C'mere


Stiles ya tiene el colchón de aire inflado junto a su cama, cubierto con sábanas y mantas limpias, cuando Derek aparece. Todavía tiene el cabello mojado y huele demasiado a Axe. Stiles jura buscar en su mochila y tirar el spray tan pronto como se duerma.

Tan pronto como Derek entra por la puerta le da a Stiles uno de esos abrazos, como siempre hace cuando les va bien en los torneos, han sido dos abrazos en una noche. Aún está un poco animado por la victoria, borracho de adrenalina, y es asombroso ver al mayor así. Se ve más feliz y más joven que de costumbre, menos como un policía anti drogas que intenta pasar como un estudiante de secundaria. Él también se muere de hambre.

—Dios mío, ¿tienes una lombriz solitaria o algo así?— pregunta Stiles, sentado en la mesa de la cocina viendo a Derek devorar tres rebanadas de pizza fría y tragarlas con un gran vaso de leche. Y esto es después de que Stiles calentó pastel de pollo y un pedazo de lasaña.

Derek no responde, solo sigue masticando.

—Cora me habló después del juego,— se arriesga el castaño un minuto después, no del todo seguro de querer hablar del tema, pero se ha sentido culpable desde entonces.

—Genial,— dice Derek con cansancio, dejando su pizza en el plato. Su rostro se vuelve un poco más serio, como si ya supiera que no le va a gustar lo que Cora dijo.

—Lamento no haber asistido a más de tus juegos,— dice Stiles. Derek se ve ligeramente sorprendido. —Quiero decir, si hubieses querido que fuera a tus juegos, perdóname por no haberlo hecho. Si no te importaba, entonces supongo que estoy quedando como un idiota. Lo cual es completamente culpa de Cora, no mía.—

Para cuando Stiles cierra la boca, Derek vuelve a mirar su plato buscando un trozo de fideo de lasaña. No dice nada, lo cual es toda la confirmación que Stiles necesita.

—Hubiera ido a todos los juegos, si lo hubiera sabido,— le dice Stiles. Desea tener su propio fideo de lasaña, pero como no lo tiene, tiene que conformarse con rasgar nerviosamente con los dedos la servilleta de Derek.

Derek toma un trago de leche antes de mirar a Stiles.

—No te gusta el fútbol,— dice.

—Realmente no,— admite Stiles. —Pero me gustas.—

Derek tímidamente agacha la cabeza y sonríe a su plato. —Gracias por venir esta noche,— dice, volviendo a su pizza como si ellos no hubieran tenido una charla sincera.

Salió bien, piensa Stiles, dándose mentalmente palmaditas en la espalda, se levanta y le da a Derek otro vaso de leche.

—Es hora de ir a la cama,— dice Stiles un tiempo después, tratando de reprimir un bostezo. Deben estar despiertos a las 4 de la mañana. Además, si deja que Derek pase más tiempo en la cocina, no quedará nada para comer en el desayuno.

—Está bien,— eructa Derek, después de beber lo último de su leche. Saca una banana del frutero al salir de la cocina.

Stiles se cepilla los dientes primero, y luego se pone pantalones de chándal y una camiseta vieja. Para cuando Derek termina en el baño, Stiles ya está en su cama, bajo las sábanas, balanceándose entre la emoción y el miedo. Nunca ha tenido a nadie que se quede a dormir excepto Scott, y no está enamorado de Scott. Nunca estuvo tan ansioso por estar a solas en su habitación con Scott. ¡Aquí es donde Stiles se masturba! ¡Pensando en Derek!

Cuando el mayor finalmente regresa, se queda en ropa interior, unos calzoncillos azules oscuros que no dejan nada a la imaginación, y Stiles traga saliva e intenta no mirar demasiado. Derek se ve realmente bien solo en ropa interior, y de alguna manera incluso más mayor: más músculos y más vello corporal que la mayoría de chicos en la clase de gimnasia de Stiles, y definitivamente más que el propio Stiles. Papá le sigue prometiendo que pronto tendrá un gran crecimiento. Espera que ese día llegue pronto.

Stiles toma su teléfono y juega con la alarma hasta que Derek este a salvo bajo las sabanas. —¿Dónde está tu teléfono?— le pregunta a Derek. Su Papá también se va a despertar con ellos, pero es mejor prevenir que lamentar. —¿Has puesto tu alarma?—

Derek arroja la manta y va sobre sus manos y rodillas para poder buscar a tientas en los bolsillos de su chaqueta, que cuelga sobre el respaldo de la silla del escritorio de Stiles. La vista es ... estimulante.

Cuando se voltea, Stiles casi es atrapado mirándole el culo. Como desea que Derek durmiera con más ropa.

Derek se arrastra de regreso y se sienta en el borde del colchón más cercano a la cama de Stiles. —Chécalo,— dice, entregándole el teléfono al menor para que lo vea por sí mismo. Envuelve sus brazos alrededor de sus rodillas peludas y observa mientras Stiles examina cuidadosamente la configuración de la alarma.

