Le van a revolver los huevos a la cabra - Parte... ¿3?
¿Qué fue de Charlie y la banda mientras la reunión de soberanos se llevaba a cabo? Nada anormal en absoluto. Angel los apuntó a todos a ir a un establecimiento perfecto para entablar lazos fuertes. Desde su libertina perspectiva, por supuesto.
- "Angel... ¿¡Qué carajos está pasando!?" exclamó una enfurecida Vaggie.
El lugar donde Angel había propuesto ir no era más que un club 'para adultos', por decirlo de alguna manera.
- "Ninguna actividad requiere más confianza que el BD(nuestro Señor Jesucristo)M. Mi niña." solapó Angel, poco alterado por las reacciones incómodas de Vaggie y Charlie. "Ningún vínculo es más fuerte que los que se forman a través del bondage. ¿Cómo crees que tu hermanito logró comprometerse a algo serio? Incluso patrocinó nuestro slogan."
Angel señaló a un poster promocional del club.
'NINGÚN VÍNCULO ES MÁS FUERTE QUE LOS QUE SE FORMAN A TRAVÉS DEL BONDAGE. APROBADO POR EL PRÍNCIPE MORNINGSTAR.'
- "Amor, te aviso desde ahora. Voy a liquidar a tu hermano algún día." notificó Vaggie, dibujando una mala cara.
- "Angel, me encanta tu entusiasmo, pero esto... ehhh..." procuró decir Charlie, pero enseguida se dio cuenta de que no tenía palabras para definir lo que sentía sin sonar ofensiva.
Como siempre, Vaggie se encargó de hacer eso por ella.
- "¿¡Qué te hace pensar que a alguien... normal le gustaría esto!?" exigió adamante Vaggie, señalando a Angel.
Su respuesta no tardó en aparecer. Husk estaba recibiendo unos masajes eróticos bastante agradables. Por una vez estaba sintiendo placer.
- "¿Saben qué? No me desagrada... jejeje." maulló Husk, disfrutando de los delicados toques de la masajista.
- "¡Estoy lista para castigar chicos malos!" anunció Niffty, vestida y armada de la manera apropiada para lo que pretendía hacer.
- "Retiro lo dicho, me largo de aquí." Entendiblemente, Husk se espantó y salió corriendo.
Ya para este punto, varios demonios cachondos se estaban aproximando a Charlie con deseos peligrosos, por lo que Vaggie ya había tenido suficiente.
- "¡Ugh! No puedo creer que nos arrastraras hasta aquí, Angel. Eres un cerdo de mierda." se quejó Vaggie, empujando a Charlie lejos de la muchedumbre.
- "¡No está tan mal, Vaggie!" intentó calmar Charlie. "Porque podría ayudar a esta gente a..."
Su intención era descubrir si podrían ser candidatos a su programa de redención, pero incluso ella lo veía improbable de ocurrir.
- "No. Te dije que confiaras en mi, y no pienso decepcionarte." denegó Vaggie con firmeza. No podía permitirse quedar mal ante ella.
Charlie miró a su novia apenada, hasta que algo captó la atención del rabillo de su ojo.
- "¿Esos no son... mis sobris?" puso en duda Charlie, observando a dos jóvenes adultos cerca.
Tenían varios papeles a mano y algunos demonios orbitando ansiosamente alrededor, promesas opulentas siendo servidas por ellos.
- "Vamos a por veinte contratos en un día, comadre. ¡Wuuuu!" festejó Sodom, contando los papeles. "Tenemos un buen negocio entre manos, ¿no lo crees?"
- "Obviamente. Sobretodo considerando que estos pobres masocas se amarran a las cadenitas solos." reafirmó Amora. "Demasiado fácil para ser verdad."
Charlie no estaba en absoluto enterada de lo que se encontraban haciendo, así que en lo que Vaggie se los quedaba viendo poco sorprendida, mas decepcionada, la princesa tuvo ganas de decir hola.
- "¡Si lo son! ¡Hola, muchachos! ¿Cómo han estado?" saludo Charlie ruidosamente, moviendo las manos para que todos supieran que estaba hablando con ellos. "¿Si saben quien soy, no? ¡La tía Charchar!"
Los hermanos se alborotaron al ver quien se estaba dirigiendo a ellos, en especial al ver que los interesados en hacer contratos con ellos murmuraban entre sí, incluso perdiendo el interés.
