Yumei despertó muy temprano como era habitual, hoy iría a entrenar con todo el equipo siete. Estaba bastante feliz aunque también sentía que las preguntas de Kakashi no se harían esperar.

Se alistó y salió por la ventana para poder llegar hasta la ventana de Naruto, entró en la casa del rubio y se escabulló hasta la cocina; después de preparar un verdadero desayuno, con algo de ramen y sin verduras, salió asegurándose que la alarma del rubio sonara en diez minutos más.

Saltó en algunos techos hasta llegar al techo de la florería Yamanaka. Dió un salto hacia la calle y entró en el local.

-Yumei ¿Qué te trae por aquí?- Ino estaba detrás del mostrador-

-Sólo vine por algunas flores para decorar- sonrió-

-Acaban de llegar algunos claveles, son muy lindos- apuntó hacia un lugar detrás de la peliazul-

Yumei giró sobre sus talones encontrando unos bellos racimos de claveles blancos, perfectos.

-En un mes es mi cumpleaños- Ino comenzó a envolver el racimo que la peliazul eligió-

-Vaya, que rápido- sonrió-

-Sí, quizá haga una fiesta por la tarde y una pijamada de chicas por la noche- su voz era de entusiasmo-

-Por supuesto, ahí estaré- Yumei sonrió, pagó las flores y salió del lugar-

Suspiró una vez fuera del local, a veces se preocupaba por pasar tiempo con personas demasiado jóvenes, hizo una mueca; se dirigió al campo de entrenamiento de los tres troncos.

Llegó exacta, a lo lejos pudo ver a Sasuke y Sakura, pero antes de ir con ellos primero fue a la piedra de los héroes, dejó el racimo de flores al pie de la piedra eh hizo una pequeña oración, su padre le dijo una vez que los espíritus encontraban el camino al mundo espiritual si recitas una oración para ellos, la voz los guía.

Esto no era una tumba, pero si era un lugar con bastante carga espiritual, podía sentirlo.

-Yumei-chan-

La mencionada elevó la mirada encontrándose con Kakashi.

-No es necesario agregar el chan- elevó una ceja-

-Vamos, ya casi comenzaremos el entrenamiento- Kakashi comenzó a caminar-

Yumei se puso de pie y lo siguió.