Capítulo 37

¿Tokoyami-kun está molesto?

Tres sombras atraviesan la ventisca azulina habiendo dejado atrás hace ya minutos los enormes hongos radiactivos desde lo más alto del campo oscilante. Centradas en el camino, se dirigen hacia un rumbo no del todo específico aún.

Una de ellas, presenta una marcada preocupación y nerviosismo sobre su cuerpo, pero intenta disimularlo como puede.

Si bien, habían tardado semanas en escalar la gran montaña, todo recaía por el duro entrenamiento al que Izuku se había sometido, cuyo entrenamiento no se le permitía volar y más bien, debía escalar con el uso de sus extremidades en busca de fortalecimiento. Además, los siete días que pasó inconsciente también era una suma no productiva de tiempo.

Pero gracias a eso y a la nueva expansión de su fuente, Midoriya Izuku había alcanzado un nuevo y mayor fortalecimiento en cuerpo, mente y potencia mágica.

Para llegar a Leffitsing mediante el vuelo, sería un viaje relativamente rápido a comparación con el inicio.

Y aún si sería un regreso corto en la mejor de las situaciones, las tres sombras parecían divagar por los cielos no muy seguras de qué hacer.

—Alternativas posibles para la tortura de Midoriya. —dice Aizawa con su cabello azotar, atravesando las nubes. —Aceptarlo.

—Huir.

—Comer.

Es lo que sale al unísono de los tres a la vez, Aizawa, Tokoyami y finalmente Izuku.

Ambas sombras mayores se giran y observan incrédulas a Izuku sobar su estómago rugiente. Aizawa entrecierra sus ojos entregándole una mirada juzgadora a la sombra pecosa por presentar tal confesión llena de despreocupación.

—Te recuerdo que allá en Leffitsing te espera una tortura, Midoriya. —recuerda Aizawa de forma reprobatoria.

Izuku desvía su mirada hasta su maestro un segundo y continúa hasta el frente. —Lo sé. —suelta el pecoso queriendo hundirse en la tierra ya mismo. — ¿Pero qué quieren que diga? Siempre que estoy nervioso me da mucha hambre... —dice agobiado. — ¡Y ahora tengo mucha hambre! —exclama como niño a punto de hacer un escándalo.

Aizawa gruñe a sus adentros por tal confesión. —Me suena a que estás dilatando la situación.

—Tal vez. —murmura el pecoso. —Pero ya lo decidí. —agrega esta vez frunciendo sus cejas aceitunadas expresando cierta determinación. —Lo enfrentaré yo mismo. —añade al instante en que su estómago ruge aún más fuerte que su voz. —S-solo quisiera descansar un poco antes de eso, heh. —agrega avergonzado.

Y los ojos de Tokoyami clavan en Izuku instantáneos. — ¿A qué te refieres, Izuku?

El pecoso le sonríe aún si por dentro su corazón late del miedo. —No quiero causar más problemas, me voy a entregar.

Tokoyami de forma inmediata coge de su muñeca en cuanto le escucha decir eso, su instinto protector se había activado sin aviso. —Izuku. Sé que es una buena decisión pero podrías simplemente huir. —dice decidido. —Podemos hacerlo, yo iría contigo si decides hacerlo.

Aizawa frunce su ceño y rápidamente se cruza frente a ambos, alejando a Izuku de él de forma inmediata. — ¿Huir? ¿Te estás escuchando? —inquiere severo mientras no suelta a Izuku de sus hombros. — ¿Quieres condenarlo al exilio, Tokoyami? ¿Realmente quieres hacerle eso a esta cosa?

De Izuku nace una sonrisa torcida. —Esta cosa... —repite con sus ojos cansados.

Ninguno de los dos le escucha, es como si no existiera en ese momento entre ambas sombras mayores.

Tokoyami frunce su ceño. — ¡No es justo! ¡Me niego a aceptar ese juicio! —exclama molesto. — ¿¡Por qué hacerle algo así, si es claro que no lo hizo a propósito!?

—Tokoyami-kun... —susurra Izuku perplejo por la reacción de su compañero. —No pasa nada, es lo que yo quiero hacer. No huiré, enfrentaré mis errores. —añade decidido. —Aún así agradezco tu propuesta.