- "¿Esa virgencita aburrida viene con ellos? Vaya par de papanatas, seguro aun beben lechita caliente por las noches." chismeó un hellhound.
- "¡No manches, vamos a perder la racha!" se afligió Sodom, espectando como sus posibles esclavos se alejaban. "¿¡Qué!? ¿¡Tienen algún problema con los que no se abren de patas tan fácil como ustedes!?"
- "Tenemos la suerte divina al parecer. Es lo que hay." se dolió Amora, reposando su frente contra sus dedos. "Larguémonos de aquí, mejor. No merecen compartir oxígeno con nosotros."
Sodom y Amora se acercaron a Charlie, Vaggie y Angel, ahuyentando de por medio a más fetichistas interesados en meterse con su tía.
- "¿Qué hubo, queens? ¿Se puede saber que vienen a hacer aquí? No les veo cara de que les prenda algo de... esto." dialogó Sodom, arrugando los contratos dentro del bolsillo de su pantalón.
- "Claramente queremos aprender a entablar lazos duraderos, pequeñines." resumió Angel entre risitas, estrechando manos con los jovencitos. "Al rato volvemos a la rutina de querer matarnos entre nosotros igual."
Eso último lo dijo acercándose a ellos y en voz baja para que nadie más pudiera oírlo. Aunque Vaggie supuso lo que les estaba contando de todos modos.
- "Al carajo con tu idea. Quizás deberían aprender... como yo aprendí." puso sobre la mesa Vaggie, con una sonrisa que no inspiraba mucha fe.
La espléndida idea de reforzar uniones de Vaggie no era más que llevarlos a una mordaz zona de combate, para el horror de todos.
- "¿¡Así es como le enseñas a la gente a confiar!?" sopló Charlie, invariablemente molesta.
- "Pregunta seria. ¿¡Alguien me explica que putas madres hacemos aquí!?" se paniqueó Sodom, reclamándole al cielo. "¡No gasto un verguero en gasolina para estas loqueras!"
- "¡Chilla de nuevo y te daré una razón para llorar!" ultimó Vaggie, apuntando su lanza a su cuello. "¡No hay nada más fuerte que la confianza entre camaradas en guerra! ¡Ajusten sus rifles porque hoy los bebitos se convertirán en hombres!"
Con este discurso hecho, Vaggie se apresuró a lanzar a todos hacia el área peligrosa para forzarlos a pelear en equipo por la supervivencia, ignorando totalmente sus quejas. Husk fue el único sigiloso que logró escaparse.
- "No pues lentejas." mandó Amora, sin saber que más decir. Agarró el brazo de su hermano y saltó al vacío, sabiendo que serían aventados allí de todos modos. "¡El que tenga miedo a morir que no nazcaaaaa!"
- "¡AUXILIOOOOOO!" gritó Sodom muy masculinamente.
"Esa es la actitud." felicitó Vaggie, antes de intentar lanzar a una emocionada Niffty.
"¡Vaggie, no!" la detuvo Charlie, 'rescatando' a Niffty, quien de todos modos acabó saltando solita al campo de batalla.
De ahí en más, Charlie y Vaggie tuvieron una breve discusión. Sin importar lo mucho que su adorada le insistía en que confiaba en ella más que nadie, Vaggie se sentía inútil e incapaz de ayudar debido a sus métodos tan poco ortodoxos.
- "¿De qué sirvo si no puedo ayudarte...?" se autodespreció Vaggie, dándole la espalda.
- "Vaggie, no digas esas cosas. Tu haces mucho por mí, eres-" consoló dulcemente Charlie.
Simplemente fue silenciada con el alzar de su mano.
- "Discúlpame, yo... quiero estar sola ahora." pidió Vaggie con franqueza.
Charlie se mantuvo en silencio y caminó hacia la salida del edificio en el que estaban. Por ahí mismo pasaron justamente Angel (cargando a Pentius), Sodom y Amora por la puerta. Inesperadamente, la prueba de confianza de Vaggie había logrado unirlos, aunque fuera un poco.
- "Lo logramos..." musitó Angel, arrojando a un sollozante Pentius al suelo.
- "¡La victoria es nuestra!" vitoreó Sodom, haciendo un pequeño baile.
- "Yei, trabajo en equipo." animó Amora, agitando el brazo arrancado de un pecador random.
