El mejor amigo del hombre (5/6) Yaoi EnAtsu
Ya llegó el día para que los chicos volvieran a ser humanos, Wombat había dicho que Atsushi podría ser el primero en volver a ser humano, ya que fue el primero en transformarse.
Esa mañana En había salido a hacer unas compras, y cuando volvió se encontró con una sorpresa.
—Hola En-chan—.
—A...Atsushi, ¿qué haces con mi ropa?—.
—Lo siento, pero era o eso o estar denudo—.
—Yo hubiera preferido lo segundo— dijo el rubio tan tranquilo como siempre avanzando por el pasillo.
—¡En!—.
—Tranquilo, tranquilo era broma—.
—Ah, ok— dijo entrando en la cocina.
—O puede que no— dijo cerrando la puerta del frigorífico y acercándose a su amigo.
—En-chan, yo...—.
En no le dejo seguir, ya que empezó a besarlo tranquilamente, cuando pensó en separarse del de las gafas, este le paso las manos por detrás de su cuello y le dejo el paso al interior de su boca. Tras dos minutos tuvieron que separarse por falta de aire.
—¿Sabes qué En-chan?—.
—¿El qué?—.
—Que tenías razón, ahora me está empezando a estorbar la ropa—.
—Y a mí también, vamos a mi cuarto, pero creo que hoy no dormiremos—.
Se volvieron a empezar a besar y Atsushi volvió a poner sus brazos por detrás del cuello del mayor y entrelazando los dedos por los pelos del otro, el cual le puso las manos por el culo para levantarlo, y cuando lo levantó este se agarró a su cintura con sus piernas. Nada más llegar a la habitación En puso a su mejor amigo en su cama, como si de cristal se tratara y siguieron besándose, cada vez los besos eran más salvajes. En empezó a desabrocharle la camiseta mientras iba besando cada parte de su cuerpo que quedaba libre, cuando se la quito por completo la tiro a una parte de la habitación.
—En-chan espera—.
—¿Ya quieres parar? ¿me vas a cortar el rollo?—.
—No es eso, pero no veo justo que ya me hallas quitado la camiseta y tú todavía estés con toda la ropa—.
—Ah ok, si es por eso— en un minuto ya se había quitado la camisa y la tiro al igual que la de su amigo.
—Que rápidos eres cuando quieres—.
—Bueno, por donde iba—.
En siguió con los besos por el cuello de Atsushi, dejando algunas marcas de mordiscos y lamidas, las cuales hizo para marcar lo que era suyo. Bajo por una línea de besos hasta uno de los pezones y comenzó a lamerlo, mientras que con su otra mano pellizcaba el otro. Los gemidos de Atsushi comenzaban a sonar por toda la habitación, los cuales eran música para los oidos de En. Cuando ya estaban suficientemente duros, el mayor bajo con una línea de besos hasta el límite del pantalón, del cual se desiso rápidamente y tras eso hizo lo mismo con el suyo.
—En, espera—.
—¡¿Qué?! ¡¿Otra vez?!—.
—Jaja, es que quiero chupartela yo primero— dijo con una voz grave a lo cual En, se quedó mirándolo fijamente —¿Que ocurre En-chan?—.
—Nunca pensé que tú dirías cosas como esas—dijo todavía con la mirada fija en el peliazul, a lo cual este cogió un gran sonrojo —mira tengo una idea, vamos a hacer el 69 ok, tú te pones arriba—.
—O...ok—.
—Ahora te pones cortadito, pues bien que has querido chuparmela al momento—.
—En, eres un guarro—.
—Si, si ahora dices eso para quedar de guay, bueno vamos allá— dijo a la vez que se levantaba de encima del otro chico y se quitaban la última prenda que les quedaba .
En se tumbó boca arriba en la cama y encima suya se puso Atsushi el cual comenzó a masajear el pene del ojiazul y este se chupo dos dedos, y poco después, mientras se introducía el pene de Atsushi en la boca, uno de sus dedos comenzó a entrar por su interior, al poco tiempo empezó a meterle la lengua.
—Ahh...En, dios tu lengua...ahh—ahh decía entre gemidos.
—Jeje, creo que ya estás preparado—.
Atsushi se levantó de encima de En para que este se levantará. Cuando el rubio miró hacia el peliazul, vió que se había puesto en postura perrito.
—En, por favor hazlo ya—.
—Claro, sería de mala educación hacerte esperar, si estás tan necesitado—.
Con una de sus manos se agarró a la cintura de Atsushi, mientras que con la otra dirigía su pene al interior del peliazul. Gemidos de dolor fueron lo primero que llegaron a los oídos del rubio, lo cual hizo que parara.
—¿Estás bien Atsushi?—.
—Sí, es solo...que...es mi primera vez...—.
—Ok, aguanta un poco hasta que entre entera, después pararé—.
—O...ok—.
Como En dijo, cuando entró por completo, se quedó parado, hasta el momento en que Atsushi comenzó a menearse. Al principio iba despacio para irlo acostumbrado, pero al cabo del tiempo, las estocadas fueron tomando velocidad, tanta que lo único que se mantenía alto era el culo del menor, mientras En le besaba la espalda, aunque a veces eran mordisco seguidos de lamidas.
Cuando ya ambos se acercaban al límite, sin salir de él, En le dio la vuelta lo cual le arrancó un sonoro gemido a los dos. Poco después Atsushi se corrió y acto seguido lo hizo En. Este salió del interior del otro con sumo cuidado, y justo después se tumbaron en la cama.
—En-chan te quiero— dijo apoyando su cabeza en el pecho de En, el cual ya respiraba con más tranquilidad.
—Yo también te quiero Atsushi—dijo besando la frente del peliazul.
Poco después ambos se quedaron dormidos.
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