Único 💪

Había pasado alrededor de una semana desde que el año nuevo había llegado, toda esa euforia que el mes de diciembre había traído parecía desvanecerse de a poco, ya no había más vacaciones de diciembre y todos de nuevo tenían que regresar a sus actividades diarias. Eso siempre era deprimente.

Pero no para HyungWon, quien sentía que, como ningún otro, ese sería el año de su vida. Durante gran parte de su pre-adolescencia había dicho que ese año sería el "año de su vida", pero muchas veces resultaba ser lo mismo que los años anteriores de su vida, incluso hasta peores. Pero no este. El veinte veintitrés sería su año, costara lo que costara, lograría obtener todo eso que siempre había anhelado, dejaría por fin de lado a ese HyungWon que tanto había odiado por años.

Había visto y leído en internet un montón de consejos para iniciar una nueva vida, comenzó escribiendo en primer lugar lo que quería en su vida y lo que no, así que había comprado una libreta con una linda portada de gatitos, comenzó haciendo una lista de lo que quería, así que sin más tomó su plumón y señalando el primer punto, anotó que lo que quería para ese año era transformar por completo su cuerpo.

Durante su infancia, HyungWon pensó que no había nada de malo en su cuerpo, su mami siempre le había dicho que era hermoso, como una pequeña ardillita con sus mejillas regordetas, y de vez en cuando le picaba su panza redondita para hacerle reír. Su padre trabajaba como chef internacional y era un poco escaso el tiempo que estaba con él, pero siempre que pasaban juntos, su papá hacia los mejores platillos para que el lindo HyungWonnie los comiera.

Cuando era niño los demás parecían no prestarle atención a eso, y HyungWon vivía muy bien de esa forma, pero cuando tuvo trece años, el cuerpo de sus demás compañeros y compañeras comenzó a cambiar, de la nada, las niñas parecían tener una cintura más definida y delgada, y los niños parecían perder esa grasita que había en sus vientres y a crecer en altura. HyungWon creció, claro que sí, de hecho, creció mucho más de lo que algunos de sus compañeros pudieron haberlo hecho, pero el problema estaba en que la grasa de su estómago no había desaparecido, era redondo, y ni hablar de sus piernas y sus brazos, era enormes al igual que sus mejillas.

Recuerda muy bien la clase de educación física de séptimo grado, todos estaban inmersos en un partido de básquet que el maestro se encargaba de regular, pero HyungWon se había sentido muy cansado luego de jugar un rato, así que fue hasta las gradas para tomar un pequeño descanso y beber agua, y así estaba, tomando de su botella de pie junto a sus cosas hasta que el balón le atacó de repente, golpeándole el estómago y haciendo que escupiera parte del líquido.

—¿Viste? El balón regresó solo sin necesidad de pedirlo —comentó uno de los chicos una vez que el balón regresó por su cuenta hasta sus pies.

—Por supuesto que sí, acaba de rebotar contra una masa enorme, es más, me sorprende que no se haya perdido en medio de todo eso.

Aunque no se lo habían dicho de frente, HyungWon había logrado escuchar eso, y solo miró algo anonadado al par de chicos que hablaban de él como si del clima se tratara, incluso los escuchaba reír, y cuando el maestro se acercó a preguntarle si estaba bien, HyungWon no supo cómo responder, el agua que había escupido le había empapado la camiseta blanca y a través de ella se podía ver su piel. Se sintió avergonzado, por primera vez, HyungWon se sintió avergonzado de su cuerpo.

Fue el principio del fin, al menos así HyungWon lo denominó, porque todos comenzaron a fijarse en su cuerpo, y no de la forma que le gustaría a alguien, literalmente estaban tan al pendiente de qué usaba o qué no para poder criticar lo mal que se le veía, y qué importaba si al día siguiente otro chico iba con la misma camiseta o pantalón que HyungWon usó el día anterior, a él le quedaría mucho mejor porque esa persona era delgada y HyungWon no. Fue una tortura durante la escuela, y una vez que salió de ella, pensó que en la universidad todo sería más llevadero, pero la verdad es que seguían siendo tan crueles con él como lo habían sido sus compañeros de escuela, incluso si no lo conocían, harían burlas de su cuerpo.

—Ugh, HyungWon, esto es ridículo, a esos idiotas les queda una neurona y la están matando con toda la hierba que fuman, ¿piensas que me tomo en serio a esas personas? —HyungWon tenía un amigo. Su nombre era KiHyun y era catalogado un nerd en todo el sentido de la palabra, tenía esos gustos raros por los cómics y los juegos de rol, además de usar unos lentes de pasta gruesa, pero al mismo tiempo era un nerd diferente, porque HyungWon recuerda muy bien la primera vez que se conocieron en una clase de química.

A los demás no les bastaba con burlarse de él, si no que de a poco lo habían convertido en un marginado en todas las clases, le era muy difícil encontrar grupos de trabajo, sí, tal vez él no era un ser superdotado, pero era dedicado y aprendía rápido, pero ni siquiera los chicos inteligentes del grupo querían incluirlo en sus proyectos. Y HyungWon pensó que ese proyecto de química sería otro en el que tendría que trabajar solo, pero entonces, vio como un par de libros se posaban en su misma mesa y luego una mochila.

—Está bien, bien —era un chico bajo, de lentes gruesos quién se había sentado a su lado, realmente no lo conocía, bueno, de hecho nadie lo conocía, porque era nuevo en esa clase. No lo había siquiera saludado, solo se había sentado a su lado y había comenzado a revisar ese montón de fotocopias que tenía en las manos. —Tenemos dos semanas para entregar este proyecto.

—¿Tenemos?

—No vayas a sugerir que hagamos el experimento del agua y el aceite como los idiotas del grupo de allá ¿acaso tenemos seis años? No, por favor, tengo que sacar una excelente calificación en este proyecto.

—Y-Yo... bueno...

—Por cierto, me llamo KiHyun —extendió su mano, y HyungWon ni siquiera pudo estirar la suya correctamente antes de que el más bajo la tomara y la agitara fuertemente. —Toda esta gente me genera estrés, no hay nadie con una buena idea para este proyecto, espero tu no me decepciones.

HyungWon se quedó sin palabras, de verdad, intentaba decir algo pero balbuceaba un montón, porque KiHyun era demandante y arrollador, no daba tiempo de nada, así que decidió dejar de pensar tanto en qué situación bizarra estaba en ese momento y solo dijo.

—Yo haré lo que tu decidas.

Eso pareció gustarle a KiHyun, porque parecía ser un maníaco del control, le gustaba mantener todo de la forma en la que a él le gustaba y si algo no era de esa forma era probable que eso le generara estrés o ansiedad. Además tenía una actitud poco... suave, en realidad, era un poco cruel para ser un nerd, no se quedaba callado y eso también le había generado un par de problemas en la universidad. Se burlaban mucho de él, porque decían que era un enano neurótico y malvado, como Napoleón o cosas así, pero KiHyun bien había demostrado que muy poco le importaba.

—No me importan esos inútiles y a ti tampoco deberían —HyungWon soltó un suspiro, porque KiHyun lo hacía ver tan fácil, pero para HyungWon era una historia diferente. Odiaba admitirlo, pero a él sí le importaba y le afectaba lo que los demás dijeran de él, no le gustaba seguir siendo el gordito, el cerdito o el marshmallow con brazos y piernas de la institución.

—No es por ellos, yo solo... L-Lo hago por mi salud.

—El médico dijo que estabas muy bien de salud, no hay índices de colesterol o azúcar altos en ti —habló su amigo. Y HyungWon solo se giró a mirarlo algo inquisitivo. —Tu mamá me cuenta muchas cosas sobre ti. —explicó.

—Sí, pues, no deberías escucharla. El doctor dijo que si seguía con los mismos hábitos podía llegar a enfermarme gravemente ¿crees que es normal que suba unos escalones y agitarme a la mitad? ¿O que no pueda correr más de diez minutos porque entonces voy a necesitar de un inhalador? Sé que si hago dieta y ejercicio mi salud estará aún mucho mejor, tendré mucha más energía, y además podré caber en todos esos lugares en los que no podía. Ya podrás irte más cómodo junto a mi en el autobús ¿te imaginas? Ocuparé un puesto en lugar de dos.

—¿Qué clase de idiota se fija en eso? Nunca he dicho que me molesta porque en realidad no lo hace, HyungWon. Tu cuerpo está muy bien de esa manera y no veo que valga la pena cambiarlo por unos idiotas que seguro aún comen mocos —dio un mordisco a su sándwich, KiHyun estaba llevando un delicioso almuerzo ese día, y HyungWon se sentía tan hambriento al ver cómo en medio de ese sándwich sobresalía ese jamón de pavo en compañía de las verduras. Desde que HyungWon había hecho su propósito de año nuevo, estaba en una estricta dieta sin carbohidratos, así que solo comía verduras crudas o cocinadas al vapor, llevaba una semana con la dieta y creía que iba a enloquecer.

Sus padres al igual que KiHyun, no estaban muy de acuerdo con su propósito de año nuevo. Bien, sí, el doctor nunca le dijo que se podía enfermar gravemente, en realidad solo le hizo la recomendación de hacer un poco más de ejercicio, y no lo dijo por su peso, lo dijo por su resistencia física, HyungWon era demasiado sedentario y eso era lo que verdaderamente podría traerle problemas en el futuro. Pero HyungWon lo interpretó a su manera. Por otro lado, su madre le había dicho que no era necesario nada de eso, ella tenía una contextura parecida a la suya, era una mujer alta y grande, con caderas anchas y muslos regordetes, en cambio su padre era más bien bajo y delgado, una pareja un poco dispareja a la visión de muchos.

—No veo la necesidad, HyungWon, eres hermoso así como estás, bizcochito de miel —incluso si HyungWon ahora tenía dieciocho años, ella lo seguía tratando como a un bebé de cinco, siempre colocándole apodos ridículos y relacionados a comida ¿acaso era esa la imagen que él siempre proyectaba? ¿Siempre relacionado a comida y a comer? Estaba más que harto de esa situación. —Además, siempre hay chicos que les gusta tener algo más de donde agarrar.

—¡Mamá!

Pero HyungWon difería mucho de su madre, sí, tenían un cuerpo similar, pero ella resaltaba por sobre los demás, era mucho más que su cuerpo, tenía un rostro hermoso y una personalidad increíble, era extrovertida, amable y muy, muy divertida. Entendía que ella le agradara a las personas, pero él en cambio, no tenía nada atractivo, era demasiado tímido y algo retraído. Por ello debía esforzarse en conseguir un cuerpo con el que logre sentirse mejor, y tal vez así, la gente logre olvidar el resto, y por fin empiecen a notarlo como algo más que solo el gordito de la clase.

Ese día era práctica del equipo de baloncesto de la escuela, solían ser prácticas privadas, pero la verdad es que muchos estudiantes iban allí para poder mirar, entre esos estaba HyungWon, quien solía sentarse en las gradas alejado del resto de los demás, tenía un pequeño túper con melón cortado que comía de a poco, esta era una de las pocas actividades que no realizaba en compañía de su amigo, KiHyun solía usar su hora libre los miércoles para jugar con los del equipo de ajedrez, HyungWon en realidad no comprendía mucho de eso y prefería abstenerse, y así era como los miércoles los destinaba a mirar al equipo de baloncesto practicar. O más bien, a mirar a Jung WooSeok.

No entendía mucho de baloncesto tampoco, pero sabía que WooSeok jugaba como base, su altura lo beneficiaba mucho y también era muy ágil, tenía un cuerpo sin duda llamativo, producto de tanto ejercicio, tenía músculos, tal vez no tan prominentes, pero estaban ahí presentes en sus brazos y sus muslos que se veían bastante duros a la vista. Su rostro solo era otro plus, tenía la nariz pequeña y respingada y un par de ojos grandes y oscuros. HyungWon no había sentido atracción por nadie desde los nueve años, cuando estuvo enamorado de uno de sus compañeros de clase, pero sin duda WooSeok era algo mucho más que solo un enamoramiento de preescolar, su cuerpo vibraba cuando lo veía entrenar, caminar por los pasillos o simplemente estaba sentado en las mesas de la cafetería comiendo un sándwich.

—Creo que rendiría mucho más si tuviera fans que vinieran a apoyarme —comentó uno de los chicos del equipo, rebotando el balón varias vece contra el suelo.

—Hay mucha gente aquí ¿qué dices? —le respondió otro.

—Sí, pero todos estos son solo personas que no tienen nada mejor que hacer en su momento libre, pero nadie viene a verme fielmente como a WooSeok.

—¿De qué estás hablando? —entonces el mencionado apareció en la conversación, tomando de su botella con agua.

Ambos chicos rieron cuando vieron tan inconsciente de la situación, haciendo que WooSeok solo frunciera su ceño. Entonces uno de ellos señaló con su dedo hacia las gradas, y WooSeok solo giró su cabeza para observar hacia allá.

—Chanchito —dijo él, y entonces supo identificar de quién hablaban. —Viene todos los miércoles sin falta, y te mira como miraría a una de sus donas o sus barras de chocolate.

—Ugh, Hoon, no seas ridículo —WooSeok frunció sus labios con disgusto cuando vio al menor entre las gradas llevarse un trozo de melón a su boca. Estaba vistiendo una camiseta estampada básica, era un poco más grande que él, pero aún así bajo su camiseta podían notarse los múltiples rollos que se le hacían en el abdomen cuando se sentaba. No era muy agradable de ver para WooSeok. —Solo es otro que seguramente no tiene nada mejor que hacer.