A pesar del aparente éxito de esta actividad, se apagó un poco el ambiente cuando vieron que Charlie caminaba triste a la salida. Todos bajaron del tejado para volver al hotel después de tan largo día. Vaggie quedó completamente sola para reflexionar acerca de lo que ella consideraba, era su valor como persona, situación paralela a la que estaba pasando Carmilla, quien finalmente se abrió un poco con Zestial.
[Inserte canción infravalorada, dueto hermoso en el que Vaggie y Carmilla prometen proteger a sus seres queridos con la vida de ser necesario. No se metan con los fans de este temazo, somos cuatro y uno murió ayer.]
Nuevamente en el condominio de la traficante de armas, los Huevecillos estaban jugando en la basura, mientras que Alastor se ponía al tanto de la información que había mandado a recolectar a Frank. Sin saberlo, Billy estaba revoloteando muy por encima de ellos, atento al intercambio de palabras.
- "¡Primero, el anciano de-decía 'hay algo que te pesa! ¿Eres la que mató al ángel caído'? ¡Y-y-y ella le decía! ¡'cUeStE lO qUe CuEsTeEeE'!"
- "¡VIENTOS! ... Esa era la bachata que interrumpió mi polvo." comprendió Billy en mudo, muy enfocado. Siguió escuchando como el Huevón confirmaba que Carmilla había asesinado al exorcista.
- "Interesante. Que esto quede entre nosotros, ¿te parece?" sugirió y a la vez ordenó Alastor.
- "¡Como diga, patrón!" asintió Frank sin inmutarse.
Alastor emprendió rumbo de regreso al hotel, con los Huevecillos siguiéndole el paso. Viendo que aun quedaba algo muy importante en duda, Billy hizo levitar a Frank con su telekinesis y lo alzó a pocos centímetros de su cara.
- "Así que Carmilla derrotó a un ángel, ¿hmm?" indagó Billy, buscando que el huevo le diera la razón.
- "¡Sí! Y le aseguré al amo rojo que no se lo diría a nadie." revalidó Frank, creyéndose el mejor manteniendo secretos.
Perfecto. Siguiente paso. Descifrar los detalles.
- "¿Y no oíste nada de como logró hacer chorizo a un mentado ángel?" sondeó Billy, agarrando a Frank bruscamente.
- "Nop, pero si tuviera que adivinar, creo que pudo haber sido con sus zapatitos. Se veían tan filosos como su delineado." supuso Frank.
- "¿Le bailó un tango y se murió? Si como... ¿no?" Billy veía ridícula esa teoría, hasta que su neurona conspirativa se activó. "Un minuto..."
Billy se agarró el mentón y se puso a pensar detenidamente. Los zapatos que llevaba Carmilla...
- "¡Deben ser absurdamente incómodos de usar!"
Aparte de verse dolorosos al contacto con el pie, parecían hechos de un metal muy extraño. Casi idéntico al de...
- "¡La lanza de Vaggie!" jadeó Billy internamente, dándose cuenta de lo que eso significaba. "¡Claro, es tan absurdamente obvio! ¡Es una fakin traficante de armas! ¡Armas angelicales! Ja, armé el rompecabezas."
El príncipe sonrió, se frotó las manos y se alabó a sí mismo por unir los cabos.
- "Y a ti, gracias por ahorrarme una escena de interrogación con piernas locas." agradeció honestamente, estrechando su mano. " Voy a reconsiderar hacerme unos sanguches de huevo contigo y tus hermanos."
- "Gracias a usted, patrón-kun."
Luego, condujo al Huevecillo de regreso con el demonio radio, a quien miró fulminantemente. Billy planeó en picada, aterrizando justo enfrente de Alastor, quien detuvo su paso. Miró con repugnancia su apariencia desaliñada. Ropa mal puesta, despeinado, su rostro repleto de manchas negras y su cuello decorado con mordidas.
- "¿Qué? ¿Tengo algo en la jeta?" Billy se frotó la mejilla.
- "Nada, solo... que mal día para tener ojos. ¿Necesita algo, nobleza?" disuadió Alastor, apartando la mirada.
- "Conmigo no te vas a hacer el pendejo. Hace rato te atrapé hablando churretines sobre mi respetable persona y mi negrita con Zestial." expuso Billy fúrico, empujando a Alastor. "Ah, y de los otros dos randoms, supongo."
