Ú N I C O.

Para él, era más que claro que estaba muerto. Su hora le había llegado, a la vez que, no pudo derrotar a Kibutsuji Muzan y vengar a su esposa e hijo, sin contar que, no pudo derrotar a su hermano.

Sin embargo, él estaba ahí, calmo, mirando a sus alrededores, preguntándose dónde se encontraba. Más aún, ¿Él podía ir al cielo? ¿Él podía descansar?

Salió de sus interrogantes al sentir un pequeño tirón en su hakama, haciendo que voltease a ver de qué se trataba. Y al hacerlo, sus orbes cafés se abrieron a más no poder, sintiendo cómo sus ojos le picaban.

El pequeño de cabellos y orbes obsidiana le sonrió, al mismo tiempo que pedía con sus bracitos que lo cargase. Yoriichi accedió a su pedido, cargándolo, sintiéndolo tan familiar; porque era su primogénito, aquel hijo que no se le permitió ni dio la oportunidad de nacer.

Aquel, que le fue arrebatado junto a Uta, su esposa.

Lo abrazó, estrechándolo con amor y felicidad entre sus brazos, escuchando las risas de su amado hijo.

Sintió entonces cómo lo abrazaron por detrás, haciendo que sus latidos se aceleraran y las lágrimas finalmente corriesen libres por sus orbes cafés. Se dio la vuelta, con su hijo en brazos y nuevamente la vio.

Esas hermosas orbes obsidiana, como en antaño.

- Bienvenido, Yoriichi. – le sonrió Uta, con amor y cariño.

Calidez.

Y la abrazó junto a su hijo, llorando ambos por el reencuentro. Por lo que significó el dolor de la pérdida y separación.

Y es que... Yoriichi tuvo finalmente su encuentro más deseado.

- He vuelto, Uta.

Finalmente, Yoriichi estaba con su familia, estaba en paz.

Era feliz.

-Traumada Taisho

Sí me dolió lo que pasó Yoriichi, pero, no lloré y me sentí súper insensible. Pero quiero decir que... Amo a Yoriichi con Uta, son un amor. Y para mí, este sería su Happy End.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top