—No estoy exagerando, lo he visto, no te quita la mirada de encima, y no solo en estas prácticas, lo he visto en los pasillos y en la cafetería. Es un acosador completo, seguramente tiene en todos sus cuadernos un "yo, corazón, WooSeok" o alguna otra de esas mierdas que hacen los gordos enamorados.

Entonces todos tres miraron fijamente a HyungWon, quien estaba distraído en su melón, pero al sentir la mirada sobre si levantó la vista para encontrarse con tres de los jugadores del equipo mirándolo fijamente, entre ellos WooSeok, y no supo cómo reaccionar, así que solo continuó picando los pocos melones que quedaban en su túper como si así pudiera evadirse de la vista de esos tres.

—Diablos —dijo WooSeok.

HyungWon ha querido confesarse a WooSeok por más de un año, pero nunca ha tenido el valor, sabe lo que los demás opinan sobre él y no se va a arriesgar a quedar en ridículo confesando su amor, pero quería hacerlo en un futuro. Durante la escuela siempre fue un rechazado y no quería que algo así volviera a repetirse, quería ser parte de ese grupo de personas normales, WooSeok fue una buena motivación para querer dejar que ese HyungWon gordito desapareciera y diera paso a una mejor versión de él.

Claramente la dieta no era suficiente, debía complementar con ejercicio si quería ver mejores resultados, pero siendo sincero, había prolongado eso porque era demasiado tímido para ir a un gimnasio porque se sentía un poco intimidado con los tonificados cuerpos que se paseaban por todo el lugar, delgados y con músculos en los lugares correctos. Y tampoco lo haría desde casa, estaba seguro que lo dejaría a los dos días si lo hacía de esa forma. Ya lo había intentado.

Su madre lo acompañó el primer día, se sentía como cuando era niño y debía ir al dentista, estaba escondido detrás de su madre mientras ella caminaba llamativamente en medio de todos esos hombres y mujeres, ya lo había dicho, su madre era algo realmente especial, llamaba la atención de todos cuando entraba en una habitación, y lo comprobó cuando varios de esos hombres musculosos se giraron a verla hasta que escondió al final del gimnasio.

—No pagaré la membresía premium hasta que mi HyungWonnie tenga resultados.

—Pero señora, sí quiere que su hijo tenga un entrenador personal deberá pagar la membresía premium, de lo contrario, tendrá un guía, pero no alguien que siga su proceso de cerca.

La mujer suspiró, ella aún no estaba de acuerdo con eso de la transformación de cuerpo, como le llamaba HyungWon, pero su hijo había sido realmente insistente con el tema, le dijo que quería un entrenador personal porque de esa forma podría avanzar más rápido, pero la membresía premium era bastante costosa. Sin embargo pensaba que su hijo lo merecía, esperaba que esto pudiera ayudarle en algo más que solo lo físico, sabía lo que HyungWon tenía y eso no era precisamente un problema de sobrepeso como él creía, era un problema de confianza y autoestima. Ella sabía más que nadie sobre eso.

—Bien, voy a pagar el primer semestre nada más, si mi bebé no tiene resultados en ese lapso de tiempo, olvídense de que pagaré el resto.

Su madre fue junto al gerente del gimnasio a realizar el pago, por mientras HyungWon se había quedado de pie en una esquina del gimnasio, vestía un hoodie grande junto a unos pantalones de licra oscuros, tenía la capucha puesta y así se sentía casi imperceptible de la vista de los demás, siendo sincero aún se sentía muy ansioso de tener que venir todas las tardes al gimnasio, porque esa gente seguía intimidándolo, pero pensaba que esto era algo que tenía que afrontar si realmente quería ver resultados y, por fin, ser aceptado.

—Hola ¿Puedo ayudarte en algo? —una voz masculina se escuchó a sus espaldas.

HyungWon se giró, y se llevó una gran sorpresa con lo que había encontrado. Sabía que había hombre musculosos, había muchos ejemplares en ese gimnasio, pero no podía creer que hubiera uno tan musculoso, parecía irreal ese cuerpo grande y lleno de músculos. Llevaba una camisa musculosa negra que dejaba totalmente al descubierto sus bíceps y parte del costado de su torso, unos pantalones de licra grises que se amoldaban a la perfección a sus muslos grandes y fuerte y HyungWon tuvo vergüenza de seguir bajando, porque de la nada se sintió mucho más intimidado de lo que había llegado en un principio.

—¿Señor? —insistió él.

—N-No, no, ya me iba... —intentó dar un paso hacia atrás, pero su paso tembló y perdió el equilibrio por unos segundos, el hombre hizo el amago de querer tomarlo por si caía. Por suerte no fue así. —Estaba... allá y n-necesitaba... ¡P-Pero ya me voy! Gracias... gracias por su tiempo.

Sí, estaba balbuceando incoherencias, pero en su diferencia ese hombre le estaba colocando los nervios de punta, y es que era tan grande, pero en un buen sentido, no como él, que era grande en todo el horrible y antiestético sentido de la palabra. Sí todos esos anteriores hombres lo intimidaban ver a este hombre era como tener a Satanás frente a frente. Seguro pensaba en HyungWon como una de esas molestas bolas de grasa que dañaban la imagen de ese gimnasio, no quería ni pensar en cuántos apodos se le habrían ocurrido mientras estaba ahí de pie frente a él.

—Cariño, el gerente dice que elegirá un entrenador para ti —su madre le habló desde la lejanía, aún al lado de ese gerente que le indicaba un par de cosas en una datáfono.

—¿Entrenador? —el hombre que estaba a un lado suyo pareció escuchar eso también, y entonces lo miró, notando las mejillas sonrojadas del chico de cabellos castaños. —¿Estás buscando un entrenador?

—N-No... Sí, quiero decir, sí. Pero es personal, así que...

—Yo seré tu entrenador —afirmó el contrario.

—¿Qué?

—¿Qué deseas? ¿Bajar de peso? Te ayudaré a bajar de peso en un santiamén —y HyungWon solo sintió sus mejillas enrojecer cuando él dijo eso, porque seguramente estaba tan gordo que ya todos sabían a qué iba ese gimnasio, así que llevó instintivamente sus manos a su abdomen cubierto por su ropa y trató de no empezar a sentirse mal ahí mismo. Por otro lado, el entrenador se veía un poco ansioso por la falta de respuesta, mordió el interior de su mejilla al ver al chico con la cabeza gacha y sus brazos rodeando su torso. —Te prometo que te daré la mejor atención de todas.

Y eso también hizo sonrojar a HyungWon, pero de otra forma, porque su mente lo había malinterpretado y un montón de imágenes indecorosas habían pasado por su mente como tira de película. Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar otra cosa porque su madre y el gerente ya se encontraban caminando hasta él, con un hombre musculoso a su lado.

—HyungWon, él es Matthew, va a ser tu nuevo entrenador —le presentó al hombre que venía en compañía de ellos, era alto, mucho más que el hombre que le había ofrecido en primer lugar ser su entrenador, pero no tenía músculos tan marcados como los suyos y se veía mucho más serio.

HyungWon lo miró por unos segundos, para luego mirar al hombre a su lado que se había ofrecido como entrenador mucho antes. No sabía si realmente quería a ese hombre como su entrenador, pues emanaba una gran vibra y eso le intimidaba un poco, pero por otro lado... era innegablemente atractivo y estaría mintiendo si decía que no le atraía aunque sea un poco.

—Yo... M-Me preguntaba si podría elegir a mi entrenador.

El gerente frunció un poco sus labios, y luego miró a HoSeok, quien se veía un poco inquieto en la situación. Y es que sabía que era lo que sucedía, HoSeok tenía una cantidad de clientes muy baja en los últimos meses ¿La razón? La mayoría decía que era una persona amable y agradable en un principio, pero con el tiempo se tornaba demasiado intenso y estricto con el ejercicio, y eso no le agradaba a muchos. El hombre pudo haberle dado ese nuevo cliente a HoSeok, como una ayuda a sus bajas comisiones, pero ese cliente no era nada más que un niño que podía deducir solo quería dejar de ser gordo, no era la gran cosa, así que se lo dio a Matthew, quien seguramente sería menos severo de lo que es HoSeok.

—¿Estás seguro? —preguntó el gerente, mirando a HoSeok en lugar de HyungWon. "Prometo ser gentil" habló HoSeok en mudo, esperando que su jefe pudiera entenderle y no quitarle ese cliente que tanto necesitaba.

—Umh... Sí.

HoSeok no pudo evitar sonreír al escucharlo, y entonces miró a su jefe, quien solo soltó un suspiro y mordió el interior de su mejilla. Sin embargo pareció estar de acuerdo cuando lo vio asentir suavemente.

—Está bien, entonces, HoSeok será tu nuevo entrenador.

La madre de HyungWon no dijo nada al respecto, solo le dio una mirada al hombre que estaba al lado de su hijo, no le tomó mucha importancia a la repentina decisión de su hijo, después de todo solo esperaba que se sintiera cómodo en ese lugar y pudiera obtener todo eso que esperaba.

Y así comenzó esa rutina de vida saludable, por las tardes había comenzado a ir al gimnasio, estaba ansioso, sí, pero al mismo tiempo muy emocionado, porque sentía que por fin iba a tener eso que tanto había anhelado. Ese día, antes de irse, había hablado un poco con HoSeok, y le había dicho que era su primera vez y que además solía llevar una vida muy sedentaria, HoSeok le dijo que no habría problema, y efectivamente no lo hubo.

Como por tres días.

—Diez más, HyungWon.

—N-No puedo, HoSeok. Estoy cansado.

—Dios, sé que dijiste que eras primerizo pero esto es increíble, HyungWon, no aguantas una sesión completa.

—Me duele mucho aquí —se acarició el abdomen, estaban haciendo abdominales, o bueno, eso intentaban. Porque tal y como HoSeok había dicho, HyungWon tenía poca resistencia y pasaba mucho tiempo diciendo que quería un descanso y le dolía.

—Está bien, tomemos un descanso —el mayor, que estaba sosteniendo los pies del menor para ayudarle, se levantó. HyungWon en cambio se quedó un rato recostado en el suelo con sus brazos estirados a cada lado, sí, tal vez él no tenía muy buena resistencia, pero creía que HoSeok se excedía un poco, había visto en ese gimnasio a gente con mejor cuerpo que el suyo hacer rutinas mucho más livianas de las que él estaba haciendo.

Sabía que había dicho que quería resultados, pero le estaba costando mucho, HoSeok era muy agradable cuando lo tratabas fuera del gimnasio, pero una vez dentro, era demasiado estricto y demandante. Además de eso, HyungWon no se había sentido bien en estos últimos días, emocionalmente hablando, estaba sintiendo que todo eso era una pérdida de tiempo y que nunca lograría sus objetivos ¿Acaso su destino era ser un gordo fracasado siempre? Deseaba cambiar eso, pero le era tan difícil, de nuevo había roto su tonta dieta y había comido cuatro fideos instantáneos con arroz frito. Era comida sin duda poco saludable, eso lo había hecho sentirse culpable, y luego, llegar al gimnasio y no poder hacer una sola sesión completa lo estaba haciendo sentir miserable.

—Dijiste que querías resultados prontos, HyungWon, tu mamá también lo dijo. No obtendremos nada si no te esfuerzas, no puedes pretender llegar aquí y en tres días tener un abdomen definido, eso requiere esfuerzo, disciplina y...

HoSeok detuvo su reprimenda cuando repentinamente vio a HyungWon cubrir su rostro con sus dos palmas y sollozar en voz baja, sin duda estaba llorando, y eso lo desconcertó. Estaba acostumbrado a recibir insultos, a que lo maldijeran y le gritaran que era el peor entrenador de todos, pero nunca tuvo un cliente que llorara. Se arrepintió por un momento de haber decidido entrenar a alguien tan joven como HyungWon, era claro que no soportaría a alguien como él, pero al mismo tiempo pensaba que era algo tarde para arrepentirse.

—Espera, HyungWon —lo detuvo una vez vio al muchacho colocarse de pie e intentar tomar sus cosas.

—V-Volveré mañana, es solo que hoy... No ha sido un buen día, pero no estoy... dejándolo —su rostro estaba empapado por las lágrimas, y sus mejillas estaban rojas, no sabía si era por el reciente llanto o por el esfuerzo de hace poco.

—No quiero que te vayas así —lo detuvo de nuevo cuando él intentó pasar por un lado. —No quiero que estés enojado.

—No estoy enojado.

—Está bien, tal vez esto es mi culpa, no estoy dándote la rutina correcta y eso no es tu culpa. Es solo que dijiste que querías resultados rápidos.

—Aún los quiero.

—Pero no hay necesidad, HyungWon. No quiero sonar entrometido o pretencioso, pero no entiendo tu afán en esto. Este es un proceso que llevas con calma, que debes disfrutar, se supone que haces esto para mejorar tu salud ¿No es así?

Pero HyungWon calló, en realidad no hacía esto por salud, al diablo eso. No le importaría tener mala salud con tal de verse delgado, solo quería ser por una vez en la vida algo más que ese gordo desagradable que nadie quería, lo había sido durante toda su vida escolar, no quería serlo ahora en la universidad, quería una nueva vida, una mucho más feliz.

