella se marchó, chasquea la lengua con molestia y se maldice por ser tan impulsiva. Pues según lo que ha logrado investigar Izuku es una chica sumamente tradicional e inocente, actuar con ella de esa manera solo va a lograr asustarla y alejarla.
Si bien estaba consciente de ello no pudo evitar dejarse llevar por el momento.
—Por lo menos no me rechazo del todo —musita en voz baja.
La rubia aún tiene fe en lograr tener algo con tan bonita chica. Ella no sospechaba que aquello podría tardaría más de lo esperado.
Inasa comúnmente era alguien muy vivaz y amigable, incluso todos los amigos que Shoto tenía, eran gracias a él. No era difícil para el hombre trabar amistad con alguien, aun con eso el de cabello negro no podía pensar en cómo lograr hacerse amigo de aquella chica bajita y torpe. La situación le parecía sumamente incomoda o forzada como para ser amable con ella.
Y no es que la odiara, porque no lo hacía, es solo que sus relajantes mini vacaciones no estaban resultando nada relajantes, pues si bien él era un caballero no era ciego. Midoriya era bonita, no como para exagerar, pero era el tipo de chica que le gustaban, bajita, bien proporcionada y con ojos bonitos y enormes, además su personalidad tímida y algo temerosa le daba un toque aún más atractivo a su parecer.
Shoto decía que sus gustos eran raros, más él no lo creía así, pues según su experiencia las chicas así eran las mejores, pues detrás de toda esa inocencia y candidez, siempre se encontraban mujeres increíblemente sensuales y atrevidas.
Aquello no hacía más que poner a Inasa peor, por esa razón ni la palabra le podía dirigir a la chica, por dos días se dedicó a ignorarla, aunque el viernes por la noche todo eso cambio.
Cuando entro al cuarto la encontró sentada escuchando música, ella parecía sumamente entretenida garabateando algo en una libreta, cuando la canción termino y dio paso a una nueva no pudo evitar abrir la boca con asombro.
—¿Tú también escuchas las canciones del musical de Hamilton?
—¡Eh, lo siento! No lo escuche llegar, sé que es molesto, pero no se preocupe, ahora mismo apago esto —susurra.
—¡Hey, no lo hagas! Yo no lo decía porque me disgustara, más bien estoy asombrado de que a alguien más le guste —explica.
—¡Oh ya veo! ¿Entonces también le gusta? —cuestiona curiosa.
—¡Claro! De hecho estoy ahorrando para ir a ver el musical en Londres, sé que no es con el casting original, pero en verdad me gustaría vivir la experiencia de verlo en vivo —murmura.
—No lo vas a creer pero justo pienso lo mismo, también estoy ahorrando, aunque llevo muy poco porque mi dinero lo gasto mayormente en la universidad. Aun así tal vez seré capaz de viajar al finalizar mi carrera, si ves el musical antes que yo, ¡tienes que contarme que se siente estar ahí! —exclama con emoción.
—Por supuesto que lo hare, por cierto creo que no nos hemos presentado correctamente. Mi nombre es Inasa Yoarashi, soy de los mejores amigos de Shoto.
—¡Oh, eso suena genial! Yo soy Izuku Midoriya, umm, no creo ser su mejor amiga, pero nos llevamos bastante bien y compartimos departamento.
—¿Entonces eres la chica que es hija de unos amigos de sus padres?
—Es correcto, por ese motivo nos conocimos.
—Ya veo, ¿qué tal te ha resultado la convivencia con Shoto?
—Pues al principio fue algo difícil, honestamente no nos llevábamos del todo bien, pero ahora todo va bastante bien.
—Entiendo, ¿sabes? quisiera pedirte una disculpa.
—¿Eh, por qué?
—Bueno, por mi actitud, sé que no he sido muy agradable contigo en estos últimos días.
—¡Oh no te preocupes! Todo esto fue algo muy extraño, además sé que no soy la persona más sociable, me han dicho que soy demasiado seria, incluso mi mejor amigo suele decir que tengo cara de persona desconfiable cuando estoy nerviosa.
—¡Yo no creo que sea así! A mí me parece que tu cara es muy bonita, tienes unos ojos muy grandes y vivaces, incluso inspiras ternura, pareces un animalito asustadizo y nervioso —proclama.