—Se ve bien,— dice Stiles, satisfecho. Le devuelve el teléfono a Derek, quien lo coloca en la mesita de noche junto al teléfono del castaño, pero no regresa a acostarse.

Stiles se pone de lado y apoya la cabeza en su mano. Derek lo está mirando, y Stiles lo mira con anticipación, esperando. Parece como si Derek quisiera decir algo.

El mayor finalmente se aclara la garganta y pregunta. —¿Estás listo para mañana?.—

Ah, piensa Stiles. Eso es lo que está pasando. El solo está nervioso. —Sí,— dice, con un poco más de confianza de la realmente tiene. Él también lo está. —¿Y tú?—

Creo que sí, asiente Derek. —Eres un buen maestro.—

—Naa,— dice Stiles, sonriendo ampliamente. —Eres un genio de las matemáticas.—

Derek se encoge de hombros tímidamente, mira sus rodillas, y luego mira a Stiles. Sus ojos brillan, y nuevamente sonríe tan suavemente como la noche en la que fueron a comer pizza. Le quita el aliento a Stiles.

—Estoy diciendo la verdad,— dice Stiles, porque quería ir demasiado a los regionales y ahora parecen tener todas las posibilidades, pero en algún momento se convirtió en algo secundario. El mayor es un gran tipo, una vez que lo conoces. Claro si él te permite hacerlo.

Y Stiles no puede negar que esta oportunidad de conocer a Derek y pasar tiempo con él ha sido la verdadera recompensa en todo esto. Una vez que termine la temporada de torneos, ya no tendrán una excusa para pasar el rato, y Stiles secretamente espera que Derek aún encuentre tiempo para él. Al final del año escolar, Derek se graduará, y probablemente salga de Beacon Hills para ir a la universidad. Stiles podría no volver a verlo nunca más después de esto. Ha estado tratando de no pensar en eso.

—El equipo está lleno de genios matemáticos,— señala Derek, alzando una ceja la cual el castaño considera una expresión de sabelotodo. Es la que usa mucho con él.

—Sí, pero ninguno de ellos es tan guapo como tú,— sonríe Stiles.

—¿Lo crees?— pregunta Derek, mostrando que toma muy en serio su broma. Lo dice muy suavemente, pero con un tono que hace sonar las alarmas de Stiles. No debería haber hecho dicho eso. Ya que lejos de ser una broma está diciendo la verdad.

—Bueno, no eres tan guapo como yo,— dice Stiles, tratando de cubrirlo con otra broma. —Pero no te preocupes, no le diré a nadie que te uniste al equipo de matemáticas solo para meterte en mis pantalones.—

Derek se mira sombrío, culpable y en silencio, pero su rostro se vuelve lentamente de un rojo brillante y feo.

—No puedo creerlo,— dice Stiles, asombrado. La parte de atrás de su cuello se siente sudorosa de repente.

—No fue solo para entrar en tus pantalones,— dice Derek apresuradamente. —Me gusta estar en el equipo, y me gustan Isaac y Scott. Hice amigos. Pero.— Se detiene, apretando su labio inferior entre sus dientes mientras examina su rodillas un poco más. Stiles nunca lo ha visto tan inseguro.

—¿Pero qué?,— Pregunta Stiles, con el poco aire que han logrado reunir sus pulmones. Aún está tratando de descubrir si esto realmente está sucediendo.

—Pero pasar tiempo contigo era parte de eso.— Titubea, luego levanta la vista y confiesa: —Mucho, al principio.—

Santa cachucha, piensa Stiles. Cora tenía razón. Él es la novia de Derek. Espera, no, ¡novio! Algo más que un amigo de matemáticas, eso es jodidamente seguro.

—¿Te gustaba desde antes?— pregunta Stiles. Eso nunca se le había ocurrido. Claro, había imaginado más de una vez que Derek viera lo increíble que era Stiles mientras pasaban el tiempo juntos, y todo sería como en las películas, pero nunca habría soñado que le gustara a Derek desde el principio. Eso ni siquiera había cruzado por su mente.

—Sí. De hecho, pensé que estabas tratando de invitarme a salir, esa primera vez que te llevé a casa,— admite Derek, luciendo avergonzado.

—Y en lugar de eso te pedí que te unieras al equipo de matemática,— gime Stiles, tapándose la cara con las manos. —Dios mío.— Está tan profundamente avergonzado. Sin embargo, eso explica mucho acerca de la reacción hostil de Derek ese día. Debió haber estado tan decepcionado, si esperaba... esperaba... algo más.

—¿Por qué no me invitaste tú?— quiere saber Stiles. —Estoy bastante seguro de que así es como funciona. El más guapo y más popular tiene que preguntarle al perdedor.—

—No eres un perdedor,— dice Derek, presionando sus labios en una delgada línea.