—Hay muchos chicos y chicas que entran aquí con las mismas intenciones que tú, pero son pocos los que se quedan —continuó HoSeok, haciendo que HyungWon levantara su mirada y lo viera con ojos brillantes en lágrimas. —Esto no va a funcionar si no cambias tu propósito, HyungWon.

—¿Qué sabes tú de esto? No entiendes nada, tampoco me conoces, es muy fácil para ti hablar cuando... Te ves así —señaló vagamente todo su cuerpo. —Tengo que irme, nos vemos mañana.

HoSeok solo suspiró. Conocía muy bien al tipo de personas como HyungWon, sabía que mientras HyungWon no cambiara su propósito, nada cambiaría. Lo sabía bien porque él había sido de ese tipo de personas.

Al día siguiente HyungWon llegó de nuevo, con su sudadera enorme y su capucha puesta. Le había dicho infinidad de veces que trabajaría mejor si se quitaba la sudadera y usaba una camisa más liviana, pero él se negaba rotundamente, así que tuvo que trabajar de esa manera. Trabajaron pierna ese día, y HyungWon pareció soportar un poco más que ayer, pero HoSeok creía que eso más bien se debía a que había cambiado su rutina el día anterior, lo había reducido a la mitad y él parecía estar más cómodo así, al menos hasta que lo escuchó quejarse.

—C-Creo que tengo un calambre —HyungWon se detuvo, haciendo que su entrenador se acercara rápidamente hasta él.

—Déjame ayudarte —HoSeok se apresuró en ayudarle a tomar asiento, una vez allí, lepreguntódónde le dolía y HyungWon señalósusmuslos.

Lo que HyungWon no esperó fue que HoSeok comenzara a acariciar su pierna, lo hacía ejerciendo un poco de fuerza, pero sin llegar a lastimarlo, y HyungWon no supo cómo reaccionar a eso. Sus mejillas se sonrojaron cuando pudo sentir esas manos grandes acariciarle los muslos un poco más arriba, lo cual causó que soltara un suspiro ruidoso que llamó la atención del mayor.

HoSeok nunca había notado a HyungWon como otra cosa que su cliente, era ese chiquillo que le estaba ayudando a que su comisión fuera mejor, pero nada más. Sin embargo, ahora que podía verlo de cerca, notaba lo bonito que era su rostro, sus mejillas eran abultadas pero eso solo le daba un toque de ternura al resto de su cara, como esos ojos grandes y expresivos además de los labios regordetes que se veían húmedos y rosados.

—¿Dónde más te duele? —preguntó él de nuevo, y HyungWon solo le señaló su otra pierna, y HoSeok continuó acariciándola, solo que esta vez lo hizo dando miradas de vez en cuando al muchacho que ahora lo veía sonrojado y jadeante.

HoSeok no había notado a HyungWon, pero HyungWon sí había notado a HoSeok, no iba a mentir, uno de los incentivos que lo llevaron a querer a HoSeok como su entrenador fue su apariencia, tenían un cuerpo de infarto y un rostro varonil y duro, nunca había visto a alguien así y eso lo mantenía impresionado. Aunque le gustaba pensar que en realidad lo admiraba, ese cuerpo era algo que él deseaba y que HoSeok parecía ignorarlo como si fuera nada, HyungWon había escuchado muchos comentarios en el gimnasio sobre su entrenador, tanto de chicos como de chicas, alabando siempre a su buen físico, pero HoSeok ignoraba a la mayoría de ellos.

—¿Te sientes mejor? —le preguntó de nuevo, pero en un tono mucho más bajo y lento que hizo a HyungWon tomar una larga inspiración, porque eso se estaba tornando más ardiente y no sabía cómo manejarlo o siquiera pensar si de verdad eso estaba pasando.

HoSeok no solía tener una amplia lista de amigos, era alguien más bien un poco introvertido y tímido, por ello muy pocos sabían de sus gustos y preferencias. Una de ellas eran los chicos. Sí, sus amigos y familia sabía que le gustaban los chicos, pero no sabía qué clase de chicos le gustaban, sabía que era fácil deducir que a él le gustaban los chicos delgados y de cuerpo atlético, y tal vez un poco sí, pero sin duda prefería esos chicos que tenían un poco más de dónde agarrar.

Recuerda muy bien la época en la que inició su vida sexual, tenía dieciséis y para ese entonces parecía tener una relación sin compromiso con un compañero de su clase. Se llama SeungMin y la gente solía destacarlo únicamente por ser gordo, pero HoSeok sabía que más que eso era una persona increíble, amigable y con un gran sentido del humor, además de que fue él quien le enseñó lo que de verdad era el sexo.

Era alucinante, abrumador y excitante como ninguna otra cosa, amaba la forma en la que la piel blanca y suave saltaba por entre sus dedos cada vez que lo apretaba y toda esa piel que tenía para besar, no podía creer que existiera gente que estuviera dispuesta a perderse de eso, porque él había quedado encantado. Fue una lástima cuando SeungMin tuvo que mudarse de ciudad por el trabajo de sus padres, pero jamás olvidaría cómo él le ayudó a descubrirse y conocer lo que le gusta. Y también le enseñó a derivar, muy importante, también le agradecía eso.

Aunque HyungWon lo negara, podía deducir fácilmente la historia de HyungWon, en realidad no estaba ahí por voluntad propia, estaba ahí porque deseaba ser aceptado por el resto, seguramente habría recibido muchos comentarios respecto a su cuerpo. Sabía lo crueles que podían llegar a ser los niños de secundaria, lo habían sido con SeungMin, no creía que fueran más amables ahora.

—Creo que... Estoy bien —murmuró el menor, sintiendo su rostro caliente cuando las manos siguieron acariciando sus piernas.

—Aún te siento un poco tenso ¿seguro te encuentras bien?

HyungWon estaba alucinando, porque nunca nadie lo había tocado, de hecho ni siquiera alguien se le había acercado alguna vez, porque su apariencia era desagradable para muchos, pero HoSeok no parecía ni un poco asqueado cuando apretó la piel de sus muslos, y se sintió ansioso, porque estaba disfrutando de eso pero también pensaba que HoSeok se estaba burlando de él. Por suerte ese extraño masaje se detuvo unos minutos después, HoSeok solo le dio una mirada profunda, antes de decirle que se tomarían un descanso de quince minutos para continuar con la rutina.

HyungWon estaba conmocionado, el recuerdo de esas manos fuertes y venosas sosteniendo sus muslos lo siguió hasta sus sueños esa misma, donde nuevamente podía sentir esa calidez de piel contra piel y la excitación del momento, eso lo había hecho despertar un tanto alterado, sudando y con los cabellos castaños pegados a su frente, y no solo eso, podía notar por el pantalón de su pijama la tienda de campaña que ahora se formaba. Estaba avergonzado, y lo estuvo mucho más cuando no dudo en tocarse un poco mientras esos recuerdos le invadían la mente de nuevo, en realidad no entendía qué era lo que le sucedía, era como si hubiera enloquecido completamente.

Pero por otro lado, su entrenamiento y su dieta parecían estar dando frutos, porque la ropa le estaba quedando más floja de lo que le quedaba antes, y además sus mejillas estaban menos llenas y ahora en lugar de parecer un par de manzanas en su rostro, eran como dos adorables duraznos. Eso no pasó desapercibido por su familia, y por su amigo, quienes lo felicitaron.

—Estoy feliz si tú lo estás, HyungWonnie —le dijo su madre, acariciando su cabello mientras lo veía comer su desayuno con frutas y semillas.

—Lo estoy —lo estaba a medias, porque le gustaba ver que estaba adelgazando, pero no estaba satisfecho, no lo estaba hasta que no cumpliera su meta. Quería ser tan delgado como el resto de sus compañeros, que no tuviera que avergonzarse de colocarse un pantalón corto o una camisa sin mangas.

Continuó asistiendo a su entrenamiento con HoSeok, pero claramente las cosas no eran igual que antes, en parte porque ahora HyungWon tenía mucha más resistencia y las sesiones eran más largas, eso y que estaba teniendo un extraño acercamiento con él. Usualmente, HoSeok se paraba a unos metros de él y vigilaba sus movimientos, pero ahora estaba mucho más cerca y le gustaba usar cualquier excusa para acercarse.

—Tensa un poco más el abdomen cuando bajes —HoSeok estaba detrás suyo, sosteniendo su abdomen con una mano y su espalda baja con la otra, HyungWon estaba haciendo sentadillas y al ver que HoSeok no pretendía alejarse, bajó de nuevo esta vez sintiendo como el mayor bajaba con él al tiempo.

Eso lo hizo suspirar, porque pudo sentir claramente cuando bajó la presión de su trasero contra la entrepierna de su entrenador, y tal vez sería desagradable en otra situación, pero no cuando a sus olfato llegaba el aroma de la loción que HoSeok utilizaba y podía sentir su aliento tibio contra su nuca, eso lo tenía delirando, soltando un suspiro sonoro cuando nuevamente bajó junto con él y esta vez sacó para afuera un poco más su trasero para poderlo sentir mejor.

—Has mejorado mucho, HyungWon, creo que deberíamos vernos más seguido.

Eso le causó un estremecimiento en su piel, haciéndolo tambalearse un poco y por suerte HoSeok estaba sosteniéndolo por la cintura y le ayudó a estabilizarse. HyungWon miró por sobre su hombro a su entrenador, en realidad este parecía muy relajado y lo había acercado un poco más a su cuerpo.

—En las noches también estoy aquí, podrías venir algunos días para reforzar tu rutina con algunos ejercicios —a HyungWon le gustaba como sonaba eso, y no por el hecho de que tuviera que venir a hacer más ejercicio en las noches, sino porque HoSeok hablaba en voz baja cerca de su oído, haciéndolo tan minuciosamente que si pudiera, ronronearía del gusto.

—Vendré —respondió él en voz baja también, tenían suerte que no hubiera muchas personas a su alrededor, porque eso seguramente se vería extraño además de que HyungWon sentía que su pantalón le estaba apretando en la entrepierna.

Nadie sabía nada de su extraña relación con su entrenador, no era capaz de contárselo a su amigo porque le daba vergüenza contar el tipo de cosas que ha estado haciendo y en las cuáles ha estado pensando en hacer, era como si su mente no estuviera ocupada en nada más que no fuera en imaginarse a él y a su entrenador en las escenas más indecorosas que alguna vez hubiera podido imaginar. Tampoco se lo contaría a sus padres ni aunque estuviera loco, seguro su madre armaría un escándalo en ese gimnasio porque para ella él seguía siendo su bebé y su bizcochito de miel.

Ese día en especial estaba algo ansioso, porque le había prometido a su entrenador que se vería con él esa misma noche, ya había creado la coartada para que su madre lo dejara ir, así que estaba preparándose para todo lo que pudiera suceder esa misma noche, estaba tan ensimismado en el interior de su mente que cuando escuchó a alguien cerrar su casillero junto al suyo solo pudo saltar un poco en su lugar, entonces lo vio. WooSeok llevaba un par de libros en sus manos y cuando sintió su presencia a su lado se quedó viéndolo unos segundos de más, escaneando toda su apariencia de arriba para abajo, y luego, simplemente se fue de allí. HyungWon le siguió con la mirada al verlo alejarse por el pasillo, WooSeok nunca se había detenido a verlo por más de un segundo, siempre esquivaba su mirada como si haberlo topado con la mirada fuera un error, pero esta vez lo miró, realmente lo miró y él solo pudo sentir sus mejillas enrojecer ante tal acto. Necesitaba llegar a su peso ideal cuanto antes, tal vez así, podría tener una oportunidad.

A eso de las seis de la tarde, HyungWon asistió al gimnasio, había muchas menos personas en comparación a las que asistían en la tarde o en la mañana, los entrenadores estaban ocupados con algunas personas incluyendo a HoSeok, quien asistía a un hombre que levantaba pesas ese día, pero tan pronto lo vio acercarse, dejó que el hombre continuara por su cuenta.

—HyungWon, te estaba esperando —le dijo él, a modo de saludo, y HyungWon solo sonrió levemente en respuesta. Seguido de eso, sintió la mano de HoSeok en su espalda baja mientras lo guiaba hasta una de las máquinas, se supone que trabajaría un poco de brazo.

HoSeok le estaba asistiendo mientras levantaba unas pesas de bajo peso, en realidad aún no se acostumbraba a trabajar brazo y HoSeok era comprensivo con eso. Hasta el momento no había sucedido nada, HoSeok no había hecho ningún movimiento y eso tenía confuso a HyungWon, porque pensó que realmente intentarían algo. Aunque, siendo sincero, se sentía avergonzado de sí mismo por esperar que HoSeok hiciera algo, porque se sentía descarado y sucio, hace unas horas en la mañana estaba emocionado porque WooSeok lo había mirado, pero ahora solo parecía desear que ese hombre grande que era su entrenador lo apretujara y tocara de la manera más indecente que pudiera.

¿Acaso le gustaban dos personas? ¿Era eso posible?

Para su decepción y su alivio, HoSeok no hizo nada esa noche, pero él tampoco parecía muy complacido de solo haber trabajado esa noche, así que HyungWon le prometió que iría de nuevo la otra noche. HyungWon estaba bastante confundido a la mañana siguiente, porque el tema de WooSeok y HoSeok le seguía rondando la mente, fue difícil para él concentrarse en clases ese día y su amigo pareció notarlo.

