Royal Woods Michigan - Residencia Loud - 7:50 a.m

En los sueños de un peliblanco...

Podemos ver cómo nuestro protagonista se encontraba en un pequeño lago, el cual tenía a varios patos nadando, también estaban algunos cisnes y el cielo estaba completamente azul. Cosa que ponía muy contento al albino, pero de un momento a otro, el cielo se torna de un color gris oscuro, mientras rayos comenzaban a caer de el, al igual que varios truenos se escuchaban de una forma muy fuerte.

El albino ve como varios animales comenzaban a correr, hasta que ve como un conejo blanco se encontraba corriendo de una loba negra, la cual por segundos observa al albino, con esos oscuros ojos rojos, para luego continuar su camino. Y por fin despierta el albino.

Lincoln: Eh... Ohh... Todo era un sueño, al menos uno más calmado - dice el albino levantándose de la cama, para luego toser un poco y escupir un poquito de sangre - en dónde estoy, este lugar es muy oscuro y... Me da un poco de miedo.

Abigail: Oh, buenos días hijo - dice la peliblanca, mientras subía las escaleras, con una taza en sus manos - venía a despertarte, pero veo que ya estás despierto jeje, ten tomate este té para que estés mejor. Ayer en la noche, nos diste un susto a todos.

Lincoln: De verdad? - recibe la taza - Lo lamento mucho, no fue mi intención hacer eso. - dice el albino, agachando la mirada, mientras cerraba los ojos.

Abigail: No te disculpes hijo, todo es culpa de esa enfermedad. Pero mira, no tienes de que preocuparte. Que muy pronto te vas a recuperar y volverás a ser el de antes okey... - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras comenzaba a bajar las escaleras. - oh casi lo olvido, tu medicina está allí... Recuerda tomartela en 10 minutos.

Lincoln: Eh si, gracias mamá - dice el albino mientras veía como su madre bajaba las escaleras, por lo que esté solo se bebe el té con un poco de calma y después observa una ventana, viendo el cielo completamente despejado.

Un par de horas después... En la sala. Nuestro protagonista, se encontraba viendo un poco aburrido la televisión, pues no estaban pasando nada bueno. Hasta que escucha el sonido del teléfono, por lo que esté lo toma y contesta.

Lincoln: ehm... Residencia Loud, que se le ofrece, habla Lincoln. - dice el albino con un tono algo nervioso, mientras se rascaba el cabello.

Sofía: Lincoln, soy yo Sofía... Este. Verás... Mis padres, quieren conocerte en persona, para hablar contigo sobre nuestra relación y... Te invitaron está noche a cenar en mi casa, no sé si puedas asistir a esta cena. - dice la castaña, en un tono nervioso.

Lincoln: Cena... En tu casa, está noche. Mjm, aún recuerdo esos platillos tan deliciosos que hacías en el orfanato. Está bien, asistiré Sofía, no te preocupes. Allí estaré como a las 8. Nos vemos después - dice el albino con una sonrisa, mientras veía por la ventana.

Sofía: Bien, de acuerdo. Nos vemos en la noche, te amo. - dice la castaña mientras colgaba el teléfono, dejando al albino algo feliz, pero a la vez esto lo pone muy nervioso.

Lincoln: Un minuto... Yo, no he ido a cenar con los papás de alguna de las chicas en mi vida. Ronnie Anne podría contar pero, no es lo mismo... Mmm. Tengo que pedirle ayuda a las chicas - dice el albino, mientras se levantaba del sofá, pero Lemy lo toma del brazo y lo sienta nuevamente.

Lemy: No espérate Lincoln, no vayas con nuestras hermanas. Ellas solo harán que quedes en ridículo frente a los papás de Sofía, te lo digo yo que ya tuve experiencias con los papás de Cristina y creeme, que todo salió mal, cuando le pedí ayuda a mis hermanas. Todo termino tan mal, que la mamá de Cristina acabo con algo de sopa en la cabeza y su papá con los pantalones chamuscados.

Lincoln: Entonces que puedo hacer hermano, la cena que tendré con Sofía es esta noche y yo... No he hablado con esas personas a las que ustedes llaman suegros. Al menos con Lynn padre y Mama Rita, pero con otras personas no. Y eso me pone muy nervioso.

Lemy: Mira lo que tienes que hacer, es ser solo tu mismo. - toma sus hombro - solo actúa como siempre, cómo el Lincoln, carismático, inocente y agradable al cual todos les cae bien. Vamos viejo, confía en mí, yo se lo que te digo.

