🦑▪ Epílogo ▪🦑
El sol era resplandeciente, cálido y reconfortante, casi como si supiera lo especial que era ese día.
Como comúnmente pasaba, el navío Escarlata iba en medio del azulado mar, descansando sobre el agua fresca con la tranquilidad más a flor de piel que de costumbre.
Todo estaba marchando de maravilla, a pesar de que esa paz fue un cambio demasiado drástico para cada uno de los tripulantes que viajaban por las majestuosas aguas profundas. Y sin llegar a exagerar, desde que aquel incidente terminó, todo pareció ir a un buen ritmo.
Los mares no parecían descontrolados ni feroces, el cielo destellaba un brillante sol hermoso libre de tormentas duras, los peces se mostraban en gran cantidad, y el agua parecía más pura y clara. Era como un paraíso que por fin estaba descansando luego de atravesar una gigantesca amenaza.
Después de la muerte de Inyeop, la gran pesadilla viviente, las cosas parecieron mejorar. Al principio nadie entendió a qué se debía ese cambio en el agitado ambiente, pero poco a poco y gracias a las explicaciones de Yoongi todo pareció cobrar sentido.
Desde los misteriosos comienzos de tormentas, hasta las fuertes y peligrosas mareas inesperadas.
Todos esos riesgos que venían cada tanto se debían a las sensaciones de amenaza de aquellos que iban más allá de la jerarquía de alfas, betas y omegas. Los que solían cambiar su forma para pasar de criaturas marinas a seres humanos, tenían una fuerte conexión con el océano y, gracias a esto, prácticamente podían sentir los males que habían allí con solo sentir los latidos de sus corazones.
Por supuesto que la familia de Yoongi no iba a estar muy alejada de ese tipo de jerarquía, porque claro, ellos formaban parte de una de las mayores razas marinas y por eso mismo es que ellos presentaban una conexión un poco mayor con las profundidades del mar.
En sí, esto se resumía en la descendencia del gran Kraken, un ser místico que vivió hace muchísimos años y del cual se sabe que compartía semejanza con el final de los tiempos, Cthulhu.
El Kraken era una bestia que vivía en las zonas más profundas de los océanos, esperando y acechando el momento indicado para atacar a los navíos que atravesaban su paso a la destrucción.
Tan solo fue con el pasar de los años que el propio mar fue cambiando, y con esto la muerte del gran animal ocurrió.
Se desató el espíritu contemplativo del Kraken por sobre algunos pocos que pertenecían a la humanidad, y de allí nacieron humanos con fragmentos del alma de aquel ambiguo ser. Debido a eso, los humanos dueños de los fragmentos de alma eran poseedores de poderes únicos y una fuerza que iba más allá de lo inimaginable.
Generación tras generación, todos comenzaron a cumplir con su deber viviendo en el fondo de los mares, en cuidades caidas y perdidas, con el mismo objetivo en común, proteger y resguardar la paz de las aguas libres. En general, ellos debían usar aquel poder para el bien.
Justamente aquí es en donde más tenía que ver Yoongi, como parte de la descendencia del espíritu del legendario Kraken, él y su familia velaban por el estado de las profundidades de los mares. Ellos estaban tan conectados con la vida acuática que, en cualquier momento por esa misma conexión y capacidad de poder, podrían despertar una inmensa sed de conquistar, dominar y liquidar todo a su paso. Crueles y fieles a sus más ocultos instintos.
Eso mismo pudo haber pasado con el hermano mayor del alfa. Pensando en el hecho de que al tener un poder tan abrupto y fuerte, no había manera de poder frenar lo que muy por dentro tanto deseaban. Más y más fuerza.
-¡Capitán, ¿hacía dónde debemos dirigirnos?!..- un grito viniendo desde el timón le alertó.
Se estaba dirigiendo hacia Park Jimin, EL CAPITÁN del navío que había sobrevivido al ataque del que, para los ojos de muchos, era como un dios.
Park Jimin, el omega de mirada tan profunda como el mismo océano y voluntad inquebrantable, el mismo hombre que se encargó de reunir los pocos restos del primer Escarlata para reconstruir nuevamente su hogar, el de su tripulación y el de su ahora alfa.
Si, su alfa también estaba incluido allí, y ese alfa tan especial era Min Yoongi, el nuevo guardián de la gema esmeralda.
-¡Guarda silencio un momento, Jungkook, quiero ver un poco más la quietud de los cielos!..- respondió de vuelta Jimin, fijando la vista de su ojo sano sobre las pocas nubes que habían hacia arriba.
Aunque fuera obvio, había que aclarar, que el noble Escarlata no fue el único que sufrió de estragos. El capitán ahora estaba con un parche en el ojo que había sido lastimado, totalmente privado de la visibilidad, todo debido al accidente que provocó hace ya casi dos años aquella bestia y hermano de su otra mitad.
Regresando a la actualidad, Jiminie suspiró con calma, buscando lo que vendrían siendo las próximas aventuras que tendría con su barco y tripulación. Porque sí, aunque la paz estaba siendo resguardada aún habían peligros por resolver.