Las mejillas de la chica enrojecen bastante ante el inusual halago, cuando el muchacho se da cuenta de lo que dijo se avergüenza, pues no cree que eso sea del todo un buen cumplido.
—Perdón, creo que soy algo malo para decir cumplidos —susurra.
—Para nada, creo que es lindo. Nadie me había dicho algo parecido, bueno a decir verdad usualmente no recibo halagos o palabras bonitas.
—¿Enserio?
—Si.
—¿Por qué?
—Bueno, supongo que mi nerviosismo y poca habilidad para relacionarme hacen que parezca una chica extraña, es común que ese sea el pensamiento de las personas hacia mí.
—¿Alguien te ha dicho que eres una extraña?
—Bueno, solo me han dicho rara, o nerd.
—Pues yo creo que quien te haya dicho eso es tonto, tu eres una agradable persona, además tienes un increíble gusto musical, si te soy honesto a mí me pareces bastante atractiva —declara con honestidad.
—¿Enserio? —pregunta con vergüenza.
—Sí, enserio, tus bonitos ojos verdes me gustan, también tu cabello rizado y tu cuerpo, ¡Dios!
Él dice todo aquello mientras se acerca más a la muchacha, la cual para ese momento se siente entre nerviosa y emocionada. Izuku era comúnmente muy precavida con cualquier tipo de interacción, aunque en ese momento lo que más desea es seguir escuchando las palabras del hombre, las cuales le causaban un agradable sentimiento en su interior.
Lamentablemente eso no pudo seguir, pues cuando ambos se miraron fijamente acabaron rompiendo con la distancia y besándose, el contacto fue sumamente satisfactorio, por lo que lo repitieron una y otra vez. Una cosa lleva a la otra, al final ambos terminaron haciendo algo impropio para quienes los conocían bien. Tuvieron sexo con alguien a quien apenas y conocían.
Shoto estaba cansado de todo, de Himiko y su insistente acoso contra Izuku. De sus amigos y sus suplicas porque fuera bueno y disculpara a la rubia, en tanto que la actitud nerviosa y tímida de Midoriya también le parecía fastidiosa.
Él solo había deseado pasar unas buenas vacaciones pero todo resultó un fiasco, ahora se encontraba más estresado y malhumorado que de costumbre. Para hacer todo peor a la rubia le pareció una increíble idea echarle en cara que había manoseado y besado a la de verdes cabellos, para rematar según ella Midoriya no se negó al contacto.
Eso solo lo jodío un poquito más, aun así no quería dar nada por hecho, esperaría a hablar con ella para aclarar esa situación, planeaba hacerlo luego de su recorrido a una montaña cercana, aunque para su mala suerte Izuku no llego a la hora indicada, lo más raro es que tampoco Inasa apareció.
El grupo dejo pasar aquello al pensar que tal vez no tenían ganas de asistir, por eso se fueron sin ellos, creyeron que al regresar por lo menos Inasa ya estaría revoloteando por algún lado, aunque al preguntar a los empleados del lugar les dijeron que en toda la mañana nadie había salido de aquella habitación.
Eso sí que preocupo a todos, pues si bien el de cabello negro no era fanático de madrugar, no era el tipo de persona que solía dormir hasta muy entrada la tarde, por esa razón es que decidieron ir a la habitación de aquellos dos.
En el camino todos iban teorizando una y mil tonterías, aunque todas ellas estaban muy alejadas de la realidad. Cuando llegaron a la habitación tocaron la puerta pero nadie les abrió, pasaron algunos minutos tocando pero nada pasaba, ante eso decidieron pedir la llave de respuesta a la recepción, pues para ese momento ya estaban algo preocupados de que algo hubiera podido pasar.
Los encargados entendieron la situación y les dieron la llave sin problema alguno, cuando estuvieron frente a la puerta el grupo de amigos se encontraban nerviosos, pues escenarios horribles se hacían presentes en sus mentes.
La única un poco más tranquila era Jiro, quien fue la encargada de abrir y entrar primero, aunque solo hacerlo sus mejillas se tornaron rojas.
—No creo, no, mejor dicho no deberían de entrar, así que vámonos de aquí —ordena.
—¿Pero por qué? —cuestiona Mina.
—No es correcto —susurra con vergüenza.
