-Bien, haremos combates uno a uno- Kakashi cruzó los brazos-

-¿Cómo se decidirán los combates?- Sakura levantó la mano-

-Será al azar- Kakashi tenía ese tono despreocupado de siempre-

Los cuatro jóvenes asintieron, era una buena idea.

Los combates al final quedaron así:

Yumei vs Naruto. El ganador se enfrentaría a Sasuke y el perdedor se enfrentaría a Sakura.

La peliazul y Naruto tendrían que pelear dos veces, por lo tanto estarían cansados, claro, eso sí no fueran ambos una fuente casi inagotable de chakra.

Al final Sasuke resultó ser el ganador, pero solo por dos razones.

Uno: Yumei jamás pelearía enserio contra alguien que no fuera su hermano, podría lastimar a las personas, y no quería lastimarlos.

Dos: Naruto es el idiota más grande y cayó en las trampas de Sasuke, sí bueno, era de esperarse.

Sasuke quedó como el ganador, Naruto quedó en segundo lugar y Sakura en tercero, cabe decir que Yumei dejó ganar a Sakura, aunque la peliazul tuvo dificultades al ver lo avanzadas que se habían vuelto las técnicas fe la chica, aunque aún le faltaba algo.

-Bien, eso fue divertido- Kakashi apareció frente a ellos-

Los cuatro asintieron, aunque Naruto tenía mala cara.

-Todos vayan a descansar, nos vemos mañana-

Sasuke se adelantó y Sakura fue tras él, después Naruto fue tras Sasuke también pidiendo una revancha. Antes de que Yumei pudiera avanzar fue detenida por Kakashi.

-Tenemos que hablar- su voz sonaba calmada-

Yumei suspiró.

-Supongo que sí- se encogió de hombros-

-¿Qué pasó? ¿Por qué te fuiste y has vuelto ahora?-

-Sólo sigo órdenes- sonrió de lado- Después de todo para eso fui creada, ese es mi propósito-

-Antes de que te fueras hablamos de eso- Kakashi se sentó en el pasto-

-Mi padre dejó esto en mis manos, no puedo defraudarlo, no puedo simplemente renunciar, así no funcionan las cosas- sonrió-

Kakashi suspiró.

-Es una responsabilidad muy grande para una niña-

-Kakashi, bien podría ser tu abuela- comenzó a reír-

-Te ves tan joven que a veces lo olvido- se rascó la nuca- Deberías pasar tu receta de la eterna juventud-

Yumei dejó de reír unos minutos después, vio el cielo naranja, faltaban sólo dos días.