° -Mi amigo, el nervios por hora.- °

Las horas pasaron rápidas para algunos, lentas para otros. (T/n) tras ponerse al día con sus camaradas en las patrullas por el territorio que ha dominado, llegan las primeras horas de la "noche" en aquel lugar llamado Génesis. La mayoría de los Mobianos que habitan aquí están descansando en sus hogares y las luces temporizadas estratégicamente puestas en el techo del recinto Sub-terraneo, permiten que la gente se acostumbre a los cambios y reajuste los horarios con los relojes disponibles.

Su figura tan distinta a la de la Raza originaria, la distingue entre las sombras de la noche, sus pasos pesados la llevan hacia la casa ahora ocupada por los nuevos residentes Hedgehog. Ampliando su rango de alcance tras unas cuantas respiraciones profundas, pudo detectar que todos los integrantes dormían plácidamente.

— Se ven bastante desnutridos, pero los niños ya se ven mucho mejor... Son verdaderos guerreros —Emprende nuevamente camino en la dirección contraria.— . Voy a hablar con él, espero que esté despierto... Me encantaría asustarlo y ver como se le esponja la cara. —Ríe maliciosa.

Acelera el paso lo suficiente para poder empezar a saltar por los tejados de las casas y correr rápidamente por las calles empedradas y los pasajes de pasto suave a sus pies. Después de pasar por unos callejones, se detiene bruscamente ante una casa de madera con una singular puerta amarilla, estabiliza su cuerpo con tranquilidad para tocar la puerta con algo de fuerza.

Se escuchan algunos trastes caer al suelo, causando el alboroto de maldiciones enredadas. (T/n) bufa con cansancio, recargándose en el umbral bajo la luz de un bonito farol a fuego natural.

— ¡Y-ya voy!, ¿Diantres, donde está mi camisa?

La voz ahogada desde el otro lado de la puerta se apresura, derribando aún más trastes. "¿Así que le gusta trabajar sin camisa?", Pensó ella con sorpresa. "Eso es un poco anticlimático, con todas las cosas peligrosas a su alrededor, pero bueno. Cada uno sabe lo que le conviene."

Finalmente la puerta es abierta. Miles Tails Prower sale de esta, con una tableta en una mano y en la otra, un trapo con el que se quita la suciedad del rostro. Para ser tan inteligente, desgraciadamente es algo despistado.

— Disculpa la tardanza, ¿En qué puedo-... —Levanta la vista, haciendo contacto visual.— ¡(T/N)!, ¡¿Q-Qué haces aquí?!

— No grites Prower, vine a visitarte. ¿No puedo?

— ¡No! E-es decir, ¡S-sí! Agh... No es eso. Claro que puedes, todo lo que quieras. E-es que... chispas, no quería que me vieras de esta forma.

— Tranquilízate Miles, está bien. No me molesta un poco de desorden, además, no era tu intención botar tantos trastes, ¿Cierto?

— Je, je, je, je. No, no lo era —Sonríe rendido.— . Pasa por favor, ¿Quieres un té?

— Emm... No, gracias. La verdad, no me quedaré mucho tiempo.

La humana se adentra en la casa del zorro, liberando la pesada capa, dejando al descubierto su cuerpo totalmente cubierto por ropa especial, una armadura tecnológica amoldada al cuerpo, reforzado con un corsé de resistente apariencia, botas y guantes oscuros, un pantalón algo holgado con un cinturón de precisión. En aquel cinturón hay compartimientos pequeños acoplados a este.

Solo la parte de la cabeza no está afectada por la protección del traje. De donde nacía una abundante cabellera.

El zorro ensimismado, cierra lentamente la puerta suavemente, acercándose a ella para que tomen asiento junto en un humilde sofá parchado.

— ¿Entonces...?

— Hoy encontré a un par de amigos tuyos.

— ¿De verdad?, ¿Quiénes?, ¿Sonic?, ¿Knuckles?, ¿Alguna de las chicas?

— Es sorpresa, así que quería discutir contigo acerca de nuestras pociones, ¿Crees que podríamos mezclar una infusión de Hediondilla*, sirve para tratamientos musculares y estomacales. Últimamente nuestras pócimas son dolorosas para la gente que se trata.