—HyungWon, te estoy hablando —KiHyun pasó su mano por enfrente de su rostro, haciendo que el contrario se sobresaltara. —Estás muy raro esta mañana ¿Te sucede algo?

—¿Por qué piensas eso?

—He estado aquí, por veinte minutos hablando contigo y no has respondido a nada de lo que te he dicho. Me van a operar de la vesícula, HyungWon.

—¿¡Qué!? ¿Cuándo? ¿Por qué no me habías comentado esto antes?

—Porque no es cierto, no me van a operar de nada, solo quería probar mi punto de que no has estado escuchando todo este tiempo —HyungWon soltó un suspiro, bajando la mirada. —Ahora, dime qué es lo que te tiene tan distraído el día de hoy.

—Es solo que... creo que me gusta alguien.

—¿Lo dices en serio? Oh, HyungWon, nunca creí que te llegaría a gustar alguien —KiHyun palmeó levemente su brazo, en realidad ambos habían hablado hace algún tiempo que nunca habían sentido ningún tipo de atracción por alguien más, y que en la universidad no existía alguien que valiera la pena. —¿Es alguien de la facultad? Oh, ya sé, ¿Es alguien que conociste en el gimnasio? Te dije que los chicos guapos comenzarían a acercarse.

—Bueno, es.... Ambos.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

—Es complicado ¿Sí? Aún no sé bien lo que siento, tal vez esté confundido o... no lo sé....

KiHyun solo lo miró con curiosidad, HyungWon sabía que no podía guardarlo por mucho tiempo, ahora que lo había mencionado, KiHyun no se detendría hasta saber quién era esa persona, o mejor dicho, quiénes.

—Creo que me gustan dos personas, Ki.

Bien, sí, tuvo que dar contexto de la situación porque KiHyun se mostró bastante confundido cuando le comentó eso, primero le habló de WooSeok, cosa que hizo a KiHyun rodar los ojos, porque él distinguía a WooSeok, era ese chico alto del equipo de baloncesto que una vez le dijo que era tan pequeño que podría pisarlo fácilmente, así que sí, a KiHyun no le agradaba WooSeok, pero cuando HyungWon empezó a contar sobre su entrenador entonces tuvo que poner mucha más atención, porque eso estaba interesante.

—Es algo extraño ¿Sabes? Nunca me había sentido así antes, me hace sentir.... deseado —HyungWon realmente estaba extrañado de ese sentimiento pero no molesto, porque eran momentos en los que se sentía así que pensaba estar a gusto con su cuerpo. Los chicos y las chicas siempre habían criticado lo grande que era su trasero de gordo, y HyungWon intentó ocultarlo tantas veces con esas enormes sudaderas, pero a HoSeok parecía gustarle su trasero grande y era en esos momentos cuando a HyungWon le gustaba agacharse hasta tocar la punta de sus pies solo para que él pudiera verlo de mejor manera. —Ki, ¿está mal esto que siento? Me siento indecente, como un-

—Oh, HyungWon ¿Por qué has tardado tanto en hacer algún movimiento? Ese hombre arde en deseo por ti y tú solo has estado jugando ¿O es que acaso no te gusta?

—Me gusta más de lo que debería, pero...No sé si debería, él es tres años mayor que yo y...

—Ugh, HyungWon, al menos inventa excusas válidas, dime qué es lo que realmente.

HyungWon solo tomó una inspiración profunda, porque en realidad no tenía claro qué era exactamente lo que le asustaba ¿Era acaso el temor de por primera vez estar con alguien de forma sexual? ¿O tal vez era el miedo de que vieran su cuerpo sin barreras y que llegado cierto punto él se retractara, se sintiera asqueado y no decidiera continuar? No lo sabía, y tampoco sabía si deseaba conocer la respuesta.

Pasadas las horas, HyungWon fue a su casillero de nuevo para guardar algunos libros y sacar algunos otros también, estaba en esas cuando escuchó a dos casilleros del suyo abrirse uno de ellos, entonces pudo ver a WooSeok que estaba realizando la misma tarea que él, pero sin prestarle atención, y HyungWon solo lo miró tímidamente por unos segundos antes de volver su mirada dentro de su casillero. Luego de haberlo hablado con KiHyun, su amigo llegó a la conclusión de que tal vez solo estaba atraído sexualmente por su entrenador, nunca mencionó que sintiera otra cosa aparte de una tensión sexual entre ambos, así que HyungWon pensó que solo estaba confundido, que HoSeok lo confundía y quien realmente le gustaba era ese chico alto que estaba a unos pasos de él.

Escuchó un estruendo que lo hizo sobresaltarse, entonces miró a WooSeok, a quien al parecer se le habían caído varios libros y un par de hojas que estaba regadas por todos lados, él solo chasqueó la lengua molesto antes de agacharse para recoger todo. HyungWon vio eso como una oportunidad, algunas de las hojas habían volado hasta sus pies y HyungWon no dudó en agacharse para recogerlas también, tomó algunas de ellas y un libro también, y entonces se acercó hasta él, extendiendo los útiles a su dueño.

—Gracias —fue lo único que él le dijo antes de tomar las hojas y juntarlas junto a resto que tenía en sus manos. No levantó la mirada ni un segundo, y HyungWon no supo muy bien cómo interpretar eso, pero estaba tratando de no dar pie atrás tan rápido.

—No hay de qué —le respondió, sintiendo como uno de sus largos cabellos oscuros se iba hacia adelante y él lo colocaba detrás de su oreja. —Tienes... bastantes cosas aquí.

—Es mi casillero, ¿dónde más lo tendría?

Cierto. Esa no fue una buena pregunta.

—Que gracioso —rio él, con poco ánimos, pues el mayor en realidad no parecía estarse riendo mientras guardaba todo de nuevo en su casillero. —E-Eres del equipo de basquetball ¿verdad?

—Lo soy —respondió él, finalmente dejando todas las cosas dentro y sacando las necesarias, pero en toda esa conversación, no se había dignado en girarse a mirarlo.

—Te he visto en las prácticas, eres... Muy bueno —eso hizo que el contrario se girara a verlo con una ceja levantada, eso hizo a HyungWon sonrojarse. —Me refiero a qué pareces tener mucho talento, eres muy hábil y tienes una gran puntería.

Y por primera vez, pareció tener una reacción diferente a una mirada fría y carente de interés, él lo miró un poco antes de sonreír solo levemente.

—¿Eso crees? El entrenador dice que he bajado mi rendimiento en los dos últimos partidos.

—N-No, no, has anotado al menos dos cestas en los partidos anteriores, tal vez yo no sea mucho de basquetball, pero... Creo que eres muy talentoso.

—Bueno, gracias... HyungWon —eso sorprendió al menor, porque no tenía idea de que él conociera su nombre. —Nos vemos después.

HyungWon vio a su enamorado desaparecer por el pasillo con sus libros en brazos y con una leve sonrisa en el rostro, eso le hizo sonreír inconscientemente también, fue su primer acercamiento con el mayor y había sido mucho mejor de lo que había pensado. Tal vez KiHyun tenía razón, HoSeok solo era un estímulo para sus hormonas jóvenes, pero no era algo que debía tomarse en serio.

Pasaron días en los que HyungWon tuvo algo más que solo un intercambio de sonrisas con WooSeok, al parecer, el chico era un poco menos esquivo y lo saludaba cada vez que se encontraban en los casilleros, HyungWon continuaba yendo a las prácticas del equipo para verlo jugar, y WooSeok parecía reparar un poco más en su presencia ahí. Estaba ilusionado, no lo iba a negar ¿Era pronto para confesarse? Se sentía con un poco de seguridad más que antes, creía que realmente ahí podría haber algo en un futuro, tal vez realmente no era tan repulsivo como muchos intentaban hacerle pensar ¿Lo consideraría WooSeok atractivo?

Tal vez no conocía la perspectiva de él que WooSeok tenía, pero conocía muy bien la perspectiva de su entrenador.

Y es que, se encontraba en ese momento en un lío mucho peor del que se había encontrado en un principio, pensó que acercándose a su crush de la universidad aclararía sus pensamientos, pero todo lo contrario, estaba convencido de que HoSeok le gustaba tanto. Sus sesiones en las noches eran un poco más calurosas que las de la tarde, no iba todas las noches, porque entonces su madre podría sospechar, pero las noches que iban los acercamientos, aunque aún no se habían besado ni tocado por debajo de la ropa, y HyungWon se preguntaba cuánto tardaría en hacerlo.

Una noche de esas asistió al gimnasio, estaban trabajando en abdominales, HyungWon intentaba mantenerse concentrado cada vez que subía, pero era difícil no distraerse si cada vez que subía se encontraba de plano con el rostro de su entrenador, con su rostro varonil con nariz perfilada y su flequillo de cabellos oscuros cayendo como cascada sobre su frente, parecía tan serio como otros días, o al menos así fue hasta que el tipo que estaba en la máquina cerca a ellos se retiró de allí.

Estaban completamente solos en esa parte del gimnasio, habían más personas, sí, pero estaban bastante alejadas y muy concentradas en sus ejercicios, cosa que HoSeok pareció notar y una sonrisa suave apareció en su rostro.

—Te ves muy bien, hoy, HyungWon. ¿Algo nuevo para contar?

—No mucho, en realidad... Solo fue un buen día hoy.

—¿No son acaso todos los días los mejores? Los míos lo son, al menos desde que empecé a entrenarte.

Oh, vaya, eso era nuevo. HyungWon solo apartó la mirada avergonzado mientras volvía a hacer otra flexión.

—Tu resistencia ha mejorado, antes estarías clamando por un descanso, pero ahora... Pareces aguantarlo mucho mejor.

Dios, ese hombre era dinamita. HyungWon sentía que ese lugar iba a explotar en cualquier momento, la tensión que se sentía en el ambiente era sólida y casi podía tocarla. No sabía si era correcto seguirla ignorando, porque él seguía comportándose como un tonto que no tenía conocimiento de nada cuando era obvio que el rostro de ese hombre estaba cada vez más cerca y cada vez que se levantaba casi podía rozar sus labios con los de él.

Una vez terminada la repetición, HyungWon se quedó sentado, con el rostro de HoSeok muy cerca al suyo. HyungWon respiraba fuerte y no sabía si era producto del reciente ejercicio o causa de los nervios que lo recorrían en ese momento ¿Era eso real? ¿Alguien realmente iba a besarlo? Solo miró nerviosamente a todos lados, como si temiera que alguien ahí pudiera ver lo que sucedía en ese momento pero todos estaban tan metidos en lo suyo que ellos pasaban a ser casi invisibles ahí.

—¿Vas a besarme o piensas quedarte ahí?

HoSeok solo reaccionó un poco sorprendido a la petición de HyungWon, porque todo este tiempo se había comportado de una manera tan tímida y justo en ese momento parecía tan necesitado, mirando nervioso a todos lados pero al mismo tiempo mirándolo con intensidad a él. Y HoSeok no lo pensó mucho cuando se inclinó lo suficiente para atrapar los labios de HyungWon en un beso.

HyungWon se sintió.... Surreal.

Porque claramente ese era su primer beso, y por supuesto que en algún momento lo había idealizado, pero haberlo imaginado en su mente a sentirlo en la vida real era algo muy distinto, sentir los labios tibios y húmedos de HoSeok sobre los suyos fue extraño en un principio, pero cuando los empezó a mover sintió un gusto en ello, tenía los ojos entreabiertos porque admitía que aún estaba bastante nervioso, y podía ver el rostro de HoSeok ladeado a un lado con sus ojos cerrados, no parecía pensarlo tanto, y tal vez eso era lo que necesitaba para sentirse bien, apagar un rato su mente y enfocarse en las emociones.

Una vez cerró sus ojos, dejó que su cuerpo hiciera el resto, sus labios se movían suavemente contra los otros y cuando sintió la lengua tibia y esponjosa de su entrenador ingresar de a poco en su boca, solo pudo sacar la suya también tímidamente y dejar que se rozara con la contraria, era una sensación extraña, pero deliciosa. Le gustaba. Sus manos fueron a la nuca de su entrenador y las dejó ahí, como si temiera que él se separa de aquel increíble beso, y por desgracia eso pasó unos minutos después, cuando ambos tenían sus labios húmedos de la saliva contraria.

—Dame otro —susurró HyungWon, buscando de nuevo los labios de su entrenador, pero este solo esquivo un poco su boca cuando lo vio acercarse.

—Aquí no —él miró a todos lados, por si alguno de las personas en la sala los habían visto, pero al parecer nadie interesado, sin embargo era arriesgado. No porque le diera pena que lo vieran besándose con HyungWon, solo sabía que era poco profesional de su parte meterse con un cliente y si su jefe se enteraba lo mataba. —Vamos adentro.

En los vestidores no había absolutamente nadie, todos estaban entrenando, así que una vez los dos se vieron solos, HyungWon no dudó en acercarse de nuevo a su entrenador y estirar los labios para que le diera un beso como el de antes. HyungWon era unos centímetros más alto que HoSeok y eso obligó a este a estirar un poco su cuello para alcanzar los labios del menor. Esa era otra de las cosas que le encantaba de HyungWon, era grande en todo sentido, era alto, con un trasero enorme y unas piernas rellenas, era justamente todo eso que le gustaba y no podía esconderlo por más tiempo.