A todos les parece extraña la actitud de la muchacha, más confían en ella por lo que planean hacerle caso, aunque a la rubia esa advertencia parece importarle poco, pues antes de que Kyoka pueda cerrar la puerta se adentra a la habitación y suelta una exclamación que combina entre sorpresa y molestia.
—¡Pero qué demonios!
Eso no le da muy buena espina al bicolor, por lo que aun ante las suplicas de su amiga entra al lugar, cuando lo hace una maldición escapa de sus labios.
—Mierda.
Pues ajenos a todo Inasa e Izuku están dormidos, y si bien eso no es extraño, lo que hace que todo sea malo es que ambos están desnudos, además de que el hombre esta abrazado a la mujer.
Ambos parecen dormir plácidamente, aunque eso cambia cuando Toga, quien está muy enojada quiere separar a los ahora amantes.
Para ese momento los restantes del grupo de amigos ya están adentro, por lo que miran con extrañes la acción de la muchacha. No comprenden porque se pone así, ya que quien debería estar molesto es Shoto, pues ambas personas son sus amigos.
Todoroki no sabe cómo reaccionar ante la situación por lo que no hace nada para detener a la rubia, pronto los movimientos y gritos de la muchacha despiertan al pelinegro y a la de cabello verde.
—¿Cómo entraste? —cuestiona adormilado el hombre.
La chica no responde y sigue golpeándolo, aunque para Yoarashi aquellos golpes no son más que caricias, Izuku talla sus ojos con pereza, no comprende que sucede, solo escucha cuchicheos que no sabe muy bien de donde vienen.
Ve de un lado para otro con extrañes, no parece captar la situación en la que esta, hasta que la voz masculina se deja oír claramente molesta.
—¡Qué demonios! ¿Por qué entraron aquí? ¿No saben tocar? —pregunta molesto.
Solo entonces recuerda todo, su plática con el muchacho era muy agradable, luego todo se tornó en un extraño coqueteo, ambos se besaron, después pasaron a las caricias, de ahí todo era historia. Sus mejillas se tornaron rojas al recordar su comportamiento tan impropio en aquel acto, aunque pronto el sonrojo desapareció y se tornó en palidez al ver a todos los amigos de Inasa y Shoto.
Cualquier chica hubiera gritado de vergüenza al verse en una situación así, más Izuku era una llorona nata, por lo que en cosa de nada se puso a llorar de vergüenza.
Aquello alerto al muchacho a su lado, por lo que se levantó de su lugar y corrió a todos de ahí, incluso cargo a la rubia, la cual no dejaba de golpearlo, cuando todos estuvieron afuera les cerró la puerta en la cara.
Para Todoroki todo aquello parecía irreal y bizarro, su estado era tal que no prestaba atención a nada, no fue hasta que escucho unos lloriqueos que salió del trance en que estaba. Cuando giro su cabeza se encontró con que solo estaban él y Himiko, además esta última era quien estaba llorando y limpiando sus lágrimas con rabia.
Solo entonces se dio cuenta de algo que lo hacía vencedor en aquellas infernales vacaciones.
—Creo que malentendiste tus oportunidades, te acaban de quitar a Midoriya, ya no tienes oportunidad alguna —declara con alegría.
—Eso lo veremos, tu idiota amigo no es rival para mí —masculla con odio la muchacha.
—No, más bien tú no eres rival para él, tú y yo sabemos cómo es. Tal vez esto fue un desliz de parte de ambos, pero si sucedió es porque hubo atracción, si esto es así Inasa debió de ver algo especial en Izuku, no tengo dudas, ambos comenzaran a salir —dice de modo venenoso.
—No, ellos no lo hará —contrataca dudosa.
—Lo hará, así que acostúmbrate a eso, y si de verdad besaste a Midoriya guarda eso como tu único recuerdo porque nunca la tendrás —proclama con sorna.
Acto seguido se da la vuelta y se marcha, a lo lejos puede escuchar un grito de frustración, aquello solo logra elevar el buen estado de ánimo del muchacho. Sin duda lo que paso no es algo que esperara, más le alegra que pasara ya que gracias a eso pudo sobreponerse a toda la mierda de sus días junto a su ex.
Todoroki está feliz de haber sido inflexible e irracional con sus decisiones.
Necesito recarga de energia para seguir con mi vida de ficker dx
Andrea 2020, la que se cree genial ;w;
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