- "Sí, podría decirse que así fue..." Alastor no trató de ocultar la verdad. Se inclinó ligeramente para hacer contacto visual con el príncipe. "Solo digo que me extraña que alguien de su talla se... rebaje al nivel de esa escoria."
Billy ni se molestó en corresponder tales ofensas. ¿Para que gastar energía valiosa con un pecador altivo?
- "Tienes razón, ¿sabes? No es como si mi hermana se haya rebajado al nivel de un soberano desaparecido por años, con obvias intenciones ocultas, solo por lástima." rebatió Billy, sacándose la cera de su oreja.
- "... Y dígame, ¿hay algo que pretenda hacer al respecto?"
Billy sacudió la cabeza con una sonrisa falsa y traqueó la cabeza, un aura demoníaca rodeando su ser. Tal vez... solo gastar un poquito de energía no vendría mal.
- "¿Si eres consciente de que la única razón por la que no estás enterrado seis metros bajo tierra ahora mismo... es porque solo alguien tan ingenua como mi hermana no te ve como un peón reemplazable?" interrogó Billy, presionando su índice contra su pecho.
Alastor mostró los dientes y levantó ambas cejas, retrocediendo un solo paso. Él sabía perfectamente que trabajar para la princesa Mornigstar le daba cierto nivel de protección. Al menos con su hermano mayor.
- "Uno juega con la mano que le da la vida y me tocó una muy buena. Usted no es ni el primero ni el último en intentar rompérmela." caviló Alastor, no dejándose intimidar. "Pero tranquilo, no hay rencor. Yo soy de esas personas que... gustan de dar la otra mejilla."
- "¿Qué de-... de qué pija estás hablando?" preguntó Billy, jadeando de la risa. ¿Un asesino serial, caníbal gustando de dar la otra mejilla? Que buen chiste.
- "Pienso velar por su integridad, señor, eso es todo. Y le recomiendo que tome precaución. La gente con la que usted se está metiendo no le conviene." aseguró Alastor, insistiendo en que solo quería aconsejarlo a bien.
- "¿Y tu que eres, un santo patrono? ¿Ahora vas a fingir que te preocupas por lo que hago con mi puta y suculenta vida? Alucín, ni que fueras mi viejo." rechazó Billy el intento de manipulación de Alastor.
- "Hmmm... dime con quien andas y te diré quien eres." dio para pensar Alastor, siguiendo su camino y dándole vueltas a su bastón.
- "Okei, papá." gruñó Billy entre dientes. "¡Y una cosa más! ¡La radio es un puto medio muerto! ¡El estéreo le gana!"
Alastor tosió con molestia, siguiéndolo con la mirada mientras salía volando. Eso si que había dolido. Un rato después, al entrar en el hotel, el príncipe contempló como el grupo se veía más unido que nunca, riendo mientras compartían los mejores momentos de su experiencia en una batalla campal. Todos empezaban a llevarse mejor con Pentius y el propio Husk estaba disfrutando con ellos.
- "¡Holis, Billy! Tu, emm... wao, mejor ni pregunto." recibió Charlie, sacándose un poco de onda al ver el estado en el que se encontraba en términos de apariencia.
- "Se nota que les fue mejor de lo que anticipé. Yo esperaba ver un montón de fiambres flácidos regados en la alfombra." notó Billy mientras se limpiaba el rostro con un trapo, atestiguando los resultados de la dinámica de Vaggie.
- "Saqué a tus mocosos de su zona de confort. ¿Sirvo o no sirvo para inspirar a las personas?" chacoteó Vaggie jovialmente.
- "Jejeje, claro que si. Estrellita para ti, Virginia." halagó Billy, haciendo una estrella de fuego en el aire.
Seguidamente pasaron Alastor y los Huevecillos, para la sorpresa de Vaggie.
- "Alastor. Veo que no pudiste deshacerte de esos huevos." señaló Vaggie, más satisfecha de lo que quisiera admitir.
- "Descubrí que... estos monstruitos pueden resultar ser bastante útiles." reveló Alastor insidiosamente.
- "No miente el orejón. Sirven para más que solo un buen desayuno. Podría ocupar a uno como pisapapeles." confirmó Billy, posicionando a uno de los minions encima de unos documentos como prueba.