— ¿Eres idiota? —inquiere Aizawa mirándole con molestia. —No se lo agradezcas. —regaña golpeandole en la nuca.

Izuku lanza un quejido ante el golpe causando que entrecierre uno de sus ojos mientras observa el rostro de Tokoyami frente a él, que se ve frustrado aún si sabe que no hay otra salida.

El joven pecoso le sonríe con tranquilidad, aún si sus vísceras mueven incansables por el nerviosismo que siente.

Desconoce quién es Todoroki Enji, desconoce el estado caótico en el que Leffitsing está. Él sólo sabe que hizo un buen trabajo en el campo oscilante junto a Bakugou y que, está un paso más cerca para enmendar su error.

Habían acabado descendiendo a mitad del bosque en busca de alimento y un poco de descanso, principalmente porque los rugidos del estómago de Midoriya Izuku no dieron tregua alguna durante todo el vuelo.

Considerando que estaba débil y que apenas tenía magia en su fuente, sería una buena idea descansar almenos para que sus defensas estén funcionales para el momento de la tortura.

Comen peces asados y frutas frescas, Izuku Midoriya come por los tres.

— ¿Segurosh? —inquiere masticando activamente mientras arroja el palillo a un lado y toma otro pez asado. — ¿No tienen hambre? —inquiere mientras da otra mordida y bebe agua.

—No. —responden ambos mientras observan el montón de palos ya en el olvido y semillas de las frutas que ya comió.

Cuando Izuku da otra mordida al pez, no puede evitar recordar a Bakugou con los peces sobre su boca, bien clavados con sus colmillos dentro del río. Irremediablemente observa el cielo.

En esa ocasión habían muchas estrellas... —piensa observando la gran estrella solar y las innumerables nubes rodear los cielos.

—Comes como una maldita bestia. —interviene Aizawa sin quitar su vista de aquel rostro pecoso distraído. —Es ridículo, tu cuerpo no tiene coherencia con tu apetito. —agrega cerrando sus ojos y acomodando su espalda en el tronco de un árbol azulado.

—Heh. —Es lo único que emerge de los labios brillosos de Izuku por el jugo de la fruta que ahora comía. — ¿Quién es Todoroki Enji? Me suena a Todoroki-kun. —añade curioso.

Un par de ojos escarlatinos desvían y clavan sobre el pecoso. —Básicamente es el padre del líder vampirico. —responde Tokoyami mientras clava tres peces más y los deja en la fogata. —Es quien se encarga de la justicia.

Aizawa bufa. — ¿Justicia? Es sólo un chupasangre con excedente de poder. Su única pasión es torturar y hacer sangrar, infundir el miedo, paralizar a los débiles. —añade con desagrado. —Si tenías alguna pizca de esperanza de que podrías hablar con él de forma civilizada, la respuesta es no.

Todoroki Enji, de clase vampirica y rey sanguinario. No hay nada más que disfrute tanto como los gritos provenientes de sus torturas.

Observar que la gente se paraliza del miedo le estremece, aún si su rostro se mantiene imperturbable frente a las masas siendo el representante claro de la justicia de Leffitsing. Es un hecho que lo hace solo por un disfrute personal, ya que Todoroki Enji ama la sangre como cualquier vampiro.

El rostro de Izuku se ve asustado ante lo que acaba de decir la sombra mayor y Tokoyami lo nota.

Tokoyami inhala aire con cierta molestia, mientras su ceño frunce levemente. —Es el vampiro más sanguinario, después de él viene su hijo. Rumores dicen que es incluso peor que su padre. —suelta negativo. —Por esa misma razón no deberías nombrar su nombre con tanta confianza, Izuku. —añade mirándole fijamente. —No me gusta que le digas "Todoroki-kun".

—Oh. —suelta Izuku un tanto confuso mientras rasca su nuca. Y el par de esmeraldas no parecen titubear del miedo y al contrario, expresan abierta confianza e inocencia. —Pero, uhmm... ¿Cómo explicarlo? —murmura pensativo posicionando su mano en su mentón, recordando las veces con que habló con el señalado. —Todoroki-kun no se ve un mal vampiro. Además, tenemos una alianza con su clan, ¿no es así?