— E-em bueno eso es totalmente dependiente de la condición actual del sujeto experimental, pero debo decir que no puedo aceptar tu proposición. ¿Qué pasa si reacciona mal y tenemos problemas mayores? Se necesita de tiempo que no disponemos.

— Lo sé, Miles, pero ellos no están en condiciones de sufrir dolores extremos. Recién experimentaron la pérdida falsa de sus hijos y ese trauma no se les va a quitar fácilmente.

— Espera, ¿Dijiste "Perdida falsa"?, ¡¿(T/n), qué rayos hiciste?!

— Hey, no fue mi culpa. Esos malditos aparecieron y prendieron fuego a la casa, tuve que llevarme a los niños. Pensaron lo peor. Manejo las plantas, no las mentes. No es necesario que me trates como una loca Psicópata.

— N-No (T/n), no quise decir eso. D-debí escuchar toda la historia primero...

— ...

— ...

Mientras ellos se hayan en un silencio mutuo, la humana utiliza ese tiempo para respirar un poco y pensar sus siguientes frases para el zorro. Miles solo observa sus zapatos, apenado por no poder continuar su conversación adecuadamente. Los minutos pasaron, y el silencio se tornó algo incómodo. El Zorro de dos colas agarra valor para poder insistirle a su acompañante por un refrigerio pero este se encuentra con el semblante tranquilo de la mujer, respirando lento.

"¿Se habrá dormido?, La misión debió ser demasiado para ella... ". Pensó, al tiempo que le acomodaba gentilmente un cojín en su espalda. "C-cielos... Que mal que no tengo alguna cama disponible más que..." Enrojece por completo. "¡¿En qué estás pensando Miles Prower?! e-es ella... Ella no es digna de una cama tan pocha como la tuya."

— ¿Miles?

— ¿S... Si? —Contesta a duras penas.

— ¿Cómo van tus últimos experimentos?, ¿Ya tienes terminados mis encargos?

— No todavía, tengo muchos pedidos y...

— Son necesarios para las misiones. Si tienes tanto contratiempo, podría ayudarte con ello.

— Y-yo... este... C-claro, em... Sígueme, es por aquí.

— Haré lo que pueda... realmente no me acostumbro a tu tecnología.

— No importa, la ayuda siempre es bienvenida.

— Y sobre lo de la Hediondilla*-

— No.

— Mmm... —Le sigue.

(. . .)

El tener que levantarse temprano después de una jornada tan agitada, se ve reflejado en el odio matutino al chirrido agobiante del despertador programado para las 08:15 A.m. Algo no tan jodido, si no regresas a las 6 de la madrugada por ayudar a un amigo.

(T/n) se levanta a duras penas para lavarse el rostro con agua helada, y arreglarse para buscar a los Hedgehog. Quienes la siguen con algo de recelo, al tener que dejar a sus hijos nuevamente solos.

— Pensé que vendrías cerca de las doce, pero no a las 08: 30 de la mañana —Bosteza suavemente el Erizo Sonic.— . ¿No podías demorarte un poco más de tiempo? Aún no hemos desayunado.

La mirada cansada y de pocos amigos que lleva la humana, se vuelve más notoria y suspira, algo sonora, por los dientes.

— Tengo entendido que Eggman utilizó su máquina para arrancar de manera permanente sus habilidades natas sin tener forma de recuperar las. —El comentario saca de calzo a los Mobianos por completo.— El una fortuna que los niños nacieran con los genes inalterados, Por lo que la integración a nuestra escuela no será tan agobiante.

— ¿Cómo sabes lo de nuestra genética? —Acusa Amy con sospecha.

— Tenía que asegurarme de que los niños no pasaran por esa horrible experiencia, Usé la sangre los chips inactivos para realizar las pruebas necesarias en sus ADN. Este problema ya les ha pasado a otros jóvenes. Quedaron con algunas secuelas psicológicas y, gracias al cielo, se están recuperando —Soba sus sienes, tratando de que su mal humor no saliera más a flote.— . Mantener a la gente estable es una tarea complicada.

— Mis hijos NO están desequilibrados, les enseñamos bien. —(T/n) menea la cabeza negativamente con cansancio y enfrenta a Amelia con calma contenida.