Lincoln: Bueno, si no llego a derramar sopa sobre mi suegra, entonces está bien Lemy, te escucho - dice el albino con una sonrisa, mientras que Lemy solo le comenzaba a comentar algunos consejos.

Un rato después... En la habitación de Lemy y Cristina. El albino se encontraba sentado frente a un espejo, mientras que Cristina se encontraba detrás de el, viendo su rostro en el espejo.

Cristina: Mmm, se notan mucho algunas manchas que te ha dejado esta enfermedad. Tu piel está muy pálida, tus ojos han perdido casi todo su brillo y tus ojeras son cada vez más notorias. Pero puedo ayudarte, tu no te preocupes y deja todo en mis manos Lincoln, que cuando termine, lucirás incluso mejor que antes.

Lemy: Confía en ella viejo, logro taparte un moretón en el ojo y eso logro salvarme de un problema con mis hermanas - dice el castaño con una sonrisa, por lo que Lincoln solo suspira y asiente con la cabeza, aceptando que Cristina le ayude.

La pelirroja solo comenzó a sacar de su mochila algunas cosas que iba a necesitar, para luego comenzar a trabajar en el rostro del peliblanco el cual hacia lo posible para no moverse o reírse, debido a las cosquillas que le provocaba la pelirroja.

Al cabo de 30 minutos, Cristina finalmente acaba su trabajo, dejando ver que el Albino, tenía una apariencia demasiado igual a la que tenía antes de enfermarse gravemente del corazón. Y al verse en el espejo, el albino se quedó muy impresionado.

Lincoln: Hasta parezco nuevo - se levanta de la silla y abraza a Cristina - Muchas gracias... A ambos - une a Lemy al abrazo - de verdad, se los agradezco mucho, a los 2. Ahora sí creo que estoy listo para ir a esa cena en la noche.

Lemy: Lo harás bien hermano, se que lo harás muy bien - dice el castaño con una sonrisa, mientras abrazaba al albino quien sonreía bastante feliz.

Las horas pasarían normalmente... Hasta que llega las 7:30 de la noche y podemos ver a nuestro protagonista, el cual se encontraban arreglando para ir a la cena con Sofía.

Lincoln: Bien veamos, cabello bien peinado, ojos con color, rostro sin nada. Buen aliento, benditas mentas... Ehm que más... Rosas, rojas las favoritas de Sofía. Y por último, un poco de loción de Lemy. Listo ya me puedo ir...

El albino solo sale de su habitación, pero cuando bajaba las escaleras, este nota como sus hermanas, se encontraban en la sala, cosa que lo puso nervioso, pero decidió no prestarle mucha atención y decidió irse como si nada.

Pero justo cuando estaba por abrir la puerta, a una gran velocidad Lori, toma su brazo, sorprendiendo al albino, el cual se asusta por la repentina acción de la rubia.

Lori: Mmm... Para quien son las rosas y por qué estás maquillado, aunque luces igual que antes y eso te da un aspecto más normal. Sorprendente, pero aún así dime... A dónde vas.

Lemy: Va con Sofía, algún problema Lori - dice el castaño con seriedad, mientras miraba a la rubia la cual solo se separa del peliblanco - oigan, no tienen por qué desconfiar de Lincoln, es el muy caballeroso con ustedes y jamás las engañaría, se los digo en serio.

Leni: Jamás desconfiaría de Linky, el es muy especial para todas nosotras - dice la rubia con una sonrisa, bastante feliz, mientras comía algunas palomitas.

Lincoln: Bueno, nos vemos más tarde. Ya le avisé a mi mamá que saldría, nos vemos luego Lemy, adiós chicas las amo - dice el albino mientras salía corriendo de allí.

Cristina: Bueno Lemy, que dices si mejor vamos a ver Netflix en tu cuarto. - dice la pelirroja con una sonrisa, haciendo que el castaño solo sonria y después ambos suban a la habitación de ambos - Bien, cual quieres ver. La guerra de las garnachas o bebés en acción 3 la venganza.

Mientras tanto Lincoln se encontraba caminando por la calle, mientras llevaba las rosas en su mano, hasta que comienza a escuchar unos pasos detrás de el, pero cuando esté se para, escucha como los pasos se detienen al instante.

El albino solo comenzó a caminar nuevamente, escuchando los pasos que otra vez lo seguían, cosa que lo puso un poco nervioso por lo que esté aumenta la velocidad un poco, escuchando como también esos pasos iban más rápido.