- "No va a pasar. Devuélvanlos con Pentius." pidió Vaggie, no apagando su sonrisa.
- "¿¡De verdad!?" lloriqueó Pentius de la alegría.
- "Sí. Después de hoy puedo confiar en ustedes. Pero en serio. No. Más. Armas." impuso Vaggie impávida.
- "¡AWWWW! ¡MIS HUEVONCITOS! ¡SIIIIIII! ¡Ay, es tan hermoso tenerlos de vuelta!" Pentius se lanzó hacia ellos para darles un fuerte abrazo. "¡Ahora vayan a limpiar mis aposentos! ¡De inmediato!"
Los Huevecillos siguieron su orden en menos de lo que canta un gallo.
- "Que bonito es el amor padre-hijos. Ojalá tenerlo." se sintió Billy, una lagrimita escapando de su ojo.
- "Ya tranquilo, damnificado, volvamos a casa." confortó Sodom, empujando a su lloroso padre.
- "Y te urge un baño. Apestas a perfume de prostituta y... ¿sangre? ¿Pues qué tanto estabas haciendo? Por favor dime que no desarrollaste un fetiche de vampiro." los siguió Amora asqueada.
Los tres salieron del hotel y entraron a la limosina de su padre. Conduciendo serenamente y sin prisas, Billy fue preguntando a sus hijos como había sido su día. Para alguien como él, no era complicado entablar conversación con 'la juventud'. Que ellos quisieran seguirle el juego, si era tirar una moneda al aire.
- "¿En serio divirtieron con mis paisanos? No me tomen el pelo."
- "¡Qué si! ¡Reventarle los sesos a la gente sin motivo junto con ellos fue la onda!" alegó Sodom, haciendo mímicas de combate.
- "Sentí una emoción nueva, pa. Adrenalina pura." declaró Amora, a consciencia de que era algo poco común para ella.
- "Que alguien me despierte de este sueño." se asombró Billy. "Yyyyy... ¿cuántas almas se llevaron hoy?"
- "Diez. Pudieron ser más." lamentó Sodom algo avergonzado.
- "No se entristezcan. Algún día superarán el récord de su viejo hombre cuando tenía su edad." los motivó Billy a su manera.
Ambos hermanos rodaron los ojos por este gesto y todos se callaron por unos segundos. Sodom sacudió a su hermana delicadamente, indicándole que era hora de decirle algo.
- "Ya en serio, queríamos decirte que... aunque la idea de la tía Char es bastante... ambiciosa, creemos que podría funcionar." comentó Amora tímidamente.
- "Estoy de acuerdo. No sé si sirva de mucho, pero voy a tratar de hacerle publicidad a su hotelcito. Me importa un pito si me juzgan, yo soy equipo Hazbin." añadió Sodom, recostándose en el asiento y visitando sus redes sociales.
- "¡Jajaja! Esos son mis niños." suspiró Billy, mirándolos con mucha afección, sus labios temblando momentáneamente. "¿Sabían? Sé que como padre debo ser un dolor de huevos, pero... sin importar lo que pase, siempre voy a quererlos y protegerlos. So-solo quería que lo supieran."
Billy agachó la cabeza y puso un poco de música, temiendo haber sonado demasiado cursi. No importaba. Este simple comentario fue lo suficiente para calidecer los corazones de Sodom y Amora. El camino a casa fue silencioso, pero muy agradable a partir de ese momento. Inoportunamente, esta pequeña familia estaba siendo sigilosamente vigilada por un dron angelical.
- "¡PUAJAJAJAJA! ¡Esta será la puta broma pesada del siglo!" se partió Adán, pataleando de la efervescencia. "Disfruten este tiempo de calidad, mamones, porque pronto se les va a terminar. Verán lo que se siente cuando destruyen a tu familia. Ojo por ojo."
- "¿Necesita que los mate, señor?" se apuntó Lute.
- "Na, eso sería muy aburrido. Hay que hacer a ese cabrón traga mierda sufrir." rehusó Adán. "Tengo un plan muchísimo mejor..."
Lute instintivamente alejó el proyector para que no se repitiera lo de la vez anterior. Adán clavó sus garras en la mesa mientras reía psicóticamente, vigor fluyendo por sus venas debido al increíble plan que se le acababa de ocurrir.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
El autor listo para hacer un intento de drama e igual meter chistes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top