HyungWon soltó un quejido cuando sintió esa húmeda lengua en su boca de nuevo, estaba fascinado, quería más y más, y no sabía cuándo detenerse. Tenía apresado a HoSeok sosteniéndolo por la nuca, sentía que habían momentos en los que él quería separarse, pero HyungWon no quería, habían iniciado algo ahí y quería ver hasta dónde llegaba.

—HyungWon, dios, ¿dónde aprendiste a besar así?

En su imaginación, suponía, bueno, en realidad había practicado algunas veces con su propia mano porque siempre había temido estropearlo, y al parecer había funcionado, porque HoSeok estaba halagando su forma experta de besar. HyungWon no reparó en vergüenzas cuando comenzó a bajar sus manos por los anchos hombros de su entrenador y luego bajar por sus musculosos brazos, en cambio, HoSeok se mantenía muy estático con sus manos sobre la cintura de HyungWon, y una vez las manos de ambos se encontraron, HyungWon guió las fuertes y grandes manos de su entrenador hasta su trasero. Era como si un HyungWon cachondo atrevido se hubiera ocupado de su cuerpo ahora, porque normalmente, no sería capaz de hacer nada de eso, pero parecía no tener vergüenza en ese momento mientras ese hombre le apretaba una de sus nalgas y la acariciaba.

¿Iba a pasar? ¿Realmente perdería su virginidad?

Bueno, al parecer en ese momento no, porque escucharon varios pasos venir hacia los vestidores así que HoSeok tuvo que deshacerse del agarre de HyungWon y separarse, incluso cuando HyungWon de nuevo se acerco para darle otro beso, tuvo que tener la fuera de voluntad para no ceder.

—No me trates así, yo solo...

—No pretendo ser grosero contigo, HyungWon, es solo que aquí no podemos hacerlo, si mi jefe se entera me despedirá.

—Entonces veámonos en un lugar donde no nos molesten —HyungWon repartió besos en las mejillas suaves del mayor y en su cuello algo húmedo por el sudor.

—Bien, bien, te veré mañana aquí a la misma hora, iremos a mi casa —dio un último beso en los labios del menor antes de separarse por completo cuando finalmente a los vestidores entraron tres hombres.

HyungWon hizo como que no sucedía nada mientras HoSeok salía de allí a paso tranquilo, HyungWon permaneció largo rato frente al que era su casillero, asimilando lo que acababa de suceder. Podía sentir sus labios cosquillear y seguramente estaban más rojos de lo normal, pero le había encantado, no podía esperar para que mañana llegara. Solo sacó sus cosas de su casillero y se encaminó a las duchas, una vez limpio, salió del gimnasio.

Le fue difícil dormir esa noche, porque los recuerdos volvían a su mente y se sentía tan caliente cada vez que lo recordaba, fue imposible no tocarse esa noche, estuvo varios minutos dándose placer hasta que estuvo cansado y se quedó dormido. Lo malo fue la mañana siguiente, cuando tuvo que levantarse para ir a clases, estaba demasiado cansado.

—Te ves fatal, pareces un zombie —mencionó su amigo cuando se encontraron en uno de sus espacios, HyungWon solo lo miró molesto y volvió a tomar de su botella con agua.

—Tuve una mala noche —bueno, no del todo, quizá no durmió mucho, pero sin duda no había sido una mala noche.

En esas HyungWon logró visualizar a su crush caminando por el campo junto a alguno de sus amigos y compañeros de equipo, parecía muy entretenido hablando con ellos y riendo casualmente cuando alguno de ellos parecía decir algo divertido. Era realmente encantador. Pronto el equipo de baloncesto tendría un partido importante, estaban compitiendo en las interestatales y WooSeok se lo había comentado en una de las ocasiones en que hablaron por algunos minutos en sus casilleros. HyungWon había prometido ir a verlo. Tal vez fue esa repentina cercanía lo que le daba valor a HyungWon de acercarse a él, sin importarle si el resto del equipo estaba ahí con él o si KiHyun había quedado hablando solo. Solo lo hizo.

—Hola —lo saludó una vez lo tuvo cerca. WooSeok se giró a mirarlo, pero en lugar de verlo con la amabilidad que acostumbraba últimamente, más bien se mostró algo nervioso.

—Hola.

—Sé que mañana es tu partido, espero no te encuentres nervioso, sé que lo harás bien.

WooSeok permaneció en silencio unos segundos, aferrando su mano a una de las correas de su mochila, paseando su mirada por todos sus amigos que lo miraban ahora atentos y con cierto deje de burla.

—Gracias —respondió él, inseguro.

—Espero no te moleste si llevo a mi amigo al partido, no le gustan mucho esas cosas, pero dijo que asistiría con tal de apoyar al equipo ¿Crees que es demasiado llevar las camisetas del equipo? Creo que sería una gran forma de mostrar nuestro apoyo...

—¿Lo invitaste al partido del viernes? —habló uno de los amigos de HoSeok, impresionado, y luego de mirar el rostro pálido y nervioso de su amigo, solo pudo soltar una risa. —No hablarás en serio.

—¿Por qué lo invitaría? Por supuesto que no, deja de decir estupideces —contestó WooSeok, con la voz inestimable y mientras rehuía su mirada de HyungWon, quien ahora se mostró confundido.

—Pero tu dijiste...

— HyungWon, por favor, nunca te invité a nada ¿Por qué sigues repitiéndolo?

—¡Me dijiste que esperabas verme el viernes en las gradas! ¿Por qué lo niegas? —no se estaba sintiendo bien, WooSeok lo estaba negando frente a sus amigos y estos solo se burlaban entre risas cortas de su rostro afligido.

—No sé en qué clase de fantasía vives, gordo, pero nunca te invité a nada.

Fue un golpe bajo, uno bastante doloroso, y HyungWon no lo ocultó cuando sus labios se abrieron solo un poco y sus grandes ojos lo miraron con decepción. Escuchó las risas de los demás chicos, burlescas, pero él no estaba prestando atención a eso, solo podía ver de manera incrédula cómo ese chico parecía tratarlo como si fuera una bolsa de basura, sus ojos desprendían irritación y sus manos apretaban fuertemente las correas de su mochila.

—Sé muy bien porque vas a mis partidos y a mis prácticas, pero adivina qué, estás perdiendo tu tiempo. ¿De verdad creíste que alguien como yo podría fijarse en alguien como tú? Despierta, gordito, crees que eres muy atractivo solo porque bajaste un par de kilos, pero deberías saber que no importa si bajas veinte o treinta kilos, siempre seguirás siendo el mismo gordo de siempre. Es momento de aceptarlo, HyungWon este es tu destino, siempre serás el gordo retraído destinado a vivir una vida en la soledad, o no, tal vez en algún momento de tu triste vida algún miserable que se odia quiera casarse contigo y entonces serás el esposo gordo que repugna a todo el mundo, incluso a su esposo, que luego conseguirá una amante mucho más joven y delga-

—¡Basta! —Quien interrumpió todo eso, no fue HyungWon, fue su amigo, quien pudo ver a lo lejos que algo no iba bien cuando HyungWon se mantuvo tan estático frente a ese grupo de chicos que reían y se codeaban entre ellos. Bastó un par de pasos para escucharlo decir todas esas barbaridades, sabía que eran dirigidas a HyungWon y por supuesto que debía intervenir de inmediato. —¿Cómo te atreves a hablarle de ese modo?

KiHyun tomó del brazo de su amigo, tirándolo hacia sí, lo cual le hizo reaccionar. HyungWon solo pudo soltar un hipido al asimilar lo que estaba sucediendo, lo estaban humillando de la peor manera, y de una persona que no esperaría. Sentía que todo el proceso que había llevado en esos meses se había derrumbado en segundos, realmente nada había cambiado, solo estaba mintiéndose a sí mismo al creer que las cosas mejorarían, que lograría ser eso que siempre había soñado ¿Realmente ese era su destino? ¿Pero por qué? ¿Por qué todos parecían tener la oportunidad de crecer, de ser una mejor versión de sí mismos mientras él mismo parecía tener que conformarse?

—¿Por qué te metes, enano diabólico? —le contestó WooSeok, a la defensiva, pero no se esperó que el bajito de los lentes levantara su puño y lo estrellara contra la mandíbula del más alto.

—¡Estoy harto de ustedes! Se creen tan guapos y listos, creen que pueden pasar sobre los demás cuando no son nada más que un par de niños caprichosos que tienen vidas aburridas e infelices. Tal vez sea cierto que HyungWon no te merezca, jirafa inútil, porque nadie quisiera andar con alguien tan descerebrado como tú.

La reacción de KiHyun fue algo inesperado, eso alertó a muchos de los estudiantes que estaban cerca y puso a la defensiva al grupo que acompañaba a WooSeok. HyungWon también estuvo sorprendido cuando vio el puño de su amigo caer sobre el rostro de ese alto chico, era una reacción que jamás esperaría ver de su amigo, lo más común sería que dijera alguna clase de comentario inteligente que seguramente haría lucir a su bully como un tonto, pero una reacción agresiva nunca lo esperaría. Por desgracia, su acción tuvo una reacción, y HyungWon tuvo que sostener a su amigo cuando cayó sobre él al recibir un puño en su pómulo de uno de los amigos de WooSeok.

—¡No! ¡No le hagan daño, deténganse! —HyungWon intentó irse con su amigo cuando esos chicos parecieron amontonarse dispuestos a pelear.

Se armó un escándalo cuando todos parecieron participar en esa pelea, incluso HyungWon recuerda haber dado un par de patadas y empujar a algunos, por supuesto, él había quedado peor, y lo supo al ver el rostro horrorizado de sus padres cuando fueron a recogerlo en su auto, tenía un gran golpe en su pómulo, se estaba inflamando y le era difícil mantener su ojo abierto. Sentía que le dolía el rostro, pero aún más que dolor físico, se sentía herido de otra forma.

Las palabras de WooSeok habían hecho peso en él, durante su infancia en muchas ocasiones fue burlado por su cuerpo, le ponían distintos apodos y lo comparaban con distintas cosas siempre, pero pensó que eso cambiaría con el tiempo, pues su madre le había dicho que las personas al crecer maduraban y dejaban muchas cosas atrás, y sí, habían cambiado, ya no solo le decían apodos horrendos, si no que le pellizcaban distintas partes del cuerpo cuando se descuidaba y hacían sonidos de animales cada vez que iba a comer algo. Todo había empeorado en lugar de mejorar, entonces quizá las cosas no eran como su madre le había dicho y sí como WooSeok lo dijo, no podría cambiar lo que era.

Su madre lo obligó a subirse en la parte trasera del auto, dándole un sermón por todo el camino sobre lo decepcionada que le tenía su comportamiento, pero cuando vio la nula reacción de su hijo, decidió orillar y girarse a verlo, al igual que su esposo, que iba en el asiento de copiloto.

—¿Estás bien?

No lo estaba. Solo necesitó esa pregunta para que un río de lágrimas desbocara de sus ojos, eran lágrimas gruesas y calientes que no había podido soltar mientras estaba siendo humillado frente a todos de la peor manera, sollozó e hipó dolorosamente haciendo que la pareja se preocupara, el señor Chae fue quien se pasó a los asientos de atrás junto a su hijo, quien al tenerlo cerca no dudó en aceptar su abrazo y aferrarse fuertemente a él mientras sus lágrimas manchaban la camisa gris de su padre.

HyungWon estuvo suspendido de clases por dos días por generar conflicto dentro de las instalaciones de la universidad, cosa con la que por supuesto ni él ni su amigo estuvieron de acuerdo, ellos eran quienes habían iniciado el conflicto, pero era en vano pelear por algo así, entonces solo les quedaba aceptarlo y esperar que nada de eso afectara su rendimiento académico. Fueron días en los que HyungWon permaneció encerrado en su cuarto, se sentía fatal y no tenía ánimos de hacer nada, ni siquiera de ir al gimnasio.

Y eso lo notó HoSeok, quien al pasar los días y ver que HyungWon no regresó, se preocupó bastante. ¿Acaso había sido todo muy rápido? ¿Había sido muy atrevido? Debió ser un poco más sutil, debió hacerse acercado a él de una manera más gentil, pero HyungWon respondía muy bien y creía que él estaba de acuerdo con todo lo que sucedía en ese momento. No quería tener malos entendidos con él, así que buscó su número de contacto en los archivos y se tomó la libertad de llamarle.

Luego de los días de suspensión la cosas fueron peor para HyungWon, todo era como un color gris para él, todo el avance que había tenido en esos meses simplemente se desvaneció y nuevamente estaba comiendo mal, estaba comiendo demasiada comida chatarra y no se había molestado en regresar al gimnasio, no quería hacerlo, simplemente quería tumbarse en su cama y ver cómo la vida pasaba por sus ojos. Había subido de peso de nuevo y eso lo mantenía inquieto, porque estaba siendo exactamente eso que WooSeok le había dicho, un gordo fracasado que todo el mundo repudia. Sí teléfono sonó una tarde de miércoles, se encontraba sentado en su escritorio con un tazón de ramen instantáneo a un lado y su computador en otro, primero se acercó a observar la pantalla de su teléfono, era un número desconocido, vaciló en contestar, pero finalmente lo hizo.

—¿Hola?

—¿HyungWon?

—Sí ¿Quién habla?

—Soy... HoSeok —eso hizo que HyungWon abriera sus ojos exageradamente y se quedara un largo rato en silencio. —Tu entrenador.

—¿Cómo conseguiste mi número?