Existían mil y un misterios que rondaban por las aguas, secretos que nadie se atrevía a revelar y riesgos que muy pocos querían cruzar. Tesoros, conocimiento, montones y montones de años de historia que estaban esparcidos por el ancho abismo.
Solo bastaba con mirara al cielo, para saber lo que realmente estaba reflejándose en el océano.
-¡Bingo!..- Minnie sonrió a medias, mirando al lado derecho de la embarcación, lejos muy lejos de allí una inmensa nube de un tono gris se enseñaba.
Esa parte del cielo parecía como una tormenta común, pero detenidamente no lo era. Pequeñas chispas, parecidas a los rayos, estaban recubiertas por una fuerte energía púrpura.
Misterioso, era algo que despertaba su delicada curiosidad.
-Allí es..- susurró para sí mismo, y de la nada su omega interior se tambaleó ante una próxima intromisión.
Prontamente sintió el dulce y delicioso aroma de su chico llegar a su olfato. En el ambiente empezó a predominar el suave chicle y lo fuerte de la mora. Realmente en esos segundos se sentía muy relajado.
-¿Es allí a donde iremos?..- la grave voz de su compañero resonó en su oreja derecha, y tan solo eso bastó para que inconscientemente bajara la guardia.
La mano izquierda de Yoongi fue viajando lentamente por la espalda de Jimin, yendo hacia abajo y en dirección a su cintura. Acarició sobre la tela y se mantuvo quieto, sintiendo como la espalda de su omega se recargaba contra su ancho pecho.
Si se trataba de Yoongi, a él le encantaba estar así con aquel lindo capitán de carácter duro, ese mismo tipo que solía susurrarle las más dulces palabras cuando la noche era fría y su cuerpo se volvía todo lo contrario, como si fuera dentro de un frenesí insaciable.
De verdad lo amaba, y no había forma de decirle que no a sus deseos.
En esa ocasión Park, percibiendo el tacto ajeno, se sintió libre y cerró sus párpados, solo por unos momentos mientras la mano de Yoongi subía un poco y se posaba por encima de su estómago plano, recorriendo el corto camino hasta llegar a las proximidades de su vientre, y justamente su mano descansó allí.
No hacían falta palabras, en medio del silencio Yoongi reafirmó que el aroma a leche materna de su Jiminie no era una simple coincidencia, y que muy pronto la familia de navegantes iba a crecer con uno más a la lista...O tal vez dos.
Sea cual sea el resultado, se tenía que saber que un pirata nunca iba solo a pesar de parecer que prefería la soledad. Un pirata podía llegar a parecer un jodido avaro egoísta, pero muy en el fondo lo que un pirata más quería era tener el honor y el deseo de envejecer recorriendo el hermoso mar con los suyos, y morir en su fiel navío.
Más allá de las montañas de oro, eso era lo realmente especial junto a las aventuras que implicaban conseguir algo de valor.
-Justo allí, ese es uno de los lugares que marcan los libros viejos. Ahí es donde iremos..- musitó demandante.
La marca del omega que estaba cerca de su hombro, aquella que lo unía a su alfa, ardió ligeramente, tal vez por la emoción y leve temor que incluso el mismo Yoongi estaba teniendo.
Jimine se separó de Min, y se giró para mirar al muchacho del garfio.
-¡Giro a estribor!..- exclamó el omega, y de solo cuestión de un segundo desenvainó su espada y apuntó a sus colegas..- ¡Muévanse ahora, malditos bastardos ineptos!..- finalizó su orden, y prácticamente todo el barco se puso en marcha.
Lo que quedaba del aliento de vida del Escarlata aún viajaba con ellos, la sensación de aventura, la recompensa de lo brillante y cortante del oro y la oportunidad de ayudar a quienes lo necesitaban.
Una corriente nueva se avecinaba, con una nueva vida que se marcaba llena de un peligro mucho menor.
Nada podría contra ellos porque aquel alfa Kraken, el último sobreviviente de la familia Min, ya no estaba solo, ahora la nueva familia a la que pertenecía iba junto a él.
Y así mismo era para el tirano y solitario pirata, el último sobreviviente de la familia Park, el cual ahora llevaba consigo a una de las más grandes muestras de amor que pudieron haber existido en todos los tiempos.
Ninguno de los dos estaba solo, porque ahora iban acompañados de su otra mitad.
💮 Big Ole Booty💮
💛💛💛
Espero que les guste, perdón si ven algún error.
¿Qué les pareció?
¿Preguntas?
Si pensaron que estaba muerta pues déjenme decirles que REVIVÍ
Kajska, estoy feliz de por fin haberles traído el epílogo TT, no saben, me tocó hacerlo como 3 veces pq no me gustaba TuT perdón.
Pero ahora ya está aquí, así que disfrutenlo y muchas gracias por leer c:
Quiero aclarar que al momento en el que digo "fragmentos de alma del Kraken", hago referencia a la parte animal (alfa, beta, omega, etc) c':
Tqm.
Sempai❤
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