—En realidad, no respondiste mi pregunta,— enfatiza Stiles.

—Quería,— responde Derek, volviéndose tímido de nuevo. —Me senté detrás de ti en la sala de estudio durante semanas, tratando de reunir el valor para hablar contigo.—

Stiles está indignado por esta información. —¿Qué? ¡Pensé que estabas tratando de matarme con tu mirada asesina!.—

Derek se ve irritado. —No tengo una mirada asesina,— dice, dándole a Stiles una versión moderada de su mirada asesina. Debe de ser amor si ni siquiera puede hace una de verdad.

—Cariño, ¿estás en negación?,— Dice Stiles, pero dulcemente.

—Puede ser.— Derek mira hacia abajo a sus rodillas otra vez, luego vuelve a mirar a Stiles, con el rostro lleno de esperanza.

—¿Puedo besarte?— pregunta, comenzando a inclinarse un poco hacia adelante para hacerlo.

—¿Ahora mismo?— pregunta Stiles, con la voz sonando embarazosamente chillona.

—Sí, ahora mismo,— dice Derek, sonriendo. Está tan cerca que Stiles puede ver cada uno de los seiscientos colores diferentes en sus ojos. —¿O tengo que hacerlo frente a toda la escuela?.—

Los dedos de los pies de Stiles se tensan en las sabanas de solo pensarlo. —¿Hablas enserio?— pregunta.

Derek asiente mientras desliza lentamente su mano debajo de las mantas de Stiles y cierra sus dedos sobre el antebrazo de Stiles, cálido y seguro. —Si.—

Al parecer Stiles es inteligente en las matemáticas, pero muy tonto en la vida real.

Obviamente, son perfectos el uno para el otro.

—Creo que la primera vez puede ser solo entre nosotros,— admite Stiles. Se apoya en su codo y Derek se pone de rodillas y sus bocas se encuentran en una oleada de aliento de pasta de dientes. Stiles recuerda demasiado tarde, que nunca antes ha besado a alguien y debería estar nervioso, pero Derek toma la delantera de todos modos, toma la cara de Stiles entre sus manos, inclinando su mandíbula. Su lengua es cálida y gentil.

Stiles cree que se está derritiendo ahora, quiere que este momento nunca termine, pero apenas lo piensa, escucha los pasos de su padre en las escaleras y se aleja abruptamente. Maldiciendo en voz baja, oh mierda, mierda, mierda, alarga la mano y apaga la lámpara junto a su cama, sumergiendo la habitación en la oscuridad, luego se da la vuelta y se tapa con las cobijas hasta la barbilla. Junto a él, oye a Derek moverse, probablemente haciendo lo mismo.

Su padre viene por el pasillo y se detiene frente a su habitación. Sin luz ni sonido proveniente de él, probablemente supone que ya están dormidos, ya que continúa por el pasillo hacia su propia habitación. Stiles oye la puerta chirriante cuando la cierra.

El corazón de Stiles late mil veces por minuto, aunque no está seguro si es por besar a Derek o por casi ser atrapados. Lo más seguro es por ambos. Sus ojos se han adaptado a la oscuridad, y ahora puede ver un poco, gracias al tenue resplandor de la luz de la calle a través de las persianas.

La cabeza de Derek aparece junto a Stiles. —Ven aquí,— susurra, retrocediendo un poco mientras jala a Stiles sobre el colchón de aire con él, y el menor se va con gusto. El colchón es suave, y sus cabezas chocan mientras Stiles intenta entrar bajo las mantas, pero finalmente los dos están debajo de ella, con las rodillas juntas, frente a frente a unos pocos centímetros de distancia.

No hay ningún sonido de la habitación de su padre ahora. Todo lo que Stiles puede oír es el zumbido de su propia sangre corriendo por sus oídos, y la barba incipiente de Derek raspando contra la almohada cuando se mueve para ponerse cómodo. La mano de Derek encuentra la de Stiles debajo de las mantas y entrelaza sus dedos.

Stiles nunca se había tomado de la mano con nadie antes, excepto cuando él y Scott eran pequeños y tenían que tomarse de la mano por seguridad bajo las órdenes de sus padres. Esto es muy diferente. Incluso el pulgar de Derek acariciando los nudillos de Stiles hace que los pulmones del menor se sientan demasiado pequeños.

—¿Somos novios ahora?— Pregunta Stiles. No puede ver el color de los ojos de Derek, pero ve como brillan en la tenue luz, mirando al menor.



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Y FIN




AHRE NO

FALTA OTRO CAP XD si creo q uno mas y ya finalizamos este fic lindo.

Creo que de acá al final es la razón por la cual quise traducir esta cosita hermosa.  ajdofj

nos vemos después xd

no olviden votar y comentar que les parecio.


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