—Tus datos están en el archivo, no fue difícil encontrarlo, espero no te moleste.

—No, no, está bien.

—Solo... he estado algo preocupado, no has venido a entrenar en varios días y...

—Es... difícil de explicar, pero no creo que vaya a ir pronto.

—Oh, entiendo —lo escuchó suspirar al otro lado, pensó que dejaría todo ahí, pero luego HoSeok continuó hablando. —Si hice algo que te incomodara lo siento mucho, no fue mi intención.

Oh, diablos. HyungWon pasó su mano por su rostro nervioso, durante esos días había olvidado casi por completo eso, que había dado su primer beso hace unos días y que técnicamente había concretado una cita para que le dieran y no necesariamente un consejo.

—No, por supuesto que no me incomodaste —"de hecho me calentaste" quiso decir en su lugar, pero se supone que estaba en una crisis ¿Se podía estar caliente en medio de una crisis? Algo malo debía estar pasando con él.

—Que bien, solo... ah, espero verte pronto por aquí, siento que este lugar es muy solitario cuando no estás.

Vaya, eso le había llegado. En realidad, HoSeok era otra de esas personas, aparte de su amigo y sus padres, que creía que él era algo más que solo su cuerpo. Se lo había dicho en alguna ocasión, y al parecer él... Sentía atraído por su cuerpo. Eso era nuevo para él, recibir aceptación de su cuerpo era bueno, pero sentir que su cuerpo era deseado, era una sensación muchísimo mejor.

—Papá.

Llamó, prefería hablar de ese tema con alguien que pudiera entenderlo, no lo haría con su madre, porque siendo sincero ella era un poco sobreprotectora, además ya había tenido la charla con ella en una ocasión. Fue perturbador.

—Dime, cariño. ¿Quieres probar las galletas? Las hice especialmente para ti, son de chispas de chocolate, tus favoritos.

—No, no, no quiero ahora —soltó un suspiro, tomando asiento en una de las sillas que estaban cerca de la isla. Su papá estaba sacando dichas galletas del horno, y su madre estaba en el supermercado, así que demoraría un rato. —Quiero preguntarte algo.

—Claro, dime.

—¿Cómo... supiste que mamá te gustaba?

Eso causó un aura incómoda por unos segundos, por su parte, el señor Chae estaba un poco sorprendido, porque su hijo jamás había estado interesado en su relación. Eso solo quería decir que estaba enamorado.

—Fue sencillo, supongo, tu madre y yo nos conocimos en la universidad, teníamos un par de amigos en común y nos conocimos gracias a ellos. Salimos un par de ocasiones, hasta que supe que me gustaba realmente, ambos dejamos que las cosas fueran a su ritmo y heme aquí, llevamos catorce años de matrimonio —se giró a ver a su hijo, quién parecía poco satisfecho con esa historia, y su padre solo rió. —Está bien, sí, tal vez nuestra historia no fue tan romántica como en las películas, pero es sincera. Lo suficiente para seguirla amando como la primera vez.

—Eso es... Dulce, papá, pero me refiero a... ¿C-Cómo supiste que te gustaba mamá físicamente?

Oh, cielos.

—Bueno, supongo que en el mismo instante que la conocí, era adorable, tenía su cabello de un rubio cenizo y le llegaba a los hombros.

—¿Pero qué pensaste de su cuerpo? ¿N-No llegaste a pensar en algún momento que era grande, que... podría ser fuera de lo común? —él solo suspiró, jugueteando con sus manos nerviosamente antes de preguntar. —¿Q-Qué pensaste la primera vez que estuviste con ella? ¿Lo hiciste solo por curiosidad?

—HyungWon —su padre claramente se escandalizó un poco, porque esto ya no se trataba de solo un enamoramiento superficial, HyungWon le estaba pidiendo consejos para el sexo. —¿Acaso debemos tener la charla?

—No quiero la charla, papá, no digas la charla. Quiero que me digas si encontraste atractivo al cuerpo de mamá al momento de hacerlo, o simplemente lo ignoraste.

—HyungWon ¿acaso ya tuviste tu primera relación? ¿Por qué me preguntas todo esto?

—No quiero que alguien esté conmigo porque le doy lástima, porque tuvo curiosidad de estar con alguien como yo, o solo porque no logró encontrar algo mejor, dime si es posible que alguien alguna vez... se pueda sentir verdaderamente atraído a mí, tu amas a mamá, así que dime la verdad, por favor —HyungWon pareció de repente tener un colapso frente a su padre, lo cual conmocionó al señor Chae, que solo miró todo en silencio hasta que vio a su hijo bajar la cabeza avergonzado y esconder sus manos bajo la mesa. No estaba llorando, pero parecía estar a punto de estarlo.

—HyungWon, no puedo decirte la verdad, porque no la tengo —él se acercó hasta su hijo, acariciando su hombro, logrando que él levantara la mirada. —Todos somos personas diferentes, que yo te diga que amo a tu madre y la desee no va a cambiar nada, porque quién debe amarte y desearte no tiene que ser un tercero, tienes que ser tú. Puede que yo ame a tu madre, pero el amor que yo pueda darle jamás va a ser más importante que el amor que ella misma se tiene.

—Sé que piensas que nadie puede quererte porque eres gordo, ¿pero por qué necesitas con tanta urgencia que los demás te quieran, HyungWon? Esas opiniones jamás valen, la sociedad es hueca y cruel, nunca los vas a tener satisfechos, si crees que la solución a tus problemas es adelgazar, déjame decirte que estás menospreciando todo eso que has logrado antes, que te juro, vale mucho más que solo adelgazar. ¿Recuerdas tu primer campeonato de deletreo? Fuiste el primer lugar sin un solo error, luego el rompecabezas de mil piezas que te regalé en navidad cuando tenías doce, lo construiste en solo un día ¿No te parece eso genial? Eres el mejor en tu carrera, tienes un amigo estupendo que... Vaya, dejó que varios tipos lo golpearan por defender tu dignidad ¿No crees que tener una amistad como esa es mayor logro de cualquier persona puede tener?

HyungWon solo soltó un suspiro tembloroso, sintiendo las primeras lágrimas salir de sus ojos y solo trataba de limpiarlas con la manga de su sudadera, pero era cada vez más difícil contenerlas.

—Entiendo por lo que estás pasando, cariño, entiendo lo cruel que pueden llegar a ser algunas personas, pero quiero que entiendas que tú eres mucho más que tú cuerpo. Eres una persona grandiosa, un poco tímido quizá, pero eres inteligente, divertido y muy leal. Y por supuesto que eres un chico lindo, lindísimo en realidad, eso lo heredaste de tu madre —el señor Chae pasó sus manos por el rostro lloroso de su hijo, limpiando con su pulgar las lágrimas que rodaban por su mejilla. —Solo necesitas darte cuenta de eso.

Charlar con su padre le hizo sentir bien, sin duda, al menos ese día, tuvo ánimos para hacer algo más que encerrarse en su habitación a ver pasar el tiempo, se dio un largo baño en la tina y organizó un poco su habitación. También comió las galletas que su padre había hecho, y las disfrutó, no lo hizo solo por ansiedad, realmente las había comido porque le apetecía. Tal vez las cosas no tenían que ser como WooSeok le había dicho, podrían ser mejores, solo tal vez.

Asistió al gimnasio la tarde del siguiente día, había llevado sus sudaderas grandes de nuevo y su bolso colgado de uno de sus hombros, fue como la primera vez que entró, solo que esta vez no sé sintió tan nervioso, y cuando vio a HoSeok en una de las máquinas ayudando a una chica con su levantamiento de pesas, él solo pudo sonreír levemente.

—Hola —lo saludó, llegando por la espalda de este.

—Bienvenido, lo atenderé en un... —se giró, y HoSeok al notar ahí a HyungWon con su lindo rostro sonrosado y su enorme sudadera que escondía todos sus atributos. —HyungWon.

Soltó la barra que sostenía para ella, causando que ella se empezara a quejar y lo empezara a llamar, avergonzado, HoSeok tomó de nuevo la barra y la colocó en su soporte. HyungWon rio tiernamente al ver la reacción de su entrenador, pensaba que era incluso dulce verlo reaccionar de esa manera. No esperaba mucho, después de todo, las cosas se habían enfriado entre ambos luego de HyungWon haberle puesto una cita y que nunca haya llegado a dicha cita, HoSeok fue muy diligente con él, le ayudó a retomar su rutina de nuevo, pero HyungWon admitía que extrañaba un poco el coqueteo y las insinuaciones de antes.

Ya llevaba unos días retomando de nuevo el ejercicio, ahora que trataba de no pensar tanto en su cuerpo, en dejar de enfocarse en el cuerpo de los demás también, creía que estaba disfrutando un poco más de eso, sin embarazo extrañaba a su entrenador, y pensó que tal vez debería ser él quien diera el primer paso esta vez.

—Excelente, HyungWon, lo has hecho muy bien hoy —HoSeok le sonrió, pasándole una botella con agua apenas se levantó de la máquina donde estaba levantando pesas. —Nos veremos mañana, es día de cardio, así que será mejor que te prepares.

—Cardio —repitió HyungWon en voz baja, tomando su agua. HoSeok se veía especialmente bien en su musculosa negra y sus pantalones de lycra cortos del mismo color, sentía que había crecido un poco más desde la última vez que lo vio, sus brazos se veían grandes y fuertes. Eso lo calentaba, no iba a mentir. —HoSeok, quiero preguntarte algo.

—Claro, dime.

—¿Podrías entrenarme mañana desde casa?

—¿Ah? —él se giró a mirarlo algo extrañado, pero solo se encontró el lindo rostro de HyungWon sonrosado debido al recién ejercicio, pero sus ojos lo veían directo mientras batía suavemente sus largas y espesas pestañas. —¿Puedo preguntar por qué?

—Mi casa queda lejos de aquí, siempre me canso cuando llego aquí, me duelen un poco mis piernas —HoSeok suspiró cuando lo vio pasar sus manos por sus piernas, haciéndole entender su punto, pero verdaderamente parecía estarle insinuando otra cosa, porque sus manos subían completamente hasta la parte alta de su muslos y luego bajaban hasta sus tobillos. —Mañana quiero tener todas mis energías al cien por ciento para poder entregarte todo de mí.

HoSeok accedió, bastante nervioso a decir verdad, sentía la boca seca cuando HyungWon le agradeció con una sonrisa coqueta y segundos después salió de allí a las duchas. Estaba ansioso por el día de mañana, ambos lo estaban en realidad, HyungWon a penas y pudo concentrarse en clase al día siguiente, estaba pensando en todo lo que tenía que hacer cuando llegara a casa ese día antes de que HoSeok apareciera.

Había elegido ese día porque sabía que sus padres no estarían en casa, ese día celebrarían su aniversario y su papá llevaría a su madre a cenar por eso, si hacían algo más, no tenía idea, y tampoco quería saberlo, solo sabía que tendría gran parte de la noche la casa sola y la ocasión no podría ser más perfecta. Cuando llegó de la universidad a su casa, sus padres no estaban, cuando era su aniversario su padre tenía acostumbrada a su madre a dedicarle un día completo a ella, así que seguramente estarían en algún lado de la ciudad divirtiéndose y llegarían hasta muy tarde.

Comenzó por ordenar gran parte de la casa, aspiró los muebles, el piso y limpió el polvo de todos lados, ordenó muy bien su habitación, no sabía qué tan raro sería si dejaba sus peluches sobre la cama, ellos parecían juzgarlo desde su posición en la cama, con sus ojos fríos y estáticos, y tal vez pensó que sería mejor guardarlos en su armario, al menos por esa ocasión, no quería que sus peluches miraran mientras él hacía cosas de adultos. La parte difícil fue cuando tuvo que ir a la farmacia él solo, tuvo mucha vergüenza de hacerlo, por suerte el lugar estaba vacío y solo la encargada estaba en la caja.

—Podrías darme... condones.

—¿De qué tipo?

—¿Tipo? Ah... de los normales —eso era realmente vergonzoso, incluso si no había nadie y a ella tampoco parecía importarle, HyungWon sintió sus mejillas enrojecer cuando ella le trajo una caja con condones y una botella pequeña también. —¿Qué es esto?

—Lubricante —le respondió ella, facturando ambos productos y luego dándole una mirada a HyungWon mientras masticaba su chicle ruidosamente. —Yo creo que lo vas a necesitar, niño.

El siguiente pasó fue darse un buen baño, limpió y rasuró todo su cuerpo, de verdad, todo. No le quedaba nada más que esperar a que fuera la hora de llegada de su entrenador, se colocó nervioso, había preparado algo de cenar también porque no sabía si luego les daría hambre ¿Era eso correcto? No sabía, pero la cena caliente estaba en el horno y ya alguien debía comérsela, si sus padres se enteraban que no había cenado, comenzarían a sospechar.

A eso de las seis de la noche, el timbre de su hogar resonó, HyungWon, nervioso, limpió sus manos húmedas sobre su pantalón corto de licra y salió corriendo a abrir la puerta. Por su lado, HoSeok se encontraba tan nervioso como HyungWon al otro lado de la puerta, sostenía su bolsa con algunos materiales que trajo para el entrenamiento, pero se sentía como un traficante cuando en el fondo de su bolso también había una caja de condones ¿Era eso muy atrevido? Quería decir, HyungWon directamente no le había dicho que harían eso en su casa, pero estaba siendo muy sugerente ¿Qué más podía pensar? Quería estar listo, si en serio ese entrenamiento en casa era más bien otra cosa, no lo tomarían desprevenido.