— No me mal interpreten. Ustedes les enseñaron a SOBREVIVIR pero no a VIVIR, sé que no soy quien para meterme en crianza ajena, pero estos niños necesitan una infancia relativamente estable que es vital para su desarrollo en un futuro. Pero nacieron en un apocalipsis, ¿Qué quieren que haga?, ¿Quedarme cruzada de brazos ante los visibles traumas se pequeñas criaturas que sufren por causa de ya saben quién?

— Al grano.

— Seño-

— Rose. Amelia Rose.

— ... — Inspira.— Esos niños aún no pueden verme sin espantarse. Gritaban de miedo, porque creían yo era Eggman y que les cortaría la cabeza. Tuve que hacer que el antiguo profesor Acalius se encargara de ellos y les diera algo de terapia para acostumbrarse al nuevo ambiente en estas pocas horas. No me sorprende que los traumas de los padres sean inculcados en los hijos —Al responder con un dejo de ironía, ambos Erizos, en especial Amelia, bajan la mirada.— Discúlpeme, Rose. Suelo ser muy dura cuando de corrección se trata, estoy trabajando en eso.

La humana suaviza el tono, mirándolos por el rabillo del ojo.

— Más deben entender, que los padres pueden advertir basados en sus experiencias. Pero sus hijos no son ustedes. Los niños no son tontos. Se dan cuenta de lo que pasa frente a ellos y actúan en consecuencia. Lo que tenga preparado la vida para ellos, pasará. Pero con una guía adecuada, podrán afrontarlo de la manera que ellos crean más adecuada.

— ¿Cuál era tu nombre?

— (T/n).

— ¿Has tenido hijos, (T/n)?

— ... No.

— Entonces, ¿Cómo pretendes que sigamos tu concejo si no sabes lo que realmente es, que alguien a quien amas dependa de ti?

En ese mismo momento, la Eriza pega un respingo hacia atrás al tener el rostro encapuchado de la humana casi encima del suyo.

— Tengo ojos, oídos y un cerebro. Que no tenga hijos, no significa que no haya visto lo suficiente para formarme mi propia opinión al respecto —La pareja observa la diferencia de altura, al (T/n) erguirse nuevamente y darles la espalda.— . Nos estamos retrasando. Vámonos ya.

El resto de la caminata fue silenciosa, no porque no tuvieran un tema para hablar, más bien, por el escalofrío que recorrió sus cuerpos sin ninguna razón aparente, un escalofrío que conocían bien, al estar frente a un peligro mayor. Sonic lo asoció al mal carácter de la mujer, pero Amy sospechaba fuertemente, que ese aviso de su intuición no era por el simple susto.

(. . .)

En una zona apartada del pueblo, yace un taller con una carpa de amarillento color a su lado, en el cual pulula un Zorro que bien conocemos. Este se encuentra preparando las últimas cosas para recibir lo más aceptable posible a los amigos que con ansias espera. Si es que se sienten relativamente cómodos entre máquinas, herramientas desperdigadas, suciedad y artefactos de suma cautela química.

Según la información que logró sacarle a la fuerza a su amiga, antes de que se fuera de su casa, sus amigos se encontraban en un estado delicado de salud y ella vendría con ellos temprano por la mañana. Más como ella no se presentó a la hora acordada, decidió aprovechar su tiempo, teniendo listas las infusiones de Hediondilla* en sus correspondientes probetas de prueba, a punto de mezclar una de las pócimas que (T/n) preparó con la probeta; para comenzar con el sujeto de prueba voluntario. En este caso. Una rana enferma.

— Tranquila pequeñita, no durará mucho. Lo prometo.

— Croaaack... —Responde lastimera.

— Perdóname. Después de esto, te juro que no tendrás que verme la cara nunca más.

— Croaaaaack...

La rana, inmovilizada por completo, se rinde ante el gotero lleno del líquido experimental que se introducía a su boca. Sin embargo, el frenético golpeteo de la puerta de entrada al taller asusta al Zorro, haciendo que la pócima mesclada se resbalara de sus dedos. Como pudo la hace revotar en el aire y por los pelos, atraparla correctamente.

Los ojos de la rana se iluminaron, llorosos de felicidad. El gigante de piel blanca y ojos de Googles, no había logrado su cometido.

Miles al ver esto, expresa con una mueca.