La ira corroe a Tokoyami de pronto. — ¡Estás confundiendo las cosas! —exclama frunciendo su ceño y tensando sus músculos, gritándole por primera vez con enojo mientras se levanta con rapidez.

Izuku paraliza y de inmediato baja su mirada. —Lo siento.

La tensión en el ambiente no hacia más que aumentar con creces.

El silencio es realmente incómodo para todos.

Aizawa Shota no duda en negar con su rostro de forma lenta. Hace bastante que había notado que la sombra ermitaña había concretado un lazo muy cercano con el novato, y en algún momento anticipó que quizá eso se prestaría para futuros inconvenientes.

Sobre todo si se tiene en cuenta la excesiva sobreprotección que guarda Tokoyami en su interior, siendo las raíces de origen la culpa que le corroe por no haber estado con su hermano en el momento del ataque que lo llevó a su perdición.

Pero a Shota no le importa si decir lo que ve le cause dolor a los demás. Él sólo cumple con expresar lo más oscuro de sus corazones, sea doloroso o bien no lo sea.

Tokoyami. —interviene Aizawa abriendo sus ojos con filo. —Es momento de que asumas que Izuku no es Ojiro. Él no es tu hermano perdido. —suelta con frialdad notando como el aludido abre sus ojos con dolor y se gira hasta él.

Izuku abre sus ojos perplejo ante aquellas duras palabras y Tokoyami guarda silencio un segundo.

Izuku niega. — ¡Aizawa-sensei, ese tema es muy delicado para él! —se anticipa asustado levantándose y aproximando ambas manos hasta Tokoyami, intentando sostenerlo.

Pero Tokoyami las golpea y rechaza en cuanto las ve en frente.

La mención de Aizawa hace que Tokoyami estalle. — ¡SÉ PERFECTAMENTE QUE IZUKU NO ES OJIRO, AIZAWA! —Brama con gran inestabilidad al instante en que señala al pecoso quien le mira con amplia sorpresa frente a él. — ¡¡PERO ÉL PECA DE INOCENCIA!! ¡¡CREE QUE EN LEFFITSING TODO ES LINDO Y SEGURO!! —exclama fuera de control abalanzandose sobre Izuku causando que este golpee contra el piso. — ¡EN LEFFITSING TODOS TE QUIEREN VER MUERTO, IZUKU!

Tokoyami nota cómo las esmeraldas de Izuku rompen en cámara lenta.

Izuku le mira, le duele las palabras duras de Tokoyami que acaba de escuchar y por otro lado, le duele muchísimo más ver los ojos de su compañero representando dolor, soledad y cierta desesperación.

Aizawa lanza un suspiro y se levanta con pereza, cogiendo de la capa oscura de Tokoyami y separarlo de Izuku a la fuerza. —Tokoyami. Ve a tomar agua, estás muy alterado.

La sombra señalada observa a ambos con su rostro molesto. Observa a Izuku estampado contra el suelo mirarle en silencio, con sus ojos sorprendidos y dolidos.

Velozmente quita su mirada de él, tensando su mandíbula con frustración y sintiéndose avergonzado de lo que acaba de hacer. Es por eso que quita el agarre de Aizawa de su capa de forma rápida y emprende vuelo por los cielos a todo lo que puede.

— ¡Ah, espera! —exclama Izuku comenzando a seguirle, pero Aizawa apresura a cogerle del tobillo con sus vendas. El pecoso observa hacia abajo de forma inmediata con urgencia.

—No irás con él. —suelta jalandolo hasta el suelo otra vez. —Él está lo suficientemente inestable ahora, quién sabe qué es lo que hará si no le das su debido espacio.

—Tokoyami-kun... —susurra Izuku envuelto en las vendas. —Yo lo entiendo, pero... —murmura plantado en el césped causando que sus palmas se conviertan en puños. —Aún así, yo quisiera—

Aizawa lanza un suspiro sin comprender la excesiva preocupación y empatía que presenta el chico. —Mocoso, ¿crees estar en posición para preocuparte por esto? —inquiere aburrido acariciando su sien. —De quien lloverá sangre será precisamente de ti. ¿Es momento de preocuparse por los demás ahora mismo? —agrega quitando la venda. —Sé racional por un segundo.