—Hola —le saludó el menor, una vez la puerta estuvo abierta. —Pasa.

Quitándose los zapatos, HoSeok ingresó a la casa de los Chae, era de un solo piso, pero espaciosa y decorada de una forma hogareña, lo primero que notó al entrar fue ese gran cuadro que estaba en la sala de estar con los dos padres a ambos costados de un pequeño HyungWon, debía tener al menos cinco años en esa fotografía, con sus mejillas regordetas y sonrojadas y sus ojos grandes y expresivos estilando felicidad. Era adorable.

—¿Quieres... comer algo? —le preguntó el dueño de casa, nervioso, y HoSeok se giró a mirarlo, viendo cómo escondía sus manos detrás de su espalda.

—No deberíamos comer nada antes de empezar a entrenar —le dijo él, bajando su bolsa de su hombro y dejándola en el suelo.

—E-Entiendo —dijo. "Que idiota" se reprendió HyungWon por dentro, pero es que debía admitir que no sabía nada de seducción, no sabía cómo empezar o si quiera dejar claro qué era lo que quería. Como iban las cosas, terminaría entrenando sin conseguir lo que quería.

—¿Tienes máquinas aquí que puedan ayudarte en la rutina? —preguntó HoSeok y HyungWon negó. —Bueno, no es un problema, es cardio, así que preparé una rutina sin material.

HyungWon pensó en olvidarse del plan y seguir esa estúpida rutina, pero sinceramente ya había llegado muy lejos, había pasado vergüenza en la farmacia, se había rasurado hasta la inexistente barba que nunca le crece y había preparado su habitación con velas aromáticas. Debería al menos intentarlo un poco más.

—P-Pero deberías tomar asiento primero, no tengo mucha prisa —guió a su entrenador hasta el sofá, haciendo presión en sus hombros para que este tomara asiento allí, quien lo miraba un tanto sorprendido. —¿Te gusta el té? Te traeré un poco.

HoSeok solo abrió la boca para responder, pero no pudo decir mucho cuando HyungWon desapareció por la cocina, entonces él se quedó sentado en silencio mientras tamborileaba sus dedos sobre el posabrazos, realmente parecía que no harían ejercicio ese día, así que pensó que tal vez debería ser un poco más colaborativo. Después de todo no creía que fuera difícil, estaba animado desde que vio a HyungWon con esos pantaloncillos que se pegaban muy bien a sus caderas y no estaba usando esas enormes sudaderas.

—Es té de frutos rojos, espero no te moleste —HyungWon llegó con una taza y un plato pequeño con un par de galletas, lo dejó frente a HoSeok en la mesa de centro y seguido de eso, se sentó a su lado.

—No podría molestarme si lo hiciste tú.

HyungWon sonrió suavemente cuando se sentó a su lado, muy cerca, sus muslos rozando con los contrarios. Estaba bastante nervioso, no lo iba a negar, pero era tarde para echarse, así que colocó su mano nerviosa y temblorosa sobre la pierna del mayor, que miró esa mano grande y delicada sobre su muslo.

—Espero no haberte causado problemas al venir aquí.

—Tienes la membresía premium y soy tu entrenador, así que aún si me citaras en una bodega solitaria y mugrienta, iría hasta ti —HoSeok dejó el té sobre la mesa de nuevo y apenas mordió una de las galletas.

—Eso es dulce...

Se mantuvieron en silencio por un largo rato, HyungWon continuaba con su mano sobre su muslo, HoSeok esperaba al siguiente movimiento, pero parecía que HyungWon se había estancado ahí, al parecer su descaro solo era momentaneo, o quizá, necesitaba estar inspirado.

—¿Se debe a algo especial tu cambio de ropa, HyungWon?

—Solo pensé que era momento de cambiar ¿Por qué? ¿No te gusta?

—Al contrario, creo que te ves mejor que nunca.

Finalmente estaba pasando, HyungWon podía sentir a HoSeok mucho más cerca, así que se atrevió a inclinarse un poco, ahora sus narices se rozaban un poco y sentía la respiración tibia de su entrenador sobre su rostro, pensó que se iban a besar tal y como la última vez, pero entonces HoSeok se alejó.

—HyungWon, no quiero hacer algo que te moleste —él se separó, desviando su rostro y HyungWon solo lo miró un poco decepcionado.

—N-No me molesta, puedes besarme si quieres —con su mano intentó guiar el rostro de HoSeok hasta el suyo de nuevo, pero HoSeok quitó suavemente su mano de allí. —¿Ya no te gusto?

—HyungWon, por favor...

Tal vez había tardado demasiado, HoSeok seguramente se había dado cuenta de lo desagradable que era en realidad. Se sintió nervioso y se alejó un poco de HoSeok mientras se abrazaba a sí mismo, ya no se sentía tan confiado como antes, se sentía más bien avergonzado, seguramente se veía como un ridículo con esa ropa y habiendo preparado todo eso.

—Lo siento, no... No tienes que quedarte si no quieres, yo solo...

—HyungWon, espera —HoSeok lo detuvo, tomándolo de las manos y hacer que se siente de nuevo. —No quiero hacer nada sin saber si estás realmente listo. Desapareciste por varios días luego de que... Nos besamos. Habíamos quedado en algo también y nunca llegaste, solo pensé, que quizá había sido demasiado. Nunca quise hacerte sentir incómodo, creí que estabas cómodo con esto.

—Lo estoy. Me haces... sentir cosas que nunca había sentido antes, es solo que no sé cómo manejarlo, creo que me gustas demasiado y n-no sé cómo manejarlo —tomó una pausa antes de continuar. —No fui a nuestra cita porque tuve problemas en la universidad, me golpearon, bueno, me gusta creer que en realidad nos golpeamos, con unos tipos en la universidad.

—HyungWon, lo siento mucho, no sabía.... Solo pensé que-

—Está bien, no tenías cómo saberlo. Además no creo que te hubiera gustado verme con ese gran golpe en el rostro —se llevó instintivamente su mano sobre el pómulo que antes había estado con un gran moretón en la piel mientras reía sin muchas ganas. Pero HoSeok no pareció reírse del mismo modo, en cambio, solo se acercó y llevó una de sus manos a la mejilla libre del menor, lo cual llamó la atención de este.

—Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso —acarició un poco más la suave piel de su mejilla.

—Está bien, ahora te tengo aquí, conmigo —HyungWon ahondó el toque frotando su mejilla contra la palma de su mano. —Vas a hacerme sentir mejor ¿Verdad?

HoSeok no tardó mucho en besarlo, acercándose apresuradamente a tomar sus labios entre los suyos, en realidad estaba más que prendido ese día, le atraía mucho HyungWon, era algo innegable, pero no creía que fuera solo por su físico, sentía que toda esa inocencia con esa audacia que aún no se atrevía a desarrollar por su falta de confianza, era algo que lo hacía realmente especialmente.

Ambos quedaron recostados sobre el sofá mientras seguían probando sus labios, ladeando su cabezas mientras sus lenguas comenzaban a explorar tímidamente la boca del contrario, ambos gimieron ante la sensación de sus lengua acariciándose una contra otra, y fue HyungWon quien decidió separar el beso, mirando al rostro a su entrenador. HoSeok solo le sonrió levemente y se inclinó de nuevo para besarlo, estaba yendo lento, era obvio que HyungWon tenía poca experiencia y no quería asustarlo.

Su mano bajó sigilosamente por el cuello, acariciando la piel suave y nívea, luego acariciando sus clavículas bajo su camisa y finalmente llegando a su pecho gordito, no era realmente flácido, en parte porque HyungWon lo había disminuido desde que había empezado a hacer ejercicio, pero estaba ahí, y se sintió bien apretar esa piel extra de ahí. El menor suspiró cuando HoSeok apretó su pecho, en realidad estaba un poco avergonzado, pero Seok no parecía disgustado por eso, es más, su mano no tardó en colarse bajo su camiseta y tocar directamente la piel, sus dedos se ciñeron alrededor de sus pezones.

HyungWon tuvo que separarse cuando un quejido se coló por su boca, le dolía un poco, pero cuando lo tocaba parecía que activaba otros nervios en su cuerpo y los dedos de sus pies se encogían cuando sintió de nuevo su pezón ser pellizcado, HoSeok por su parte parecía muy concentrado en las reacciones de HyungWon, quién parecía estarlo disfrutando, así que quiso seguirlo consintiendo. Sacó su mano bajo su camisa y le pidió que se sentara de nuevo, HyungWon lo hizo un poco lento y aturdido, pero cuando sintió a HoSeok tomarlo por debajo de sus muslos y sentarlo sobre sus piernas, solo sonrió un poco y no tardaron en besarse de nuevo, esta vez HyungWon sintiendo un poco más de confianza y acariciando su rostro al tiempo que HoSeok le acariciaba la cintura.

—Quiero ir a tu ritmo, si algo no te hace sentir bien, no dudes en decírmelo —bajó su mano hasta las nalgas del menor y las acarició un poco antes de que sus dedos empezaran a buscar el elástico de su pantalón deportivo. HyungWon suspiró fuerte, sin embargo no quería echarse para atrás, estaba nervioso sin duda alguna, pero también estaba emocionado y su pantalón que estaba más apretado en su entrepierna era la clara muestra.

HoSeok besó sus mejillas y continuó acariciando, haciendo que el menor murmurara contra sus labios cuando sintió esa mano cálida bajar por su piel hasta llegar al entremedio de sus nalgas, acariciando con su dedo corazón su fruncida entrada, estaba cerrada casi al tope, lo cual le daba una idea de que efectivamente HyungWon no tenía ningún tipo de experiencia previa, y no sabía si eso lo emocionaba o le daba un poco de temor, sabía lo significativo que podría llegar a ser tu primera vez.

—¿M-Me va a doler? —preguntó HyungWon luego de unos segundos.

—No tendría porque hacerlo si estás bien lubricado —continuó acariciando su entrada, haciendo temblar al menor y que soltara un suspiro tembloroso.

—Mi habitación... T-Tengo algo que ayudará en mi habitación.

HoSeok solo rio un poco, dejando un beso sobre la mejilla de HyungWon y finalmente sacando su mano del pantalón, dio una palmada sonora en su trasero.

—Cada vez estoy más convencido de que no me invitaste aquí para hacer ejercicio.

HyungWon solo pudo sonreír un poco apenado, pero se dio el valor de darle un beso más a su entrenador y tomarlo de la mano para guiarlo hasta su habitación. Al entrar HoSeok encontr'una habitación común con bastantes cosas que un adolescente tendría, pósters y demás, pero no tomaría detalle en eso, tal vez más adelante, pero por ahora, debía hacerse cargo del caliente muchacho que ya lo esperaba sentado en la cama. HoSeok se acercó lentamente, detallando en la mesa de noche una caja de condones junto a lo que sería una botella pequeña con lubricante. Sonrió de lado, HyungWon era una caja de sorpresas, siempre lograba sorprenderlo y eso era algo que le encantaba mucho más. Se acercó a besarlo de inmediato, hablar podría arruinar las cosas, HyungWon se intimidaba fácil y decir algo fuera de lugar podría arruinarlo todo, por lo cual era mejor expresar cómo se sentía con acciones.

Ambos terminaron recostados de nuevo en la cama mientras se besaba, HoSeok trataba de no apoyarse completamente sobre HyungWon porque podría pesarle, pero HyungWon no parecía molesto, de hecho, solo lo sostenía de la nuca para evitar que se alejara. HyungWon tomó del borde la camiseta de HoSeok y levantó esta, separándose momentáneamente de su beso para poder sacar esta por la cabeza, HoSeok también le ayudó a sacarse la camiseta, y pronto ambos tenían sus pechos muy unidos mientras se besaban con pasión sobre esa cama y los edredones bajo la espalda del menor quedaban cada vez más desordenados.

—Relájate, HyungWon, yo me encargaré de todo —HoSeok dejó un beso en su frente, estirando su brazo hasta la mesa de noche donde tomó la botella de lubricante. El menor solo lo miró en silencio, levantando las piernas y separándolas un poco para dejar que el mayor se ubicara en medio. Sintió el primer dedo en su entrada, se movía lento, acariciando las paredes de su interior a medida que se hacía paso a fondo, el lubricante lo hacía mucho más fácil, pero aún seguía doliendo y HoSeok pareció notarlo.

Viendo la mueca de incomodidad en el rostro de HyungWon, HoSeok se inclinó para besarlo de nuevo, sin dejar de mover su dedo, se besaron por unos largos minutos hasta que HyungWon se dilató un poco más, y entonces un segundo dedo ingresó en su interior. Sentía que el cuerpo le temblaba, HyungWon estaba tratando de manejar todas las sensaciones que ahora le abordaban, pero era difícil contenerla cuando nunca las había sentido, los dedos en su interior continuaron moviéndose mientras su pezón derecho era succionado por los calientes labios de su entrenador. Sus manos subieron a los cabellos oscuros y lacios del mayor, enredando sus dedos ahí y arqueando la espalda cuando sentía una corriente de placer correr por su espina dorsal.

—Esto se siente tan bien —gimió.

—Y se va a sentir aún mejor.