— Iré a ver quién está en la puerta, no creas que no he terminado contigo.

Se quita los Googles y los guantes de protección, para; con paso decidido, abrir la puerta. Evidenciando su no tan errada hipótesis, sobre quien estaría en la puerta.

— Llegas tarde —Revisa el reloj de la pared.— . Cuarenta minutos tarde.

— ¿Esta listo mi pedido, Doctor Prower? — La humana se agacha a su altura, abrazando le brevemente por el hombro, él corresponde como puede.

Ella sabe, que a él no le gusta ese apodo. Pero él, ya tenía preparado su contraataque.

— Era demasiado simple para mi gusto Ginko Biloba*; Es eficiente pero algo insultante para un genio. Así que tuve que añadirle un par de cosas —Se guarda el paño.— . Hablando de listo, ¿Dónde est-...

— ¿Tails...? Eres... ¿E-Eres tú de verdad?

— Sonic... Amy...

— ¡TAILS!/ ¡BRO!

Los amigos, una vez más reunidos, se funden en un abrazo apretado y lleno de emociones encontradas. Alegría pura, alegría que; contagiosa, fue a parar con la refunfuñona humana. Sacándole un peso de encima y las malas ganas de hace unos pocos minutos. Permitiendo que se expresaran libremente.

Una punzada de dolor se instala en nuestra protagonista, pero su rostro no muestra cambio alguno, más que tranquilidad seria. Ese sentimiento lo conocía bien, un sentimiento que en un tiempo lejano, se la proporcionaba alguien más.

Suspirando por lo que va a hacer, carraspea hacia el sentimental grupo, sacándolos de su burbuja de felicidad.

— Perdonen la interrupción. Soy una fiel partidaria de los reencuentros, pero en este preciso momento tenemos un asunto importante entre manos. Miles, sécate esos mocos y a trabajar.

— Pasen por favor —Abre la puerta.— , les explicaremos de que va esto.

En el interior del Taller, lo primero con lo que la pareja de Erizos se encuentra, es con una plancha de acero reclinable con un acolchado de color rojo, en donde el sujeto a someter debe sentarse. Parece incómodo... —Piensa Sonic. — Realmente no pensé que volvería a ser rata de laboratorio.

Acompañando a la mencionada, unas gruesas correas yacen sueltas sobre esta. Detrás, Hay una cantidad de máquinas que marean la vista. Máquinas que controlan el ritmo cardiaco, niveles de conexión de la interfaz neuronal, presión sanguínea, escáner de avanzada tecnología; una cámara con regulador de temperatura, en la cual, yacen 4 frascos de sospechosa procedencia, cuidadosamente colocados y controlados. Y para finalizar, tablas de comparación con resultados de distintos tipos e hipótesis. Post-Stiks con anotaciones y el perfil biológico actual de la pareja Mobiana.

Los Erizos perturbados ante lo que se les venía encima, se arrimaron lo más posible a su peludo amigo de dos colas. Mientras este trataba de explicar sus atropelladas preguntas, cayendo en nerviosismo.

(T/n), por otra parte, se había desplazado por todos los lugares en donde el Zorro no tenía los ojos puestos. Llegando así a la cámara de las pócimas.

— Estos instrumentos no les harán daño alguno, ténganlo por hecho —Hablo con solemnidad hacia el trío. — . Son necesarias para el correcto funcionamiento del tratamiento.

— Todos los Mobianos en Génesis o la gran mayoría de ellos, han pasado por este Taller y con excelentes resultados.

— Algunos mejores que otros.

— ¡(T/N)!, ¡No ayudas!

— Soy sincera. No es que todos en este mundo hayan nacido con habilidades especiales —Menea los frascos.— . Pero les ha ayudado considerablemente a sobrellevar la situación actual, más Psicológicamente, por así decirlo. Y si ya terminamos de hablar... —Se vuelve hacia los Mobianos.— ¿Quién va primero?

"Solo le falta reírse como poseída, y yo salgo aquí antes de que bloquen la puerta con magia negra" —Piensa el Erizo, mientras tiembla en su lugar. Pero la cobardía le dura poco al ver que, algo temerosa, Amelia da un paso al frente.

— ¡Alto!.. Ammes tiene problemas con su corazón, no puede sufrir alteraciones bruscas. Que sea yo en su lugar.