Lincoln ya bastante asustado comenzó a correr y al voltear por unos segundos, este observa como se iba alejando de unos ojos rojos los cuales lo observaban fijamente desde las sombras.

Unos minutos después... El albino había llegado casi a la casa de Sofía, pero se encontraba un poco agitado, luego de haber corrido tanto, pero al voltear a otros lados, no vería a nadie, cosa que lo tranquilizó un poco, para luego comenzar a caminar directo a la puerta de la casa.

Al tocarla, el albino espera unos minutos... Hasta que ve como la puerta se abre y se muestra a un hombre de cabello negro, el cual se para frente a el.

Sr. O'connell: Mmm, así que tú debes ser Lincoln, no?. Sofía me ha contado mucho de ti, todo el tiempo no para de hablar sobre tu pelo blanco y esos ojos rojos... Cómo sea, puedes pasar jovencito. - dice el pelinegro en un tono serio, mientras que el albino solo entraba sin decir nada. - eh querida, llegó nuestro invitado.

Sra. O'connell: En serio - dice una mujer castaña desde la sala. Por lo que ambos entran allí y la ven leyendo, hasta que está se voltea y los mira a ambos - Tu debes ser Lincoln verdad. Sofía aún no baja, pero puedes esperar aquí.

Lincoln: Eh se lo agradezco jeje - dice el albino, mientras se sentaba en una silla, hasta que escucha unos pasos los cuales provenían de las escaleras, pero cuando se muestra a la persona que bajo, el albino nota que no era su amiga de la infancia, si no alguien más...

- Mamá, ya está lista la cena?. - dice una chica de cabello castaño, su edad podría rondar entre los 15 y 16 años, era medianamente más alta que Lincoln y se notaba que estaba incluso más desarrollada que Sofía. - Ehm, quien es el?.

Sr. O"connell: El, es Lincoln. El novio de Sofía, sabías que iba a venir hoy, disculpe joven Lincoln. Pero mi hija, a veces es un poco distraída. Puedes presentarte con el chico, iré con tu madre para ayudarla con la cena - dice el pelinegro mientras iba a la cocina.

Lincoln: Es un gusto señorita. Me presento, mi nombre es - no termina de hablar, debido a que la chica lo toma de la playera y lo levanta con mucha facilidad.

- Mira chico, te diré algo. Si llegas algún día a lastimar a mi querida hermanita con alguna estupidez, yo seré la primera en destruirte entendiste - dice la castaña con una mirada sería, mientras veía al albino el cual se encontraba un poco asustado, hasta que escucha como alguien más bajaba.

Sofía: Eh, Claire basta, déjalo en paz. - dice la castaña, mientras se acercaba al albino - Bájalo ahora Claire, Lincoln sería incapaz de lastimarme.

Claire: Mjm, como quieras - lo baja. - Pero igual, estás advertido pequeño mocoso - dice la castaña con seriedad, mientras se marchaba al comedor.

Sofía: Disculpa por eso Lincoln, ella es un poco desconfiada con las personas. Cuando me conoció intento echarme de la casa por la ventana - dice la castaña con un poco de nervios. - pero luego me agarró cariño y me empezó a tratar como su hermana menor.

Lincoln: Parece que a nosotros 2, al principio nos fue mal con nuestras nuevas familias, pero ahora... Ya estamos en mejores condiciones - dice el albino con una sonrisa, para luego alzar las rosas - ehm, toma son para ti. - dice algo sonrojado.

Sofía: Para mi - las recibe - muchas gracias Lincoln, siempre supiste muy bien de mis gustos. - lo besa en la mejilla - Las pondré en agua y luego podemos ir a cenar, solo dame un minuto.

El albino solo asiente con una cara de embobado, hasta que escucha el sonido de una pequeña campana, que indicaba que era hora de comer, cosa que hizo que el albino sienta como su estómago ruga de una manera algo fuerte, debido al hambre que tenía, por lo que esté se dirige a la cocina y se lava las manos, para luego ir al comedor.

Unos minutos después, los demás también se habrían sentado, dejando ver un banquete, bastante bueno en la mesa, cosa que hacía que el albino solo tuviera más apetito.

Sra. O'connell: Bueno hija, no sé por qué me pediste que hiciera tanto, pero está bien. Ahora sí, podemos dar las gracias, antes de empezar a comer. - dice la castaña, mientras juntaba sus manos - Muchas gracias por la comida. Ahora sí, podemos empezar. Lincoln, tu puedes comer lo que gustes, no hay ningún problema.