Con su mano libre, HoSeok acarició sus costados, haciendo temblar al muchacho, que solo pudo soltar un quejido cuando los dedos finalmente salieron de su interior y ahora era ese glande húmedo y suave el que se fregaba contra la sensible piel de su ano. Aunque HyungWon se encontraba muy caliente, aún se sentía tímido, no se había atrevido a mirar el cuerpo de su entrenador mucho más que cuando se quitó la camiseta, mostrando su trabajado cuerpo, ganancia de todas esas horas en el gimnasio, sin embargo no se atrevió a mirarlo de la cintura para abajo una vez estuvo completamente desnudo, podía ver el vello de su entrepierna sobresalir un poco y formar una uve hacia su miembro. Tenía miedo de mirar más allá, nunca había visto un pene diferente al suyo.

Sintió de a poco el miembro de HoSeok ingresar en su interior, cuando creía que había terminado, siempre parecía entrar un poco más, y cuando finalmente estuvo completamente dentro, se sintió relleno, sus paredes estaban estiradas y su interior se sentía repleto.

—Se siente... Extraño —fue lo único que dijo. HoSeok solo le sonrió levemente, inclinándose de nuevo sobre él y besándolo castamente en los labios.

—Te prometo que se sentirá mucho mejor después.

Comenzó a moverse lento, dejando que su longitud saliera casi por completo de ese cálido interior y nuevamente ingresara hasta el fondo, eso ayudó a HyungWon a tolerar la intromisión, pero con el tiempo pareció ser insuficiente, quería sentirlo mucho más adentro y más fuerte, HoSeok por mientras se dedicaba a besarlo en el cuello, embriagado con el aroma suave que su piel desprendía, no era perfume, no era loción, parecía ser su aroma natural, un aroma suave que le recordaba al aroma de bebé. Era encantador sin duda.

—M-Más... —se quejó, llevando sus manos hasta la espalda del mayor y enterrando un loco sus uñas cortas allí sin causar daño. —Más rápido.

Eso hizo sonreír al mayor, no conocía mucho a HyungWon, pero por lo poco que sabía, parecía que una vez probaba algo, le gustaba tener más de eso, y esto no era la excepción. Se apoyó en sus rodillas y tomó por debajo de sus muslos a HyungWon, aumentando la velocidad de sus embestidas al punto en que el sonido de sus pieles al chocar era lo único que se escuchaba en la habitación.

HyungWon entonces empezó a experimentar eso que tanto hablaban los chicos de la escuela, el verdadero placer del sexo, el pene de HoSeok parecía llegar tan hondo que tocaba algo allá dentro que lo hacía temblar, literalmente, sus manos estaban extendidas a cada lado de su cabeza y temblaban apretando las sábanas bajo ellas cada vez que HoSeok llegaba hasta allá, su espalda se arqueaba y de su boca no paraban de brotar gemidos altos y agudos que dejaban en claro a su pareja cuánto lo estaba disfrutando.

—Eres tan sexy, HyungWon, mierda, no saben cuánto me prende escucharte —HoSeok a la par, estaba sintiendo su cuerpo vibrar de placer, el interior que abrazaba su miembro era tan suave, caliente y apretado que incluso con el condón podía sentir esa calidez que desprendía el cuerpo de ese chico.

—H-HoSeok —su nombre salía de sus labios como un mantra cuando sentía que estaba tocando el mismo cielo, quería saber sí eso era real o solo estaba soñando, pero cuando podía sentir el toque duro de HoSeok en sus muslos, como ocasionalmente él se inclinaba a besarlo o dejar una que otra lamida en sus ya húmedos pezones, sabía que eso era real. Deliciosamente real.

Dándole una palmada suave sobre su muslo y un beso fogoso, HoSeok le pidió que se acomodara en cuatro, HyungWon sé sintió ansioso cuando se lo pidió, pero decidió hacerlo, sobre su cama se apoyó en sus rodillas y las palmas de sus manos. Miró ansioso la pared de su cuarto con varios pósters en ella, y una repisa con sus figuras de colección, pero cuando HoSeok se posicionó detrás suyo, acariciando la piel de su trasero mientras halagaba la buena vista que tenía desde ahí no podía pensar en muchas cosas.

No esperó sentir el cálido aliento y la suave lengua de su entrenador en su interior, esa lengua que hace unos minutos estuvo en su boca, ahora le follaba ahí atrás y no sabía describir lo que sentía en ese momento. Sus manos perdieron estabilidad y pronto su pecho estaba pegado contra el colchón, su mejilla también aplastada contra el colchón mientras él gemía alto y sin descaro, era tanto el placer, que sus ojos empezaron a sus blanquear cuando sintió esas manos acariciar la piel de sus muslos y apretarla suavemente.

HoSeok por su parte se sentía en un paraíso, HyungWon tenía la piel tan suave y le encantaba la forma en como está sobresalía de sus dedos cuando la apretaba, era exquisito. Había decidido comerlo sin miedo porque HyungWon le había confesado que se había limpiado allí también, le dijo que tenía miedo de tener accidentes y que todo se arruinara, al parecer se había informado mucho en internet, pero HoSeok quería enseñarle también desde la experiencia, los accidentes era algo normal cuando tenías sexo anal, él no les temía, pero si HyungWon lo hacía, no le quedaba de otra que aceptar. Dio una última lamida a su entrada roja y latente, cambió el condón y de nuevo ingresó en el cuerpo de HyungWon, comenzó a moverse justo como antes.

—HoSeok, eres muy bueno en esto —soltó HyungWon cuando sintió su piel temblar con cada embestida, lo estaban destrozando, eso sin duda, pero él disfrutaba de estarlo.

—Te mereces lo mejor, cariño.

HyungWon sintió su orgasmo venir pronto, con una de sus manos tiraba de su propio pene al ritmo de las embestidas y con el pasar de los minutos su semen se vació sobre la toalla que previamente habían puesto sobre su cama, fue una sensación más que placentera tener su primer orgasmo a manos de otra persona, sí, él se había tocado algunas veces, pero no era lo mismo. HoSeok lo abrazó por el pecho y lo atrajo hasta que su espalda estuvo piel a piel con el pecho fuerte y duro de HoSeok, este continuó con las embestidas mientras sus manos se entretenían pellizcando de nuevo sus pezones marrones. Le besaba el cuello, las mejillas y atrapaba entre sus dientes el lóbulo de su oreja. De todas las experiencias vividas en su vida, esta era la más sensual y erótica que hubiera podido vivir, se sentía deseado, como fruta fresca en verano. HoSeok le hacía sentir deseado mientras tocaba besaba cada parte de su piel, con adoración, con excitación, esa misma piel que tantas veces le habían dicho que sobraba en su cuerpo, pero que HyungWon ahora sentía tan propia de él. Era surreal todo eso que estaba viviendo y no quería que se terminara nunca.

HoSeok por desgracia no podía durar por siempre haciéndolo sentir así de bien, con el pasar de los minutos también tembló ante su orgasmo apretándolo contra sí mientras le gemía en el oído, HyungWon sintió que se venía de nuevo, escuchar a su entrenador gemir en el oído le prendía de una manera inimaginable. Ambos se recostaron en las sábanas revueltas después de que la adrenalina había disminuido, ahora en cambio, HyungWon se sentía un poco más tímido y tenía su rostro escondido bajo las mantas y solo sus ojos se asomaban. HoSeok sonrió al verlo actuar de esa manera, le encantaba lo descarado que HyungWon podía llegar a ser, pero amaba más lo tierno que podía ser.

—Mis papás van a venir en algún momento... —le comentó él, ambos estaban aún desnudos bajo esas mantas y HoSeok lo abrazaba por la cintura mientras que con su otra mano le acariciaba el cabello.

—¿Quieres decir que estoy aquí de fugitivo? —pellizcó uno de los costados del menor, sacándole una risa. —Eres travieso. Chico malo.

—Si mis papás se enteraban que venías aquí seguramente no nos hubieran dejado solos —él suspiró, acercándose más al pecho contrario y recostando su cabeza sobre su pecho. —HoSeok, ¿puedo preguntarte algo?

—Lo que quieras.

—Tu... ¿Disfrutaste lo que hicimos?

—Por supuesto que sí, de solo recordarlo siento que ardo.

—Y... ¿S-Serías capaz de hacerlo de nuevo con alguien como yo?

HoSeok entonces lo miró, sus ojos se paseaban por todo su rostro y lo evaluaba en silencio, eso hizo sentir nervioso a HyungWon que solo rehuyó su mirada asustado. ¿Había sido impertinente preguntar eso? ¿Eso lo hacía quedar como un tonto?

—¿Te refieres a hacerlo de nuevo con alguien tan hermoso como tú? —se inclinó y dejó un beso en su cuello. —Sería un tonto si no quisiera.

Fue el inicio de una relación. Pero no necesariamente una romántica. HoSeok y él estaban en una relación sin compromiso, se veían, tenían sexo, y al día siguiente se verían en el gimnasio y entrenarían como si nada. Y HyungWon pensó que estaba bien de esa forma, no sabía aún si quería involucrarse de una manera romántica con su entrenador, aunque no era mucho, HoSeok le llevaba algunos años y eso lo ponía un poco ansioso, porque se preocupaba del qué dirían sus padres cuando se enterara, qué pasaría con el trabajo de HoSeok ¿eso los hacía a ambos un par de inmorales? Eran esas las preguntas que le rondaban y lo detenían de querer avanzar, pero también su corazón era codicioso, porque con el tiempo los encuentros casuales no fueron suficientes, necesitaba verlo de otra forma que no fuera bajo o sobre él, y HoSeok no se negó a eso. El parque de diversiones, el museo, el acuario y un montón de lugares más fue a los que HoSeok lo llevó cuando le pidió salir, pero eso dejó de ser suficiente también, porque no lo quería solo por momentos, lo quería siempre, y eso lo asustó.

—Hyung, me gustas.

Estaba de pie frente a HoSeok, con la frente en alto y su cabello largo y oscuro revoloteando sutilmente debido a la brisa suave de verano. HoSeok iba con un cono de vainilla en su mano izquierda, derritiéndose lentamente mientras miraba al menor que parecía tan decidido pero a la vez tan nervioso, con sus puños apretados a cada costado y sus labios en una mueca nerviosa.

—Siento mucho decírtelo de esta forma, pero no puedo continuar ignorando la forma en la que me siento.

HoSeok solo pasó saliva, sintiendo ahora como el helado escurría por sus manos, pero aún así no podía quitar su mirada de él. Porque se veía de ensueño, con su camisa azul celeste abierta y un esqueleto blanco debajo, su pantalón al igual claro que hacia resaltar de manera hermosa sus caderas grandes, que aunque HyungWon había bajado considerablemente de peso, estas parecían negarse a desaparecer, y HoSeok creía que esa era solo una de las cosas que le gustaban de HyungWon, porque antes de eso, podría colocar cien más.

HyungWon no era el único que se sentía de esa forma, HoSeok sentía que había tardado mucho en expresar sus sentimientos y era HyungWon el que se vio obligado a tomar esas medidas. Lo hacia sentirse como un tonto, porque él como su hyung, deseaba ser quien tomara cargo en las cosas difíciles, conocía lo difícil que podía llegar a ser para HyungWon expresar sus sentimientos.

—Mi deseo no es incomodarte, tampoco tienes porqué corresponderme, sé que lo que tenemos es... libre de compromiso, pero no considero justo tener que guardar mis sentimientos y si eso te molesta, lo siento mucho.

—No tienes nada que lamentar —HoSeok dejó caer el helado derretido al suelo y dio un paso al frente, haciendo que el menor le mirara atentamente. —Lamento no haber dejado mis sentimientos claros, pensé que con las acciones bastaba, pero al parecer me olvidé de decírtelo. Me gustas mucho, HyungWon, quisiera que me vieras como algo más que tu entrenador o el chico que se acuesta ocasionalmente contigo, quiero que me veas como tu pareja, esa persona en la que podrás encontrar amor y apoyo de ahora en adelante.

¿Era real? HyungWon estaba empezando a creer que no, parecía increíble que HoSeok de verdad se estuviera acercando a él, mirándolo a los ojos y finalmente levantando sus manos para tomar sus mejillas, acarició sus pómulos con sus pulgares para luego darle un beso, un beso diferente a los que pudieron darse en algún momento, mucho más dulce, sus labios se entrelazaban entre sí y sus lenguas se asomaban tímidas, apenas rozándose. Al terminar, HoSeok solo miró al más alto, viendo sus mejillas sonrojadas y sus ojos dilatados, tintados de ilusión.

—¿Quiere decir que... Me correspondes?

HoSeok solo le sonrió, apoyándose en la punta de sus pies para alcanzar su frente y dejarle allí un beso, seguido de otro que se posicionó sobre la comisura de sus labios.

—Te acompañaré a casa, HyungWon.

Historia nuevecita con un final dulce, vi tantos edits de Wonho con Big boys de fondo que era ya era momento de que alguien hiciera el trabajo de convertirlo en fic.

Quería publicar este shot antes, pero bueno, el destino quiso que fuera hoy a mitad de la noche. Espero les haya gustado, nunca había visto un fic de los chicos de este estilo, no sé ustedes pero a mí me gustó bastante escribirlo, eh,  tal vez en un futuro les traiga más fics con Wonnie gordito♡.

Nos leeremos en una próxima ocasión, cuídense mucho y ojo con los heterosexuales, xoxo (⁠。⁠・⁠ω⁠・⁠。⁠)⁠ノ⁠♡.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top