"Los datos no mentían cuando decían que tenía un sentido del Heroísmo muy arraigado, incluso en su estado vulnerable y con el miedo entre las piernas, aún sigue protegiendo a quienes le importan..." —Medita la humana para sí misma, al ver como Miles, acomoda a su amigo en la plancha. Atándolo con las correas para que sus extremidades no se escapen.— ". Admirable sin duda, tanto como que haya trastocado su personalidad y haya salido un hogareño amo de casa..."

Teniendo la primera Formula en sus manos, (T/n) se acerca a su nuevo paciente con una bombilla/Pajita en sus manos.

— Lo único que debes hacer es beber de forma lenta. El sabor es muy amargo, así que te recomiendo que posiciones la Bombilla/Pajita, lo más atrás que puedas de tu paladar.

— Mhm... —Este obedece mientras la Humana sostiene la botellita, al tiempo que coloca los últimos implementos y los chupones para medir las reacciones de su cuerpo y cerebro. — ¿Saben algo?, je je... M-me estoy poniendo algo nervioso.

— Tranquilo Sonic, estas en buenas manos. Toma toda la formula, por favor —Las manos de la Eriza se acercan a la plancha.— . Te voy a pedir que esperes afuera.

— No quiero.

— No es recomendable que otra persona salvo nosotros y el paciente estemos presentes. Espere afuera, que pronto será su turno.

Por suerte eso fue suficiente para que ella saliera de la sala. Para la mala suerte para el Mecánico, ella ya estaba cernida sobre su mejor amigo atándole una mordaza a la boca.

— Es para que no te muerdas la lengua, créeme. Lo agradecerás después.

Unas gotas de sudor caen por la frente del Zorro. "¿Para qué la mordaza?" —Se pregunta el Mobiano Amarillo.— "El tratamiento es doloroso, pero nunca hemos requerido de una mordaza."

El Zorro, enciende las máquinas, checando rápidamente los programas determinados mientras (T/n) termina por ponerse a un lado de Sonic.

— Intenta relajarte Sonic... —Le sonríe suavemente.— Para cuando esto termine, serás un ser completamente nuevo.

— Mffmn-m Amfmn...

— No hablo idioma "Amordazado", lo siento.

El macho se reacomoda en la plancha, esperando pacientemente. Hasta que comienza el espectáculo. La humana, ya acostumbrada a este tipo de situación, controla la gran mayoría del proceso. Miles aún le cuesta hacer todo esto, sin sentirse del todo culpable. Aunque él sea el que le explique a los pacientes lo que ocurrirá en el tratamiento.

Y es por eso que el Taller se encuentra lo más alejado posible de su ciudad.

Él Erizo se retuerce en la plancha, siendo sus gemidos y gritos ahogados por la mordaza. (T/n), a pesar de lo anterior dicho. Siente profunda compasión por cada una de las almas que llegan al tratamiento. Ya que la trasformación y los efectos son muy dolorosos. Más si proviene de tus mismas entrañas.

Por fortuna para él, su cuerpo está reaccionando con normalidad a los síntomas, rápidamente los primeros cambios físicos aparecen. El color azul grisáceo de su pelaje, se torna poco a poco en un Azul lleno de vigor. Los músculos, los sentidos, todo se ve afectado. He incluso está tomando las características de un adulto sano, creciendo un poco más en estatura. Por lo que ya deberás imaginar que el dolor de huesos que ahora tiene, es lo equivalente a romper y volver a armar, en fracción de segundos. Sacando gruesos trazos de lágrimas al Ex-Héroe de Mobius.

Los compañeros, dedican palabras de aliento al agotado Mobiano; indican ejercicios de respiración profunda, logrando que sus pulsaciones se normalizaran entre calambres bañados de sudor frío. En el momento en el que los espasmos cesan, Sonic se desploma por completo. Desmayándose sin rastros de dolor. La Hediondilla*, tuvo el efecto deseado.

Miles lo desata con prisa, sumido en el pánico de lo que acaba de ver, eso definitivamente NO era normal. Y la Mujer lo carga delicadamente en sus brazos. Dejándolo reposar en una habitación con camas preparadas con sus respectivos seguidores de pulsos cardiacos, conectado uno a su mano.