Lincoln: En serio, genial. Entonces me lo comeré todo - dice el albino con una sonrisa, para luego comenzar a comer de una forma bastante salvaje, dejando a casi todos sorprendidos, menos a Sofía la cual tenía una sonrisa bastante calmada, mientras tenía los ojos cerrados.

Sr. O'connell: Eh, hija... Tu novio, come de esa manera siempre. - dice el pelinegro, con una gota de sudor, mientras veía la forma en la que el albino se devoraba los platos a diestra y siniestra.

Sofía: Mjm, así es... Según lo que se, el metabolismo de su familia es superior al del humano promedio y no tiene problema en comer esas cantidades tan exageradas de comida. - dice la castaña, mientras comía de una forma tranquila.

Sra. O'connell: Dígame joven Lincoln - llama la atención del Albino, el cual para de comer en un instante, para prestarle atención - ehm, usted y mi hija de verdad se conocen cuando estaban en el orfanato.

El albino solo se acaba el plato y asiente con la cabeza, mientras masticaba para luego tragar la comida.

Lincoln: Así es señora O'connell. Conozco a Sofía, desde que éramos unos niños... La primera vez que la ví, me quedé completamente sorprendido. Ella era la niña más bonita del orfanatorio. Llegó 3 meses después que yo... Yo era más conocido como el, pequeño saco de box humano, debido a que todos los niños mayores me golpeaban a diario. Y un día... Iban a golpear a Sofía, pero me metí a defenderla y al final termine todo golpeado jeje. Al final, ella se preocupó tanto por mi, que me curo las heridas y desde ahí nos volvimos mejores amigos.

Lamentablemente un par de años después, de que nadie nos adoptará. Llegó una familia y la adoptó y bueno, supongo que esa familia eran ustedes verdad. - dice el albino con una sonrisa, algo nostalgica al recordar aquellos días.

Sr. O'connell: En efecto joven Lincoln, éramos nosotros. Pero jamás tuvimos idea, de que usted era el niño que persiguió nuestro auto por varias cuadras, hasta que se cayó en el piso. De verdad lamento que usted y mi hija no se pudieran despedir.

Lincoln: Bueno, de todas formas. Un poco tiempo después, escape del orfanatorio debido al maltrato que siempre recibíamos allí. O bueno, que yo siempre recibía ya que nunca deje que le hicieran nada a Sofía. - dice el albino con una sonrisa, mientras tomaba la mano de la castaña, la cual se sonroja y desvía la mirada.

Sra. O'connell: Mi hija siempre ha tenido un gran cariño por ti, a veces nos sentimos un poco culpables, de irnos de Royal Woods. Pero por suerte, gracias al trabajo de mi esposo, logramos regresar aquí y bueno supongo que tú fuiste el jovencito que la trajo a casa el primer día que llegamos aquí y también hace algunos meses, cuando salieron a una cita.

Lincoln: Mjm, si era yo... Ese día. Fue muy especial para mí, ya que... Justo ese día, se cumplían 6 años, desde que nos habíamos conocido - dice el albino con una sonrisa, mientras veía a la castaña la cual asiente con la cabeza.

Claire: Puedo ver qué... En el tiempo en el que tú y mi hermana estubieron en el orfanatorio. Siempre la estuviste protegiendo, al igual que la actualidad. Me sorprende la manera en la cual tu y mi hermana han llevado su relación y déjame decirte que... Te has ganado mi respeto Lincoln.

El albino solo sonríe y después comienza a terminar su comida, nuevamente al igual que los demás. Pasando así unos 20 minutos, hasta que todos terminan de comer. Por lo que se levantan de la mesa, listos para descansar un poco.

Lincoln: Déjeme ayudar con los platos, señora O'connell - dice el albino con una sonrisa, mientras llevaba una gran pila de platos, dejando a la mujer, bastante sorprendida. Pero lo que en verdsd la sorprendió, fue ver la gran velocidad en la cual el albino, comenzaba a lavar los platos, pues era tan rápido que ni siquiera dejaba una sola mancha en ellos.

En cuestión de 10 minutos, el albino habría terminado con casi todos los platos, mientras que la señora O'connell apenas había terminado con el resto, los cuales eran 3 platos.

Lincoln: Bueno, al menos ya terminamos... Ahora, si Sofía podemos... - no termina de hablar, debido a que el albino siente una leve punzada en el pecho, cosa que hizo que se agarrara bastante fuerte su corazón. Lo cual preocupo a Sofía, la cual rápidamente se acerca a el.