El rostro de Izuku se ve desanimado y solo acaba asintiendo.

Aún si sabe que le espera un gran peligro, su corazón persiste en que tendrá que enfrentarlo. Es por eso que, aún si siente miedo su determinación es más fuerte.

Si toda su irresponsabilidad había acabado haciendo enojar a Tokoyami, entonces le hacía culpable. Debía solucionar todo pronto y dar cara a ese ser vampirico.

Es por eso que se levanta. —Bien, supongo que iré. —dice decidido. —Iré a Leffitsing y hablaré con Todoroki Enji. Gracias por la comi—

Es interrumpido por una lanza que se clava justo entre medio de sus pies. Midoriya salta asustado y Aizawa se levanta con sorpresa.

Ambos miran a sus alrededores y notan como de pronto son rodeados por cazarrecompensas.

—Mierda. —suelta Aizawa. —Toda esta situación hizo que bajara mi guardia por un minuto. —gruñe preparándose para la batalla.

— ¿¡Qué es lo que les pasa!? —exclama Izuku asustado mientras observa como el círculo cada vez es más reducido. Estaba lleno de cazarrecompensas, fácilmente habían más de veinte al acecho.

Uno de los cazarrecompensas ríe malévolo. — ¿Qué no es lo suficientemente claro? Hemos llegado por tu cabeza, Midoriya Izuku. Llevamos días buscándote. —expresa el demonio con una gran hacha tras de sí, alzandola al instante. — ¡La cacería ha comenzado!

Es lo último que dice en el segundo en que todos se abalanzan en contra él.

Izuku no lo piensa un segundo y emprende un vuelo veloz junto a Aizawa.

— ¿¡Enviaron cazarrecompensas por mí!? —exclama impactado. — ¿¡Es en serio!? —grita huyendo veloz por los cielos.

— ¡¡Te dijimos que Enji es un sanguinario, no tiene límites!! —exclama Aizawa notando como demonios y vampiros le siguen veloces tras de sí. — ¡¡Escucha, si realmente piensas ir a dar frente a esa situación o huir, este es el momento!!

Izuku niega aún si su cuerpo tiembla. — ¡¡No, no voy a huir!! —exclama al instante en que un látigo lo alcanza del tobillo, quedándose atrás. —Ah.

Aizawa vuela veloz hasta que se detiene por un grito.

¡¡¡AIZAWA-SENSEEEEEEEEEEEI!!!

Aizawa frunce el ceño y detiene su vuelo con amplio mal humor. — ¡¡TÚ, REALMENTE ME VAS A MATAR DEL CORAZÓN, MOCOSO DE MIERDA!! —exclama devolviendose veloz intentando recuperarlo.

Izuku siente su corazón acelerar y el miedo le corroe, su sentido de sobrevivencia está más que activado mientras siente como el demonio vuela lejos con él.

— ¡¡¡DÉJAME!!! —Batalla el pecoso intentando activar su incorporeidad pero sin resultado.

El demonio ríe con malicia y festeja que en unos momentos futuros será millonario.

Izuku frunce su ceño, comenzando a lanzar golpes con sus brazos y piernas. — ¡¡AÚN SI PIENSO ENTREGARME, ME NIEGO A QUE SEA ASÍ!! —exclama con enojo sintiendo emociones intensas, logrando encestarle golpes potentes sobre el rostro y ojos del demonio, causando que el vuelo sea inestable por lo más alto de los cielos.

— ¡Tú, sombra de mierda ya quédate quieto! —gruñe el demonio alzando sus alas mientras vuela con dificultad, sintiendo como su víctima no persiste y sigue luchando por liberarse.

— ¡Definitivamente no seré una presa fácil para ti! —lanza Izuku con enojo. — ¡Han escogido llegar en el peor momento posible! —persiste con su ceño extremadamente fruncido. —Yo... ¡ESTOY MUY MOLESTO AHORA MISMO!

Y en ese momento, un color sangre emerge sobre el collar de Izuku, decorando la palabra "DEKU" en tonalidades carmines.

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