— ¡¿Qué fue eso?! —Cuestionó al aire.— Se aceleró el proceso pero todo se ve bien... ¡¿Cómo pasó esto?!

— Por suerte no se le ocurrió desplomarse cuando la esposa entrase —Cubre con una manta gruesa, el cuerpo del Azul.— , ¿Puedo usar la misma plancha para Rose?

El Zorro, nervioso y despistado, se demora unos segundos en responder.

— No, quedó toda pegote con el sudor —Miles suspira, tan cansado como pálido.

— Descansa un poco. Primero debo ver qué pasa con su corazón, te llamaré cuando esté lista — El inventor, asiente levemente.— . Iré por Rose. Usaré la antigua plancha de atrás.

(. . .)

— Muy bien Señora Rose, ¿Alguna vez le han hecho una Limpieza Áurica?

— Quiero ver a mi esposo, exijo que me dejes verlo.

— Por sexta vez, Rose. Está reposando, me pidió que te tratáramos en tu condición, y dormido, no te va a contestar. Ahora, coopere.

La humana la obliga, nuevamente, a que la Eriza se recueste en aquella, no tan moderna, plancha de repuesto.

— Utilizaré una técnica especial para poder enfocar y modificar los problemas que se encuentren en sus Cuerpos Etéricos. Si son causados por implantes, los eliminaré con gusto.

— Espera, espera. ¿"Cuerpo Etérico"?, ¿"Implantes"?, ¿Crees en lo sobrenatural también?

La humana se queda unos momentos reflexionando, buscando las palabras adecuadas.

— Los incultos lo llaman fantasía, muchos entendientes le llaman parte de lo Sobrenatural. Pero, debes saber que toda creación, ya sea, ser pensante animado o inanimado. Es parte del mundo de las densidades o Dimensiones que coexisten entre unas y otras. Todo somos parte de un todo colectivo —Comienza a buscar, sin tocar el cuerpo de la Eriza.— . Los seres pensantes que poseen espíritu, cuerpo, alma y chispa de ser; tienen la capacidad de ser Multidimensionales. Es decir, que pueden estar presentes, al mismo tiempo, en otras dimensiones.

— ...

— A los Cuerpos Etéricos, también se les conoce como Cuerpos Sutiles. Tienen mucho que ver con las dimensiones que nosotros, no podemos ver. Algunos seres vivos, tienen la capacidad de ver cosas más allá de la visión normal. El don puede ser heredado o Abierta, despertado. Como quieras llamarle. Mas muchos lo ven como poderes de brujería o que solo están chalados de la mente por "ver cosas que no son".

— No creí que supieras tanto... Yo sé de lo que me estás hablando —La humana la mira, con un poco más de interés.— . Yo... Tengo esta clase de Dones... ¿Sabes?, Puedo leer las cartas, predecir el futuro... o... Aveces hablar con los de más allá... Aún que no me gusta hablar de eso con nadie.

— ¿Eres Tarotista?

— Emm... Algo así. No me dedico a ello, es... algo más como un Hobby.

— Mhmmm... —La mujer, pasa sus manos por su cabeza y luego se aleja de ella.— Eso explicaría por qué tienes tantos implantes metidos en el cuerpo.

— ¡¿QUÉ?!

— Te lo estaba explicando. Manipular o hacer uso de las energías que tengan que ver con las Dimensiones más sutiles a esta, nuestra dimensión. Afecta directamente a nuestros Cuerpos Etéricos, ya que, los expones a un gran peligro sin estar consciente.

— ¿Peligros?, ¿Cuáles peligros? Ya te dije que lo mío es solo un Hobby.

— Hobby o no. Abres la oportunidad para que las entidades no amistosas, intervengan tus cuerpos y te hagan sufrir de calamidades ratificadas en la dimensión más densa. O sea, tu cuerpo principal, en esta realidad del 3D. Estas entidades, pueden ser tan dañinas, que pueden hundirte hasta lo más bajo y terminar con tu vida en el proceso.

Al escuchar eso, ella guarda silencio para centrarse en sus propios pensamientos llenos de angustia. (T/n), trae una silla y se sienta a su lado.

— No temas. El miedo es uno de las grandes herramientas de CONTROL, que les hacen su tarea más sencilla. No eras plenamente consciente de lo que hacías. No tienes la culpa de nada.