Sofía: Lincoln, te encuentras bien. Necesitas ayuda. Algo - dice la castaña con preocupación, mientras veía al albino el cual solo señala la bolsa de Sofía, la cual al verla rápidamente se acerca a ella y saca una pequeña jeringa. - Okey, déjame hacerlo aquí va.

La castaña solo le inyecta un pequeño suero al albino, el cual solo logro hacer que su dolor se calmara, para luego comenzar a toser un poco.

Lincoln: Oh, bendita sea la medicina del hospital - dice el albino con algo de dolor, mientras que Sofía lo llevaba al sofá a sentarse - Ah, creo que ya me siento mejor.

Claire: Oye Lincoln, creo que eso de que te agarres el pecho no es muy común que digamos, así que dime... Te encuentras enfermo o algo así.

Lincoln: Así es... Tengo una enfermedad del corazón, que me está matando poco a poco, de no ser por una milagrosa medicina, no estaría aquí con ustedes. Está medicina me ayuda a estar de pie y con mucho esfuerzo, me puedo mantener de pie. Gracias Sofía.

Sofía: Sabes que siempre voy a apoyarte, Lincoln. - toma su mano y después lo abraza - Siempre voy a estar contigo. No te pienso dejar solo otra vez, no más. - dice comenzando a derramar unas pequeñas lágrimas, hasta que el albino se las limpia con su mano para luego respirar un poco lento.

Lincoln: No tienes por qué llorar Sofía. En muy poco tiempo, estaré bien. Me recuperaré y todo saldrá bien. No te preocupes por mi. Lamento el inconveniente... Señor y señora O'connell, no quiero incomodar más con esto, lo mejor será que me vaya.

Sra. O'connell: Espera Lincoln, no es necesario que te vayas. Y menos así... Se ve que apenas puedes respirar un poco. Mira, quédate por un rato, nada más. Tu no eres una molestia para nadie aquí. Sofía, hija. Puedes llevarlo a tu habitación.

Sofía: Si mamá, ven mi amor - dice la castaña, mientras ayudaba al albino a levantarse. Para luego comenzar a caminar hacia su habitación, mientras eran vistos por el resto de la familia O'connell.

Sr. O'connell: Ese chico, es un hombre admirable. Me sorprende lo mucho que tuvo que haber pasado, para llegar aquí. Parece que la vida de un niño huérfano, puede ser muy dura. Y tal parece que algo tiene mucho odio contra el.

Sra. O'connell: Espero que no sea nada malo, no me gustaría ver qué a ese chico le suceda algo malo. No solo nos afectaría a nosotros, si no también a su familia y a Sofía. Ella quedaría muy afectada si ve que su gran amor, pierde la vida.

Un rato más tarde, Sofía se encontraba sentada al lado del albino el cual estaba en su cama, con una toalla caliente en la cabeza. Para que luego, está lo mire algo preocupada.

Lincoln: No te preocupes por mi Sofía, voy a estar muy bien. No te preocupes por mi - dice el albino con una sonrisa, mientras miraba a la castaña, la cual solo sonríe con tristeza.

Sofía: Mi dulce conejito blanco. Sabes que no puedo reaccionar de otra manera cuando tienes un estado de salud crítico. Sabes, a veces me da mucho miedo que tú... Algún día... Tú...

Lincoln: Sofía... Mírame. Yo te prometo, por todo el amor que les tengo, que jamás moriré. Yo no me pienso rendir así de fácil, daré mi vida por ustedes si es necesario, pero no dejaré que una enfermedad me venza. Yo las amo. Y jamás dejaré que ninguna enfermedad me separé de ustedes.

Sofía: Lincoln, siempre tan noble - dice la castaña con una sonrisa, para luego darle un beso al albino el cual lo corresponde bastante feliz, sin saber que eran vistos por una castaña, desde la puerta.

Claire: Sabes hermanita, a veces siento un poco de celos por ti. Y sobre todo, con un chico bastante lindo que se robo tu corazón... Y el mío. - dice la castaña, con una sonrisa, mientras se retiraba de la habitación, dejando a la pareja de novios, solos...

Que pasará?, Acaso la enfermedad de Lincoln puede pasar a mayores, será acaso que esa mujer puede acabar con la vida de Lincoln, que depara el futuro para la vida de nuestro protagonista. Descubranlo pronto...

Continuará... Fin del capitulo 94, si les gusto dejen su voto, comenten y síganme para más y antes de irme les mando un fuerte abrazo y un saludo muy especial a:

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Bueno hasta aquí los saludos, yo me despido por ahora, mi nombre es PinBlack97 y esto es todo por hoy, les mando un abrazo muy fuerte Bye.