— Tú... ¿Tú puedes ayudarme?

— Sí. Pero por ahora, no más charla.

Indicando a la Eriza los mismos ejercicios de respiración, (T/n) canaliza su energía a través de sus enguantadas manos, hacia el pecho de la Mobiana. Recibiendo imágenes mentales del estado actual del músculo cardiaco. "Está muy dañado... Tiene una abertura en la cavidad derecha de la válvula inferior, la sangre se filtra por ahí. El implante metálico y los cables, le están drenando la energía vital... El corazón esta con cicatrices... Paros cardíacos, estoy casi segura de eso." Sigue con la búsqueda, "En la cabeza veo el Tercer Ojo intervenido, Las glándulas Pineal y pituitaria están intervenidas con tornillos, conectados a las cienes, provocan Jaqueca sebera." "El cerebelo y el cerebro tienen Una maya de energía densa codificada... Puede ser la razón del porqué es tan paranoica con todo lo que la rodea... Hay más cables alimentándose del Implante en zona cardiaca."

Concentrando una gran cantidad de energía, la humana conecta con el aura de Amelia. Renovando el tejido, expulsando y eliminando los susodichos implantes; cerrando las aberturas internas y los huecos que quedan. Causando un gran alivio en la Rosada grisácea, un alivio que ningún medicamento en su vida le habría podido dar.

Para cuando la encapuchada termina su trabajo, se sienta en la silla. Haciendo levantar a Amelia.

— Necesitas recuperarte bien de esto, evita las situaciones estresantes y no pienses negativamente. Come frutas, verduras y pasas, te ayudarán con el proceso. Cuando te sientas lista, Solicita el tratamiento con Miles. ¿Estás de acuerdo? — Suspira cansada.

— Em... S-si... Gracias (T/n)... — Antes de que ella pudiera responder, sus manos aprietan sus muslos, tensando su cuerpo.— ¿O-Ocurre algo?

— Espere un minuto antes de levantarse.

Ella se apresura a correr hacia el Inventor, que estaba agarrándose de los pelos en ese instante.

— ¡Miles!, ¿No ha recibido ningún mensaje del Médico?

— N-no lo sé, estaba en otro asunto aho-

— Cuida de tus amigos, tengo que irme.

— ¡E-espera!, ¿Qué pasará con Amy?

Muy tarde, sus ojos llenos de confusión, observan como su querida amiga corre velozmente hacia un punto donde no alcanza la vista. Y vuelve nuevamente preocupado a sus asuntos, no encontraba las probetas de infusión de Hediondilla* por ninguna parte. Pasado unos minutos, se rinde en la búsqueda y pasa nuevamente la carpa en donde había dejado a su colega en espera.

— Perdón por la tardanza, vinieron mis amigos y mi amiga se fue de improviso. Pero bueno, ¿En qué nos queda- ¡¿EN DÓNDE ESTÁ?!

Las amarras vacías y las gotas del olor inconfundible a la planta con la que trabaja, le saludan y le informan que su amiguita la rana, ya no está disponible.

— ¡¿Pero cómo?!, Si yo... ¡¿Cuándo?!

Al repasar rápidamente los hechos en su aturdida cabeza, se da cuenta de un importante detalle.

A (T/n) no le preocupó en absoluto el cambio anormal de sus Pócimas.

— Hija de...

No muy lejos de aquella carpa, una rana se encontraba más feliz y agradecida con la vida, por darle una segunda oportunidad de saltar en sus dos ancas. Más el grito repentino de alguien pronunciando un nombre a todo pulmón, termina por ahuyentarla. Saltando rápidamente hacia la seguridad de los arbustos.

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Ginko biloba: Un árbol indestructible capaz de sobrevivir a pestes, sequías y todo tipo de calamidades, una característica admirable, pero el Ginko biloba emite un olor similar al vómito, así que si te encuentras con uno, ni se le ocurra acercarse le.

Hediondilla: Nombre científico, Zaluzania triloba (Ortega), de tipo (Familia) Asteraceae. Las partes que se usan de la planta son las ramas (Sin hojas, sin flor), la forma de preparación es a través de infusión. Sirve para calmar dolores estomacales y fuertes dolores musculares.

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